En 1991 Bruce Willis protagonizó Hudson Hawk, una comedia de acción que desconcertó a la prensa norteamericana con el humor absurdo, el perfil de caricatura de los personajes y las secuencias musicales.
La película fue aniquilada en la reseñas y resultó un fracaso comercial en ese país, no así en el resto del mundo donde consiguió una recaudación más decente. Con el paso del los años y sus emisiones en televisión el film se convirtió en un título de culto dentro de la filmografía de Willis y en la actualidad tiene una valoración más positiva.
En Tren bala el director David Leitch (Atomic Blonde/ Deadpool 2) toma como inspiración la excentricidad de los personajes de la mencionada película de los ´90, le añade un poco del cine gánster de Guy Ritchie, la comedia física de Jackie Chan y una pizca de Tarantino,representado en el tratamiento de la violencia.
El resultado es un espectáculo muy entretenido que encuentra su mayor atractivo en la labor cómica de Brad Pitt y la capacidad de Leitch para crear coreografías de acción creativas. En el rol de Pitt se puede percibir claramente la influencia de Hudson Hawk que sin ser una copia tiene algunas similitudes.
El ladrón que encarnaba Willis era un tipo que deseaba abandonar el mundo del crimen y terminaba involucrado de manera involuntaria en numerosas situaciones de peligro y algo similar se da con el ladrón que encarna Brad, quien queda atrapado dentro de un conflicto internos entre dos facciones de delincuentes.
Al tratarse de un conflicto que se desarrolla dentro de un tren las secuencias de acción se centran principalmente en peleas cuerpo a cuerpo.
Este aspecto del proyecto probablemente fue un desafío interesante para Leitch, ya que tuvo que elaborar esas secuencias en espacios cerrados con recursos más limitados. El director sale muy bien parado de esta cuestión donde el contenido humorístico contribuye a que las peleas no se sientan redundantes.
Recién en el acto final la acción se desarrolla con una mayor producción que evoca por momentos el tipo de cine que primó en este género en los años ´90. Pitt está acompañado por un buen reparto donde llegan a tener sus momentos destacados Joey King (The Princess), Aaron Taylor Johnson (Kick Ass) y el comediante Brian Tyree Henry, quien hace poco apareció en Eternals.
La trama presenta conceptos familiares que ya vimos en numerosos filmes, sin embargo la combinación de humor y acción que propone Leitch al menos consigue que el espectáculo sea llevadero.
La mayor debilidad de Tren Bala se encuentra en el acto final donde la narración estira el clímax de un modo innecesario y queda la sensación que a la película le sobraron como mínimo 25 minutos.
Al margen de esta cuestión como propuesta pochoclera es muy amena y en materia de realización representa una labor más digna de este realizador, tras el collage de CGI que brindó en Hobbs y Shaws.