Ganadora del último Festival de Cine Inusual en la categoría documental, la ópera prima de Lucas Marcheggiano hace gala, ya desde el título, de un humor y una originalidad que refrescan a la habitualmente previsible cartelera porteña. Sin entrevistas, prácticamente rodada de noche, y protagonizada por un exterminador de ratas que tiene mucho de comediante, la película es casi un film noir, de no ser porque es, en realidad, un documental. Claro que es un documental atípico, y no sólo por su método y producción. Porque, en principio, ¿a quién puede interesarle la vida de un exterminador de ratas? Y sin embargo, desde el asadito nocturno que debe abandonar para atender a un fabricante desesperado en Barracas, Un enemigo formidable envuelve con su ritmo singular, el de un serial killer de plagas, con breves interludios en donde Marcheggiano muestra al protagonista haciendo fierros en el gimnasio, cenando con amigos en un piringundín o eligiendo el mejor veneno en una tienda mayorista. Junto al ritmo y el humor, Marcheggiano muestra una Buenos Aires nocturna de ensoñación, de lluvia y luces saturadas, una estética cuidada y perfecta para envolver al thriller más inesperado.