Me perdí algo? Eso fue lo primero que pensé cuando termine de ver la nueva película de los hermanos Coen.
Luego de leer muchas criticas donde la describen entre las mejores películas del año, me imaginaba otro buen trabajo como "No Country for Old Men".
Evidentemente, tras ganar el Oscar, los Coen tuvieron carta libre para hacer lo que quisieran y el resultado es un film muy personal y uno de los menos accesibles de su carrera.
La película arranca con una escena rarísima, que sirve de Prologo, la cual no me predispuso bien para lo que venia después.
Ambientada en una comunidad judía en los años 60, Larry Gopnik es un hombre de familia rodeado de problemas. Su mujer lo deja por su amigo, sus hijos se pelean constantemente, su hermano vive en su sofá y tiene inconvenientes en el trabajo.
Hasta acá la historia zafa, pero cuando Larry decide buscar ayuda y se reune con distintos rabinos a conversar, la cosa se ponen muy pesada.
Hay varias escenas raras que no encajan con el resto de la trama y el final es abrupto, algo a lo que los Coen nos tienen acostumbrados.
Esta protagonizada por actores desconocidos, donde sobresale Michael Stuhlbarg interpretando a Larry Gopnik, quien esta nominado al Globo de Oro como Mejor Actor.
Los hermanos Coen son amados por los críticos, quienes suelen alabar sus películas mas allá de lo raras que sean. Para mi es una de las mas flojas de su carrera, junto a "The Man who wasn´t there" y "Intolerable Cruelty".