Inspirada en hechos reales, narra la historia de cinco hermanos africanos huérfanos y sus peripecias para sobrevivir unidos.
La película está basada en hechos reales. La primera parte muestra a millones de personas víctimas de una brutal Guerra Civil que tuvo lugar en Sudán de 1983 a 2005, a causa de esto muchos jóvenes quedaron huérfanos. Un importe número de personas vivieron un profundo infierno, las imágenes que vemos son desgarradoras, familias destruidas, cadáveres en el río, sangre y muerte. Nos introduce en la vida de cinco hermanos sudaneses. uno de ellos muere y el resto pasan a un campo de refugiados: Mamere (Arnold Oceng), Jeremiah (Ger Duany), Paul (Emmanuel Jal) y Abital ( Kuoth Wiel), quienes viajan cerca de 1600 kilómetros para refugiarse en Estados Unidos, pero su hermana Abital es enviada con otra familia a Boston. Todos ahora forman parte de un programa humanitario para encontrar un lugar mejor al igual que otros, pero para quedarse deberán cumplir ciertas reglas.
Ellos fueron conocidos como “Los niños perdidos de Sudán”. Se encuentran en un lugar totalmente desconocido donde tienen que intentar su reubicación en la sociedad, otras costumbres e idioma, en fin otra vida. Allí en Kansas quien son designados para conseguirles trabajo y vivienda son: una trabajadora social, la americana Carrie Davis (Reese Witherspoon) y Jack (Corey Stoll) quienes forman parte del programa.
Juntos realizan una recorrida por diferentes lugares, aportando momentos de humor y situaciones divertidas como cuando ingresan a un negocio de comidas rápidas, el trabajo en un supermercado, el uso de teléfonos, la convivencia en el departamento, entre otros lugares o situaciones.
Es una película entretenida, muestra dos culturas bastantes diferentes y la lucha por la subsistencia a lo largo de la historia, contiene varias escenas tocantes y se intenta conmover, buscando la lágrima, con algunos momentos melodramáticos sobre todo en la primer parte y la segunda toques de humor y gags. Resulta atrayente el saber que se encuentra basada en hechos reales.
Muestra las penurias que pasan los africanos (hambre, falta de agua y las enfermedades, entre otras situaciones). Algo un tanto sabido para quienes leemos un poco o miramos noticieros, son datos que se encuentran dentro de nuestro conocimiento, a muchos ya no nos venden más espejitos de colores. La película critica el sistema pero una vez más los estadounidenses quieren mostrar que con sus buenas acciones pueden lavar sus culpas.