Unas palabras sobre Vaquero, película argentina, ópera prima de Juan Minujín, que se estrena ahora, luego de amagar desde hace meses. Ya se sabe, el cine argentino se amontona en los meses de septiembre, octubre y noviembre, los peores para la cartelera. Sobre esos asuntos escribí acá ¿Irá gente a ver Vaquero? Espero que sí. Les dejo esto que escribí sobre la película para el catálogo del Bafici: “ ‘Bueno, tengo que parar, apagar la cabeza por unas horas… ¿Apagar la cabeza por unas horas? Idiota. ¿Qué te haces el que vivís en una propaganda de aspirinas? ¿A apagar la cabeza por unas horas?’ Así, y desde allí hacia mayores intensidades de furia, piensa Julián Lamar, Actor Argentino Disconforme. Disconforme con su carrera, con su ambiente de trabajo, con sus compañeros del ‘mundo artístico’. Julián Lamar es un quejoso, en la tradición del Ignatius J. Reilly de La conjura de los necios, con una cabeza que no para de lanzar improperios y que describe un mundo de forma esperpéntica –con dardos envenenados de conocedor–, para volverse él mismo un esperpento. Julián Lamar quiere lograr un papel en un western estadounidense que se filmará en Argentina, quiere ser más que todos. Pero en la distancia que existe entre el rol que se asigna a sí mismo en su deseo y sus performances artísticas y vitales concretas está el espacio para este retrato ácido, para esta lúcida comedia impiadosa dirigida y protagonizada por Juan Minujín.”