Vaquero

Crítica de Silvio Pratto - Demasiado Cine!

Juan Minujín se decide a hacer de su primera película un arriesgado y pretencioso experimento. No necesariamente por la manera en la que aborda el lenguaje audiovisual, el uso de la cámara o los recursos cinematográficos, sino más bien por el intrincado personaje que no sólo dirige sino también interpreta.

“Vaquero” nos convida a recorrer el escabroso laberinto mental de Julián Lamar, un actor de 33 años que reniega de un sistema al que desespera por pertenecer. Lo hace en silencio, con la astucia de saberse patético pero la terquedad de no reconocerlo. Así, sus pensamientos traducidos en una voz en off que es la verdadera protagonista de la historia, ponen en evidencia un personaje complejo, oscuro, atrapante.