Ser gitano en el conurbano
Curiosa e intima se apoya en una interpeladora virtud, ir de lo particular a lo general, de una familia al mundo gitano.
El video casero de una boda realizado por una productora de José C. Paz le da un inicio kitsch a una historia curiosa. No es un casamiento más, sino uno en la tribu gitana, y es poco lo que la gran masa de espectadores sabemos sobre los gitanos, protagonistas de Vergüenza y respeto, el documental de Tomás Lipgot, quien de entrada tiene un punto a favor. El tema de su película es pura curiosidad.
Del video casero saltamos al documental, a la intimidad de los Campos, una familia gitana del conurbano bonaerense. Andaluces de origen, con varias generaciones aquí, cuentan que ni bien pisaron esta tierra dejaron de ser nómades. Pero la elección del casamiento no es casual. El director va a centrarse en los mandatos de una cultura que se va aggiornando al siglo XXI, marcando diferencias con el mundo exterior. "Eran más sanos los gitanos de antes", dirá el mayor de los Campos, y ya le retrucarán.
El trato a las mujeres, que deben llegar vírgenes al casamiento, que incluso deben pasar una prueba para conformar a la familia del novio, que son "invitadas" a dejar la escuela, la relación con la tecnología, con los payos (los no gitanos), su costumbre de bañarse vestidos en el mar, son algunas de las marcas identitarias que va contando esta familia, perteneciente al grupo Caló, uno de los cuatro que migraron a nuestro país.
Disquisiciones sobre sus orígenes, su música, su manera de ser, el intenso amor familiar, las notables diferencias entre el hombre y la mujer, son algunos de los temas que el documental aborda con naturalidad, entre música, comidas, guitarras y palmas flamencas.
Como en toda historia íntima, una de las claves está en las revelaciones que entreguen los entrevistados, en la confianza, y en lo que luego haga el director con esa confianza, que puede jugarle a favor o en contra. Lipgot observa y escucha, pero no muestra más de lo que esta familia quiere mostrar. Su cámara intima, desarma prejuicios y descubre personajes queribles con una desenvoltura muy familiar, casi transparente.