El nuevo documental del director de “Yo no sé que me han hechos tus ojos” retoma una escena no utilizada de aquella película –una entrevista a Ada Falcón– y trata de reconstruir su sonido perdido en una investigación fílmica que pone en discusión algunos procedimientos esenciales del discurso cinematográfico.
Una suerte de bonus track extendido para los fans de YO NO SE QUE ME HAN HECHO TUS OJOS, la nueva película de Sergio Wolf, VIVIRE CON TU RECUERDO, vuelve a ser otra investigación -–en este caso, fundamentalmente auditiva–- en la que el realizador encuentra y retoma un rollo perdido de su película sobre Ada Falcón en el que él le había hecho una entrevista a la cantante de tangos para aquel filme de 2002, pero que nunca pudo usar porque no quedó registrado el sonido por un problema técnico.
El material visual rescatado está sano y visible. Allí se la puede ver a Ada, dos años antes de la entrevista que sí se usó en aquel filme de 2003 (que co-dirigió con Lorena Muñoz, hoy realizadora de la película biográfica sobre Gilda), hablando con el director de una manera evidentemente más locuaz y en apariencia fresca de lo que iba a a poder hacerlo, por cuestiones de salud, años más tarde. Pero no se la escucha y Wolf no consigue recordar lo que le dijo entonces, más de una década atrás.
Allí comienza un proceso de reconstrucción y deconstrucción en el que Wolf va tratando de averiguar cómo reconstruir ese audio y, a la vez, discute con colegas (entre los que se cuentan los cineastas Edgardo Cozarinsky y Hernán Rosselli, entre otros) acerca de qué conviene hacer con el material. La decisión a la que llega es lógica e inteligente y abre la puerta para la aparición del mejor personaje de la película, del que no vamos a adelantar nada pero que se roba el corazón de la historia y hasta parece abrir la puerta para un futuro documental sobre ella.
VIVIRE CON TU RECUERDO es, en cierto modo, dependiente del otro filme y esa falta de “individualidad” le quita algo de peso propio, al punto que por momentos da la impresión que bien podría ser un mediometraje que funcione como material extra de una edición en DVD de aquella película, hoy considerada clásica. Pero esa última parte y ese nuevo personaje habilitan una lectura superadora y le dan esa elusiva entidad propia al filme, que deja de ser sobre “¿qué dijo Ada?” y pasa a ser sobre otra cosa, otra persona, a la que tal vez no conozcamos lo suficiente pero que, revelada por Wolf y la cámara de Fernando Lockett en largos y sostenidos planos, hacen que la película gire sobre sí misma y pareciera volver a empezar sobre el final.