Quince años después, el cineasta argentino Sergio Wolf retoma el tema de su película Yo no sé qué me han hecho tus ojos, codirigida con Lorena Muñoz (Gilda). Y el tema es la misteriosa cantante de tangos Ada Falcón, que se retiró en pleno éxito para meterse a monja franciscana y no dejarse ver, ni fotografiar, ni volver a cantar. Ahora, Wolf encuentra material fílmico que había formado parte de aquella investigación y nadie recordaba dónde estaba. Ahí está la imagen de su primer encuentro con Falcón, pero no tiene audio, es una escena muda. Esa búsqueda de la voz perdida de la cantante legendaria dispara este nuevo documental, en el que el realizador parece transformarse en una especie de arqueólogo empeñado en reconstruir algo que se escapa en la mitología. En el cine todo es falta, dice Wolf en off. Falta plata, falta luz, y falta el sonido de la voz de esa mujer a la que tenía que hablarle al oído. El viaje que propone esta película es también, entonces, una reflexión sobre el cine. Los intercambios, las notas, las inspiraciones e intuiciones que hacen al camino de una película. Una poética y personal hoja de ruta, con ecos universales, sobre una figura doble: la de la cantante que sigue fascinando y la del cineasta atrapado por su historia.