Está basada, sin decirlo, en el caso de Domenique Strauss_Kahn, el poderoso hombre del FMI detenido en Nueva York acusado por la violación de una camarera. Pero el director es Abel Ferrara y todo comienza con fiestas de desenfreno sexual explícito, con un Gerard Depardieu inusualmente expuesto. Después, llega una refinada reflexión sobre el poder, el dinero, las manipulaciones.