Atracción fatal
Monsieur Devereaux (Gérard Depardieu) tiene una irrefrenable tendencia a violar a cualquier mujer que se acerque a menos de un metro de distancia. En Nueva York, como parte de una visita diplomática, el aspirante a presidente de Francia pasa una noche de lujuria y a la mañana siguiente, insaciable, quiere un regalo de despedida de la mucama. El incidente dispara su detención a bordo del avión que lo llevaría de regreso a París y Devereaux, que resulta inmediatamente privado de su libertad, es por poco el bocado (o para ser precisos, dada la absurda circunferencia abdominal de Depardieu, la bomba de crema) de un puñado de presos del Bronx. Aparece entonces su mujer, Simone (Jacqueline Bisset, bella aun a los 70), que logra sacarlo de prisión pero nunca de sus mañas. Inspirado en el arresto de Dominique Strauss-Kahn, un escándalo de proporciones ocurrido en 2011 y hoy casi olvidado, Abel Ferrara (Un maldito policía) delinea los procederes de una auténtica bestia, con maestría en la dirección y una iluminación impecable, de chillones tonos cálidos que devuelven el lado oscuro de la Gran Manzana. A no dudarlo, Welcome to New York es el film de horror del año.