Después de pasar por FIDBA en el 2013 la extraordinaria E Agora Lembra-me?, de Joaquín Pinto se proyectó en Mar del Plata en una sección especial dedicada al cine de Portugal, donde pudimos verla. Entonces, venía de ganar en Locarno el Premio del Jurado y de Fipresci.
La traducción de E Agora Lembra-me? sería algo así como ¿Y ahora? recuérdame, un film en primera persona que registra en modo documental “desde dentro” un año de tratamiento contra el VIH. A la vez, se trata de un laberíntico universo de pensamientos, recuerdos, reflexiones sobre el mundo actual, y una vida cotidiana con su pareja, sus perros. Actor, director, cineasta, productor, Pinto reúne en 164 minutos lo más variopinto del caleidoscopio cotidiano desde una fragilidad , la de un hombre que observa lo que hay a su alrededor en busca de generar nuevos órdenes: “querer para creer” es el rezo que se repite, ordenar las cajas de fotos o mirar la libélula parada en la punta de una rama, o preocuparse por el tratamiento veterinario de uno de los perros, o regar una planta u hojear en la Biblioteca Nacional de España un libro sobre la historia visual del mundo.
El tema no es el SIDA, tampoco es la homosexualidad en Portugal, uno de los países más conservadores de Europa. Esas luchas aparecen como superadas por una acción de creación, en la industria del cine: un cine, el portugués, en crisis pero que ha dado una de las cinematografías más importantes del continente: películas familiares nos devuelven la mirada de Raul Ruiz o de Serge Daney o la de Pasolini como si fuera un Dios entrando a un cine porno de Lisboa, para volver a salir de allí y entrar en las vitrinas de un museo donde la cámara registra copias de órganos sexuales afectados por distintas enfermedades.
El documental va y viene desde la sensación de agobio de un cuerpo afectado no tanto por la enfermedad sino por las drogas, los fracasos de los tratamientos y la planificación de los viajes al hospital en Madrid, también afectado por los recortes de un país en crisis. Para ir de nuevo hacia la vitalidad de un hombre (el suyo) apagando el fuego de los bosques (desforestación y reforestación) o jugando como un niño con cuatro perros gigantes que recuerdan que la vida humana también es una suma de domesticaciones.
El virus (cualquier virus) lo invade todo, su historia tiene que ver con la historia de las colonizaciones sucesivas, algunas fotografías de archivo lo corroboran, la historia de los medios de comunicación y el SIDA: aquella enfermedad que mataba homosexuales en EEUU, las primeras víctimas entre los famosos.
El virus también es la guerra que trasnsmite la TV, la debacle del clima, el fuego que destruye los sembrados de árboles recien plantados o la muerte de los amigos.
E Agora Lembra me no es una pelicula testamentaria, podria serlo, es vital, conmovedora y necesaria.
Se exhibe en el MALBA Se estrena ademas, la imperdible ¿Y ahora? Recuérdame de Joaquim Pinto
Viernes 10, 17, 24 y 31 de octubre a las 21:30