Honestidad sin concesiones
¿Cómo filmar la agonía sin caer en sensiblerías? ¿Cómo demostrar vitalidad en medio de una enfermedad? ¿De qué forma se puede hacer arte en medio del dolor personal? Estas y otras preguntas se ensayan en ¿Y ahora? Recuérdame, este notable film donde el director Joaquim Pinto, en compañía de Nuno -su pareja de toda la vida-, registra en una especie de diario autobiográfico que jamás se resigna a ser encuadrado genéricamente.
La enfermedad del cuerpo se traslada a la enfermedad contemporánea: un mundo que se derrumba en su egoísmo, en sus políticas corrosivas, en la velocidad del capital, en la pobreza, temas tratados con profundidad a partir de una encantadora voz en off que no teme en cuestionar posturas acomodaticias y tranquilizantes.
A esa estrepitosa caída, Pinto le contrarresta su entorno cotidiano, la dedicación de su pareja, el amor hacia los animales y hacia la naturaleza, la conservación de la curiosidad, del asombro por seguir descubriendo libros (sí, libros, no citas de citas, como bien dice hacia el final del metraje) con las pocas fuerzas que le van quedando debido a que padece el VIH y la hepatitis C. Sin caer en lo peor del docudrama ni en el espectáculo narcisista, este film demuestra que se puede ser, sin concesiones, creativo, honesto, duro y bello al mismo tiempo.