PELUDO Y PELIGROSO Es sabido que los monstruos más famosos del celuloide nacieron a través de mitos urbanos, cuentos populares o libros de terror. Pero, curiosamente, en el caso de los hombres lobo, las características más conocidas surgen en 1941 con el estreno del clásico de culto THE WOLFMAN, dirigido por George Waggner. Es con este film que todo lo relacionamos con las criaturas nocturnas, como ser las letales balas de plata, el contagio por medio de la mordedura y la conversión en las noches de luna llena, se hace parte de la mitología licantrópica y se convierte en tradición y normas inquebrantables (por eso es sacrilegio que un hombre se transforme en lobo sin luna llena. Palazo para CREPÚSCULO. Amén). Pero con el correr de los años lo tradicional se volvió aburrido y lo aburrido debió ser renovado. El problema es ¿qué pasa cuando lo renovado se torna fastidioso y lo que antes era considerado tradicional, nos pone melancólicos? Es la hora de un remake… Y así es como las leyendas renacen. El encargado de resucitar al único y original Hombre Lobo es Joe Johnson (JUMANJI, JURASSIC PARK III, THE FIRST AVENGER: CAPTAIN AMERICA), quien se valió de todo su potencial visual y nula creatividad narrativa para contar la historia de Lawrence Talbot, un hombre que regresa a su pueblo natal para investigar el asesinato de su hermano. Una noche es mordido por una criatura mitad lobo mitad hombre y una peligrosa maldición lo consume hasta convertirlo en una feroz criatura que, cada vez que hay luna llena, sale en busca de sangre. Con esta premisa y un elenco formado por Benicio Del Toro, Emily Blunt, Anthony Hopkins y Hugo Weaving, THE WOLFMAN (2010) solo podía entregar un puñado de virtuosas interpretaciones y un aspecto visual interesante y original. La fotografía e iluminación son, por un lado, clásicas y “londinenses”; y, por el otro, sumamente oscuras y frías, cargadas de tonos grises manejados balanceadamente con los rojos sangre. Pero eso no bastó para alcanzar las expectativas de un público fiel al género. De hecho, esos ni siquiera eran los aspectos sobre los que había mayor interés. La narración es demasiado simple, predecible y a veces desaprovecha momentos y oportunidades para desarrollar la historia (la revelación del personaje de Anthony Hopkins se da en la mitad de la película en lugar de haberlo dejado para la vuelta de tuerca final). A esto hay que sumarle el fracaso de un final desprolijo e inconcluso por el afán de dejarlo, inútilmente, entreabierto ¿Escucho “secuela”? Por suerte, y en relación a lo que sí se quería ver, hay geniales momentos gore, muy violentos, de atrapante suspenso y climas opresivos. También se pueden apreciar efectos especiales perturbadoramente realistas, escenas fuertes (como las de la tortura, la transformación o la muerte de la madre), una buena medida de persecución y acción, e incluso una brutal batalla final que le da un valor agregado y deja entrever una luz de esperanza para la futura THE FIRST AVENGER: CAPTAIN AMERICA (2012). Aunque no aspira a mucho, el guión no tiene fallas y se despliega de manera correcta, mientras que los actores logran acertadas interpretaciones, en especial Hugo Weaving y Emily Blunt. Lo que nos lleva a un primordial aspecto de THE WOLFMAN (2010) que es necesario resaltar: Benicio del Toro. Su talento está presente y soporta todas las escenas sin perder credibilidad, sin embargo, su carisma brilla por su ausencia y su presencia en el film se ve opacada por los otros tres protagonistas. En criollo, es como si actuara sin ganas ni motivación y estuviera ahí solo para cobrar el cheque. Pero THE WOLFMAN (2010) no se trata de buenas actuaciones, simples guiones, sólida fotografía o destacados efectos especiales. La película es sobre el regreso de uno de los más clásicos monstruos que, con el correr del tiempo, se vio opacado por estereotipos erróneos y películas malas, por trajes de cuero y su supuesta inferioridad ante los vampiros. THE WOLFMAN Es sobre la vuelta a lo básico, un retorno a lo que fue esta criatura nocturna en un principio. Si bien su aspecto fue cambiando con el paso del tiempo, siempre se vio como un tipo dentro de un peludo traje, con un inmenso torso y un rostro que se quedó entre lo bestial y lo humano. Este remake regresa a todo lo que los hombres lobo solían ser, pero que, en sus distintas versiones, se fue olvidando. Y aunque es cierto que lo del traje y maquillaje puede llegar a verse ridículo, pasa por alto porque, después de todo, es así como una verdadera leyenda debería lucir bajo la luz de luna llena.
AVENTURA Y LOCURA EN WONDERLAND Originalidad, fantasía, belleza visual y locura. Cuando dos potencias cargadas de estas cuatro cosas chocan, el resultado no podía ser otro: ALICE IN WONDERLAND (2010) es la nueva película del director Tim Burton (BATMAN, EL GRAN PEZ, CHARLIE Y LA FÁBRICA DE CHOCOLATE) basada en los personajes creados por escritor Lewis Carroll. Y cuando uno piensa en estas potencias unidas en un film, imagina una aventura nunca antes vista y de una belleza incomparable, llena de locuras, muchos personajes y una historia muy entretenida. Lo bueno es que Burton logra cumplir todo eso. Lo malo es que lo hace en sólo una hora y cuarenta minutos, nada más. De esta forma, aunque tenemos una película muy divertida, filmada maravillosamente y con destacadas interpretaciones, lo tenemos por un corto periodo de tiempo. Esto implica que el guión no se da el lujo de centrarse en un solo hecho a la vez (o tal vez si lo hace, pero solo por unos minutos) sin pasar a la escena siguiente, provocando que la historia se desarrolle demasiado rápido, desaprovechando algunos momentos y personajes (como La Reina Blanca de Anne Hathaway y El Conejo Blanco con la voz de Michael Sheen), y concluyendo con un final que deja gusto a poco. Más allá de eso, el film logra cautivar con una bella fotografía acentuada por el manejo de colores, grandiosos efectos especiales y tecnología 3D, y vestuarios, diseños y maquillajes que congenian a la perfección, volviendo real el maravilloso mundo de Carroll. Acierta también con un elenco en el que se destacan las interpretaciones de un insuperable Johnny Depp (El Sombrerero Loco), de una hilarante Helena Boham Carter (La Reina Roja) y de Crispin Glover (Stayne), quienes hacen de los mejores personajes del film junto al Gato Sonriente (Stephen Fry) y Absolem (Alan Rickman). Por otra parte, Mia Wasikowska logra bancarse el papel protagónico a pesar de estar rodeada de puras pantallas verdes y de talentosos co-estelares. ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS (2010) resulta ser una aventura muy entretenida, imaginativa, inteligente y original. Esto último se debe a que no es la típica nueva versión del cásico libro de Carroll, sino una arriesgada continuación. Con esta premisa, Burton logra su cometido y demuestra que tomó la decisión correcta ya que, con un simple remake no podría haberse dado el lujo de darle a la historia un toque más oscuro, violento y épico ¿Se imaginan a una pequeña Alicia combatiendo en armadura y espada contra el Jabberwocky? ¿O un País de las Maravillas en guerra? ¿O al Sombrerero Loco de Disney junto a un verdugo, a punto de perder su cabeza? Y aunque el tradicional estilo de Burton no está muy acentuado, si hay momentos de genialidad única que solo él puede lograr y que resultan lo mejor de la película (El comienzo del film en el mundo real, los “prostéticos” seguidores de la Reina Roja, los toques de humor y todo lo que es, hace o dice El Sombrerero Loco), pero lamentablemente la magnitud de la película llega a opacarlo. En conclusión, ALICE IN WONDERLAND (2010) no sorprende tanto. Era todo lo que esperábamos de Burton, sin embargo no logró superarse a sí mismo y no es su mejor película. Pero a no confundirse: El film entretiene mucho, impacta y logra satisfacer. Eso sí, antes de ir a verlo recuerden que es la suma de dos potencias creadoras, por separado, de un joven con manos de tijera y de una oruga fumadora. Así que hay que tener la mente abierta (en especial cuando El Sombrerero Loco empieza a bailar el Futter-wacken) y ser concientes de que es, en mayor medida, una película para chicos, con enseñanzas y temas como la aceptación y los sueños, típicos de Disney. Ya saben, al cruzar las puertas del cine dejen toda lógica en la entrada y prepárarense para creer que cosas inconcebibles pueden ser tan reales como maravillosas. Sólo así, quizás, puedan descifrar en qué se parece un cuervo a un escritorio.
SANGRE FRESCA Es el año 2010 y una euforia causada por la injustamente exitosa saga TWILIGHT (Crepúsculo) ha puesto de moda a los vampiros nuevamente. Los colmillos, la piel pálida, la inmortalidad pero sobre todo el amor eterno son ahora cosas que escuchamos, vemos y leemos a diario en cine, Tv, internet, libros y hasta en almohadas (¡!). Pero estos chupasangres ya no son las temibles bestias nocturnas sedientas de sangre que recordamos de joyitas como DRACULA (1992), DEL CREPÚSCULO AL AMANECER (1996), VAMPIRES (1998), UNDERWORLD (2003) y 30 DAYS OF NIGHT (2007). El amor de Edward y Bella ha convertido a los vampiros en seres cursis, románticos, inmunes al sol y vegetarianos, y todo lo cool y temible de estas criaturas se ha perdido en un mar de hormonas. Por suerte, un brillo de esperanza nos recuerda porqué nos fascinan tanto estas criaturas de la noche. Ese haz de luz se llama DAYBREAKERS: VAMPIROS DEL DÍA (2009), el nuevo film de los hermanos Spierig (UNDEAD). En la ficción es el año 2019 y una plaga ha convertido a la mayor parte de la humanidad en vampiros. La sangre escasea y, mientras se cultiva humano para sobrevivir, un investigador llamado Edward (Ethan Hawke) intenta encontrar un sustituto de alimento para poder salvar a la humanidad. Con caos en las calles debido a la escasez, Edward se unirá a un grupo sobreviviente de humanos rebeldes y juntos intentarán hallar una cura para detener a los chupasangres. La batalla entre la humanidad y la inmortalidad comienza. Con una idea más que interesante, una atmosfera opresiva, una leve crítica al gobierno y buenas actuaciones, DAYBREAKERS es una fresca y original película de vampiros con algunos toques de ciencia ficción que nos recuerdan a MATRIX o GATTACA, pero que al mismo tiempo cuenta con varios de los elementos clásicos del sub-género. Aunque no logra aprovechar todo su potencial, el film cumple su cometido al entregarnos algunas escenas perturbadoramente geniales (la introducción con el suicidio de la nena, los campos de cultivo de humanos, los “deformes” encadenados arrastrados hacia la luz del sol, Edward tratando de convertirse en humano, los soldados devorándose entre sí), maquillajes alucinantes, altísimas dosis de gore y muchos litros de sangre. La película no tiene tanta acción que digamos y algunas ideas no cierran del todo y no terminan de explicarse, sin embargo el trío de actores compuesto por un siempre correcto Ethan Hawke, un creíble Sam Neil y un bad-ass William Dafoe (Elvis, el mejor personaje de la película), una buena dirección y un acertado desarrollo de la historia y de los dialogos encaminan el film hacia un inesperado final abierto que da pie a una secuela que esperemos que algún día hagan. En una época de adolescentes melancólicas que aspiran al amor eterno por suerte contamos con buenos films como DAYBREAKERS (2009) que nos recuerdan de qué están hechos los vampiros y que nos ponen los pelos de punta y nos revuelven el estomago con momentos de violencia, sangre y brutalidad extrema. Pero más allá de eso es una interesante reinvención del sub-género vampírico, una vuelta a los tradicionales chupasangres y una buena historia en la que sus personajes, a diferencia de la cultura actual, no aspiran a la inmortalidad sino todo lo contrario, a aquello lo que nos hace humanos: la mortalidad. En otras palabras, en tiempos en que todos quieren ser vampiros ellos, los transgresores del día, solo quieren ser humanos. Iluminen la oscuridad.
I SEE YOU, JAMES CAMERON A lo largo de su historia el cine nos ha llevado a lugares inimaginables, y tan lejanos e increibles como exóticos. Pero nadie nunca nos había llevado tan lejos. Nadie hasta ahora lo había hecho de la forma en que lo hizo el director James Cameron (THE TERMINATOR, ALIENS, TERMINATOR 2, TRUE LIES, TITANIC). Él, junto al mejor equipo de expertos en efectos especiales, ha logrado crear la película perfecta para terminar una década y empezar otra, ya que AVATAR es una notable evolución en la tecnología digital y un salto adelante en el modo de ver, hacer y sentir las películas. Estando ahí sentado uno sabe que está ante algo vanguardista, que está presenciando algo que lo cambiará todo, algo nunca antes visto, un espectáculo visual que recordará por siempre y un film que de ahora en más juega el rol más importante en lo que al futuro del cine respecta. En el pasado hemos visto films como estos que, con su innovación en el modo de contar historias y crear mundos marcaron el camino que siguieron sus contemporáneos. El cine y su evolución en efectos especiales ha conocido nombres que, de no haber sido por ellos, el séptimo arte no sería lo que hoy es. Georges Méliès (VIAJE A LA LUNA), George Lucas (STAR WARS), Andy y Larry Wachowski (MATRIX) y, de ahora en mas, James Cameron. Esos son los directores que tuvieron que dar un paso adelante para que el cine no se quedara atrás, que desafiaron lo imposible y lo impensable para concretar su sueño. Gracias a ellos el séptimo arte es lo que hoy es y gracias a uno de ellos tenemos AVATAR, y AVATAR lo es todo. AVATAR es la historia de una flota de naves terrestres que durante años ha intentado extraer los valiosos recursos naturales del exótico planeta Pandora. Pero la presencia de los hostiles nativos, los Na’ Vi, pone en riesgo su operación. Por esto, un ex-marine paralitico llamado Jake Sully (Sam Worthington de TERMINATOR SALVATION), es llamado para que forme parte del proyecto Avatar. Este consiste en trasladar su mente al cuerpo de un alienígena para infiltrarse entre ellos, aprender desde adentro e intentar así encontrar una solución diplomática. Pero cuando los Na’ Vi lo acepten como uno de los suyos, estos le harán ver un increíble y bello planeta que protegerá a toda costa cuando los terrestres decidan conquistar las tierras. Atrapado entre dos mundos, la guerra comenzará. Ignorando la no muy original y no muy compleja historia, la carencia de diálogos sustanciales, algunos momentos previsibles y ciertos personajes estereotipados (el empresario avaricioso, el militar rudo y violento, el héroe y sus inseparables aliados), James Cameron exprimió al máximo todo su talento y creatividad para crear un film espectacularmente épico, maravillosamente emotivo, perfectamente entretenido, narrativamente correcto y visualmente increíble. El guión bien construido nos adentra en una aventura que nunca cansa ni aburre, atrapante e interesante, que posee lo necesario para mantener contento al espectador durante sus dos horas y cuarenta minutos. La trama logra balancearse a la perfección entre momentos emotivos, entretenidos e intensos, cautivándo constantemente con los majestuosos paisajas de Pandora, los asombrosos diseños de su flora y fauna, y la interesante cultura de los Na’Vi. Un arduo trabajo realizado tan bien detalladamente que logra una credibilidad instantánea. Todo esto, sumado al hermoso y asombroso manejo de los colores, hace que nos enamoremos incondicionalmente de Pandora, dándonos a entender que los coloridos y atrapantes paisajes del exterior son naturaleza y libertad, todo lo que los grises y azulados tonos de las naves terrestres no son. Después de todo, AVATAR posee un mensaje ambientalista y anti-bélico que se hace mas evidente cerca del final y que trata de rescatar ese respeto y conexión por la naturaleza que se ha perdido. Los avanzados efectos visuales y el excelente uso que Cameron le dio a la tecnología de captura de movimiento es algo nunca antes visto en el cine. La flexibilidad del cuerpo, la textura de la piel y los detalles de la cara de los alienígenas son asombrosos y extremadamente realistas, y la manera en que interactúan con los humanos hacen pensar que de verdad existen y están ahí. El film Incluso logra sostener su credibilidad por varias escenas sin tener nada que no sea creado por tecnología digital alrededor: Solo los Na’Vi y Pandora, como una película animada pero que se siente real todo el tiempo. El resto, las naves, el agua, los animales, los paisajes, nuevamente diseñados y creados con el mas minimo detalle, complementan algunas escenas de acción impactantes que te quitan el aliento, llenas de adrenalina y perfectamente filmadas (Cabe destacar el vuelo sobre los Banshee y la espectacular y larga batalla final). Claro que la experiencia de AVATAR solo puede estar completa si se ve en cines y en 3D ya que, sin distraerte o molestarte en ningún momento, la nueva tecnología en tres dimensiones del film (la mejor que vi hasta ahora en una pelicula) hacen que uno en verdad se siente dentro del mundo, rodeado por las plantas y los insectos. Claro que AVATAR no es solo efectos. El ojo de Cameron le aporta a la película dinamismo, fuerza, belleza y emoción, tomandose muy en serio los momentos tanto dramáticos como entretenidos. Logra también buenas interpretaciones dirigiendo a los actores entre los que se destacan Sam Worthington (Jake Sully), Zoe Saldana (Neytiri), el grosísimo Stephen Lang (Coronel Miles Quaritch) y Sigourney Weaver (Dr. Grace Augustine). Todos aportan lo suyo y le dan solidez a una pelicula compuesta por una gran banda sonora, épicas escenas, bellos paisajes, una historia de amor entrañable y para nada cursi, y una historia de guerra sobre la crueldad y la bondad en los hombres, la discriminación, el aprecio por la naturaleza, la aceptación, la igualdad y los avatares de la vida. AVATAR llegó para cambiarlo todo y de paso se convirtió en una imperdible obra de arte atemporal y un indudable e instantaneo clásico del cine con los mejores FX hasta el momento. AVATAR es poesia visual, es atrapante, emocionante, bella, trágica, entretenida e inolvidable. AVATAR es una experiencia fantástica simple pero brillante. Algunos dicen que es ciencia ficción, otros la llaman space opera. Yo simplemente digo que AVATAR es el futuro.
EL OCASO DE LOS VAMPIROS Cuando uno escucha que hay vampiros y hombros lobo en una misma película inmediatamente se nos viene a la mente la gótica y sangrienta saga UNDERWORLD, o tal vez la no tan exitosa aventura con Hugh Jackman VAN HELSING (2004). Pero como estamos en tiempos en que los vampiros brillan a la luz del sol, los hombres lobo “explotan” para transformarse (haya luna llena o no), las adolescentes gritan como desquiciadas y la masa de espectadores cree que una mala película es una obra maestra, seguramente estamos hablando de CREPÚSCULO, la sensación cinematográfica del momento basada en los libros de escritora Stephenie Meyer, quien supo cómo hacerse millonaria con solo hacer que un seductor chupasangre se enamore de una humana. Pero esa historia de amor, que comenzó hace varios meses cuando se estrenó TWILIGHT (2008), pasa ahora por momentos difíciles. Luego de un incidente en la casa de los Cullen que pone en peligro la vida de Bella (Kristen Stewart), Edward (Robert Pattison) decide marcharse para poder protegerla. Emocionalmente destrozada, ella encontrará consuelo en su amistad con Jacob (Taylor Lautner). Pero el regreso de dos vengativos vampiros, la aparición de una manada de hombre lobo de la que Jacob forma parte, las visiones que tiene de Edward y su deseo de volver a verlo harán que arriesgue su vida. Creyendo que Bella ha muerto, Edward decidirá sacrificarse. Al enterarse de esto, ella viajará hasta Italia para salvarlo de los Volturi (Michael Sheen, Dakota Fanning, entre otros), un antiguo clan de despiadados vampiros. Primero que nada hay que aclarar que LA SAGA CREPÚSCULO: LUNA NUEVA (2009) de Chris Weitz es más compleja, madura y superior a su pésima predecesora en muchos aspectos, pero aún así comete varios errores que la convierten en una película que no termina de convencer ni de entretener. Un mal paso (o un traspaso casi nulo) de las páginas del libro a las del guión hacen que, al igual que en CREPÚSCULO (2008), esta secuela no se siente como una película per se. Su estructura narrativa, mas tirando a la de un libro, posee varios momentos en los que la trama decae y aburre con situaciones y personajes innecesarios que no contribuyen ni llevan a ningún lado. Puede ser que lo hagan en el futuro pero, por ahora, estoy aquí para criticar esta entrega. Entre los errores más importantes del film puedo mencionar como Edward, tal vez el personaje más interesante de la primera parte, es ignorado por completo; los hombres lobo le dan frescura a la saga, pero su aporte a la historia es casi nulo; la vampiresa Victoria, que al final de TWILIGHT (2008) daba entender que su venganza tendría un papel importante en la segunda parte, apenas participa; los Volturi, los “villanos” del film, aparecen recién al final, al igual que los de la primera parte; y, como si fuera poco, el protagonismo cae una vez más en el insoportable personaje de Bella. En lo que THE TWILIGHT SAGA: NEW MOON falla gravemente es en su guión. Más allá de que los diálogos puedan ser demasiado cursis en algunos momentos, el film no tiene una historia lo suficientemente solida como para crear una estructura e interesar y sostenerse durante sus dos horas y media sin cansar al espectador. De hecho, casi no hay historia. LA SAGA CREPÚSCULO: LUNA NUEVA (2009) es solo una sucesión de acontecimientos que van dando paso nuevos personajes y diálogos sin un rumbo aparente. Recién cuando se empieza a notar que el film se dirige en una dirección es cerca de la escena en Volterra, ya casi al final de la película. Por suerte un evidente progreso en la calidad actoral de los protagonistas ayudan a que la película no sea un completo desastre. Robert Pattison se defiende muy bien interpretando una vez más al perfecto Edward, mientras que Kristen Stewart evolucionó bastante y ya no tiene que refugiarse en los insufribles tics que tenía CREPÚSCULO (2008) para esconder que en realidad no sabe actuar. Del resto, Taylor Lautner, Billy Burke (Charlie Swan, el padre de Bella), Edi Gathegi (Laurent), Peter Facinelli (Carlisle) y Ashley Greene (Alice Cullen) logran buenas interpretaciones y hacen que nos olvidemos por momentos el gigantesco error que cometieron los realizadores de no darle mas protagonismo a los personajes interpretados por actores de la talla de Michael Sheen (UNDERWORLD, FROST/NIXON), con un papel ridículo y mal actuado, y Dakota Fanning (GUERRA DE LOS MUNDOS, MAN ON FIRE), con nada más que un par de diálogos. A pesar de todo LA SAGA CREPÚSCULO: LUNA NUEVA acierta con una bella fotografía y un manejo de colores más cálido, atrayente y bien tratado, lejos de la frialdad de la primera película. Los efectos especiales han mejorado pero los gigantescos lobos no terminan de convencer. Por lo menos, el aporte del nuevo director Chris Weitz, un verdadero amante y abusador de la cámara lenta, le otorga un poco más de acción a la saga, tal vez no la quisiéramos, pero la suficiente como para disfrutar de algunas peleas mejor coreografiadas, persecuciones por los bosques bien filmadas y un poco más de violencia, como la breve genial escena en que Aro (Michael Sheen) le arranca la cabeza a otro vampiro. Todo esto, junto a la tensa relación entre Edward y Jacob, compone lo mejor del film. Esa relación culmina con una interesante e intensa escena final que empieza a acomodar las piezas para la tercera parte. Sin embargo, como esto es LA SAGA CREPÚSCULO y está hecho exclusivamente para las adolescentes, los vampiros no son vampiros y los hombres lobo no son hombres lobo. Atrás quedaron los tiempos de Bella Lugosi, su Drácula y el peludo Lon Chaney Jr. Aquí solo hay jóvenes enfrentados por el amor de una chica. Hay mucho drama y romance y no una violenta pelea final. No hay sangre, garras, trajes de cuero ni colmillos. (SPOILERS) Solo está Bella evitando que se maten entre sí, Jacob huyendo y Edward proponiéndole inmortalidad a cambio de casamiento en un final que, al igual que su predecesora, no te deja desando más (FIN DE SPOILERS) Y bueh. LA SAGA CREPÚSCULO: LUNA NUEVA está muy lejos de ser una película de vampiros, lejos de ser una película de hombres lobo y más lejos aún de ser una gran película. Lo peor de todo es que THE TWILIGHT SAGA: ECLIPSE (30 de Junio de 2010) está cada vez más cerca.