El nivel de artista pretencioso que busca subrayar Alex Garland con este pastiche se padece en cada escena. El capricho vanguardista de los minutos finales es tan encriptado que ni siquiera el elenco tiene idea de lo que pasa. Tanta metáfora hace mal.
Otra de esas historias en una sola locación que se defienden con apenas un par de personajes y diálogos ajustados. Emma Thompson es el verdadero motor de la película, aunque Daryl McCormack acompaña muy bien. Se le nota el perfil teatral.
Otro capítulo intrascendente dentro de la factoría Marvel y van. Quiere ser la comedia romántica de la saga pero se queda a mitad de camino en cada escena. Ni siquiera con todo el esmero que le pone Christian Bale sale a flote. Que pase el que sigue.
Se nota la influencia de Stephen King en la escritura de Joe Hill. Es verdad que en algunas cuestiones pudo llegar a funcionar mejor como una miniserie, pero se las arregla para ser un thriller chiquito con algunos aires de terror. Muy bien el casting.
Una aventura espacial simple y pochoclera. Tiene todos los condimentos que son moneda corriente en este tipo de historias como amenazas constantes y personajes secundarios con carisma. Entretiene con lo básico.
Excesivamente pretenciosa. Ataca al espectador con tanta información que se pierde en medio de su propio caos. Podemos rescatar las apariciones de Ke Huy Quan y James Hong después de muchos años fuera del radar. La pose delirante no es la mejor opción.
Una biopic que se toma ciertas licencias para abordar el costado intimista y psicológico de la novelista Shirley Jackson. Elizabeth Moss nos sigue cautivando con sus dotes actorales cuando le toca hacerse la trastocada.
La trama parece funcionar como una metáfora del papel que desempeña Tom Cruise en la industria y su lucha por defender una forma más genuina de entretener. Se nota la mano de Christopher McQuarrie en el guion. La escena con Val Kilmer es todo.
Nicolas Cage en modo fan service. El metalenguaje que maneja bordea las referencias fílmicas y las miserias de la estrella. Lo mejor termina siendo la química junto a Pedro Pascal para lograr una buddy movie que se burla del mainstream con estilo.
El chiste de que la película se cae en el tercer acto le habla al espectador sobre un relato consciente que reconoce sus flaquezas. Se inclina por el humor negro al mejor estilo Alex de la Iglesia pero el resultado termina siendo muy irregular. Una lástima.