El Pulso (o Cell en su idioma original) es la más reciente adaptación de una obra de Stephen King a la pantalla grande. Esta nos cuenta la historia de Clay Riddell (John Cusack), un novelista gráfico que -de casualidad- logra sobrevivir al misterioso ataque de una señal telefónica que convierte a todo el que tenga su oreja sobre el auricular del celular en una especie de zombie frenético. A este terrible escenario apocaliptico de muerte y locura se le suma el inconveniente hecho de que Clay se encuentra lejos de su hijo, lo cual despierta en el una desesperada incertidumbre sobre su suerte y lo lleva a emprender un peligroso viaje para encontrarlo. Sin embargo, no estará solo en esta travesía; un carismático maquinista de subte, llamado Tom (Samuel L Jackson), lo acompañara fielmente desde el principio. Si bien casi no existe adaptación literaria que no de lugar a comentarios tales como “El libro es mejor”, “dejaron muchas cosas afuera” o “el director y el guionista parecen haber leído otro libro, o no lo leyeron y merecen morir”; cuando se trata de llevar a la pantalla grande el trabajo de un autor tan importante, adorado y complejo como Stephen King, estas cuestiones se potencian. A pesar de esto, King es uno de los novelistas que cuenta con la mayor cantidad de adaptaciones cinematográficas; lo cual brinda un amplio abanico de calidad que va desde la excelencia hasta la mediocridad. Teniendo esto en cuenta, creo que es conveniente dejar en claro que, en mi opinión, discutir si un libro es mejor que su adaptación (o viceversa) no tiene ningún tipo de sentido. El cine y la literatura, si bien tienen cosas en común, son lenguajes sumamente diferentes; tan así que muchos de los recursos y técnicas literarias son imposibles de traducir al lenguaje cinematográfico. Cada uno de ellos nos conmueve de distinta manera. Muy difícilmente una adaptación pueda satisfacer nuestras expectativas (sobre todo si esperamos ver la película que armamos en nuestra mente mientras leíamos el material original), dado que es una versión particular de las millones que pueden existir. Es así que, para llevar adelante este humilde reseña, solo tendré en cuenta la experiencia de la película, dejando de lado la fidelidad que mantiene con la novela. Apocalipsis Clase B: Si hay algo que se le debe reconocer a El Pulso es que no se anda con vueltas. Inmediatamente después de un breve montaje que nos sitúa en tiempo y espacio (ademas de introducir los créditos iniciales de forma un tanto incómoda para la vista, por cierto), se desata toda la hecatombe zombie. A los diez minutos del metraje ya tenemos el conflicto y a casi todos los protagonistas presentados. Ahora bien, siguiendo el estilo de la película, voy a ir directo al hueso. Me atrevo a decir que este frenético y sangrientamente entretenido inicio es lo único digno de algún tipo de reconocimiento. Si un rayito de esperanza había logrado colarse en tu corazón después de la secuencia inicial, el posterior desarrollo de la trama se encarga de destruirlo o, como mínimo, reducirlo. El guion, a cargo de Adam Alleca y del propio Stephen King, es sumamente confuso. Esto da cuenta de la dificultad que implica adaptar el universo de este enorme escritor al cine, hasta para el mismo. Nada queda claro, todo esta desarrollado por la mitad; quizás quien conozca la historia de antemano pueda sentirse mas orientado, pero para quien la encara sin información previa, la confusión esta asegurada. Mas allá de esto, el guion, en términos generales, falla en ofrecer respuestas básicas y necesarias para dotar de coherencia el relato y hacerlo comprensible al espectador. La dirección de Tod Williams (Actividad Paranormal 2) no ayuda a remontar lo volcado en el papel. En ningún momento logra construir un clima opresivo, generar suspenso o asustar, lo cual es reprochable al tratarse de una película de terror. El trabajo de cámara es por momentos bastante desprolijo y pobre; y la edición entorpece aun más el ritmo de la narración. El elenco, encabezado por los ya mencionados Cusack y Jackson, se completa por los también talentosos Isabelle Fuhrman (La huerfana) y Owen Teague (Bloodline): a pesar del flojísimo guion, logran entregar actuaciones decentes. Conclusión: El pulso, a pesar de contar con una premisa rica e interesante, no logra construir un relato audiovisual coherente. Sin embargo, puede llegar a ser disfrutada por aquellos fervientes amantes del genero, siempre y cuando no esperen encontrarse con algo trascendental. Lamentablemente para los fanáticos, esta es una muestra más de que las peores películas basadas en trabajos de King, son aquellas que él mismo se encarga de adaptar.
El Maltrecho, la más reciente película de Ernesto Aguilar, nos presenta la historia de Paulo, un ingenuo y aniñado hombre que comienza a trabajar en una verdulería regenteada por una singular pareja de lesbianas. Mientras una de ellas (Gabi) lo maltrata y llama despectivamente “quasi” cada vez que quiere ordenarle algo; Cecilia tiene un trato mucho más cálido para con el que, de alguna manera, roza la seducción. Rendido ante su trato cariñoso, Paulo se enamora perdidamente de ella, sin imaginar los problemas que se le avecinan. Lo primero que notamos al ver esta película es su bajísima calidad de producción. Pero al decir esto, no sólo me refiero al apartado técnico (ya que hay muchos filmes amateur que, a pesar de contar con un presupuesto nulo, se las ingenian para contar una historia de manera interesante), sino también a la falta total de interés artístico y narrativo que parece tener el director. A la mala calidad de imagen y sonido, se le suma la ausencia de algún plano creativo o ingenioso, actuaciones acartonadas y un negligente trabajo de producción que atenta de lleno con la coherencia de la historia. Ejemplo de esta negligencia es el poco cuidado estético de la fotografía, el perezoso montaje y las inverosímiles escenografías. Mi intención no es menospreciar el trabajo de nadie, ni interpretar las intenciones del director, pero el resultado final da la sensación de ser un proyecto hecho sin ganas, por obligación. Hoy en día, gracias a la oferta tecnológica que existe, prácticamente cualquiera puede filmar su propia película sin resignar calidad; sumado al hecho de que Aguilar es un director independiente que tiene una filmografia sumamente extensa (por ende, podemos suponer que cuenta con experiencia más que suficiente) resulta curiosa su poca capacidad para poder ensamblar todos los aspectos necesarios para contar una historia audiovisual. Conclusion El Maltrecho es una película que no logra destacarse en ningún aspecto; la muy pobre habilidad narrativa, el confuso y poco interesante guión, las flojas actuaciones y la despreocupada producción, dan como resultado un producto de muy baja calidad artística que no transmite nada.
Rams, la mas reciente película del director Islandes Grímur Hákonarson, nos presenta la historia de dos hermanos que llevan mas cuarenta años sin hablarse: Gummi, un solitario y afable pastor; y Kiddi, igual de solitario pero rudo y con un amor especial por la bebida y las armas. Ellos, a pesar de ignorarse completamente, comparten terreno en un remoto valle de Islandia y la misma pasión por la cría de carneros, razón por la cual, año a año son rivales en una competición que premia al mejor ejemplar de los distintos rebaños participantes. Sin embargo, como si la historia hubiera sido pensada con el celebre pasaje del Martín Fierro en mente, los hermanos deberán unir fuerzas para hacerle frente a una cuestión que esta mas allá de su conflictiva relación. Uno de los carneros de Kiddi contrae un enfermedad letal, que no solo pone en riesgo a su propio rebaño, sino que los rebaños de todos los habitantes de la región corren riesgo de contagiarse. Ante esto, las autoridades deciden sacrificar a todos los animales para evitar una inminente epidemia, lo cual golpea con fuerza la economía de la totalidad de los habitantes del recóndito pueblo; motivo por el cual muchos deciden abandonar el lugar. Pero Gummi y Kiddi no van a quedarse de brazos cruzados. En un primer momento, cada uno a su manera, intentara sobreponerse a la situación; pero las cosas se van a ir complicando hasta el punto que les sera necesario que trabajar juntos en pos de salvar a su preciado rebaño de linaje ancestral (y a ellos mismos). Sin duda, el cine Islandes prácticamente no se consume en nuestro país. Entre otras cuestiones, esto se debe a que es una industria con un perfil muy bajo, de la cual recién en los últimos años han logrado asomar sus narices talentosos e interesantes cineastas, tanto en festivales internacionales (Uno de ellos el director de la película que nos ocupa, quien fue premiado en Cannes) como también en el mainstream de Hollywood. Ejemplo de esto ultimo es el director Baltasar Kormákur, quien estuvo detrás de la reciente Everest (ademas de otras cintas previas como 2 guns o Contraband). Personalmente creo que es sumamente valioso variar la cartelera, superpoblada de tanques norteamericanos, con obras de directores de distintas nacionalidades e idiosincrasias; permitiéndonos así conocer formas de contar una historia que difieren por completo del estilo hollywoodense. Dicho esto, Rams es una muy interesante película que nos invita a conocer, justamente, esa vida rural de Islandia de la que nada sabemos. De la mano de Sigurður Sigurjónsson, quien hace un genial trabajo interpretando al simpático Gummi, nos adentramos en esta sencilla y entretenida historia que logra alcanzar un curioso equilibrio entre el drama y la comedia. La dirección de Hákonarson, acompañada por una exquisita fotografía, es precisa, elegante y nos conduce por el ingenioso guion (también escrito por el) con tranquilidad; tomándose el tiempo necesario para desarrollar de forma verosímil a ambos protagonistas y a su relación, lo cual logra con creces, ya que al final de la película quedamos totalmente conmovidos por el vinculo de estos particulares hermanos. Conclusión Rams nos presenta un relato agridulce sobre el amor, el odio y las relaciones humanas, combinando con mucha habilidad el drama, el humor y la ternura; usando como marco la cultura y el bello e imponente paisaje de Islandia.
Gran Hermana El primer largometraje de la directora sueca Sanna Lenken aborda un tema sumamente complejo y delicado como lo es una enfermedad mental. La película nos presenta la historia de Katja (Amy Diamon), una joven promesa del patinaje sobre hielo que parece tenerlo todo: felicidad, belleza, una familia orgullosa que la contiene y la mima, y un gran futuro por delante. Sin embargo, ella esconde algo. Algo que las miradas superficiales de quienes la rodean no alcanzan a ver. Pero hay alguien que la mira con atención. Alguien capaz de ver mas allá de lo que ella aparenta, su hermanita Stella (Rebecka Josephson). Aunque a veces puede sentir un poco de celos porque no recibe tanta atención como su hermana, admira profundamente a Katja. Aspira a ser como ella al crecer, por lo que trata de imitarla en todo lo que puede. Ambas mantienen una estrecha y amorosa relación, la cual se vuelve tensa y conflictiva cuando Stella descubre que su hermana mayor tiene un grave trastorno alimenticio. A partir de ese momento, la pequeña deberá lidiar con el pesado dilema de contarle a sus padres lo que sabe, para preservar la salud de su hermana, o mantenerse leal a ella y cumplir con su caprichoso pedido de no decirle a nadie lo que le esta sucediendo. Este impresionante debut de Sanna Lenken, tanto en la dirección como en el guion, trata el tema de la Anorexia desde una perspectiva única y personal; ya que ella misma debió enfrentar esta enfermedad durante su adolescencia. A pesar del desafió que representa hablar de esta patología (lamentablemente tan común en los últimos tiempos) sin caer en la caricaturizacion o en el melodrama absoluto, la directora logra entregarnos una mirada autentica, adorable y hasta con toques de humor. Sin duda, el hecho de que la historia este narrada desde el punto de vista de Stella, la hermana menor, es el gran acierto de la realizadora. Ver el impacto que tan compleja enfermedad produce en el entorno, y en quien la padece, desde la inocente mirada del miembro mas pequeño de la familia es, sin duda, lo que da el toque tan especial que esta obra tiene. Resulta curioso descubrir que es precisamente ella quien primero descubre el padecimiento de su hermana y la que, casi siempre, actúa de manera adulta y logra lidiar mejor con la difícil situación. Mención especial para las dos protagonistas, especialmente Rebecka Josephson, quien prácticamente se pone al hombro toda la película. Es impresionante como, a su corta edad, logro desarrollar un personaje tan profundo de manera sumamente creíble. Todas las contradicciones e inseguridades de una preadolescente están presentes en su actuación. Por otro lado, Amy Diamond logra construir de manera muy convincente a la joven enferma. Esta es una película en la que el lenguaje corporal tienen un rol fundamental. Las cosas mas importantes son comunicadas a través de una mirada o un gesto, y ambas actrices logran hacer uso de esta herramienta actoral tan importante de manera sumamente clara y natural. La química que hay entre ellas es muy fuerte. Hace que te olvides por completo de que estas viendo una ficción y te hace sentir como si estuvieses presenciando, en carne propia, los mas intensos e incómodos conflictos familiares. Técnicamente, todos los aspectos están sumamente cuidados y armoniosamente combinados. Se destaca la dirección, por supuesto, y la bella y delicada fotografía. Conclusión El Hijo Perfecto es un drama completamente absorbente. A pesar de abordar un tema delicado, la directora logra hacerlo de manera original, madura y acertada. Con un elenco magnifico, logra construir escenas intensas y visceralmente emocionales, sin recurrir a golpes bajos innecesarios.
Alicia a través del espejo es la secuela de Alicia en el país de las maravillas, adaptación cinematográfica de la obra clásica de Lewis Caroll, dirigida por Tim Burton. A pesar de que pasaron varios años desde el estreno de su predecesora, y de que es James Bobin (Los Muppets) quien se hace cargo de la dirección en esta oportunidad, nada ha cambiado (decida usted, querido lector, si esto es bueno o malo) Alicia, no tan maravillosa En esta oportunidad, la historia comienza mostrándonos a nuestra heroína navegando los siete mares, a cargo de su propia embarcación. A pesar de los peligros que presentan las salvajes y traicioneras aguas, la vemos con los pantalones bien puestos a la hora de dirigir a su tripulación para salir airosa de los desafíos que presenta el álgido océano. Una vez en tierra firme, tendrá que lidiar con el dilema de comenzar una vida estable y “normal” junto a su madre, o seguir su sueño de ser capitana de alta mar como alguna vez lo fue su padre. Es en ese momento cuando es invitada nuevamente a ingresar, a través de un mágico espejo, al colorido y sin sentido país de las maravillas. Luego de reencontrarse con algunos de sus viejos amigos, descubre que el Sombrerero lleva varios días recluido en su casa, atormentado por un asunto del pasado. Alicia inmediatamente va a visitar a su fiel amigo y este le cuenta que ha encontrado un indicio de que su familia, a la cual daba por muerta, podría no estarlo después de todo. Es entonces cuando la valiente Alicia deja de lado la realidad y se embarca en una aventura donde tendrá que enfrentarse al mismísimo Sr.Tiempo (Sacha Baron Cohen) para regresar al pasado y resolver el misterio que aqueja al Sombrerero, y que hasta esta poniendo en riesgo su vida. Si en la entrega anterior se habían tomado muchas libertades a la hora de escribir el guion, en esta oportunidad fueron aun más libres. La historia es completamente nueva (se introducen nuevos personajes y tramas). Nada tiene que ver con la obra original, mas allá de las referencias a los personajes clásicos. Si por lo menos la propuesta fuese creativa, podría aceptarse sin chistar, pero lamentablemente ni siquiera eso. Es una lastima que se desperdicie la riqueza del material de base y se reemplace por una formula totalmente gastada, con todos los lugares comunes presentes en las más básicas películas infantiles. A este flojisimo guión no puede remontarlo ni la genial actriz Mia Wasikowska, ni los carismáticos Sacha Baron Cohen y Helena Bonham Carter (quienes ofrecen unas simpáticas actuaciones). Johnny Depp interpreta al Sombrerero, fiel a su estilo (ya no se si es bueno o malo) y Anne Hathaway, con un lenguaje corporal muy exagerado, le da vida a la Reina Blanca. En cuanto a estética, Bobin se mantuvo bastante fiel a su predecesora. El país de las maravillas es un mundo con colores sumamente saturados y repleto de un CGI que parece haber quedado a medio camino. Dejando de lado lo digital, el arte y el diseño de vestuario es hermoso. Recomiendo fervientemente no verla en 3D. No está aprovechado para nada. No hay un solo momento en que se justifique y logre producirnos algún tipo de sensación extrasensorial. Es más, confunde y no permite apreciar el gran diseño artístico de las escenografías, y puede ser la razón por la que el CGI no se ve tan cuidado. Conclusión Alicia a través del espejo arrastra lo peor de la entrega anterior y le suma más problemas al querer crear una trama desde cero que termina resultando innecesaria. El país de las maravillas hubiera resultado mucho más maravilloso con menos ambición visual y más ganas de contar una historia interesante. Menos es más.