El pequeño cumplirá su sueño Esta es una película derivada de otras, como "Cars" y sus sucesoras. Si queremos manejarnos en forma elegante, diríamos es un "spin off", que en este caso transformó el mundo de los autos de "Cars", en un mundo de aviones. En vez de autos, camiones, grúas que intervienen en competencias internacionales, son aviones de distinto tipo, incluso un pequeño avión fumigador que intenta competir en una suerte de Grand Prix. El protagonista es un tal Dusty, avión fumigador pueblerino que sueña con lograr un puesto en competencias internacionales, pero le teme a las alturas. Pero como la consigna en este tipo de películas es "cumple tu sueño", el joven avión le pide ayuda a Skipper, un veterano de guerra (que después no resultará tal) y que tratará con sus consejos de entrenarlo y darle pequeños tips de orientación aérea para que compita. LOS COMPETIDORES El sueño de Dusty se va a hacer realidad y logrará competir, ayudado por sus amigos. Estará bien acompañado por aviones internacionales que van desde una sugestiva avioneta nacida en la India que lo encandila, más de una vez, hasta camiones de combustible y un avión mexicano llamado "Chupacabras", o el Chu, simpático y cantor que se vanagloria de las telenovelas en que intervino. Por supuesto que habrá un malo llamado Rispslinger y es la vedette aérea, que no deja trampa sin utilizar para ganar la carrera; pero el resto de los aviones son buenos y algunos un poquito mentirosos (el mentor Skipper, por ejemplo). Por supuesto que la historia no tiene aristas dramáticas, todo se desarrolla en una atmósfera placentera, donde se destacan las escenas de vuelos aéreos. "Aviones", esta nueva producción de los estudios Disney, tiene buenos parámetros formales, pero escasa creatividad, diálogos sencillos y su público pueden ser los más pequeños que disfrutarán de aviones "divertidos", con muchos colores y permanentemente en movimiento.
Una desaparición inesperada Sebastián (Ricardo Darín) es abogado. Parece que tiene soluciones para todo y por eso lo consultan tanto. Ahora mismo no lo dejan en paz y hay que llegar pronto a casa para acompañar a los chicos al colegio. Dos niños encantadores. Lástima que el divorcio le hizo un corte a su vida y la felicidad no pudo ser completa. Aunque con Delia (Belén Rueda) la relación sigue siendo buena. Ella se tiene que ir a España y claro, todo se complicará. Pero el buen temperamento de Sebastián no anticipa nada negativo. La vida ha sido amable con él y hasta es bueno desafiarla a veces, llevarle un poco la contra. Por eso cuando Delia les aconseja que no bajen por la escalera como locos, en esos tontos juegos con los chicos, Sebastián les dirá "vamos chicos, ustedes por la escalera, yo los alcanzo con el ascensor". EL SUBE Y BAJA Pero el ascensor es tan viejo como la casa de departamentos y cuando Sebastián llega a la planta baja, los chicos no están. Y no contestan su llamado. Ni el portero los vio. Y allí se inicia una pesadilla, en el lugar en que nadie pensó que podía darse, la propia casa. El comisario jubilado (Osvaldo Santoro) y propietario de un piso, se interesa por Sebastián y su situación, pero él no confía en la policía, porque su trabajo de abogado lo enfrentó muchas veces a ese travestismo de policía convertido en ladrón y ladrón policía. La situación lo descoloca y hasta puede ser grosero con las vecinas, bestial con alguno del que sólo desconfía por portación de rostro, o del propio portero (Luis Ziembrowski) que puede ser un potencial enemigo en ese laberinto de siete pisos, en alguno de los cuales desaparecieron los chicos. UN NUMERO CLAVE El realizador Patxi Amezcua, con antecedentes en el género policial, sabe qué puntos tocar y va deshilvanando una madeja de pequeñas intrigas a lo largo de siete pisos. Siempre dentro de una línea tradicional y de sesgo elegante, se estira la tensión y desarrolla la intriga con pequeños elementos, simples y cotidianos. La efectividad de la primera parte en apretada y la tensa resolución se impone. Tras cierto respiro de la fuerza inicial, la sucederá la sorpresa del final. "Séptimo" es un entretenido policial con muy buenas actuaciones del protagonista, Ricardo Darín, nuevamente devenido en abogado, la inolvidable actriz de "El orfanato", Belén Rueda, y una serie de actores de primera que solventan la historia con fuerza y profesionalidad. Es el caso de Luis Ziembrowski, como el portero, Guillermo Arengo, Jorge D"Elía y especialmente Osvaldo Santoro en el papel del comisario.
La guerra es la gran excusa Tropas de Corea del Norte invaden un espacio territorial norteamericano y se desata la Tercera Guerra Mundial. Entre la gente que huye hay un grupo de adolescentes, amantes de su patria, que deciden conformar una fuerza guerrillera de nombre mítico, los Wolverines. Acorde a estos tiempos cinematográficos, se trata de una remake de "Amanecer rojo", una película de 1984, que dirigiera John Milius, sólo que en aquélla, el enemigo era el bloque del Este (Rusia y compañía) y uno de sus protagonistas era Charlie Sheen. Entre los jóvenes que conforman el grupo armado están Jed Eckert (Chris Hemsworth) y Matt Eckert (Josh Peck), dos hermanos que no se llevan demasiado bien por problemas familiares. Uno de ellos, Jed, es un marine con licencia, que se encuentra de visita en la casa de su familia y será el líder que entrene el resto del grupo en el uso de las armas. SEMBRAR EL CAOS La intención como ellos dicen es "crear el caos", para "recuperar el hogar" y lo primero que intentan boicotear al enemigo es su sistema de comunicaciones, altamente codificado. El detonante mayor para la acción encabezada por los hermanos, es la muerte del padre a manos del capitán Cho (Will Yun Lee), cerebro del equipo enemigo "Amanecer rojo" no aporta nada nuevo al género, banaliza la historia y trata de subrayar el componente juvenil a la manera de la exitosa "Los juegos del hambre". Se trata de una película convencional, abundante en estereotipos, con buen ritmo y mucha acción bien dosificada (su director fue especialista en la coordinación de dobles de riesgo, en varios filmes norteamericanos). Exhibe un buen diseño de producción y tiene un correcto protagonista, el australiano Chris Hemsworth, junto a un grupo de actores jóvenes, que incluye a Connor (Daryl Jenkins), hijo de Tom Cruise y Josh Peck (Matt Eckert), nieto del mítico Gregory Peck. Junto a ellos se destacan lindas chicas como Adrianne Palicki (Toni Walsh) e Isabel Lucas (Erica Martin).
No es fácil comerciar marihuana David Clark (Jason Sudeikis) está en problemas. No sólo debido al robo del que fue víctima, como vendedor de drogas "amateur", sino por la misma solución que su jefe le propone: traer desde la frontera mexicana un importante cargamento de marihuana. Como un hombre solo despertaría sospechas, David decide armar "una familia creíble", con personajes como Rose (Jennifer Aniston), su amiga stripper, su vecino adolescente Kenny (Will Poulter) y Casey (Emma Roberts), una joven punk, que acepta formar parte de la "familia", para ganarse unos dólares. Pero el asunto se va a complicar cuando se vea la magnitud del cargamento de droga, los mafiosos que también le disputan la codiciada mercadería y un aparentemente ingenuo matrimonio, en busca de experiencias nuevas entre parejas y cuyo integrante masculino resulta ser un ex integrante de la DEA. Lo que se inicia como un aparente fin de semana entre conocidos hacia una experiencia excitante, va a tener una acción inesperada. UNA STRIPPER La película tiene muy buen ritmo y buena estructura formal. Su argumento es efectivo pero a nivel puramente superficial, cuando pudo convertirse en un entretenimiento inteligente. Más que personajes, el filme muestra algunos estereotipos, como el del matrimonio, que se encuentra con los Miller en la carretera. Hay una persecución, una pelea y los chistes resultan graciosos y gastados, aunque los integrantes de esta atípica "familia" tienen buena química entre ellos. Es el caso de la atractiva y profesional Jennifer Aniston, la que en su papel de Rose, realiza un convincente strip-tease en un garage. A ella se suma el simpático Jason Sudeikis (David), Will Poulter, en el papel de Kenny y Emma Roberts, como Casey. En síntesis es una comedia ideal para reírse, sin pensar demasiado.
Cuando las canciones mandan Nuevo filme, a la manera del hace poco tiempo estrenado documental "Justin Bieber: Never say never 3D", "One Direction-Así somos", es una película dedicada a una nueva banda musical, considerada como un verdadero fenómeno de la canción. Niall Horan, nacido en Irlanda y Harry Styles, Zayn Malik, Louis Tomlinson y Liam Payne, son adolescentes nacidos en el Reino Unido, que se presentaron en el conocido y popular programa televisivo británico "The X Factor", uno de esos formatos que giran por el mundo buscando nuevos talentos musicales y en el que, llamativamente, no ganaron, pero fueron seleccionados para constituir una banda nueva. Simon Cowell, creador del programa e integrante del directorio de Sony los puso bajo su ala y parece haber tenido buen ojo por la excelente recepción que tuvo el grupo ante el público internacional. ENTRE SHOWS La película presenta a los chicos en sus shows por distintos países, muestra lo bien que se llevan, su carácter juguetón y algunos de sus ensayos antes de los shows. Lo que asombra es la recepción que tienen con las preadolescentes, desde el Gran Bretaña, pasando por Estados Unidos, gran parte de Europa y Japón. Nada especial los caracteriza y quizás ésa sea su característica, ser como todo adolescente. Atractivos, vitales, casi niños, con un buen manejo de la voz y una inclinación por el repertorio pop rock. "One Direction-Así somos" tiene muy buen ritmo. Sigue a los chicos en sus giras, muestra algunos de sus más exitosos recitales como el del Madison Square Garden, el estadio Arena, de Londres, o el de México, en el que reunieron más de sesenta y cinco mil pequeñas admiradoras y firmaron miles de autógrafos. EN LA INTIMIDAD Hay también momentos de intimidad, por los que podemos deducir su condición de "buenos muchachos" (Zayn Malik compró hace poco una hermosa casa para su familia), sus dudas (no saben dónde estarán en el futuro) y su necesidad de querer ser recordados siempre por sus fans. Todas estas reflexiones en chicos que tienen menos de veinte años, han dado la vuelta al mundo, se abastecen económicamente con creces desde hace tres años y ya se ven retirados y hasta con hijos. "One Direction-Así somos" permite visualizar los nuevos shows juveniles en el mundo, abundantes en parafernalia digital, lluvia de papelitos, canciones en altura y mucha historieta de fondo, proyectadas en gigantescas pantallas, en los escenarios en que se desarrollan los recitales.
Historias que dan escalofrío En esta nueva película de terror, otra vez sus directores emplean el gastado empleo de la cámara en mano y apoyan su historia en la búsqueda de un estudiante que desapareció. Dos detectives que ingresan a la casa del joven en busca de elementos que les aporten alguna prueba sobre su desaparición, descubren una cantidad de cassettes VHS. Sobre el contenido de esos cassettes, los guionistas construyeron varios relatos cortos. En uno de los VHS aparecen las imágenes de un muchacho al que se le practicó un implante ocular. En este caso es un ojo puesto para subsanar la visión de hombre, que comenzará a ver cosas raras y tendrá visiones fantasmales hasta arribar al desastre final. ZOMBIES Y ALGO MAS Otro de los videos muestra a un grupo de chicos que pasean por un parque y encuentran zombies, convertidos en temibles bicharracos que los terminan atacando. El último es de extraterrestres acuáticos y el del medio trata sobre una secta diabólica con castigos, violaciones, asesinatos grabados en vivo, en la mejor tradición "snuff" (crímenes filmados). La película tiene altos y bajos, va del absurdo al naturalismo desaforado, y de la tontería a mostrar suicidios en masa, inducidos por la secta satánica. Con este episodio dirigido por Timo Tjahjanto suceden dos cosas, la primera es que, indudablemente, es el mejor filmado, pero creemos que debería ser de exhibición condicionada, debido a la crudeza de sus escenas, con sangre, tripas, degüellos y asesinatos, mostrados en primer plano. "Las crónicas del miedo 2" es una película entretenida que aporta impactantes y sangrientas escenas para los amantes de las películas de este género.
Un vampiro bastante devaluado Drácula es una de las obras más populares y exitosas de la literatura universal. Desde 1897, cuando fue creada por el irlandés Bram Stoker, el cine y la televisión hicieron con ella más de doscientas versiones, sin contar las cientos de representaciones en teatro. En cine la dirigieron figuras como Friedrich Wilhelm Murnau, una versión fue producida por Andy Warhol y tuvo los rostros del inmortal Bela Lugosi, Christopher Lee, Klaus Kinski, o Gary Oldman, entre los más recordados y ahora la saga del temible personaje la retomó el director Darío Argento, conocido como el rey del cine de terror clase B, en la década de 1970. MUESTRA PEDESTRE "Drácula 3D" es una tosca versión del clásico, que se destaca por ser muy sangrienta. La historia retoma la idea original de Stoker, con diálogos elementales, efectos bien al borde y desnudos del plantel femenino de la película. Entre ellas, la hija del director, Asia Argento, en el papel de Lucy Kisslinger. En cuanto al formato 3D puede decirse que no está bien aprovechado y podría haberse presentado en 2D sin problemas. Sin espectacularidad, con bastante de la serie televisiva y un correcto intérprete en el personaje principal, el alemán Thomas Krestchmann, esta versión del clásico de Stoker es una muestra muy pedestre que ni asusta, ni asombra y a veces hace reír, quizás ese haya sido uno de los propósitos de este realizador italiano de setenta y cuatro años. A lo mencionado se suman efectos especiales usados elementalmente, con un subrayado en lo melodramático y un decadentismo romántico, sumado a un gran despliegue de sangre, que quizás a algunos fans del director le resulten atractivos.
Una biografía sin sorpresas Dirigido por Joshua Michael Stern, "Jobs", invita a preguntarse ¿qué hubiera pasado si esta película, hubiera tenido como motores a David Fincher, el director de "Red social", sobre Mark Zuckerberg, el creador de Facebook y a su impecable guionista Aaron Sorkin?. Se hubieran gestado atmósferas sugerentes y ambientes más imaginativos, que de alguna manera podían hacer pensar en los objetivos de Jobs, el creador de Apple, aunque él también se metió en la filosofía de la India y el universo de la paz, la droga y el amor libre. Pero no, a "Jobs" le tocó Joshua Michael Stern de director y Matt Whiteley de guionista, que hicieron una biografía de Steve Jobs (1955-2011) filmada tradicionalmente, sin sorpresas, que informa sobre el personaje relativamente, más bien a base de secuencias, casi flashes básicos y poco explicativos. EN LA INTIMIDAD Desde sus inclinaciones orientalistas, su amor por las computadoras, su ingreso al Hewlett Packard Club con jóvenes que mostraban sus nuevos productos, la relación de Steve Jobs, con Steve Wozniak (Josh Gad) con quien crea Apple en el garaje de su casa y las instancias que con los nombres de Pixar, iPod, iPhone, transformaron el universo cotidiano del hombre común. Hay toques sobre su mal carácter, su sagacidad comercial, su obcecación y su creatividad. Nada se cuenta sobre sus problemas de hijo de madre soltera, que lo dio en adopción, luego de su relación con un ciudadano sirio. Sí se habla de la casi repetición de la acción materna, al no querer reconocer a la hija que tuvo de una colega estudiante. Hija a la que recién terminó de aceptar cuando era adolescente y a la que Steve Jobs decide pagarle una excelente educación universitaria. UN HOMBRE SOLO Avatares como su expulsión de Apple, su posterior retorno llamado por la empresa y las nuevas creaciones tecnológicas, son algunos de los momentos de esta visión simple de un hombre que se hizo solo y pasó del abandono inicial de una madre adolescente, a controlar un imperio tecnológico que ya no sería igual al comienzo de Apple. A los cincuenta y seis años falleció dejando un futuro ilimitado para el mundo, a través de nuevas herramientas hacia mundos virtuales y once mil millones de dólares, salidos de un modesto garaje californiano. Es buena la interpretación de Ashton Kusher (Steve Jobs) y superior la de Josh Gad (Steve Wozniak), el amigo de Jobs, cofundador de Apple.
Unos monstruos para disfrutar La película pertenece a la línea de "Crepúsculo", "Harry Potter" y otras afines. Viene de un éxito literario, la trilogía "Cazadores de sombras", de la escritora norteamericana Cassandra Clare, una amante de títulos como "El señor de los anillos", que en 2004 empezó a escribir esta novela sobre los "Cazadores de sombras", que sería muy exitosa, no sólo entre los adolescentes y más allá de Estados Unidos. Esta es la primera parte de la saga. El asunto llevado al cine es así. En Brooklyn vive Clary (Lily Collins), una chica adolescente, que parece ser como todas las chicas, va al colegio, le gusta la música, tiene un amigo Simon (Robert Sheehan), que es evidente la quiere y es muy cuidada por la mamá. Más cuando sale de noche. Pero durante una noche, cuando va a una disco, cree ver un asesinato y al decírselo a su amigo Simon, se sorprende porque él no vio nada. Después reaparecerá uno de los chicos de esa noche, uno de pelo azul que parece que sólo ella vé. Entonces le revelará un secreto que cambiará su vida y que la obligará a tomar imprevisibles actitudes ante el inmediato rapto de su madre. LA OTRA RAZA "Cazadores de sombras..." es una estilizada historia de monstruos, humanos, hombre lobos y vampiros que nos enteramos andan diseminados no sólo por Brooklyn, sino por todo Estados Unidos. Todo comenzó con un tal Raziel (Jonathan Seinen), él que mezcló su sangre con los humanos, creando la raza de los cazadores de sombras, que nos protegen y a los que no vemos. No se aclara si estos "Cazadores..." también se han expandido a Europa y a América latina. "Cazadores de sombras: Ciudad de hueso" es verosímil, entretenida, tiene dos adolescentes con carisma, ingleses, la chica Lily Collins y Jamie Campbell Bower (Jace), cantante y modelo. A los brillantes efectos efectos especiales, se suman el notable equipo actoral que incluye a Lena Headey en el papel de Joselyn, la madre y la impetuosa e imperdible Carol Christine Hilaria Pounder como Dorothea, una sorprendente vecina de "condiciones especiales".
El reino ideal de los pájaros La historia es entre pájaros y pajarracos. No hay humanos y en algún momento aparecerá el enemigo representado por una iguana. Aquí hay un joven halcón huérfano, Kai, un poco cansado por los cuidados de Tendai, su padre. Kai, desea ser aviador, más aún, un guardia que cuide Zambezia, la ciudad de los pájaros, hacia la que se dirige en un descuido de su padre. La bella ciudad de Zambezia está en lo alto de la cascada Victoria, en Sudáfrica y el paraíso que parece esperarlo deslumbra al joven halcón, que no se acostumbra a ser provinciano. El será un héroe, está decidido a convertirse en una figura útil y protectora y no le importan los peligros que tenga que afrontar, ni que haya una odiosa iguana llamada Budzo, que planea con sus secuaces apropiarse de Zambezia. PADRE E HIJO Aunque nuestro joven halcón no lo sepa, su padre está en vuelo para recuperarlo y los enemigos de la ciudad ya le pusieron la mira encima y esperan capturarlo. El filme, dedicado a los más chicos, está sencillamente diagramado con dibujos simples y básicos pero no exentos de encanto y cierta gracia gestual. Hay bellas locaciones, pájaros simpáticos, gran deseo de integración y el deseo de aventura siempre dispuesto a la rebelión. Se rescata el concepto de solidaridad, la unión y el esfuerzo por terminar las buenas acciones. Es bella la banda sonora, cálidas las canciones y las locaciones de Sudáfrica están muy bien presentadas. Con algo de otro filme animado como "Rio", mucha simpatía y gran ingenuidad, "Zambezia" es un entretenimiento sensible y cálido, sencillo y con buen ritmo y está dedicado a los más pequeños.