Cine de sesgo hogareño La película comienza y termina en una sala de cine. Pero la sala "Felix Guliodori", reconocida recientemente por la Diputación, en la persona de su creador, el coleccionista Alfredo Li Gotti, convierte en realidad la pasión de un cinéfilo. Tener su propia sala de cine en la casa y con el nombre de su mejor amigo. Este señor que inició su gusto por las imágenes en movimiento, cuando su tío le regaló un pequeño proyector, se convirtió, con el tiempo, en un coleccionista. Atrás quedó el trabajo rutinario en Segba, la época en que quiso ser cantante lírico, sus actuaciones en revistas musicales, teatros porteños, hasta llegar a las adquisiciones de proyectores y películas que proyecta a sus amigos. UNA PASION El director Roberto Angel Gómez narra una historia de personaje, donde la pasión transforma al protagonista, el que difunde cine mostrando su material atesorado durante años y es capaz de sincronizar voces y música en filmes mudos convirtiendo en actrices a sus hijas y su esposa. Se habla de la particular fauna de los coleccionistas que difieren en aquéllos que juntan y los que juntan y exhiben. Entrañable narración descriptiva de cines que se fueron, barrios por los que transita don Alfredo, Barracas, La Boca, Parque Patricios, en los relatos de los amigos, que una vez por semana se reúnen para hablar, entre otras cosas de cine. Fotos fijas y documentales de cuando Corrientes "era una fiesta" con sus carteles luminosos y mucha gente yendo de un espectáculo a otro. Y la magia de esos clásicos de los que Li Gotti se enorgullece y que a través de la película podemos disfrutar: Pepe le Moko, El Cuchillo bajo el agua, Los niños de Paraíso. Este es filme entrañable, hecho con mucha dedicación.
El aventurero del amor Es la clásica comedia elegante, con toques románticos y mucha acción destinada a gustar, especialmente a adolescentes y público femenino. Los ingredientes son los que toda receta de este tipo necesita: paisajes de ensueño (especialmente Mónaco), moda y marcas de primera categoría, hoteles elegantes, autos de última generación, una pareja muy joven y muy linda integrada por Romain Duris (simpático y carilindo) y Vanessa Paradis (fina y lejana), más un team de apoyo, graciosos y levemente excéntricos. La historia une el mundo de Alex, algo así como un experto en destruir uniones por buen precio, ayudado por la pareja integrada por Melanie (su hermana) y Marc con un caso especial, que lo hará caer en la célebre trampa del "Cazador cazado". Así será contratado por un millonario semi mafioso (pero muy disimulado) con una bella hija dispuesta a casarse con el hombre ideal, que el suegro desprecia. Pero ahí está Alex, que con mohines, lágrimas de cocodrilo, un aprendido historial de las preferencias de la investigada, se dispone a destruir la próxima unión y unirse a unos buenos euros. MARRUECOS Y PARIS El director Pascal Chaumeil hace un buen debut cinematográfico desplegando una serie de recursos clásicos que no por conocidos son menos eficientes. "Rompecorazones" resulta ser una efervescente comedia con mucha energía, buen ritmo, estupenda banda musical, equívocos que se suceden en Marruecos, París o Mónaco, gigantones eslavos contratados para hacer fracasar cualquier duda de un profesional del engaño como Alex, o impactantes morenas sensuales y desinhibidas, dispuestas a seducir al primero que las deslumbre. Con mucho humor, actores como el dúctil Romain Duris, la modelo, actriz y cantante Vanesa Paradis, se meten cómodamente en las personalidades de Juliette y Alex. Junto con ellos se destacan dos figuras belgas que, sin lugar a dudas, tienen un lugar especial en el futuro de las buenas comedias francesas. Franois Damiens, de fino humorismo y contagiosa simpatía y Helena Noguerra de avasalladora personalidad.
Una comedia lunática Cuando se estrenó la primera "¿Qué paso ayer?", una producción de muy mediano presupuesto, sobre lo que puede pasar después de una despedida de soltero, el problema del tiempo y cualquier disparate posible, nadie podía imaginar que se iba a convertir en un éxito recaudador de cincuenta millones de dólares. Por eso, los productores afilaron las uñas y se dispusieron a convertirla en serie. Esta es la dos, hay una mayor inversión presupuestaria y para estar acorde con los tiempos, se desarrolla en Oriente. Claro que es puramente norteamericana, zafada y bastante divertida. La cuestión temática no ofrece ningún tipo de originalidad. El clásico grupo de amigos, Phil, Doug, el imposible Alan y Stu. Los mismos que pierden noción del tiempo y el espacio y son capaces de las historias más inverosímiles. ESTADO DE LOCURA Ahora es Stu, el aparentemente más previsible de los amigos, dentista en actividad, que decide casarse con su novia e invitar a sus amigos a la fiesta de bodas, en Tailandia. Como la familia de su prometida es muy tradicional, no quiere que vaya el impresentable Alan, pero el resto del grupo, enterado de la depresión del insostenible Alan, hace todo lo posible para que Stu cambie de opinión y lo invite. Como con papel carbónico, el desmadre se repite, pero esta vez en Tailandia. "¿Qué pasó ayer? Parte 2" reitera su línea de disparate, como en la primera de la serie y le da un baño de "costumbres tailandesas vistas por norteamericanos en estado de locura". LUGAR PARADISIACO Así, en un lugar paradisíaco, se chocan familias tradicionales representadas por el padre de la novia, autoritario y bastante despótico, que inicia su relación con el yerno (el pobre Stu) comentándole que "en Tailandia se valora mucho a un médico, pero que un dentista no está a su altura". El resto es un aquelarre de disparates visuales, persecuciones donde se mezcla la droga, la mafia, un travesti y hasta los monjes budistas, donde todo puede suceder y la locura y la realidad se dan la mano en una suerte de ronda disparatada. Vertiginosidad, muy buen ritmo, algún desnudo, un argumento que reitera el primer capítulo de la saga, pero doblemente exagerado, algunos efectos especiales, cameos del director Nicholas Cassavettes, como el que se especializa en tatuajes y un Mark Tyson devenido en cantante y bailarín de music-hall. Ah!!!. Y hasta canturreos inesperados entre los protagonistas. Si le gustó la primera, disfrutará más la segunda. No hay nada para reflexionar, es puro efecto, desborde, una buena escena acrobática de lancha que aterriza en la isla en el medio de la fiesta de casamiento y el imposible Zach Galifianakis, haciendo monerías y papelones en su mejor-peor estilo.
Periodista y guerrillero Estuvieron investigando casi cuatro años. Tienen poco más de treinta años y uno de ellos es nieto del personaje evocado. Juan Pablo Ruiz y Martin Masetti pensaron que valía la pena recordar al periodista argentino, que cubrió la guerra liberación de Cuba, entrevistó a Fidel Castro y el Che Guevara en Sierra Maestra, para posteriormente fundar y dirigir, en Cuba, la agencia de noticias Prensa latina, una agencia de vanguardia frente a una realidad noticiosa de tradición conservadora. LETRAS Y ACCION Hombre de letras y de acción, Jorge Ricardo Masetti pasó por redacciones, radios, editoriales y llegó a cubrir la Revolución Cubana en la propia Sierra Maestra, cuando Fidel y el Che no eran íconos populares. El documental permite aproximarse a la situación excepcional de una década, donde la revolución y la resistencia tenían la aureola dorada del idealismo, aún sin contaminaciones ni carnalidades. Testimonios orales, las figuras de Gabriel García Márquez, García Lupo, Rodolfo Walsh, integrantes de Prensa latina, discursos del Che y Fidel, fotos fijas de incursiones por Argelia y la avanzada hacia la Argentina, la selva, Orán, Salta como rudimentarios espacios que preparaban la revolución que el Che Guevara lideraría. Todo aparece como una especie de sueño y pesadilla, donde la libertad, la igualdad, parecían ser posibles. VALIOSOS TESTIMONIOS Treinta guerrilleros en medio de la selva salteña, cubanos y argentinos, el llamado Ejército Guerrillero del Pueblo (E.R.P.). En la película se escucha a Ciro Bustos, amigo del Che y compañero de Masetti en Salta, al autor de "Cien años de soledad", que no puede hablar de él sin emocionarse, a Ricardo Horvath, autor de "Periodismo y Revolución", donde precisamente se habla de Masetti, Walsh y el Che de distintas ideologías pero unidos en la lucha por el socialismo y entre otros a Conchita Dumois. Concepcion Dubois, compañera de Masetti en Prensa latina y madre de Laura, su hija nacida en la isla, es ella misma un personaje de la historia cubana, como miembro de la familia dueña de la Banes Fruit Company, empresa que, arruinada y vendida a los norteamericanos, se transformara en la protagonista de la "masacre bananera", descripta por "Gabo" en su libro más famoso. Filmada con buen ritmo y profusión de testimonios en La Habana, Villa Clara, Sierra Maestra, Orán, Aguas Blancas y otros espacios, donde se desarrolló un capítulo irrepetible de la historia argentina, "La palabra empeñada", más allá de algunos problemas formales, se impone por su interés documental y el recuerdo de un singular personaje cuyo cadáver permanece desaparecido.
Una casa encantada Puede ser la casa ideal. Josh y Renai lo deben pensar, mientras se acomodan en la nueva y elegante casona que han elegido para compartir la vida con su tres chicos. Ella será la que más trabaje para acomodar todo. Matrimonio ideal, jóvenes, lindos y felices, hijos sin problemas, la beba un poquito llorona y nada más. Hasta que algo parece desentonar, algunos sonidos, una puerta que se abre y esa misma sensación que se apodera de Renai, se repite en el mayor Dalton, el mismo que en la buhardilla encontrará algo que lo hace caer. Y es el momento en que la casa entra en caos. Como un mecanismo de relojería, la tranquilidad se rompe, todo se desequilibra y Dalton entra en un coma que lo ata a la cama. Después vendrá el terror, la locura, la vidente. La vida no será igual. Director y guionista son los mismos de "El juego del miedo", una película de terrores. Nuevamente se reunieron estos ex compañeros de estudios, el malayo-australiano James Wan y Leigh Whannell y se confabularon para hacer lo que más les gusta, "una película de miedo". ARTE DE BRUJERIA Pero, por arte de brujería, el filme no resultó lo que uno pensaba que podía ser, aunque sus resultados económicos sean brillantes. Dentro del cine de género, o sea, dentro del clásico de horror, las películas de "casas encantadas" tienen un lugar especial y éste, en su primera parte, se constituye en un modelo de las casa habitadas por "poltergeist". Esa primera parte tiene misterio, sutileza, súbita irrupción del horror hacia lo desconocido y una elaboración rica en el plano sonoro. Lo que en la primera parte fue sugestión, delicadeza, inquietud y en un crescendo de horror, en la segunda se convierte en un trazo grueso. En vez de sugerir, se muestra sin delicadeza y se recurre a vetas humorísticas, quizás para alivianar tensiones, pero los "especialistas en paranormalidad" no hacen reir a nadie. A ellos se une una vidente tan evidente como obvia. Cómo no recordar a clásicos del horror con esos personajes apenas inquietantes, pero capaces de desarrollar gota a gota la maldad, como la exquisita Ruth Gordon o ese "Bebé de Rosemary" más sugerido que mostrado. A Wan y Whanell se les cae la película. La transformación es guiñolesca y se añora esa estupenda primera parte. Muy bien realizada técnicamente, con interesante utilización del sonido, el filme está interpretado por excelentes actores, el muchacho de "Hard Candy", Patrick Wilson, la chica de "X Men", Rose Byrne y la estupenda Barbara Hershey ("El cisne negro").
Sirenas y marinos audaces Cuarta entrega de una serie que revitalizó el género. La mitología hollywoodense vivió una época que amó los piratas. El actor de esas películas se llamaba Errol Flynn ("El capitán Blood") y tenía una vida real tan "piratesca" como sus aventuras en pantalla, que se desarrollaban entre tablones, bergantines y mucho duelo a pura espada. El actor de esta "Piratas del Caribe", también es transgresor, tuvo, como Flynn, problemas con la droga y mientras aquél moría por el box, Depp se dedicaba al rock. CHICA PIRATA En esta película, nuevamente personifica a Jack Sparrow, el excéntrico pirata de las trencitas "rastas", que se embarca en la nueva aventura que lo debe llevar a la Fuente de la Juventud, la que descubriera, aparentemente Ponce de León. Así se va a Cádiz, reencuentra a su ex, Angélica, hija del capitán Barbanegra, que una y otra vez le echa en cara haberla seducido en el convento. Mientras tanto, compite con él en peleas y enfrentamientos con distintos enemigos, como el pirata Héctor Barbossa, que subió un peldaño y se convirtió en corsario, o sea que saquea, pero para la corona. En este caso, inglesa. Así, el común denominador será la mencionada Fuente, por la que todos disputan y los pasos se orientarán a la selva a la que llegan, luego de navegar los mares, afrontar tormentas, peleas terribles y enfrentamientos con seres mitológicos, las bellas Sirenas, capaces de seducir, encantar y almorzarse a los pobres marinos que las admiran. GRACIOSO ENCUENTRO Al que le guste la acción, la tendrá en abundancia. Muchas peleas, efectos especiales, imponentes desplazamientos marinos, estupendas reconstrucciones históricas y hasta el gracioso encuentro entre Jorge II y Sparrow, con una impactante escena, araña mediante, que permite apreciar la agilidad de los dobles de Johnny Depp. No hay originalidad, ni sorpresas. Sólo la escena de las Sirenas tiene un encanto especial y fuertes escenas bajo el agua, cuando ellas revelan su condición antropofágica. Esa escena y la presencia de una Sirenita adolescente, de la que se enamora el predicador del grupo, son las únicas novedades, que salen un poco del esquema general. El resto es lo que tan bien sabe hacer Hollywood, lo espectacular, la deslumbrante tecnología, bien acompañada de buen ritmo y una música brillante y enérgica. Como curiosidad, un amago de tango a lo Valentino con Depp y Penélope Cruz, bella, pero no tan impactante como otras veces. En cuanto a las actuaciones, Depp, siempre simpático y diferente, Geoffrey Rush ("El discurso del rey"), brillante en su papel de Barbossa, Richard Griffiths, en una imperdible caracterización del rey Jorge y las promisorias Gemma Ward y especialmente Astrid Berges-Frisbey, escamosas y seductoras sirenas.