El regreso de la psicodelia Damas y caballeros, ajusten sus cinturones de seguridad y coloquen sus asientos en posición vertical, estamos a punto de despegar, el viaje va a ser largo y en algunos momentos tortuoso, Enter the Void llegó a los cines argentinos. Gaspar Noé es un director que polariza a la audiencia, muy pocas de las personas que han visto Irreversible quedaron indiferentes ante esa obra, muchos la adoran y muchos la odian, lo que resulta claro es que no es un director al que se aborda fácilmente y no porque sus obras sean de un simbolismo laberíntico sino porque el cine de Noé busca desesperadamente desagradar e incomodar hasta que el espectador decida cerrar sus ojos aunque sea un momento para respirar, Noé posee una sinceridad brutal y tanta sinceridad por no ser común resulta demasiado shockeante, Enter the Void, película del 2009 que llega a nuestras salas, no es la excepción. La película nos muestra la historia de Oscar, un adicto al DMT que vive en Tokio junto a su hermana Linda. Oscar toma cuanta droga puede y vive de la reventa de algunas de éstas drogas. Alex, amigo de Oscar, le presta El libro tibetano de los muertos, este libro explica detalles sobre el viaje que hace el alma al abandonar el cuerpo después de la muerte, Oscar se interesa en el tema pero días después de obtener el libro muere asesinado, éste podría ser el final de la película pero es el comienzo, lo que vamos a ver a lo largo de los 160 minutos que dura el film es la migración de esa alma que busca a través del pasado, el presente y el futuro algunas respuestas. Un lector distraído podría encontrar comparaciones con la premisa de Desde mi Cielo de Peter Jackson en donde una niña de 14 años asesinada ve desde el limbo como su familia continúa su vida, déjenme decirles que la filosofía sobre la vida después de la muerte en Desde mi Cielo no tiene nada que ver con la de Enter the Void, en ésta el más allá se vuelve pesadillesco con facilidad. La película tiene una narrativa sublime y una gran maestría técnica, desde el comienzo del film Noé muestra una gran cámara subjetiva como en Lady in the Lake de Robert Montgomery pero redefine la experiencia mostrándonos lo que Oscar ve cuando consume DMT, luego, la cámara flota suavemente por sobre los personajes mostrándonos sus acciones, en ese punto la cámara toma el papel de esa alma que se limita a ver sin poder interceder y todo esto en una ciudad de Tokio sumamente psicodélica. Sin dudas Enter the Void tiene una increíble potencia visual, la animación y la realidad están tan bien fusionadas dentro de su montaje frenético que resulta una experiencia totalmente estimulante, quizás el mayor fallo radica en la exagerada duración pero sobre todo por esta carga visual de movimientos continuos de cámara y colores extremadamente saturados que la acompaña que al repetirse resulta incomoda y hasta desesperante, en este aspecto deja la idea de que el director terminó abusándose de su propio viaje. Es una película totalmente recomendable para el que desee vivir en el cine una experiencia totalmente distinta pero requiere de parte del espectador cierto compromiso y paciencia.
Adolescencia tardía El director McG nos trae otro de sus grandes deslices, ya lo había hecho con Los Ángeles de Charly y Los Ángeles de Charly: Al Límite y ahora volvió en grande para traernos ¡Esto es Guerra! una película que simplemente no tiene pies ni cabeza. Es claro que McG no sabe como manejar una película de acción, no sólo no sabe filmar escenas de acción si no que nunca logra justificar esas escenas. ¡Esto es Guerra! se vende a través del trailer como una película de acción con tonos romanticones pero en realidad es una comedia romántica con tres escenas de acción, pero el verdadero problema es que la lucha de éstos dos agentes de la CIA (Chris Pine y Tom Hardy) por conquistar a la chica (Reese Witherspoon) es en sí absurda, los planteos de los tres personajes, su enamoramiento, su pelea, todo se reduce a una conducta extremadamente adolescente, en esta película el amor no aparece en ningún momento y ni el guión ni las actuaciones ayudan a revertir esto, lo único que sabemos de Lauren (Witherspoon) es que es histérica toda la película y que tiene una amiga (Chelsea Handler) sobre la cual intenta recaer el humor de la película sin lograrlo y el dúo Foster (Pine) y Tuck (Hardy) juega durante toda la película con los aparatitos de la CIA como niños a los que se les regaló la llave de la juguetería. Incluso el villano de la película aparece sólo al comienzo y otra vez al final como para dar un cierre, la película sin lugar a dudas transcurre en el reino del "Porque sí" y nada la saca de ese lugar. Probablemente ¡Esto es Guerra! será una de las películas más olvidables del año, otra joya del señor McG.
Los hijos del dios salvaje Cuatro personas se encuentran en un departamento de New York, están allí por ser padres de dos niños que se vieron envueltos en una pelea. Su meta será llegar a un acuerdo justo tras la reunión y continuar teniendo un maravilloso sentido de la comunidad como cuatro buenos neoyorquinos. Si además les comento que la película está narrada en tiempo real y que además la acción siempre transcurre en ese departamento seguramente llegarán a la conclusión de que las chances de que no sea un bodrio son pocas, ahora voy a decirles un nombre y ahí todo va a cambiar porque a partir de ese nombre es donde va a surgir la magia... Roman Polansky. Roman Polansky, que preparó este guion mientras cumplía arresto domiciliario en Suiza, transforma este argumento sencillo en un mar de sentimientos, porque claro está, las cosas van a salir mal, y las máscaras de los personajes van a ir cayéndose poco a poco por su propio peso. A partir del diálogo y sólo con éste como arma el director nos mantiene en vilo, esperando cuál va a ser la próxima reacción de estos cuatro personajes, de estos cuatro actores que a lo largo de los 80 minutos que dura el film, la descosen. Nancy y Alan Cowan son los padres del niño agresor, del maníaco (como lo llama su padre) que con 11 años golpeo a otro con un palo en la cara en una disputa en un tranquilo parque. Nancy (Kate Winslet) es una agente de inversiones cuyo rodete está tan ajustado como su necesidad de agradar, Alan (Christoph Waltz) , su esposo, es abogado y en su sonrisa se encuentra todo el cinismo de la humanidad, cinismo del cual se siente orgulloso. En el bando contrario se encuentra Penelope (Jodie Foster) y Michael Longstreet (John C. Reilly) , padres de la "victima". Ella tiene un sentido de la moralidad que resulta inhumano, una conducta demasiado intachable y una mirada enjuiciadora, su esposo Michael es un eterno conciliador que en el fondo odia completamente su vida. Estos personajes van a luchar por 80 minutos sólo con el poder de su palabra, así como en 12 Hombres en Pugna de Sidney Lumet, Henry Fonda luchaba por obtener la verdad frente a otros once hombres de un jurado sólo con sus argumentos, así en Un Dios Salvaje y de manera mucho más viceral los personajes van a luchar por demostrar quién es mejor que el otro porque lo que los detiene cada vez que salen por la puerta y los obliga a entrar nuevamente no es una misteriosa fuerza surrealista como en Un Ángel Exterminador sino su propio Ego, su deseo de mostrarse más "evolucionado" y es aquí donde la película se transforma en un ensayo sobre la hipocresía en el ámbito de la adultez.
Nicole Kassell es la directora que hace siete años atrás había realizado El Hombre del Bosque pelicula protagonizada por Kevin Bacon que nos mostraba la historia de un hombre que después de salir de la cárcel intentará reinsertarse en la sociedad luchando para no volver a reincidir, el delito del cual Walter (Bacon) había sido acusado era la pedofilia. En esta película Nicole Kassell se la jugaba en grande, se arriesgaba a mostrar el punto de vista de un pedófilo y le salía bien, llevaba adelante la pelicula de modo magistral. Ahora Nicole Kaseell vuelve con Amor por Siempre y esta película es todo lo opuesto a El Hombre del Bosque. Amor por Siempre es una película tibia que no se decide entre ser una comedia romántica o una comedia dramática. Si estuviese llevada como una comedia romántica su argumento resultaría algo original ya que en este género las fórmulas son siempre las mismas y nunca se cambian y el padecimiento del cáncer de Marley (Kate Hudson) sería un cambio en esa estructura pero la realidad es que la relación entre ella y su médico Julian (Gael García Bernal) es de las relaciones con menos química que he visto en el cine, los momentos que la pareja comparten en pantalla, sus diálogos, sus escenas románticas (que no son muchas tampoco) resultan inverosímiles, Gael García Bernal ofrece una de las peores actuaciones de su carrera, el personaje de ese medico judío-mexicano reservado al que representa no se entiende y creo que el actor tampoco lo entendió y por eso se obtuvo semejante resultado. Si lo tomamos como una comedia dramática nos va a pasar algo parecido, la película no resulta cómica ni dramática. Lo más positivo de la película es tal vez el hecho de que no cae en golpes bajos pero la película parece adoptar la misma postura que su protagonista Marley frente a la enfermedad, para hacer comedia sobre la muerte la persona debe tener una actitud fuerte y el humor casi siempre resulta en acidez asi como habiamos visto en la joya Antes de Partir, Marley (y la película) en cambio nos muestra una postura no cómica si no frívola, el tema siempre es evadido, en el "cielo" (con nubecitas estereotipadas y todo) está Whoopi Goldberg que hace de... Whoopi Goldberg y da consejos y deseos, esa es la postura de la película frente a la muerte. En resumen Amor por Siempre es una película cuyo visionado no se sufre por tener un buen manejo de los tiempos y los climas pero cuyo guión es bastante desafortunado.
Que decir de esta cuarta entrega de la taquillera saga Inframundo, esta saga que en principio estaba concebida como una trilogía y cuya tercera parte fue una precuela nos presenta una cuarta parte ambientada en una especie de pseudo-futuro, en donde nos reencontramos con el mítico personaje de Selene (Kate Beckinsale) una vez más. En principio el argumento de esta entrega resulta bastante atrayente, al comienzo y al ver como estaban planteadas las cosas, supuse que Selene se iba a enfrentar a una serie de dilemas respecto de su relación con la humanidad (que ahora tomó conocimiento de la existencia de estos seres y busca aniquilarlos) y con la extraña niña que entra en su vida pero a los pocos minutos la película se olvida de todos estos planteos y se centra en la acción y la violencia (mucha más que en las sagas anteriores) dando paso a una Selene a la que sólo le importa encontrar a Michael y absolutamente nada más, mostrándonos la construcción de personaje más chata de toda la saga. En Inframundo: El Despertar el guión prácticamente no existe, los personajes secundarios no aportan absolutamente nada al relato y los momentos que intentan ser profundos terminan siendo completamente incoherentes por la pobreza de los diálogos y la inexpresividad de las actuaciones. Las escenas de acción están bien logradas en su mayoría y los efectos, punto en el cual se pudo haber mejorado algo, resultan mediocres, el manejo de cámara resulta muy bueno pero tal vez queda bastante contaminado por las secuencias de efectos especiales que en este caso restan, la fotografía por su parte mantiene la misma estética que en entregas anteriores pero la ambientación por momentos la acerca más a Resident Evil que a sus predecesoras. El resultado final es una película en cuyos 88 minutos se ve un encadenamiento de escenas de acción y en el mejor de los casos ese encadenamiento está justificado. Lo único que nos deja Inframundo: El Despertar es la esperanza de que las próximas serán mejores, porque viendo los resultados de la taquilla seguramente va a haber muchas más.
Mentime que me gusta Paramount Pictures encontró en Actividad Paranormal una saga con un éxito que los tomó por sorpresa, como era de esperarse, después del estreno de Actividad Paranormal 3, la productora busca volver a tener el mismo éxito repitiendo la formula. Con el Diablo Adentro es otro de los exponentes de este nuevo sub-genero, ¿como denominarlo? ¿"Falso documental", "terror pseudo-neo-realista"? No lo sé, lo que está claro es que todo esto comenzó en 1972 de la mano de The Legend of Boggy Creek, pelicula de Charles B. Pierce sobre la leyenda de Pie Grande, y fue continuada por la violentísima y super gore Holocausto Caníbal en 1979, y reinventado en 1999 por The Blair Witch Project pero ¿Por qué en estos últimos años este subgenero ocupa el 80% de las películas de terror que llegan a los cines? Vivimos en una cultura que poco a poco se volcó cada vez más al voyeurismo, tenemos programas de televisión que nos muestran múltiples crímenes sin ninguna censura a través de cámaras de seguridad, programas de entretenimiento que nos muestran a personas "no haciendo nada" a través de cientos de cámaras, se suben a internet millones de videos amateurs por día, todo es grabado y reproducido, la cámara es nuestro nuevo ojo, sentimos que es necesario fotografiar o grabar un video sobre un lugar para asegurarnos a nosotros mismos que realmente estuvimos ahi y el cine obviamente no podía pasar mucho tiempo sin dejar de lado este fenómeno. Si nos ponen un cartel en la pantalla que dice "Basado en una historia real" y eso está acompañado por una baja calidad de imagen, cámara en mano y abuso de los zooms nos lo creemos todo. Estamos tan acostumbrados a ver a través de las cámaras que al ver esta clase de películas, sobre todo en el genero del terror, nos sentimos realmente dentro de la historia, vemos a través de una cámara fija a una puerta durante minutos y minutos en Actividad Paranormal sin que nada pase, esperando y cuando algo pasa lo sentimos tan real como si nuestra propia cámara lo hubiese tomado y las estrategias de marketing para que esto ocurra van cada vez más lejos llegando al escandaloso caso de La Cuarta Fase para la cual se crearon no sólo biografías falsas en diferentes portales si no que además se cambiaron las estadísticas del gobierno de Alaska sobre las desapariciones para darle mayor magnetismo a la historia. En el fondo el espectador sabe que si hay sólo un camarógrafo no puede haber 12 planos desde diferentes lugares tomando lo mismo en un montaje perfecto y sabe que si esas cintas comprometieran toda la estructura del Vaticano o la política de los Estados Unidos respecto al fenómeno OVNI no accederíamos con tanta facilidad a ella pero lo deja pasar porque desea que lo engañen, desea creérselo, no me malinterpreten, sé que el cine se trata de creérselo, a lo que apunto es que estas películas gastan más dinero en marketing que en realización y eso se ve en los resultados, simplemente, venden humo. Con el Diablo Adentro es justamente eso, tiene momentos que generan mucha tensión porque son contrastados con minutos y minutos en donde pasa poco, como es de esperar en este tipo de películas no hay ninguna intención narrativa ni de composición en los planos, ni tampoco un lazo argumental lo suficientemente sólido que la sustente, la película resulta más atractiva que las últimas entregas de Actividad Paranormal por haber sido estructurada como documental por lo que no se hace tan tediosa en cuanto a planos fijos prolongados y tiene buenos efectos pero después de terminar de verla deja sabor a poco, en pocas palabras, es más de lo mismo en un sub-género que no ha aportado mucho después de la gran REC.