En los últimos años, hemos observado cierta tendencia a realizar películas extensas pesando, quizás, que a mayor duración del film su calidad será mejor. Batman (The Batman, 2022) dura innecesariamente 2hs 55min, quitándole fluidez y dinamismo a una muy buena película que intenta relanzar a uno de los superhéroes más emblemáticos de DC Cómics en una oscura Ciudad Gótica. El nuevo Bruce Wyne/Batman (Robert Pattinson) es un personaje muy complejo que enfrenta incertidumbres y conflictos internos que lo hacen “más humano” que en anteriores versiones y crean una nueva versión del enmascarado que no encuadra con la del filántropo multimillonario. Quizás la versión del personaje que más asemeja sea la de Batman: El caballero de la noche asciende (2012) dirigida por Christopher Nolan. Esta continuación en la configuración del personaje gira, sin dudas, en hacernos olvidar rápidamente las interpretaciones de Ben Affleck (2016 y 2017). La entrega dirigida por Matt Reeves habla de un Batman que lleva dos años luchando contra el crimen junto al detective James Gordon (Jeffrey Wright) en una ciudad manejada por el mafioso Carmine Falcone (John Turturro). En este marco aparece el villano de la película, Edwar Nashton/Acertijo (Paul Dano), quien bajo la premisa de “no más mentiras” intenta develar los oscuros secretos que rodearon a las operaciones del mafioso Sal Maroni y que hasta incluso llegan a la familia Wyne. Debemos aclarar que la construcción del Acertijo, busca hacernos olvidar de aquel protagonizado por Jim Carrey (1995). Al igual que en la mencionada película dirigida por Nolan, Batman cuenta con la interesada ayuda de Selina Kyle/Catwoman (Zoë Kravitz) quien lo acompaña en su enfrentamiento con la mafia en la cual también encontramos a Oz/Pingüino (Colin Farrell) como uno de los secuaces de Falconi. La película logra captar la atención del espectador con una interesante trama y una buena actuación de Pattinson. Esto, hace vislumbrar que habrá una nueva trilogía que tendrá el desafío inicial de estar a la altura de anterior pero principalmente de construir su propia identidad. Podemos decir, en esta oportunidad, que esta propuesta de DC Cómics cumple con las expectativas y nos da ganas de más.
Para los aficionados al mundo de los Comic`s toda interacción de personajes del mismo universo -en este caso el de Marvel– en películas que giran en torno a otros es motivo de festejo. Spider-Man: Sin camino a casa (Spider-Man: No way home, 2021) tiene esto y muchas sorpresas más. Tras revelarse la identidad de Spider-Man / Peter Parker (Tom Holland) al final de Spider-Man: Lejos de casa (2019) su vida cambia radicalmente cuando además es acusado del asesinato de Mysterio (Jake Gyllenhaal) –villano de la película anterior-. Confundido por su nueva realidad y responsable de que su amigo Ned Leeds (Jacob Batalon) y su novia MJ (Zendaya) se vean perjudicados por la relación con él, Peter decide buscar a Doctor Stephen Strange (Benedict Cumberbatch) para que con su magia lo ayude a que su identidad vuelva a ser secreta. Doctor Strange acepta, pero un problema en el hechizo genera una fractura en el “multiverso” provocando que cuatro villanos que lucharon contra los Spider-Man de otras realidades aparezcan en su mundo. A partir de ese momento, empiezan las sorpresas, las buenas escenas de acción y, por otra parte, se plantea un dilema moral en donde Peter decide intentar ayudar a los “malos” y no combatirlos. Recordando que las dos anteriores películas protagonizadas por Tom Holland tuvieron muy buenas críticas, podemos afirmar que esta tercera entrega, dirigida por Jon Watts, es claramente la mejor. Spider-Man: Sin camino a casa nos muestra un superhéroe que cumple a la perfección con la premisa de “que un gran poder conlleva una gran responsabilidad… ”
La nueva película del agente secreto británico más famoso cuenta con la particularidad de ser la última donde el papel de James Bond es interpretado por Daniel Craig. A la vez, Sin tiempo para morir (No time to die, 2021) por primera vez continua linealmente la historia planteada en su antecesora, Spectre (2015), donde luego de encerrar a Ernst Stavro Blofeld (Christoph Waltz) –líder de la organización Spectre- 007 decide retirarse del servicio secreto británico MI6 para comenzar una nueva vida junto a Madeleine Swann (Léa Seydoux). El film comienza con un Bond que parece disfrutar de su retiro junto a Madeleine, pero que todavía tiene algunos secretos que lo atormentan. Vertiginosamente, como en toda buena película del agente 007, las cosas cambian para culminar solo en Jamaica donde recibe la inesperada visita de su viejo amigo de la CIA, Félix Leiter (Jeffrey Wright). Éste le pide ayuda para realizar una operación encubierta en Cuba donde descubre una nueva arma biológica. Cuando Bond regresa a Londres se reencuentra con “M” (Ralph Fiennes), Moneypenny (Naomie Harris) y “Q” (Ben Whishaw) quienes lo acompañaran en la búsqueda de “Safin” (Rami Malek), el responsable de la nueva amenaza, que está en una isla del Pacífico utilizada como base de submarinos durante la Segunda Guerra Mundial. El director Cary Fukunaga intenta contar una historia que le otorgue a la última personificación de Craig un “cierre perfecto”. Quizás por ese motivo fuerza situaciones que hacen que el personaje se aleje de su esencia provocando un final que no es acorde a una película del agente 007. James se ha enamorado y ha llorado por mujeres en varias oportunidades –incluso por la muerte de su esposa (Al servicio secreto de su majestad, 1969)- pero siempre siguió adelante. Sin lugar a dudas esta vigesimoquinta entrega se puede decir que es una muy buena película, pero cada seguidor deberá determinar si es una “muy buena película de James Bond”. Como dice al finalizar el film: James Bond continuará…
Como en toda clásica película de artes marciales, la acción, lo místico y/o espiritual se encuentran reflejados en esta nueva película de Marvel. Shang-Chi y la Leyenda de los Diez Anillos (Shang-Chi and the Legend of the Ten Rings, 2021) introduce al Universo Cinematográfico de Marvel (UCM) un personaje poco conocido por quienes no son aficionados al mundo del cómic, que si bien debe cumplir con las expectativas de los “expertos” busca atraer a los “inexpertos” seguidores de la franquicia. Aunque desde un comienzo se presenta la Leyenda de los Diez Anillos, la historia de Shang-Chi (Simu Liu) es explicada luego de ser atacado, mientras viaja en autobús con su amiga Katy (Awkwafina), y debe defenderse para evitar que le roben un collar que le regaló su ya fallecida madre. A partir de ese momento, la vida del personaje se transforma al decir viajar a Macao a buscar a su hermana Xialing (Meng’er Zhang) para protegerla de su padre Xu Wenwu / Mandarin (Tony Leung). Al reencontrarse con el mundo del que había escapado durante su adolescencia, conocemos más la vida de un personaje que debe lidiar con la posibilidad de que su madre esté viva y por lo tanto ir a rescatarla con su padre; además de adentrarse en un mundo de dragones y fantasía, donde Shang-Chi, Katy y Xialing intentarán evitar que un milenario monstruo sea liberado. La película de Destin Daniel Cretton cumple satisfactoriamente lo que se propone y utiliza al personaje de Wong (Benedict Wong), ayudante de Doctor Strange, para enlazarlo al desafiante universo creado por Marvel. Como no podía ser de otra forma, las escenas pos créditos ilusionan al espectador con futuras apariciones del personaje en el UCM y ahora solo queda esperar hasta diciembre para el estreno de Spider-Man: Sin camino a casa (Spider-Man: No Way Home).
A pesar de las fuertes críticas recibidas por Escuadrón Suicida (Suicide Squad, 2016) se decidió intentar revertir la imagen dejada por esta “parodia de superhéroes” de DC Comics. Bajo la dirección de James Gunn, El Escuadrón Suicida (The Suicide Squad, 2021) nos da una alocada, dinámica, violenta y divertida película donde los héroes no son inmortales. El argumento elegido en esta ocasión gira alrededor de una revolución producida en la isla de Corto Maltese por la cual el país deja de ser aliado de los Estados Unidos. La misión para este heterogéneo y desquiciado equipo es destruir una instalación militar secreta. El escuadrón, o los escuadrones, cuentan nuevamente con la participación del coronel Rick Flag (Joel Kinnaman) y Harley Quinn (Margot Robbie), quien tiene su propia escena de acción; y a ellos se suman Bloodsport (Idris Elba) y Peacemaker (John Cena), que intentan liderar el equipo mientras se pelean por su ego. No podemos dejar de mencionar la participación del actor argentino Juan Diego Botto, como el general Silvio Luna, y la voz de Sylvester Stallone para el personaje de King Shark. La película mejora la imagen dejada por su predecesora y cumple con la misión de entretener a un público muy variado. Y a pesar de que no hay un desarrollo de todos los personajes, se sigue sin inconveniente. Al igual que en su primera entrega, cuenta con una muy buena banda de sonido que ayuda a darle dinamismo y ameniza las violentas escenas.