Una patética danza con lobos Ottway mata a un lobo, se pone la punta del arma con la que lo mató en su boca, cierra los ojos y verbaliza como en silencio, las palabras: "vivir o morir en este día", mientras su cabeza se puebla de las imágenes de su ex mujer, a la que nunca más verá, aunque no queda claro si ella murió, o lo abandonó. El es un francotirador, que en el terreno que circunda una inmensa refinería de petróleo, en Alaska, cuida que los lobos salvajes no ataquen a los que allí trabajan. Y poco después los acompaña en un trágico viaje en avión, en el que vivirán una de las experiencias más escalofriantes de sus vidas: la de intentar sobrevivir en medio de una tormenta de nieve y rodeado de lobos. Este "Líder" es certero con su arma, conoce a esos animales salvajes y sabe que con ellos no se juega. Tampoco con los operarios de la refinería, muchos de ellos ex convictos, o marginales. VIDA AMENAZADA El filme basado en un cuento del coguionista Ian Mackenzie, habla de la supervivencia, de los miedos primarios que despiertan en el hombre, en situaciones en que ve amenazada su vida de manera irreversible. "El líder" muestra una historia dolorosa, de una soledad visceral, existencial y de un vacío en el que no queda otra alternativa que luchar por la subsistencia, o dejarse morir. El director Joe Carnahan construye un narración fílmica sin concesiones y sigue los pasos de esos hombres, como si se tratara de un documental. Su película recuerda la tragedia de los Andes, que vivieron el grupo de rugbierse uruguayos. Con una exquisita fotografía, imágenes que provocan un cierto estado de paroxismo al observar esa "nada" que se refleja en el horizonte, mientras los ojos encendidos de los lobos aspiran a devorar a esos solitarios, la película tiene una excelente actuación de Liam Neeson, quien por este papel fue nominado al Oscar.
La unión en tiempos de crisis A través de una historia de ficción, el director Ricardo Díaz Iacoponi, hace su propio homenaje a las "fábricas recuperadas", que en nuestro país, funcionan a través de cooperativas de trabajo. "Industria Argentina..." es el drama de un operario de una pequeña fábrica de autopartes, casado, con una hija pequeña y otra en camino. Ambientada en 2002, el filme va detallando lo que sucede con ese grupo de hombres ya maduros, en su mayoría, a los que el dueño del establecimiento, con la excusa de que no le pagan los proveedores, les retacea los sueldos a sus empleados, a los que les termina abonando a cuentagotas. La crisis se agudiza con el despido de uno de ellos, hasta que la mayoría decide consultar a un abogado que les propone formar una cooperativa y hacerse cargo del lugar, ante el abandono del establecimiento por parte del dueño. UN RECORRIDO El filme sigue el recorrido típico de este tipo de temáticas, con los obreros en huelga en la vereda de la fábrica, la presión del dueño que termina engañándolos y el reclamo de la mujer del protagonista, para que su marido recapacite y busque otro trabajo. A lo mencionado se suman las distintas características de cada uno de esos hombres. Está el soltero que encara al dueño y termina en la calle; el "buchón" que se cansa de las promesas incumplidas del empleador; la chica de la administración que conoce a cada proveedor y propone llamarlos y un joven, que un día pasea su perro por la puerta de la fábrica y descubre que adentro trabaja un grupo de gente contratada para reemplazar a los huelguistas. Al final de la película se destaca que este año fue declarado Año Internacional de las Cooperativas, por la Asamblea General de las Naciones Unidas y esta historia propone un ejemplo, de ese modelo aplicado en nuestro país. El filme es un drama simple, contado con buen ritmo narrativo y un sólido equipo actoral, en el que se destacan los meritorios protagónicos de Carlos Portaluppi, Cutuli, Daniel Valenzuela, Soledad Silveyra (en el papel de una "síndica" que está en contra de los trabajadores) y Aymará Rovera.
La venganza no conoce leyes Esta es la primera de las películas dedicadas a Abraham Lincoln que se estrenarán esta temporada. Hay dos más, "Lincoln" de Steven Spielberg y "Abraham Lincoln: Cazador de vampiros", de Timur Bekmambetov. ¿Por qué la figura del presidente norteamericano despierta tanto interés en este momento?, no se los sabe con certeza. Lo cierto es que "El conspirador" de Robert Redford, se propone hacer un homenaje patriótico, al hombre que tras ser asesinado, su cadáver cruzó los Estados Unidos y fue despedido por más de un millón de personas. El filme que propone Redford sólo toma indirectamente la figura del ex presidente. No hay un actor que lo personifique, porque él no aparece ante la cámara, sólo se ve a alguien de costado, sentado en un palco viendo una comedia en una sala de Washington, antes de recibir el único y certero disparo que dio en el blanco, mientras un actor grita desde escenario "Sic semper tyranniss! (así siempre a los tiranos). LA CONSTITUCION A Lincoln se lo asesinó el 15 de abril, de 1865 y de lo que se ocupa el filme de Redford, es del conspirador del asesinato y de tratar de considerar culpable a la madre de ese instigador a la que se termina llevando a la horca. La película centra su atención en las pujas políticas, entre aliados, testigos "comprados", escasos opositores y un gobierno que busca la venganza aún "pisando" lo que dice la Constitución, con tal de calmar su angustia ante la pérdida y tener la sensación de que se hizo justicia. "El conspirador" es la clásica historia de un juicio, en el que la acusada, la madre del conspirador prófugo, Mary Surratt (con una excelente interpretación de Robin Wright) y su abogado defensor Frederik Aiken, viven la frustración de saber que de entrada tienen al jurado en contra y que la decisión ya está tomada, sólo es una cuestión de formalidades. CON PRECISION Redford desde la dirección retrata ese "extraño" juicio, en el que un tribunal militar juzga a una civil, con la precisión de un artesano. Lo suyo tiene un único destino, hacer un homenaje a su patria, mostrar las injusticias o no, que a veces se cometen en determinadas épocas. "La ley no sirve de nada en tiempos de guerra", dice uno de los personajes. La película resulta admirable en el seguimiento que hace desde que se produce el asesinato, hasta la posterior condena de la culpable y describe cada una de las aristas del entramado político a través de una narración, que se apoya en planos más bien cortos y mediante un equipo de actores de probado profesionalismo, como James McAvoy, Kevin Kline y Evan Rachel Wood.
Para la fiebre del petróleo nunca ha habido tratamiento Ambientada en 1930, cuando los países árabes se dan cuenta que debajo de su suelo de arena volátil, yace un gran tesoro: llamado petróleo. El francés Jean-Jacques Annaud, con su filme permite una interesante mirada a un mundo arraigado en las tradiciones más ancestrales. Annaud retrata el misterio que parece parte de la cultura árabe a través de la relación entre un emir y un sultán, aunque en verdad sus protagonistas son las nuevas generaciones, las que redescubren a través de sus mayores, el valor de la defensa de sus tierras, las dolorosas renuncias que a veces se deben hacer en medio de la guerra y en pos de la defensa de los pueblos y la conquista de territorios. "El príncipe del desierto" tiene dos vertientes que se terminan fusionando en un todo: la relación entre la herencia familiar y la guerra, el engaño y la traición que es capaz de despertar la ambición por el dinero, que se recibe de manera casi inesperada, simplemente, porque a un estadounidense se le ocurrió investigar ese suelo repleto de oro negro. TIERRA HUERFANA Pero si bien el punto de partida es el trato de paz que en principio hacen el emir y el sultán, los protagonistas y el acto que siembra la discordia entre ambos, es la posible boda por conveniencia de la hija de uno, con el hijo del otro. En medio de esa alianza política preparada por el astuto emir Nesib, se encuentra un conflicto que surgirá de manera inevitable, es que el petróleo está ubicado precisamente en una tierra huérfana que no pertenece a ninguno de los dos, pero que ambos tendrán que luchar si la quieren obtener para provecho propio. "El príncipe del desierto" tiene una armónica y equilibrada narración que incluye acción, romance, negocios sucios y escenas rodadas en el desierto, que le aportan un magnetismo especial a una película poblada de ropajes blancos y de colores claros, que funcionan como cuadros cinético, por momentos para deleite del público. Antonio Banderas se mueve de manera algo especial en su papel, al que le aportó un tono a veces paródico o de engañoso dramatismo, a su lado los dos jóvenes protagonistas Tahar Rahim y Freida Pinto, despiertan entusiasmo y también un particular lirismo en sus papeles de víctimas de la ambición de sus mayores.
Unas ansiedades confrontadas El título de la película refiere al viejo barrio de "Reus", en Montevideo, en el que según se dice, la comunidad judía que emigró a ese lugar del Río de la Plata, abrió sus primeros negocios, sus templos y fueron formando sus familias. En ese barrio en el que muchos son comerciantes, como ocurre en zonas periféricas de cualquier gran ciudad, conviven también grupos de delincuentes, que sobreviven a partir de pequeños robos. Don Elías, uno de los protagonistas de esta crónica de costumbres, tuvo en algún momento como empleado al Tano, pero éste le hizo una mala jugada y fue a parar a la cárcel. En el presente el Tano está en libertad, pero recluído en un lugar clandestino, lejos de su mujer y su pequeño hijo a los que ama. A la familia la cuidan los delincuentes que hace los trabajos sucios que encarga el Tano. La convivencia entre delincuentes y los comerciantes es de un cierto "aguante" mutuo, pero todo se complica cuando una nueva generación sigue los pasos de la banda del Tano y entonces despierta entre ambos grupos, un enfrentamiento por defender el territorio. FALENCIA OFICIAL "Reus" es una película que muestra lo de siempre, cuando las instituciones oficiales fallan, la gente busca hacer justicia por mano propia. Eso es lo que sucede entre don Elías, que lidera a los comerciantes del barrio y la banda del Tano. El filme cuya dirección y guión comparten Eduardo Piñero, Pablo Fernández y Alejandro Pi, por momentos se vuelve bastante obvio en su planteo, en su desenlace en cierto modo previsible, pero contempla algunos aspectos a tomar en cuenta. Uno de ellos es cómo los directores confrontan una y otra familia. La de la comunidad judía con sus tradiciones que se mantienen de una generación a otra y la de los delincuentes, que a su manera también intentan preservar el valor de los afectos y el lugar que cada integrante ocupa dentro del grupo. Con una estética que por momentos remite a la década de 1950, un tono costumbrista en su enfocar ese barrio de viejas edificaciones, de comidas familiares, de aspectos que hacen a la religión que se profesa, "Reus", es un filme en cierto modo original, a pesar de sus falencias, que encierra una identidad tan propia como bien definida en su idiosincracia rioplatense.
Esa frustración tan cotidiana Con el estilo de las viejas comedias italianas, que en distintas épocas protagonizaron Alberto Sordi, Ugo Tognazzi, o Vittorio Gassman, "La sal de la vida" es una cálida y humorística historia sobre un cincuentón, jubilado, con esposa, hija y una madre posesiva. Gianni Gregorio, en el triple papel de director, coguionista y actor, del que se vio no hace mucho "Un feriado particular", propone un relato ambientado en un barrio romano, que bien podría ser el Trastevere, en el que todos, en apariencia se conocen. En ese colorido lugar de calles de veredas estrechas, coinciden amigos, vecinos y familiares y entre ellos Gianni, que así se llama el protagonista, lleva su rutina de "amo" de casa, con una paciencia asombrosa. El hombre tiene que lidiar con su mujer, su hija adolescente, cuyo novio se instaló en la casa y su madre, que si bien vive en un viejo caserón y es una adicta al póker, lo reclama por cualquier tontería, como si él fuera su sirviente. ENTRE AMIGOS Pero como sucede en estos casos, siempre están los amigos que aconsejan al protagonista y en este caso es un abogado, que decide presentarle chicas, para que Gianni se reencuentre con el placer de un amor olvidado y salga de una buena vez de la asfixiante monotonía de reclamos y de pasear perros de la vecina. "La sal de la vida" tiene una serie de personajes arquetípicos que sostienen una historia costumbrista, que se apoya en situaciones cotidianas. Entre esos personajes se ubica la mencionada madre, que parece encaminar el destino de su hijo hacia una constante frustración; una amiga que es cantante lírica y se acaba de separar; la joven y seductora empleada de la madre, el yerno joven que ya no busca empleo porque dice que no lo hay y una vieja amiga, que parece entender al flamante jubilado y con la que él comparte algunos románticos encuentros. Conmovedora, tierna y con un particular encanto que se desprende de sus personajes, el filme de Gianni Gregorio se disfruta a partir del carisma de sus magníficos actores, entre ellos el mismo director y la anciana Valeria Di Franciscis Bendoni como la madre.
Con la voz de los ancestros El filme de Simón Franco es ante todo el retrato de un hombre de la Patagonia, el músico y luchador por los derechos de los pueblos indígenas Oscar Payaguala, el que ha trascendido las fronteras de nuestro país con su canto. Descendiente de tehuelches, Payaguala se presta a mostrar lo que sucede con un hombre apacible, que vive en su rancho, con sus ovejas y su caballo, en un desolado valle del sur de la Argentina, cuando se lo engaña en su propia fe. En ese lugar, él dice están enterrados sus ancestros, por eso con escopeta en mano defiende esas tierras de los extranjeros. La apacible vida de Payaguala se desliza acompañado por su guitarra o trabajando en su rancho, a veces va hasta el pueblo y canta en una hostería de turistas. Escucharlo interpretar en su lengua resulta una suerte de milagro de la naturaleza, conmueve con su timbre vocal, consonidos que parecen provenir de otros mundos. LA OTRA MIRADA Ambientada en la década de 1990, cuando el ex presidente Carlos Saúl Menem, prometía que se iba a tener la posibilidad de viajar a la "estratósfera", el filme sigue los pasos de lo que ocurre con un hombre a quien el Estado un día le hace llegar un aparato de televisión y un teléfono satelital, que consiguen cabiar su mirada del mundo. Pero el "dulce" para ese hombre de la Argentina profunda, dura poco, el plan modernizador del gobierno termina y la vida continuará como siempre para el trovador que no se arredra ante circunstancias adversas y sigue en su lucha diaria. La película permite un acercamiento a una vida íntimamente ligada a la naturaleza y a sus severos preceptos éticos, es lo que muestra este guión en el que Oscar Payaguala es el admirado protagonista. A él se une Nicolás Saavedra, un magnífico actor chileno. Con algo de documental, la narración de Simón Franco es calma y certera en el mensaje que busca transmitir.
El ritual de espantar alienígenas Pioneros de la comedia de ciencia ficción, Hernán Sáez y Pablo Parés, cierran su trilogía llamada "Plaga Zombie", con este filme tan desopilante, como sorprendente en su intención de parodiar el género con sólidos recursos creativos y de certero impacto en el espectador. Si se busca algo novedoso en el cine fantástico, esta es la película ideal, porque logra ubicar al espectador en una clave de suspenso, que poco después termina transformándose en situaciones tan absurdas, como de un humor ingenuo y contundente. La primera "Plaga Zombie" se vió en 1997, después llegó "Plaga Zombie: Zona Mutante" y ahora "Revolución tóxica", en la que sus tres superhéroes : Bill Johnson, Max Giggs y el forzudo John West, tendrán que agudizar su ingenio para exterminar una plaga de zombies, que provenientes de un plato volador y amenazan con exterminar a los humanos, a partir de la expansión de un extraño virus. LA NAVE MADRE Los tres protagonistas creen que si logran atraer a la nave madre, con un Zombie de Troya, cuyo interior está lleno de explosivos, conseguirán salvar a la humanidad. Pero en el trayecto de poner en práctica su misión, tendrán que lidiar hasta con un torpe agente del FBI y esquivar varios atentados terroristas, en los que la sangre terminará salpicando hasta el más desprevenido. Esta "Revolución tóxica" tiene una muy bien elaborada artillería de efectos, desde la versión local de un extraño plato volador, hasta esos ridículos zombies, que manchados de pintura de los más diversos colores, en particular el verde, consiguen hacer reír y asustar al que los ve. Con algunos hilarantes números musicales, resoluciones de guión que ponen en primero plano las torpezas de sus protagonistas, sumado a gags, en los que el "gore", de brazos, piernas y otros miembros esparcidos por el aire, parecen más bien una fiesta estudiantil, que un temible ritual de zombies, la película sorprende por su acertada estética trash y las estupendas actuaciones de Pablo Parés, Hernán Sáez y Sebastián Berta Muñiz, junto a equipo de entusiastas colaboradores.
El triste legado de un médico Un médico alemán de espíritu aventurero, piensa que su profesión será más válida si ayuda a los enfermos de países del Tercer Mundo. Por ese motivo el doctor Ebbo Velten eligió Africa, en la que la conocida "enfermedad del sueño" hace estragos entre muchos de sus habitantes. Con su mujer y su hija -a las que no les causa mucha satisfacción vivir alejadas del "mundo civilizado"-, el médico ocupa una casa confortable en una zona de playas y bosques, pero también cerca de enfermos de toda índole. El médico atiende en el hospital local, pero a diferencia de lo que podría pensarse, el filme no sigue la travesía de este hombre en su lucha para combatir las enfermedades. La historia, además de centrarse en ese aspecto, lo muestra lidiando con los burócratas del gobierno, que quieren seguir solicitando subsidios exorbitantes a Europa, para acrecentar su propio patrimonio, cuando en verdad se podían reducir los costos. HECHOS REALES "El mal del sueño" es un filme si se quiere más bien lento. Su estilo narrativo la acerca al documental, pero es un producto de ficción, que seguramente debe estar inspirado en hechos reales. El título de esta coproducción con varios países de Europa, alude a dos aspectos diferentes. Uno de ellos refiere al "mal del sueño", que el médico, con sus métodos ha logrado combatir en gran medida. ¿De qué trata la enfermedad?. Es un parásito que se transmite a los humanos por una mosca tsetsé. Sus síntomas son fiebre, dolores en las articulaciones, picazón y en su etapa más terminal, altera no solo el sueño, invade el sistema nervioso central y puede llegar a ser letal. DOS ASPECTOS El otro aspecto, es al "mal del sueño", que provoca vivir en un país, en el que a sus habitantes más pobres, solo les queda resignarse frente a la corrupción política y social, el abuso, la esclavitud y el sometimiento. Si bien al ver esta historia se podría pensar que trata sobre la lucha por la vida de seres humanos indefensos, que lleva a cabo un médico, a poco de ir evolucionando el guión, lo que se ve es un cierto estado de resignación que adquiere el facultativo (buena actuación de Pierre Bokma), cuando se siente impotente de luchar, incluso, contra la vagancia y hasta cierta violencia, de aquellos que aspiran a recibir todo regalado. "El mal del sueño" tiene una valiosa actuación de Jean-Christophe Folly y es un filme triste, doloroso que se muestra como un intenso drama humano, que puede llevar a un "luchador" hacia su propia e insospechada muerte.
Tratando de vivir "de arriba" Hace varias temporadas atrás, "El vagoneta" se conoció en internet, en formato de una serie de varios capítulos, despertando un inusitado interés entre los que navegan por la web. Según sus realizadores esta historia sobre cuatro amigos de barrio, que viven una serie de dificultades cotidianas respecto de la familia, los hijos, los amigos, llegó a convocar en su página web, dos millones de visitantes. "El vagoneta" respeta su estética original de la web -capítulos y escenas cortas, con diálogos por momentos ingeniosos y pintorescos personajes- y la traslada al formato cinematográfico. La de "El vagoneta" es una historia típicamente porteña. Está ambientada en el barrio de Saavedra y sigue a cuatro amigos, uno de ellos casado, otro separado y dos solteros que no tienen demasiada suerte con las chicas. IDEA DE CARTEL Los cuatro se reúnen para contarse sus conflictos familiares, o de pareja, sus dificultades con el dinero que no alcanza. En una de esas cotidianas confesiones de hombres, uno de ellos propone la brillante idea de poner un cartel gigante en la terraza de su casa y con el dinero que aporte el auspiciante por el alquiler de ese espacio aéreo, vivir sin trabajar. El cartel de una película taquillera titulada "Un tanque", los motiva para querer convencer al productor de que les alquile el espacio. Pero al principio solo llegan hasta el secretario, el que termina invitándolos a viajar al Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, para terminar de firmar papeles y finalmente colocar el cartel promocionando el filme. Un complicado viaje a "la Feliz", la visita al Auditorium, la espera del productor en la puerta del Gran Hotel Hermitage, un encuentro en un yate con Guillermo Francella, que los interioriza sobre cómo se maneja el mundo del cine, da como resultado una serie de humorísticas situaciones, que se apoyan en la ingenuidad de esos cuatro muchachos de barrio, muy bien actuados por Juan d"Andre, Nicolás Abeles, Juan Manuel Alari y Marcos Roberto Ferrante. "El vagoneta" es una comedia costumbrista, que por momentos pierde ritmo en su narración, o repite una y otra vez situaciones similares.