Las cámaras pueden registrar imágenes no muy agradables Las circunstancias que van in crescendo terminan sacando a la luz extraños datos, que mejor no revelar. Con muy buenas dosis de suspenso y ubicando al espectador en el papel de un misterioso voyeurista, otro acierto del filme son las actuaciones que encierran la naturalidad de lo instántaneo e imprevisto. Este tercer filme de la saga de "Actividad paranormal", es una precuela de la segunda película y a la vez plantea el origen de esta historia, que recrea la posibilidad de fenómenos paranormales, con elementos mínimos y manteniendo un nivel de suspenso bastante convincente. Si en la segunda y la primera se vió a Katie ya adulta y encerrando una intensa dosis de misterio y sus posteriores desencadenantes, en la película actual el público va a poder conocer a la chica siendo niña, cuando es poseída por el demonio, o esa figura intangible que provoca curiosas reacciones a su alrededor. "Actividad paranormal 3" muestra a una joven madre, junto a su nueva pareja, un muchacho que se dedica a filmar fiestas de casamiento y las hijas pequeñas de la mujer. CAMARA INDISCRETA El trabajar con la cámara en mano registrando lo que sucede a la gente en una fiesta, hace que el muchacho quiera trasladar ese hábito a su casa y se le ocurra ubicar una serie de cámaras por toda la casa. Las cámaras ubicadas en cada cuarto registran las veinticuatro horas de la familia, hasta que una noche sucede algo inusual. Al revisar las imágenes captadas, se descubre que la más pequeña de las chicas, dialoga con alguien que no se ve. Cuando se la interroga dice que es Toby, un oso de peluche, que a pesar de que está ubicado "silencioso" en un rincón de la habitación, para la niña pareciera tener vida propia. Más tarde se descubrirá que Toby quiere divertirse con la mayor de las niñas y comienza a producir un ritual de hechos insólitos asustando a todos. Las circunstancias que van in crescendo terminan sacando a la luz extraños datos, que mejor no revelar. Con muy buenas dosis de suspenso y ubicando al espectador en el papel de un misterioso voyeurista, otro acierto del filme son las actuaciones que encierran la naturalidad de lo instántaneo e imprevisto.
La necesidad de pensar un futuro El filme tiene buenas y probadas actuaciones. Felipe Colombo y Sabrina Garciarena defienden sus papeles con honestidad y con el amplio bagaje de una extensa carrera que les ha dado una popularidad bien merecida. Una pareja dispuesta a vivir el presente y asumir sus consecuencias, son los protagonistas de "Solos en la ciudad", una comedia pequeña que dirigió Diego Corsini y en la que exhibe algunos de clisés típicos de la pantalla en pequeño formato. La crisis de pareja es lo que se impone en este filme, hecho de pequeñas escenas de a dos, o de a tres, en la que los diálogos la mayoría de las veces resultan demasiado poco atractivos y faltos de contenido, o demasiado pretenciosos. JUSTIFICACIONES "Solos en la ciudad" es una comedia liviana, en la que Santiago opina que lo suyo es el presente: dictar sus clases de historia y por ahora no casarse. No explica las razones de no querer dar el sí y esa es una de las explicaciones que le pide su novia. La chica se llama Florencia, es una joven abogada, que trabaja en el estudio de su padre y es una mujer previsora. Ella imagina el futuro casados, con casa propia y un marido con un empleo con miras a evolucionar. Algo coherente para cualquier pareja, pero no para Sebastián, al que su actual y su ex novia lo acusan de ser medio chiquilín. Como ocurre siempre, solo los amigos, o los padres son capaces de justificar el dolor de una posible separación y a ellos van a ver, cada uno por su lado, Sebastián y Florencia. El filme tiene buenas y probadas actuaciones. Felipe Colombo y Sabrina Garciarena defienden sus papeles con honestidad y con el amplio bagaje de una extensa carrera que les ha dado una popularidad bien merecida.
Un infierno muy poco encantador Eduardo Pinto hizo previamente "Palermo Hollywood", que filmó en esa zona de nuestra ciudad. Con "Caño dorado", cambió su escenario y se trasladó al conurbano bonaerense. Los lugares elegidos parecen imponerle a Eduardo Pinto una estética hecha de urgencias, de una poética hecha de amor y de dolor. El amor y el dolor coinciden en esta historia de jóvenes, de mayores que han ido elaborando para sus hijos un futuro que parece hecho de retazos del infierno. Porque acá son los adultos, los que empujan a los jóvenes a delinquir, a la corrupción, al consumo de drogas. PEQUEÑO ARSENAL Su emergente es el Panceta, un pibe que desde que murió su padre, mantiene a su madre. Trabaja en una fábrica y para ganarse algunos extras, en el taller de herrería del fondo de su casa, guarda y fábrica un pequeño arsenal de armas tumberas, que vende a los pibes del barrio, "para que aprendan a defenderse", dice el Panceta. Pero los "pesados" del barrio no opinan lo mismo y tienen al Panceta en la mira, porque temen que ese pibe de gorrita, que anda en bicicleta les quite clientes y les arruine el negocio. El Panceta parece inmune, o inocente a estos hechos. Aunque los conoce y sabe que es capaz de cualquier cosa para defender a su madre, pero el amor golpea a su puerta y lo hace de una manera imprevista, vertiginosa y esto le traerá impredecibles consecuencias. "Caño dorado" se mueve en la cuerda floja de lo legal e ilegal y expone una serie de sentimientos primarios, un misticismo pagano y una poética cruda y sucia, a la que Eduardo Pinto y sus actores supieron aportarle un muy meritorio compromiso interpretativo. ESTILO NARRATIVO Pinto parece inspirarse de la "suciedad" de sus escenarios, por eso su estilo narrativo es nervioso, intenso, impactante. Su cámara en mano le da vigor y espontaneidad a unas bien elaboradas escenas cortas, pero de gran potencia dramática. Lautaro Delgado carga sobre sus hombros un protagónico, al que le aporta una gran sabiduría actoral. El actor al que se vió en un admirable papel en "La vida es sueño", se deja llevar por la acción, el movimiento y su rostro es capaz de transmitir valor, amor y rebeldía con igual intensidad. Camila Cruz resulta una muy gratificante revelación y Tina Serrano y Luis Campos aportan su siempre admirado oficio. La fotografía y la música son otros aliados de este filme que refleja una Argentina que sólo parece mirar un presente de corrupción.
Un marido, su mujer y su amante Radu Muntean es un director con un original estilo naturalista, que le permite ir desarrollando una historia con una amplia y sólida gama de sutiles matices bien elaborados. El rumano Radu Muntean escapa a las temáticas propias del cine de su país, que hemos conocido en la Argentina, que hablan de los conflictos sociales, o de las secuelas que dejó el gobierno de Nicolae Ceascescu y se acerca más a un cine europeo, de temáticas más universales. El adulterio es el tema que atraviesa este filme, que se apoya en las valiosas actuaciones de sus tres protagonistas (Mimi Branescu, Mirela Oprisor y María Popistasu). Es bueno mencionar que sus dos actrices principales se hicieron acreedoras al premio a la mejor actriz en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. "Aquel martes..." al que hace referencia el título de la película, resultará definitorio en la vida de la pareja que conforman Paul y Adriana. Paul, es un ejecutivo que trabaja en un banco de Budapest, tiene un auto, una casa cómoda, en la que vive con su mujer, en apariencia de profesión abogada y su pequeña hija, a la que una joven dentista le está haciendo un tratamiento. RUBIA Y MOROCHA Todo parece deslizarse con calma en la vida de la familia. Paul no siempre está de buen humor, o mejor dicho casi siempre se muestra un poco a la defensiva. ¿Qué le ocurre a ese hombre, que en apariencia tiene mucho tiempo libre? Es que Paul no puede dejar de pensar en su amante, una joven rubia, con la que la pasa muy bien en el único ambiente en el que vive la muchacha. Una rubia y otra morocha parece ser el ideal de muchos hombres y Paul no es la excepción, pero todo se complicará con el correr de los meses. Si algo tiene de honesto Paul, es que no está dispuesto a engañar a su mujer, a la que lo unió un amor de años, que en el presente parece haberse evaporado. Pero el interrogante que se abre es qué ocurrirá si le dice la verdad. Radu Muntean es un director con un original estilo naturalista, que le permite ir desarrollando una historia con una amplia y sólida gama de sutiles matices bien elaborados. La sensación es que el espectador espiara a esos personajes, hombres y mujeres comunes, lo que le otorga a la película un carácter de una pronunciada humanidad.
Conmovedor tributo a Pina Bausch El legado artístico de Pina Bausch es retratado por Wenders, en imágenes interiores y exteriores, a través de un estilo fílmico que asombra por la captación de la totalidad de un universo interpretativo único. Pina Bausch en la danza y Wim Wenders en el cine, son puntos referenciales de la Alemania contemporánea. Uno y otro se han animado a cruzarse de "vereda" porque el arte no tiene límites, ni género. Por eso a la bailarina alemana que falleció de improviso en 2009, dejando un vacío desolador, también se la vió en el papel de una princesa ciega, en "Y la nave va", de Federico Fellini. Wenders no se ha a atrevido a la danza, aunque Pina si viviera, tal vez lo hubiera animado que lo hiciera. Pero Wenders lo hace con su cámara, la que en este filme y a través de la nueva tecnología 3D, parece ir mucho más allá, de lo logrado por James Cameron en "Avatar". Claro que Wenders no es el Cameron que se hace notar diciendo "acá estoy". El director alemán prefirió demorar años en estudiar la técnica, para ponerse al servicio de este tributo que le hace a Pina Bausch, filmando cuatro de sus obras más emblemáticas y a esos bailarines que se formaron con la discípula de Kurt Joos y luego creó su propio estilo de trabajo, el que acá se muestra. TIEMPO Y PROFUNDIDAD Wenders consigue algo único, capta el tiempo, la profundidad, la dimensión y el detalle de las emociones más sutiles de esos intérpretes del Tanztheater creado por Bausch y lo hace a través del vértigo de esas coreografías, que parecen ser bailadas con las entrañas, porque la bailarina así lo exigía a sus artistas. "Pina no tenía límites" dice uno de los bailarines al hablar de la maestra, pero eso no debía entenderser como algo autoritario, lo suyo era ayudar al bailarín a encontrar su propia identidad interpretativa. El filme recorre las instalaciones del Tanztheater de Wuppertal, usina creativa de Pina y sus artistas, su escenario y muestra cuatro obras señeras: "Café Müller" que trajo a Buenos Aires, en la década de 1980; la inigualable "Le sacre du printemps", con música de Stravinsky; "Vollmond" y "Kontakthof". A estas piezas se unen coreografías de varios de los intérpretes. El legado artístico de Pina Bausch es retratado por Wenders, en imágenes interiores y exteriores, a través de un estilo fílmico que asombra por la captación de la totalidad de un universo interpretativo único.
Gente que define un país Punto de llegada y de partida de cientos de miles de personas que diariamente llegan a la terminal de trenes, con los más variados fines, el documental de Juan Dickinson, sigue cada minuto del día, de lo que sucede en esa gigantesca babel de personas anónimas que marcan un ritmo incesante que sólo decae con las últimas horas de la noche. "Un día en Constitución" es un filme que refleja una parte del tipo de gente que lo puebla y algunas de las características que definen a una micro-sociedad que se mueve en el marco de una clase media y baja. La película esquiva de mostrar los trenes que van a los centros de veraneo, como Mar del Plata y se inclina por captar con su cámara los que vienen del conurbano bonaerense a trabajar a la ciudad. OTROS ESPACIOS Manifestaciones, bombos, los uniformados que hacen su ronda por los distintos espacios del edificio de la terminal, un violinista que duerme en uno de los pisos altos desocupados; o un improvisado gimnasio en los subsuelos son parte de este documental. A través de los vendedores, de lo que se compra, se consume, o incluso del color de la vestimenta de los que transitan por Constitución, también puede definirse la procedencia de los que por el lugar pasan diariamente. Datos como el mostrar el sutil devenir de una prostituta y sus clientes, o el cameraman que busca la noticia del día en la terminal, son parte de esta original película, en la que el director Juan Dickinson, hace latir el corazón de una ciudad, tomando como recorte una estación de trenes.
Cuando el amor logra imponerse Es una historia romántica sobre el despertar a un amor desconocido, tórrido que surge en la madurez y quizás, por eso parece arrasar al protagonista con la intensidad de un torbellino. Ocurre que Mathilde tiene una personalidad encantadoramente seductora y más aún si a una chica así, se la conoce en una ciudad tan exótica como Hong-Kong, en la que todo es distinto. "La quise tanto" habla de los misterios del amor, como se lo ha hecho tantas veces y se seguirá haciendo. Pero lo distinto, quizás, de este filme, es que a través de las confesiones de un suegro a su nuera, puede percibirse la potencia que tiene la narración oral y las imágenes, cuando lo que se cuenta resulta verosímil y tiene el poder del convencimiento. El filme está basado en una novela de Anna Gavalda, una periodista parisina de clase alta, que publicó su novela "Je L"aimais", en 2002 y transmite una serie de vivencias, que la directora Zabou Breitman, supo captar muy bien y con los recursos cinematográficos necesarios para conmover al público, quizás tanto como lo que ocurrió con el libro, traducido a veintiún países. LEJOS DE LA CIUDAD La historia es simple, el hijo de un hombre mayor abandona a su mujer, por otra y la nuera se refugia en la casa de campo de su suegro, con sus hijas. Ese recluirse lejos de la ciudad invita a que por las noches, suegro y nuera dialoguen, compartan sus desdichas y de lo que el espectador es testigo, es de ese amor que irrumpe en vidas ajenas, con gran intensidad y quizás del mismo modo, hasta con cierto misterio, un día desaparece. Hay dolor, hay lágrimas, hay desdichas en el que cuenta y en quien escucha, pero más allá de esas reacciones momentáneas, lo cierto es que a cada uno le queda el invalorable recuerdo de lo vivido y el de haber experimentado que en algunos momentos de la vida, se puede percibir algo cercano a la felicidad, a aquello que todos anhelamos. Zabou Breitman sabe contar bien, elabora con acierto la intimidad de los enamorados y se deja conmover por una equipo actoral sobresaliente, en el que se destaca el siempre eficaz Daniel Auteuil, la bellísima Marie-Josée Croze y la abandonada por su marido Florence Loiret-Caille.
Los variados misterios del actor Luego de haber hecho varios protagónicos en filmes de Anahí Berneri y Lucía Cedrón, entre otros cineastas, Juan Minujin se animó a su opera prima. "Vaquero" tiene un precedente, el cortometraje multipremiado de Minujin, titulado "Guacho", en el que contaba las aventuras de lo que pasa por la cabeza de un actor respecto de su vida, sus colegas, la profesión. Sobre el mundo del actor, lo que pasa por su cabeza y no lo dice, pero lo piensa, habla Juan Minujin en este filme esclarecedor, inteligente y original en su contenido y elaboración. La historia no se propone ser demasiado profunda, ni tampoco se inclina por lo grandilocuente, todo lo contrario. Es una comedia, con un humor absurdo muy bien elaborado que sigue los pasos de su protagonista Julián Lamar, un actor del off, que aspira a ser reconocido, a conseguir el ansiado papel en una película, sin que se lo arrebate otro, por ser más seductor, o simplemente porque es la "cara" del momento, que cautiva a todos los productores. La ilusión de ser otro, de hacer que su cabeza deje de pensar, de cuestionarse, de pelearse a través del pensamiento, con ese compañero de escenario, que no se sabe por qué es aplaudido, admirado por el público y hasta por su padre, cuando a él le roba situaciones con su histrionismo, o lo ignora, son algunas de las preguntas que se hace Julián Lamar, a lo largo del filme. UN IDEAL Para Julián Lamar, el haber elegido ser actor parece ser un tormento, sin embargo a pesar de que es joven, siente que no puede desprenderse de eso que eligió, porque la actuación, parece ser el ideal de su vida. "Vaquero" desnuda el universo de los actores y lo hace con magníficos recursos dramáticos, como la escena en la que el "galán de moda" (estupendo Leonardo Sbaraglia), le arrebata el protagónico a Lamar y éste se resigna hasta ser humillado en el set, con tal de estar en esa película. Minujin elabora un guión que tiene como premisa, entretener, comunicarse, divertirse y divertir al público, sin olvidar la ironía y para hacerlo se sumerge de lleno en un ritmo cinematográfico imparable, en el que incluye pixelados, imágenes desenfocadas, encuadres fuera de plano y la invalorable música de Diego Vainer. Unido a las eficaces actuaciones de Guillermo Arengo y Esmeralda Mitre. Con este filme Juan Minujin vuelve a despertar la atención, en el triple papel de director-actor y coguionista y sus recursos como siempre resultan atrapantes y elaborados con la inteligencia de comunicar al otro, algo de esa profesión elegida, la de ser actor y ahora director.
Una situación Intransferible Filme pequeño, de ciertos contrastes entre una cultura y otra que define a una América latina tan variada en su idiosincracia, como pintoresca, tiene en sus protagonistas: Carolina Riveros, Bernarda Pagés y Martina García, a las intérpretes ideales de esta colorida e ingenua historia. La cineasta venezolana Alejandra Szeplaki concreta un filme original, que se apoya en el diseño plástico, la animación, el collage y la música, que identifica a países como la Argentina, Venezuela y Colombia. En "Día naranja" sus protagonistas son tres mujeres de distintos países. Una es de Buenos Aires, la otra vive en Caracas y una tercera en Bogotá. Las tres chicas tienen en común el dilema del embarazo. Cada una tiene un novio, o un chico con el que salió varias veces, tuvo relaciones y no saben si en verdad están enamoradas o no, pero lo cierto es que cada una tiene que hacerse un test de embarazo, debido a que su reloj biológico, les da su voz de alerta. LOS NOVIOS Claro que si bien ellas son las protagonistas, tangencialmente, Alejandra Szeplaki, la directora, también se encargó de mostrar actitudes, comportamientos y formas de pensar de "novios" argentinos, venezolanos, o colombianos. Lo que da como resultado que no siempre son las chicas las que quieren a los niños, ellos también son capaces de conmoverse ante una noticia que sienten les da una mayor unidad a la pareja. Un aspecto curioso de este filme, contado a través de un lenguaje casi idílico, imaginativo por parte de la realizadora, es que en su mayor parte se encargó de que su guión ilustrara coloridamente -en objetos, recortes de papeles, vestidos, blusas, cuadros y ambientes- el estado que despierta en una mujer el saber, o pensar que está embarazada. Filme pequeño, de ciertos contrastes entre una cultura y otra que define a una América latina tan variada en su idiosincracia, como pintoresca, tiene en sus protagonistas: Carolina Riveros, Bernarda Pagés y Martina García, a las intérpretes ideales de esta colorida e ingenua historia.
Adolescente busca a su padre En lo que refiere al guión y su lenguaje narrativo, podría decirse que no escapa a las reglas convencionales del género. Hay buenos y malos, en el lío está metida la CIA, los datos se van revelando de a poco y las escenas de acción están correctamente filmadas, incluídas las explosiones. El chico de "Crepúsculo", Taylor Lautner, es el protagonista de este thriller, en el que un adolescente intenta averiguar quienes son sus verdaderos padres. Lautner, podría decirse tiene la cámara pegada a sus pies y su desempeñó es mucho mejor en las escenas de peleas cuerpo a cuerpo y de artes marciales, que en lo referido a la actuación. Pero esto no es un obstáculo para dejarse llevar por esta historia, en la que un muchacho, debido a un trabajo práctico que le pidieron en el colegio al que concurre, descubre que su imagen figura en una página web de gente desaparecida. La pregunta inmediata que le surge al joven es ¿quienes son esas personas que dicen ser sus padres? A partir de ese descubrimiento el muchacho lógicamente se inquieta y el filme despega a un frenético accionar, en el que Lautner, muy bien entrenado, se ve obligado a correr, saltar, subirse a un auto, a un tren, o incluso poner a prueba su lógica, para ir desenrollando el laberinto en el que se convirtió su vida. BUENOS Y MALOS Más tarde el muchacho irá atando datos que lo llevarán a averiguar la verdad de quienes son sus padres y qué ocurrió con ellos. En "Identidad secreta", su tema, precisamente no es el de una apropiación, pero sucede algo similar. Ocurre que el muchacho fue dado en custodia a una pareja debido a ciertos conflictos que sufrían sus padres originales. Pero en lugar de seguir contando la trama, lo mejor es ver este thriller con buena acción y un Taylor Lautner que hará suspirar a sus fans, que no son pocas. En lo que refiere al guión y su lenguaje narrativo, podría decirse que no escapa a las reglas convencionales del género. Hay buenos y malos, en el lío está metida la CIA, los datos se van revelando de a poco y las escenas de acción están correctamente filmadas, incluídas las explosiones. A lo mencionado se destaca que el papel de la psicóloga está a cargo de Sigourney Weaver, mientras que Taylor Lautner y su joven compañera Lily Collins, se complementan bien en sus papeles.