Existen afectos que curan Winter, el protagonista de esta película, es un delfín, al que se puede visitar si se viaja al acuario marino de Clearwater, en Florida, Estados Unidos. El delfín sufrió un accidente al quedar atrapado en una trampa para cangresos y debido a eso perdió su cola. Luego de un arduo cuidado y entrenamiento en un acuario, el mamífero terminó aceptando una cola ortopédica, con la que se mueve naturalmente en el agua y juega con los niños y adultos que se le acercan. Esta es la base de este relato, al que los guionistas Karen Janszen y Noam Dromi le añadieron una serie de situaciones que vuelven más lacrimógena la historia. Ocurre que "Winter, el delfin" es ese tipo de películas que emociona a niños y grandes, a partir de la observación de unos protagonistas que con paciencia y dedicación logran superar instancias muy dolorosas en sus vidas. Sawyer, el niño que cuida a Winter -luego de hacerse amigo de la hija del biólogo que atiende el acuario-, perdió a su padre y cuando descubre la comunicación y el afecto que el delfin parece dedicarse, el chico siente que su vida encuentra una nueva razón de ser. EL AGUA A ésta se añade la difícil situación por la que atraviesa un familiar del chico, que luego de ser campeón de natación, ingresa al ejército y por un accidente se ve obligado a usar muletas. Como si esos dos datos fueran pocos, el grupo de voluntarios y científicos que atienden el acuario, se ve obligado a asumir su cierre, debido a no poder continuar seguir manteniendo la institución. Pero son los niños, a los que justamente se les ocurre una solución inmediata que termina dando sus frutos. La película tiene un buen desarrollo dramático, se apoya en emociones intensas, en estrechar los lazos entre niños, padres y abuelos y si bien es conmovedor ver a tantos niños y adultos a los que algunos les falta una pierna o un brazo y se acercan a Winter, como si fueran a la búsqueda de nuevas energías para su subsistencia, también es verdad que una mascota, o un animal a veces, y en especial los delfines tiene sus propios poderes curativos, según dicen los especialistas. Este es un drama ideal para ver en familia y con niños de diez años en adelante y si algo tiene asegurada la película, es la de despertar emociones intensas. Además de las buenas actuaciones del pequeño Nathan Gamble, Kris Kristofferson y Harry Cormick jr.
La corrupción política El director y guionista aborda el tema de la injusticia y el tejido social dañado a través de las corruptas gestiones llevadas a cabo por los distintos gobiernos locales. Como en "Rita y Li", su filme anterior estrenado hace un par de semanas atrás, Francisco D"Intino vuelve a elegir un tema social para llevar al cine. Si en la anterior trataba el tema de dos mujeres inmigrantes, explotadas por un policía corrupto, en "El fin de la espera", es un hombre de más de sesenta años, que se encarga de una granja-hogar para chicos de la calle. Esta es la última película en la que actuó Ulises Dumont, él que falleció pocos meses después de terminado el rodaje, que se realizó en la provincia de Tucumán. Jacinto, a cargo de Dumont, es la historia de un hombre que intenta creer en una justicia utópica. Una fundación primero le entrega las tierras para construir ese hogar para niños y luego se las quita, a la vez que es estafado por un funcionario público que le promete una suma de dinero y luego le entrega un mínimo de lo pautado. El director y guionista aborda el tema de la injusticia y el tejido social dañado a través de las corruptas gestiones llevadas a cabo por los distintos gobiernos locales. El director se apoya en los afectos y le otorga un final inesperado a este filme simple y directo, con una admirable actuación de Ulises Dumont.
La manipulación génetica Splice es un thriller psicológico de ciencia ficción, con correctas actuaciones de Adrien Brody, Sarah Polley y Delphine Chanéac. Del director Vincenzo Natali, oriundo de Michigan, aunque vive en Toronto, se conoció hace varios años atrás "El cubo", en el que en un marco escenográfico abstracto, se dedicó a mostrar el comportamiento humano, en un entorno de encierro y cierta claustrofobia. En "Splice" Natali, que es coguionista, explora los alcances de la manipulación genética y la ética. Sus protagonistas son una pareja de científicos, un hombre y una mujer, que viven inmersos en un laboratorio, en el que se dedican a crear híbridos monstruosos, para luego experimentar y extraerles ciertos elementos que permitan un avance en la medicina y en el tratamiento del cáncer, el Alzheimer y otras enfermedades terminales. ADN HUMANO De unos primeros híbridos horripilantes, que son expuestos ante un amplio auditorio, la pareja se apasiona en llevar adelante una experiencia, en la que ella compromete su propio adn, lo que da como resultado una criatura, que pareciera tener los dos sexos, alas, cuerpo femenino y una cola similar a las criaturas azuladas de "Avatar" de James Cameron. Con este monstruo con el que comparten sus vidas en secreto, la pareja se dedica a estudiar su evolución, hasta que la criatura se le escapa de las manos, manifiesta comportamientos agresivos y todo parece complicarse. El resultado es un filme con un suspenso inquietante, en el que se muestran los aspectos más sórdidos de la manipulación genética. Desde este punto de observación, resulta una película muy interesante de ver y observar en lo que podría llegar a derivar la genética, puesta en manos de profesionales que pierden los límites entre la ética, sus conflictos personales y el negocio que esconden los laboratorios. "Splice" es un thriller psicológico de ciencia ficción, con correctas actuaciones de Adrien Brody, Sarah Polley y Delphine Chanéac.
Comedia negra y absurda Sergio Bizzio tiene una filosa y exquisita ironía para tomar personajes reconocibles (como en la obra de teatro "La China" coescrita con Daniel Guebel) y someterlos a situaciones bizarras, o absurdas. El novelista Sergio Bizzio, firma el guión de este filme (del que también es director), junto a Lucía Puenzo. De Bizzio se había visto en 2001 su película "Animalada", la original historia de un hombre, padre de familia, que se enamoraba de una oveja. En "No fumar..." si bien sus protagonistas son una pareja compuesta por una autora de libros infantiles y su marido masajista, la película incluye otras sub-historias, que ayudan a redondear una comedia negra e imprevisible. El dejar de fumar, como bien se sabe, provoca los más diversos síntomas en quienes lo padecen y en la pareja elegida no es una excepción. La dupla Bizzio-Puenzo logra a través de cada sub-trama despertar un punto de interés, en las que cada relato bien podría convertirse en un largometraje. ASESINO "CEREAL" Una de las más curiosas parejas del filme es la que conforman la ex actriz famosa a la que dan por muerta y el asesino "cereal", así se lo denomina, porque en cada uno de sus crímenes deja una caja de cereal de muestra. En este caso los papeles a cargo de una estupenda y convincente María Onetto y Luis Machín, le aportan su cuota de absurdo y originalidad. Mientras que el matrimonio de Horacio Acosta y Mausi Martínez, se encaminan hacia un tono más disparatado pero de igual ironía, la que alcanza su momento cumbre, cuando la mujer pasa de ser una autora infantil, a guionista de videos porno. Sergio Bizzio tiene una filosa y exquisita ironía para tomar personajes reconocibles (como en la obra de teatro "La China" coescrita con Daniel Guebel) y someterlos a situaciones bizarras, o absurdas. Con "No fumar..." consigue un filme correcto, con un casting de actores de pronunciada trayectoria teatral y cinematográfica.
Una temática de estos días La película es una adaptación de una novela del guionista Martin Prinz y en ella se conjugan dos aspectos muy interesantes: la necesidad de correr, escapar y la adrenalina que implica el desafío de robar un banco. Poner en riesgo la vida, para cerciorarse de que está vivo, es lo que propone este protagonista parco en palabras, en gestos y con una mirada siempre hacia sí mismo. Ese hombre que purgó la cárcel, corre sin parar y se anota en maratones, como todo deportista aspira al mayor trofeo, para una vez obtenido volver a empezar. Lo que se propone este Johann Rettenberger, que existió en la vida real, es no dejar nunca de correr y tampoco de robar bancos. El correr para él quizás tenga el significado de buscar, o aspirar a encontrar algo que le falta. El robar a su vez lo ubica en una zona de peligro constante, la que más tarde se verá matizada con el encuentro de una mujer, de la que en apariencia se enamora, o por ahí sólo se trata de constatar su propia piel, con la de otra persona, también para saber que se existe, que se está vivo. MATICES "Sin escape" es un filme que abre muchísimos matices de interpretación en el aspecto psicológico, en lo social, pero en definitiva, lo interesante de esta historia es que desprende un cierto misterio, en el que el espectador tal vez se sienta identificado en alguno de sus aspectos. Hay algo de lo que no se habla en este protagonista y hay una meta a cumplir, que tal vez para Johann tampoco está demasiado clara. Pero el ser testigo, como público, de esa búsqueda, invita a reflexionar sobre las conductas sociales, las que a veces convierten la existencia en algo arbitrariamente monótono. Con un armónico equilibrio narrativo, es un brillante estudio sobre una parte del comportamiento humano, con un actor -Andreas Lust- tan inexpresivo, como admirable.
Misterios de un alunizaje Esta es una docuficción sobre un hecho que puede haber ocurrido o no. Precisamente la intención de este thriller de ciencia ficción, tiene la función de sembrar la duda en el espectador, si realmente lo que está viendo fue real, o forma parte de la imaginación de los guionistas de esta película que dirigió el madrileño Gonzalo López-Gallego. Con una narración cinematográfica que se apoya en el cine documental y de ciencia ficción "Apollo 18..." va detallando instante a instante, lo que ocurre cuando la Nasa decide convocar a tres astronautas para enviarlos en una nueva misión a la Luna. El proyecto es absolutamente secreto y los hombres ni siquiera le podían revelar lo que iban a hacer a sus propias familias. Esta misión se llamó Apollo 18, de la que ni la NASA es capaz de definir si se realizó o no. O mejor dicho, más bien niegan el hecho. EN EL VACIO Lo cierto es que una vez realizado el alunizaje por los astronautas, éstos descubren una serie de hechos que comienzan despertar en ellos una misteriosa sensación de inseguridad. A pesar de tener mentalidad científica, los pilotos sufren de cierto pánico y más aún cuando descubren una nave soviética parecida a la norteamericana y más tarde manchas de sangre dentro y fuera de la cabina, por lo que presumen que sus colegas rusos están muertos. ¿Quién los mató? ¿Por qué murieron, o cuáles son las causas? es algo que los norteamericanos se disponen a investigar. Poco después una rara situación se produce dentro de la nave mientras descansan. Se escucha un ruido y más tarde una pequeña roca lunar aparece fuera de la bolsa hermética en la que se la había colocado. Más tarde se escuchan ruidos afuera de la nave y lo que sigue es la exploración a un cráter lunar, que parece una cámara refrigerada, por el intenso frío que se encuentra en esa extraña cavidad y a continuación uno de los astronautas vive una particular sensación, según lo comenta, en la que cree que su cabeza está por estallar. LA MISION El hecho se dice ocurrió en 1973 y el director Gonzalo López Gallego, igual que su colega Rodrigo Cortés (también español), en "Enterrado", lo que se propone explorar, es la sensación de claustrofobia y de asfixia que percibe tanto el espectador, como los mismos protagonistas, al sentirse atrapado u observado por algo que no se sabe qué es. Con planos cerrados y prácticamente en una sola locación, López Gallego se las ingenia para ir creando una espiral de suspenso y terror que va in crescendo, a la vez que mezcla imágenes de videos y tomas subjetivas que dan cuenta de lo que viven esos hombres, poco antes de un desenlace que aún hoy permanece en el misterio. Un guión poco trabajado, repetitivo, con escenas a las que le falta un mayor desarrollo dramático, el director trabaja la idea de un "terror externo que acecha" y lo hace con recursos que terminan convirtiéndose, por momentos, en una insalvable sensación de monotonía.
Canciones que vencen el tiempo El documental de Francisco D"Intino permite acercarse a la leyenda de los músicos de la cultura caicara, del litoral paulista, en Brasil. La música a través de los siglos se ha utilizado como elemento de comunicación entre los pueblos. Una canción une, un ritmo invita a bailar, o despierta en el que la interpreta, como el que escucha, quizás iguales sensaciones de melancolía, de romanticismo, de rebeldía, o de comunión. La cultura caicara que es a la que hace referencia el realizador cordobés en este documental, permite acercarse a un grupo de hombres de distintas generaciones, que han ido transmitiendo su saber a través de la narración oral, de las canciones. Su origen proviene de la mixtura, surgida a partir del siglo XVI, entre la inmigración africana, portuguesa y las comunidades indígenas del país vecino, por eso la cultura caicara no sólo se remite a la música, es una forma de pensar la vida. ISLA DE ILHABELA Los mayores exponentes de esta cultura habitan en la isla de Ilhabela y se dedican a la pesca, la artesanía, la construcción de sus propias viviendas, su música, tocan instrumentos como el violín, o de percusión. Una de esas leyendas de la música que aún sobrevive en sus familiares, es la obra del fallecido Felinho Camarao de Ilha, uno de los primeros creadores del samba caicara. El documental de Francisco D"Intino permite redescubrir el canto ancestral de unos hombres, que han sabido preservar en parte su patrimonio cultural. Así lo indica la investigadora María Claudia Franca Nogueira, que fue compañera de vida del mencionado Camarao de Ilha, cuyas canciones continúan interpretando sus sobrinos y sus hijos. "Caicaras, los hombres que cantan" permite un acercamiento visual y musical a una cara no tan turística, ni de tarjeta postal, que predomina en el país vecino.
Emotivo relato sobre la inmigración Una historia de amistad y solidaridad, es la que propone el director y guionista Francisco D"Intino, en este filme que detalla las dificultades cotidianas que se ven obligadas a enfrentar dos mujeres solas. Ellas son Rita y Li, la primera es una inmigrante paraguaya, que dejó a su hija de seis años y a su familia en su país natal y viajó a tentar suerte a la Argentina. La otra es de origen chino y tiene varios años de radicación y un pasado trágico, que remite al momento en que ella y su marido tenían un supermercado y durante la crisis de 2001, unos delincuentes les robaron el negocio y terminaron matando al hombre. CAJAS MISTERIOSAS Li que queda sola, es ayudada por un policía, dueño de un lavadero, que le da trabajo en ese negocio, a la vez que, igual que a la joven paraguaya, les retiene sus papeles, prometiéndoles que se encargará de conseguirles los documentos necesarios para que pueden moverse con libertad en la ciudad. Si bien las mujeres perciben que algo no está bien en la historia del dueño del lavadero, que esconde varias cajas misteriosas en el fondo del local, más tarde todo se esclarecerá y terminarán viviendo una situación dolorosa, que modificará sus vidas. Filmada en la provincia de Santa Fe, la película describe muy bien la relación con los vecinos, la amistad que va creciendo entre ambas mujeres y la dedicación a ese negocio, que consideran como propio. EMOCIONES SUTILES D"Intino se permite ahondar en emociones sutiles, que llegan al espectador, a través de silencios, de miradas, en los personajes, de relatarse una a la otra sus pequeñas historias de vida. Si bien el director no profundiza en situaciones como la inseguridad, la corrupción, la explotación a la inmigración, sobrevuela esos temas y lo hace con líneas simples y precisas, a la vez que le impone al relato un final, si se quiere poético, pero no demasiado inverosimil. Sin pretender ser una historia social, el filme transmite una poética de fraternidad, en la que se destacan con magníficos logros interpretativos, Julieta Ortega y Miki Kawashima. Junto a ellas, en buenas actuaciones, se ubican Antonio Birabent, Juan Manuel Tenuta y Juan Palomino.
Una familia presa del descontrol Basada en una novela autobiográfica del escritor belga Dimitri Verhulst, "La vitalidad de los afectos" propone una historia tan irreverente, como desprovista de prejuicios morales, a la hora de evaluar el comportamiento de una familia. Los Strobbe viven en un barrio de clase media baja, en una ciudad de Bélgica. La familia está compuesta por la madre jubilada y la única que aporta recursos económicos a esa casa, en la que habitan sus cuatro hijos. Uno de ellos separado, con un hijo adolescente. Ninguno de los hombres trabaja y viven sus días y noches, entre borracheras y apuestas inútiles al juego, que lo único que hace es endeudarlos. LOS VECINOS La anarquía parece reinar en la familia Strobbe, cuyo grupo a pesar de ser considerado por los vecinos como maleducados, sucios y vagos, se mantiene unido en el afecto y viste con orgullo ese apellido, que los define como un grupo de cuidado, para los que los conocen. El observador de lo que ocurre en esa casa, es el adolescente Gunther. El muchacho ya desde la escuela primaria, siente el deseo de convertirse en escritor, pero sin duda el medio lo invita más a delinquir que al estudio. La llegada de una asistente social a la casa termina modificando el entorno de Gunther y su familia y finalmente de lo que el espectador es testigo, es de que el muchacho decidió trasladar al papel lo vivido entre los suyos. VIGOR DRAMATICO En ese libro, al que primero las editoriales rechazan, se apoya esta historia filmada con sólidos recursos narrativos y un vigor dramático admirable. "La vitalidad de los afectos" no pierde en ningún momento el concepto de unidad familiar, a pesar de las crisis, la dosis frecuente de violencia o el maltrato entre pares. Emociones que se muestran crudamente, caracteres que se definen a través de un comportamiento humano bien estudiado por este joven cineasta representante de la "nouvelle vague" belga, son parte de este filme de un intenso atractivo dramático. La película en síntesis detalla lo que ocurre cuando uno pasa de ser hijo a padre y cómo se vive esa experiencia y se la asimila simplemente a través del afecto, la dedicación y el respeto al otro. Kenneth Vanbaeden y Koen De Graeve, hijo y padre en la ficción concretan una de las actuaciones más contundente de este fascinante friso familiar.
Producto al mejor estilo catástrofe Ya hubo varias "Destino final", como su número impar lo atestigua, pero ésta es en 3D y punto, porque en realidad no aporta nada nuevo al tradicional tema de cómo esquivar la muerte y las distintas zancadillas que puede sortear una persona para escapar de la Señora (o Señor) Inevitable. En este caso, como en la mayoría, hay un grupo de muchachos jóvenes que van de excursión y uno de ellos tiene la premonición de que cuando crucen el puente colgante van a caer al vacío. Como parece que Sam tiene un training especial en presagios, trata de salvar a su gente querida. Y lo logra. El asunto es que Peter, el mismo Sam, su novia Molly y cualquier sobreviviente que se precie está metido en una suerte de video game, cuya premisa central es cómo hacer para escapar de la muerte, que tozuda, no puede permitir que los sobrevivientes de una catástrofe tengan sobrevida. EL PUENTE La película está correctamente realizada técnicamente, tiene un buen diseño de producción y la escena de la caída del puente es la mejor en cuanto a efectos especiales. Es interesante el uso del 3 D y también el filme tiene su cuota de humor. La escena del oftalmólogo y la chica del peluche parece haberse equivocado de película y generada en algún túnel del horror de Hoteles o de alguna Noche de Brujas número dieciocho. Los actores son jóvenes, lindos y no muy expresivos (D"Agosto, Emma Bell) y la película se puede recomendar sólo a los que se interesen por este tipo de filmes, que no sean muy pretensiosos y a los seguidores de la saga que se dedican a imaginar cuáles van a ser los obstáculos que se le presentan a la muerte para impedir su misión. Criticamos su falta de originalidad, aunque al público adicto parece no haberle importado, del presupuesto original de cuarenta y cinco millones de dólares, ya llevan una ganancia de veinte millones, porque recaudó más de sesenta. Es un problema de adicciones.