Una voz en el teléfono Como su título lo anuncia, esta es la historia de un call center o, mejor dicho, de lo que pasa en un call center la noche que cae el sistema y tanto los empleados como la supervisora deben abandonar sus tareas. A lo largo de la noche vemos a los personajes interactuar, rebelar sus secretos y entrar en su intimidad. El fuerte de Callcenter es mostrar cómo en un ambiente distendido pero al mismo tiempo tenso cada personaje reacciona de manera distinta. También logra mostrar varias de las realidades actuales que sufren muchos jóvenes argentinos, tanto laboral como personalmente. También se destaca en la producción y la elección de los sonidos y canciones que aparecen durante el film. El juego que se realiza con la música típica que suena al llamar a un call center le da otro nivel de realidad a la historia y más profundidad a la película. Tal vez algunos personajes y problemáticas sea lo peor de esta historia. El guion cae en algunos clichés y se nota que los escritores buscan reivindicar este tipo de trabajo de una forma exagerada. En resumen, Callcenter es una película entretenida que nos hace reír en algunos momentos y reflexionar en otros. No termina siendo más de lo que esperamos, pero tampoco menos.
Cuando tiembla la tierra Terremoto es la segunda parte de La última ola (2015) y su trama se centra de nuevo en Kristian Eikjord, un geólogo que se ha transformado en un héroe para muchos por avisar acerca de la llegada de un tsunami. Eikjord decide mudarse a Oslo e investigar las posibilidades de un posible terremoto. El geólogo comienza a angustiarse por sus descubrimientos y volverse paranoico con el tema, nadie le cree que un próximo terremoto puede causar un desastre en Oslo. No se puede esperar demasiado de una película sobre desastres naturales. Cualquiera que haya visto El día después de mañana, 2012 o Geo-tormenta ya sabe qué esperar de la trama de este tipo de películas. Terremoto no sale ni una coma de la formula “clásica”, no hay nada demasiado nuevo o que realmente sorprenda al espectador. Las actuaciones son buenas pero la dirección no termina de aprovecharlas por completo. Tampoco ayuda el ritmo que lleva a la historia a hacerse un poco larga en algunos momentos y apresurar todo en otros. Podemos destacar que la película logra centrarse en el componente humano de la situación, los sentimientos de ciertos personajes que parecen genuinos y creíbles. Hacen que empaticemos un poco con una situación tan irreal. Terremoto es una película entretenida para ver con amigos si no hay otra cosa en cartelera. Cumple con lo que promete pero no sorprende para bien en ningún momento pero nos hace disfrutar de Oslo y sus edificios un rato, aunque esto implique verlos destruidos.
El arte de la simetría El director y “palindromista” Tomás Lipgot hace un recorrido por cuatro países siguiendo su pasión: las palabras y las frases reversibles. En este viaje, encuentra instituciones como el Club Palindromista Internacional y un cortometraje sobre el palindromo. Lipgot se identifica a sí mismo como un palidromista, su amor y curiosidad por este tipo de lenguaje lo trasladó a tierras lejanas para profundizar más su conocimiento acerca de este extraño mundo. A medida que avanza la película, conocemos a diversas personas que comparten su amor por los palíndromos. Sin importar su profesión, personas de todo el mundo forman parte del Club Palindromista Internacional, un club particular que nuclea a las personas con tan peculiar interés. El palíndromo es el protagonista, aparece como una ciencia y una pasión que no se centra solo en las palabras, sino que se puede observar en gestos, imágenes y música. Lipgot logra transmitirnos este interés por la simetría perfecta a través de lo que dicen los palindromistas. También se percibe una cierta estructura palíndroma misma en la película, con imágenes partidas al medio y en espejo. Lipgot genera a través de la música y el guion un relato relajado, simpático, divertido y entretenido. Nos muestra personas diferentes, estrafalarias, y su mirada sobre el mundo discursivo. La obsesión por la simetría es llevada al extremo, lo que nos lleva a preguntarnos sobre los verdaderos sentidos de las palabras, gestos e imágenes que utilizamos en nuestra vida diaria. La originalidad de Viva el palíndromo! se centra en mostrar desde adentro un mundo desconocido para la mayoría de las personas. También se diferencia del resto de los documentales ya que toma el concepto de palíndromo como una forma de ver el mundo y como una forma de mostrar a través de la imagen este mundo. El documental podría describirse como perfectamente simétrico, siguiendo el concepto de palíndromo, ya que contiene un cortometraje exactamente en la mitad del film.
Más que una amistad Lorenzo es un adolescente tímido, nerd e introvertido que vive en el sur del país con su familia. Su vida cambia cuando deben recibir a Caíto, el hijo de un amigo del pasado del padre. Caíto es muy diferente a Lorenzo, es extrovertido, irresponsable y tiene algunos problemas para adaptarse a esta nueva situación. La relación entre Lorenzo y Caíto comienza un poco tensa pero a medida que avanza la historia, los dos adolescentes encuentran una amistad, y lo que podría ser más que eso, en ese vinculo. Luego del éxito de películas como Call Me By Your Name y Moonlight, Martín Deus nos trae una versión local de una película con temática LGTB para adolescentes. En este caso, deja de lado lo sexual y se centra en lo emocional. La química de los personajes principales se muestra de forma sutil, deja mucho a la imaginación del espectador. Cosas tan simples como las miradas o ciertas actitudes, cumplen un rol principal mostrando lo que siente cada personaje. Los actores hacen un gran trabajo representando las emociones que va sintiendo cada personaje a lo largo de la historia. La actuación de Lautaro Rodriguez es para destacar. De hecho, fue Martin Deus quien lo “descubrió” como actor, y luego obtuvo un papel en Acusada, la última película de Lali Espósito. Moro Anghileri también saca lo mejor de sí para interpretar a la madre de Lautaro, que le pone los puntos a Caíto, pero logra que empaticemos con ella de todas formas. Mi mejor amigo despliega unos escenarios hermosos y una fotografía única. Al ser filmada en Santa Cruz, los paisajes hablan por sí solos y muestran las increíbles tierras de nuestro país que no conocíamos. Estos paisajes son bien acompañados con música placentera que nos va metiendo de a poco en la historia de amistad y amor de los personajes. Mi mejor amigo logra superar las típicas películas de amor heterosexual para adolescentes y presenta una propuesta diferente. Mantiene un buen ritmo y propone una historia enriquecedora para aquellos que están en esa etapa en donde se descubren y van formando sus relaciones.
Redescubriendo la libertad Luego de la reciente vuelta de la democracia en Chile, en 1990 Sofía, Clara y Lucas, unos jóvenes adolescentes, tienen sus primeras experiencias amorosas y atraviesan los miedos que estas conllevan. La historia se despliega en una comunidad aislada lejos de los peligros de la ciudad durante las preparaciones para la fiesta de año nuevo. La historia de Tarde para morir joven está basada en recuerdos autobiográficos de la infancia y adolescencia de la directora chilena, que creció en una comunidad ecológica alternativa. Se muestra la vida de Sofía, de 16 años, recién mudada a este pueblo, donde se encuentra con una nueva libertad y una vida con menos preocupaciones. Las actuaciones de los adolescentes se destacan, resultan naturales y cautivan la atención del espectador. Los adolescentes nos hacen emocionar con sus historias a través de situaciones mínimas. Las historias y actuaciones de los personajes más jóvenes contrastan con la de los adultos, que podrían tener un poco mas de desarrollo y dinamismo. La trama es fluida, y aunque la película es un poco larga, lo sensorial nos seduce y hace la película muy disfrutable. Tiene planos filmados en la oscuridad casi impecables, que logran expresar a través de siluetas más de lo que esperamos. La iluminación y los paisajes le dan el tono melancólico que atraviesa toda la película. El aspecto sensorial supera ampliamente al narrativo, hace que nos traslademos al pasado pero no nos cuenta una historia demasiado diferente a las “coming-of-age” de los últimos años. Tarde para morir joven busca reconectarnos con nuestro adolescente interior y la intensidad que eso significa, cuando el futuro es confuso e incierto. La banda sonora compuesta por música de los años 80 nos hace trasladarnos hacia un pasado y transmitirnos un sentimiento nostálgico.
La edad de la inocencia Agustina es una joven que sigue los pases de su madre, con quien convive luego de la desaparición de su padre. Al cambiar constantemente de pueblo, es siempre “la nueva”, aunque ella ya está acostumbrada. En este caso, se mudan a la ciudad de Resignación que la recibirá con algo diferente: llega al pueblo en el momento de mayor descubrimiento sexual de parte de los jóvenes habitantes. Agustina se deja llevar por la seducción de Pablo, con quien tiene su primera experiencia sexual. Amor urgente es un coming of age local que trata un tema ya abordado por diferentes películas de ese género. El guion es simple y los diálogos cotidianos. Al retratar una etapa y época por el que todos transitamos, es fácil empatizar con los personajes y hasta llegar a quererlos. La película roza constantemente lo ridículo y el humor incómodo. Tiene un comienzo un poco lento, pero a medida que avanza la película el ritmo se agiliza y la historia nos atrapa. Los personajes están bien construidos, sus acciones y palabras nos demuestran lo inocentes e ingenuos que son, y que todos hemos sido en algún momento. Si bien cae en algunos estereotipos (chicas populares de la escuela y un protagonista nerd), Amor urgente es un claro coming of age argentino que busca retratar la presión social que lleva a los adolescentes a hacer cosas que todavía no comprenden. La película nos hace reír, pero al mismo tiempo reflexionar sobre esta problemática.
Tiempo de valientes Teatro de guerra es un documental que busca mostrar las historias personales de soldados argentinos e ingleses que participaron en la guerra de Malvinas. Las historias personales de cada uno son convertidas en ficción y están recreadas por actores y por los mismos soldados. En este documental de Lola Arias, los soldados son transportados al pasado, con ayuda de algunos elementos escenomatográficos y sonoros que reconstruyen la guerra y sus memorias. Teatro de guerra busca humanizar a los soldados que representaron a nuestro país y al país enemigo durante esta guerra tan desastrosa. Los protagonistas se conocen y comparten sus experiencias de la guerra desde sus perspectivas. Incluso se los muestra formando una banda y tocando unas canciones. Si bien los soldados argentinos no hablan mucho ingles y los ingleses prácticamente no saben más de un par de palabras en español, se nota que pueden comunicarse entre sí y entenderse. Lola Arias se separa del típico enfoque sobre la guerra, no muestra ningún escenario bélico, ni la situación del país. LA guerra aparece directamente a través de las historias de los ex combatientes acompañadas por cuadros, tapas de revistas y fotos. Teatro de guerra es una película emotiva, pero que en ciertas situaciones nos hace reír, busca distender el ambiente tenso que genera recrear una guerra. A veces es un poco forzado, o la película puede trabarse en algunas temáticas no muy dinámicas, pero Teatro de guerra trae un enfoque diferente sobre la guerra de Malvinas.
El Rey y el guardia Reynaldo Galíndez, al quien llaman “Rey” (Matías Encinas), es un joven que busca escapar de su destino como delincuente. Al escapar de su primer robo, cae en el patio de la casa de un guardia de seguridad retirado, Carlos Vargas (Germán de Silva). Vargas le propone no entregarlo a la policía, a cambio de que repare el vivero de su esposa que dañó. Allí comienza la historia de ambos personajes y la relación padre-hijo que van formando. La educación del rey propone una historia que atrapa al espectador. Junto al montaje y la selección de música, se genera un clima de acción e intriga que lleva a preguntar al espectador que va a pasar con los personajes. Lo mejor de la película son las actuaciones de Matias Encinas (Rey) y Germán de Silva, los personajes principales que logran formar una relación especial. Ambos hacen que entremos en el mundo de su familia y sus vidas, con sus problemas y (pocas) alegrías. La película no muestra nada diferente, se inscribe dentro de un escenario donde las películas sobre delincuentes son exitosas, y gustan al público nacional, pero no resalta demasiado. No llegamos a empatizar con sus personajes ni a entender el verdadero mensaje que promueve la historia. La educación del Rey es solo otra película sobre el aprendizaje y los códigos dentro del ámbito policial y delincuente.
Detrás de Lucrecia Martel Todos los años la elección de la película nacional para mandar a los premios Oscar es controversial, pero el año pasado Zama causó opiniones disidentes por parte de los críticos y el publico. Años Luz pone a Lucrecia Martel en el centro de la escena y muestra cómo fue la filmación de esta película tan importante. La película comienza con un mail, un pedido del director Manuel Abramovich hacia Martel para documentar el detrás de escena de Zama, su nueva película. Los mails acompañan y ayudan a dar otra mirada sobre esta película a lo largo de todo el documental. Muestra la incomodidad de Martel de ser la protagonista de una película pero deja en claro el interés sobre la propuesta. Años Luz nos muestra lo difícil que fue filmar Zama y lo peor que puede ocurrir durante el rodaje de una película: cuando pasa un avión, cuando un actor no entiende lo que pide la directora, cuando un animal se escapa en plena locación. Demuestra que realizar una película de tal calibre no es tan fácil como parece. Las largas jornadas de filmación, que a veces romantizamos, son algo tedioso para todo el equipo. Este documental humaniza la figura de Lucrecia Martel, una de las directoras mas prestigiosas de nuestro país. Muestra cómo se siente insegura al protagonizar un documental, ser el centro de atención y que la cámara se encuentre de frente a ella y no al revés. En ciertos momentos la directora se pone firme e insistente con algunas cuestiones que tal vez molestan a los actores o el resto de equipo, pero así demuestra que es una persona como cualquier otra que no deja de ser profesional en ningún momento. Entonces, lo mejor de Años Luz es la transparencia: no oculta nada de lo que pasa en el rodaje de una película tan exacta y difícil de realizar. Muestra los momentos en los que Lucrecia Martel echa a Manuel Abramovich y cuando acepta de nuevo retomar el documental bajo sus condiciones. Todo lo que pasa aparece de una forma diferente, con planos que se centran en las actitudes de Martel y lo que sucede detrás de escena. Nada de lo que filma se pierde, todo sirve para dar un sentimiento de realidad y cotidianidad.
Luego de la muerte de su madre, cuatro hermanos están obligados a refugiarse en una antigua casa hasta que el mayor de ellos cumpla 21 años y pueda hacerse cargo del resto, y logren mantenerse unidos. A partir de entonces, las cosas empiezan a empeorar y los espíritus de la casa aparecen. Esta producción de Sergio Sánchez (guionista de El orfanato, Lo imposible y Palmeras en la nieve) se lanza como el primer proyecto escrito y dirigido por él, en busca de crear una historia de suspenso que mantenga a los espectadores en el borde de su asiento. Secretos ocultos nos trae a la pantalla grande actores que ya teníamos vistos de otras películas o serie: Charlie Heaton (Stranger Things), George MacKay (Capitán Fantástico), Anya Taylor-Joy (La bruja) y Mia Goth (La cura siniestra); y les da una vuelta de tuerca sus personajes. Las actuaciones de los cuatro hermanos protagonistas es lo mejor con lo que cuenta la película, muestra otra faceta de estos actores y actrices. Otro aspecto para destacar es el despliegue técnico de la película. Se nota que Secretos ocultos tuvo un gran presupuesto ya que lo que respecta a lo audiovisual es impecable. Todo parece estar medido a la perfección y tiene una fuerza visual que sorprende. Sánchez logra entrelazar diferentes géneros, la historia es una mezcla entre un drama familiar, una historia de terror y lo supernatural. La película tiene un primer acto muy fuerte y consistente pero todo se desmorona hacia el final. El desenlace arruina todo lo que fue creando la película desde el comienzo. Si bien Secretos ocultos cae en algunos clichés de las películas con fenómenos paranormales como los espíritus, crea un suspenso que se mantiene a flote gracias a las actuaciones de los personajes y la fotografía más que el guion. Hacia el final, el guión decae y deja al espectador con sentimientos encontrados.