El año 2014 se inicia con una gran película. Se trata de la adaptación cinematográfica contemporánea (la primera fue en 1947 de la mano del director Norman Z. McLeod) de “La Vida Secreta de Walter Mitty”, un cuento corto escrito por James Thurber que apareció publicado por primera vez en Marzo de 1939 en la revista The New Yorker. Además de dirigir el film, Ben Stiller es quien encarna a este personaje, un soñador despierto que -por momentos- se aleja y se desconecta de su monótona vida (que no incluye nada que valga la pena mencionar como para completar en un perfil social de citas) siendo el protagonista de contínuas fantasías (llenas de heroísmo, romance y acción) que se generan dentro de su poderosa e imaginativa mente. Walter trabaja procesando negativos en el departamento de fotografía de la Revista Life, la cual, como consecuencia de la era moderna, se encuentra transitando su última edición impresa antes de convertirse en una publicación digital y con un nuevo directorio encabezado por Ted Hendricks (Adam Scott), un tipo arrogante que, además de provocar al protagonista, está a cargo de los cientos de despidos de muchos empleados de antaño que son los que ayudaron a que la revista se haya convertido en lo que es en la actualidad. Para la última portada, el fotógrafo estrella, Sean O’Connell (Sean Penn), envía los negativos de su último viaje, de los cuales selecciona el fotograma número 25. El problema es que no está, lo que obliga a Walter a embarcarse en un viaje que lo llevará de Nueva York a Groenlandia, Islandia y Afganistán en busca del responsable que tomó la foto y encontrar el negativo perdido. Sin dudas, un viaje transformador que hace que este soñador tome las riendas de su vida y salga al mundo y comience a vivir su propia aventura en la vida real, una todavía más extraordinaria que cualquier cosa que pudiera haber imaginado. En tiempos en los que nos “miramos” y “vivimos” a través de una pantalla (de hecho hay una interesante reflexión del personaje de Penn desde el punto de vista de la fotografía) “La Increíble Vida de Walter Mitty” nos invita a reflexionar sobre nuestras propias vidas (aquellas que compartimos en cuanta red social existe) alentándonos a salir del plano virtual, a tomar coraje para enfrentar cualquier situación como así también a tomar la decisión y salir disfrutar y experimentar lo que el mundo tiene para ofrecernos. De esta encantadora historia (de cuyo desarrollo se destacan los efectos visuales, la fotografía y la música), también participan Shirley MacLaine y Kathryn Hahn como la hermana y madre de Mitty, respectivamente; el comediante Patton Oswalt como el consejero del sitio de citas eHarmony y la gran Kristen Wiig como el interés romántico. - See more at: http://www.cineymas.com.ar/2014/01/la-increible-vida-de-walter-mitty-the-secret-life-of-walter-mitty/#sthash.Xa1gOz9s.dpuf
Por fin llegó el día tan esperado por muchos. Tal como su predecesora, la segunda entrega de la adaptación cinematográfica de la trilogía literaria escrita por la autora norteamericana Suzanne Collins, se estrenó a nivel mundial y en la Argentina, lo hizo un día antes de su estreno comercial en los Estados Unidos. “Los Juegos del Hambre: En Llamas” continúa la historia de Katniss Everdeen (la talentosa y carismática Jennifer Lawrence) a partir de donde concluyó la primera parte. Tras ganar -contra todo pronóstico y junto a su compañero del distrito 12 Peeta Mellark (Josh Hutcherson)- la edición número 74 de esta competencia creada por el tiránico y cruel Capitolio de Panem, nuestra heroína regresa para reencontrarse con su madre (interpretada por Paula Malcomson) y su hermana Primrose (Willow Shields). Pero no tiene mucho tiempo para ello, ya que la dupla ganadora debe iniciar el “Tour de la Victoria”, bajo la estricta vigilancia del malvado presidente Snow (un excelentísimo Donald Sutherland), quien amenaza a la valiente joven con hacerle daño a los suyos y a sus seres queridos (Gale incluído, el papel a cargo de Liam Hemsworth) si no “vende” a las cámaras aquello que le sirvió tan ingeniosamente para sobrevivir en la Arena: su supuesta historia de amor con Peeta. En su recorrida por los diferentes distritos, y mientras recuerdan a los “tributos” caídos de cada uno de ellos, Katniss y Peeta son testigos del surgimiento de una rebelión de éstos contra el Capitolio porque la población comienza a tener fe y esperanza para luchar contra la opresión al tiempo que ve una imagen de liderazgo en la personalidad de esta muchacha que se convierte en el blanco de Snow, quien debe frenarla y con ello cualquier intención de que la gente se levante contra él y como consecuencia, perder el control del Capitolio. Para ello designa a un nuevo Jefe de seguridad llamado Heavensbee (encarnado por Phillip Seymour Hoffman), quien realiza una pequeña modificación para los próximos juegos (la edición nro. 75 celebra el Vasallaje de los Veinticinco). Los tributos serán seleccionados del grupo actual de vencedores de todas las ediciones que se han llevado a cabo, lo cual obliga a Katniss y a Peeta a volver a la Arena y pelear nuevamente por sus vidas. “Toda revolución comienza con una chispa” señala el lema de la novela y por ende el de esta película en la que “la chica en llamas” (o como diría yo “la chica del sinsajo”) poco a poco se va convirtiendo en el símbolo de una revolución que está por venir. La primera entrega, que fue una excelente adaptación y a un gran nivel, ha sido una mera presentación de contexto y personajes, los cuales aquí se profundizan mucho más en una historia oscura que apuesta a más y que sobrepasa el género teen meloso (de más está decir que es muy superior a otras de su estilo… llamese “Crepúsculo”) y cuyo universo logra atrapar a generaciones de adultos; no sólo con la línea argumental de Katniss sino también con las referencias políticas que son atemporales. Esta frase que Haymitch Abernathy (el personaje que vuelve a interpretar Woody Harrelson) le dice a la pareja protagónica, lo resume todo. “De ahora en más, su trabajo es ser una distracción para que la sociedad olvide cuáles son los verdaderos problemas”. Francis Lawrence (“Soy Leyenda”), quien tomó la posta dejada por Gary Ross, realiza un gran trabajo como director. En cuanto al elenco, además de Harrelson, regresan Elizabeth Banks, Lenny Kravitz, Stanley Tucci y Toby Jones con sus respectivos papeles de Effie, Cinna, Caesar Flickerman y Claudius Templesmith; éstos últimos los relatores de Los Juegos del Hambre. Entre los debutantes, los que más destacan son los personajes de Jena Malone, Sam Caflin y Jeffrey Right. - See more at: http://www.cineymas.com.ar/2013/11/los-juegos-del-hambre-en-llamas-the-hunger-games-catching-fire/#sthash.FHF7oSUV.dpuf
"Mi nombre es Niki Lauda. En el mundo de las carreras se me conoce por dos cosas. La primera, por mi rivalidad con él, James Hunt; y la segunda, por lo que ocurrió el 1º de Agosto de 1976, cuando persiguiéndolo en la pista, tuve un accidente", narra en voz en off Daniel Brühl, el actor que encarna al piloto austríaco campeón de la Fórmula 1 en tres ocasiones (1975, 1977 y 1984) en la más reciente película dirigida por Ron Howard ("Apollo 13", "Una Mente Brillante", "El Código Da Vinci"), la cual recrea la época dorada -pero también la más peligrosa- de la categoría reina del automovilismo mundial en tiempos en los que un promedio de tres pilotos por temporada perdían la vida. Escrita por Peter Morgan ("Frost/Nixon: La Entrevista del Escándalo", "La Reina"), la trama (cuyo guión está muy bien estructurado) se centra en los legendarios enfrentamientos entre el propio Lauda y el británco James Hunt (papel interpretado por Chris Hemsworth), dos personalidades muy distintas con estilos de vida muy diferentes. Uno es un metódico estratega con conocimientos de ingeniería automotriz y reservado; el otro, carismático y telantoso, pero arrogante. Todo un playboy al que le encantaba estar de fiesta y divertirse con las mujeres bebiendo alcohol, fumando cigarrillos y consumiendo sustancias ilegales. Pero hay algo que ambos tenían en común, además de la adrenalina que genera la velocidad: el haber desafiado a sus padres (ambos pertenecían a familias adineradas) dejando de lado el estudiar una carrera de grado para dedicarse a ser pilotos y abrirse camino hacia la F1. Hasta llegar al hecho que cambió de cierta manera la vida de Lauda (el accidente -casi fatal- que sufrió en el circuito de Nürburgring, Alemania, en el cual sufrió severas quemaduras de tercer grado en su cabeza y cuerpo), "Rush - Pasión y Gloria", si bien se desarrolla tomando como eje toda la temporada de 1976, va llevando al espectador desde los comienzos de ambos, jóvenes novatos, en la Fórmula 3 hasta sus respectivos primeros pasos en la máxima categoría. Mientras Lauda comenzaba en el equipo BRM, donde conoce a su compañero Clay Regazzoni (papel a cargo de Pierfrancesco Favino), Hunt es contratado por Hesketh Racing. Más tarde, Lauda se une a la Scuderia Ferrari y Hunt logra conseguir un puesto en McLaren. Pero el film no sólo se dedica a mostrarnos sus colisiones dentro de las las pistas; también le dedica parte del metraje a sus vidas privadas. Mientras los dos corredores se exigen hasta el punto máximo de su resistencia física y psicológica, el británico se casa con la modelo Suzy Miller (Olivia Wilde), mientras que el austríaco desarrolla una relación con Marlene Knaus (Alexandra Maria Lara). La recreación de época es formidable. Comenzando por el diseño de producción (una combinación de locaciones reales y CGI), vestuario y accesorios, pasando por los aspectos técnicos, entre los que se destaca la fotografía, de tono lavado, a cargo de Anthony Dod Mantle, quien utilizó algunos lentes de aquellos tiempos. Por su parte Mark Coulier ("La Dama de Hierro"), logró un trabajo con prótesis tan acertado que, aún en primeros planos, pueden verse las cicatrices de las quemaduras. Por todo ésto y mucho más (las actuaciones de Hemsworth y Brühl son perfectas), Howard logra, de una manera muy verosímil, transportarnos no sólo a la década de los 70 sino a aquellas carreras que no contaban con los avances tecnológicos que existen en la actualidad, en las cuales los pilotos arriesgaban absolutamente todo para ser campeones, prácticamente sin margen para el error. Así, logra contarnos la historia de dos hombres con grandes fallas y conflictos internos que competían uno con el otro, no sólo para ganar los grandes premios, sino para superarse entre sí. Su rivalidad los llevó a ser hombres más completos, al empujarse uno al otro a mejorar no sólo dentro de las pistas sino también fuera de ellas. Entretenida, fascinante, vertiginosa y adrenalínica... eso es "Rush - Pasión y Gloria".
Con motivo de las 10 nominaciones a los Premios Oscar (incluyendo Mejor Actriz, Mejor Director y Mejor Película), Warner Bros. Pictures reestrena en la Argentina la asombrosa película dirigida por el mexicano Alfonso Cuarón (“Y tu mamá también”, “Harry Potter y el prisionero de Azkaban”, “Niños del hombre”), quien nos invita a vivir una experiencia cinematográfica nunca antes vista con este drama/thriller espacial en el que lo técnico (sobre todo la tecnología 3D) está al servicio de la historia y lo puramente actoral y no viceversa, como en la mayoría de los casos. Aquí, estos aspectos se combinan de una manera formidable para narrarnos la tensionante historia de dos -en realidad tres- astronautas que quedan varados en el espacio sideral, a 600 km por encima de la Tierra. Se trata de la Dra. Ryan Stone (brillante desempeño de Sandra Bullock), una técnica en medicina que se encuentra realizando su primera misión espacial a bordo del transbordador Explorer junto con el veterano Matt Kowalsky (George Clooney está muy bien en su papel), un astronauta en su último vuelo antes de retirarse. El equipo se completa con Shariff (Paul Sharma). Durante una caminata espacial, al parecer de rutina para reparar el Telescopio Hubble (excepcional el plano secuencia de 10 minutos que inicia el film), Control de Misión en Houston (voz de Ed Harris) les advierte que los rusos se deshicieron de un satélite fuera de servicio mediante un ataque con un misil que ha provocado una reacción en cadena y la formación de una nube de desechos espaciales, lo cual genera una catástrofe: el transbordador se destruye y las comunicaciones se pierden, dejándolos completamente solos, a la deriva girando en la vasta oscuridad. A partir de ese momento ambos protagonistas deberán tratar de mantenerse juntos y así llegar a la Estación Espacial Internacional que finalmente los saque de allí, lo cual es muy complicado para estos dos personajes que se encuentran en “caída libre”. Pero la película se centra más en el personaje de Bullock, el cual carga con un conflicto/trauma previo de su vida personal y con el cual también tiene que lidiar mientras lucha por sobrevivir. Más allá de lo que tiene que afrontar allá arriba (comienza a acabarse el oxigeno, el combusible, el tiempo y todo lo que pueda ayudarla a regresar a la gravedad de la Tierra), el espacio en sí mismo es una metáfora que la hará reflexionar sobre la aceptación de la muerte y el renacer humano y la clave de ello está en el fragmento en el que ella entabla contacto radial con Aningaaq (voz de Orto Ignatiussen), un pescador Inuit de Groenlandia. Cuarón, y su hijo Jonás no sólo concibieron una historia que se trata sobre las aterradoras adversidades en la inmensidad del espacio sino sobre esta premisa que menciono en el párrafo anterior. Literalmente y no tanto, ella se ve obligada a aferrarse a algo (“No te sueltes”, señala el lema de la película).
Quentin Tarantino presenta el debut cinematográfico del rapero Robert Fitzgerald Diggs, más conocido como RZA, como director, guionista (sobre una historia propia co-escrita junto a Eli Roth) y actor principal de su primer proyecto para la gran pantalla. El resultado es una película de acción y aventura inspirada en los clásicos del kung fu en la que se puede notar claramente la estética, los recursos y el estilo "tarantinesco" de "Kill Bill: Vol. 1 y Vol. 2" que parecen haber influído al músico oriundo de Brooklyn luego de su colaboración musical en ambas películas. Ambientada en la China del siglo XIX, "El Hombre con los Puños de Hierro" cuenta la épica historia de un herrero (RZA) fabricante de herramientas para matar que las vende a quien sea que las necesite, ya sea miembro de un clan u otro dentro de Pueblo Selva. Su objetivo es juntar dinero y escapar con su amada Lady Seda, una prostituta encarnada por la actriz Jamie Chung. Pero el universo tiene otros planes para el protagonista, quien se ve inmerso dentro de una guerra entre clanes que se origina cuando León de Oro (Kuan Tai Chen), líder del Clan de Oro, es traicionado y asesinado al momento de encargársele la tarea de transportar un cargamento de oro perteneciente al Gobernador. El humilde y marginado herrero, cruza su camino con Zen Yi (Rick Yune) y lo ayuda en su misión para destruír al traidor que acabó con la vida de su padre. Mientras lucha junto a héroes icónicos en contra de villanos desalmados, el herrero canaliza una antigua energía que lo transforma en un arma humana, por lo que debe aprender a utilizar su poder para convertirse en el salvador de su pueblo adoptivo. No es la gran cosa. Es un producto heterogéneo que combina géneros y estilos narrativos, cuyo atractivo sólo recae en el aspecto visual al presentarnos increíbles secuencias de artes marciales de maestros mundiales en estas disciplinas. La historia y el guión, sin dudas, no es el punto más fuerte de esta película que por momentos pierde el rumbo. Junto a RZA, actúan Russel Crowe y Lucy Liu, cuyo personaje es similar a su O-Ren Ishii en la mencionada "Kill Bill".
Casi treinta años después de su estreno en 1984, en pleno desarrollo de la Guerra Fría, la película concebida por Kevin Reynolds (historia y guión) y John Milius (dirección y guión), y protagonizada por Patrick Swayze, Charlie Sheen, Lea Thompson y Jennifer Grey, tiene su remake. Mientras en aquella producción la "amenaza roja" era de origen soviético (Reagan y "el imperio maldito") en esta versión actualizada que mantiene los temas esenciales de la historia original, la única diferencia es que el enfrentamiento es entre los Estados Unidos, comandados por el presidente Barack Obama, y Corea del Norte, a cargo del caprichoso Kim Jong-un, una enemistad latente provocada por asuntos relacionados con pruebas balísticas y misiles nucleares. La historia básicamente se trata de una invasión. Casi como una de tipo extraterrestre, un día una pequeña ciudad del estado de Washington llamada Spokane, amanece ante la surreal visión de soldados extranjeros cayendo del cielo con sus paracaídas. Asombrosamente, los norteamericanos han sido invadidos por los norcoreanos y la ciudad es el blanco inicial del ataque. Nada se sabe sobre lo que sucede, sólo que los ciudadanos se encuentran prisioneros en su propio hogar. Liderados y entrenados por Jed (Chris Hemsworth), un marine que se encuentra de licencia en su pueblo natal, un grupo de adolescentes entre los que también se encuentra su hermano menor Matt (Josh Peck), están determinados a defenderse. Así, conforman un grupo de jóvenes patriotas que se reorganiza hasta formar una resistencia. A ellos se suman Toni (Adrianne Palicki), Robert (Josh Hutcherson), Erica (Isabel Lucas), Daryl (Connor Cruise) y Danny (Edwin Hodge). Dan Bradley, un realizador que ha trabajado como encargado de la segunda unidad de películas como "La Supremacía de Bourne", "El hombre Araña 3", "007 Quantum of Solace" y "La Ciudad de Las Tormentas", entre otras, dirige su primer largometraje, cuyo resultado termina siendo, como en la mayoría de las películas de Hollywood, una oda al patriotismo. Si bien ésta recae en las ideologías propias del comunismo y el capitalismo y el poderío militar de uno y de otro, resulta entretenida por momentos pero ridícula e inverosímil, en otros.
A una semana de su estreno comercial en los Estados Unidos, y a punto de cumplirse dos años de su fallecimiento, llega a las salas de nuestro país el primer largometraje enfocado en la vida de Steve Jobs, co-creador de Apple (en 1976, junto a Steve Wozniak y Ronald Wayne), co-fundador de Pixar y máximo accionista individual de The Walt Disney Company. ¿Por qué digo el primero? Porque, en medio de ciertas polémicas (Wozniak dice que hay muchas cosas erradas y omitidas en este film, por lo cual lo responsabiliza a su protagonista, Ashton Kutcher), ya se está preparando otra versión, una biopic basada en la biografía autorizada escrita por Walter Isaacson. El encargado del guión es el "oscarizado" Aaron Sorkin, escritor de "Red Social". Pero lo que nos concierne aquí es evaluar esta producción dirigida por el poco conocido Joshua Michael Stern y escrita por el debutante Matt Whiteley. A pesar de las fallas evidentes en cuanto a lo que se incluyó en el argumento -y lo que no- hay que destacar el trabajo de Kutcher, quien se pone en la piel del excéntrico empresario y magnate de las computadoras (el parecido físico es increíble) de una forma muy convincente para lo que le toca interpretar y expresar a través de este personaje un tanto desaprovechado. No está del todo mal pero tampoco está del todo bien. El relato de la película, que realiza un recorrido por algunos de los momentos decisivos de su vida, incluyendo éxitos y fracasos (como el proyecto "Lisa") del hombre que revolucionó el mundo de la tecnología y el entretenimiento allá por la década del 80, se inicia en el año 2001 cuando Jobs devela, a sus 46 años en una conferencia interna de los empleados de Apple, el artefacto que cambiaría la historia de la compañía, el famoso iPod, el reproductor de música insignia de la marca de la manzanita que permitía tener 1000 canciones en el bolsillo. Luego, la trama se traslada a la juventud de Steve, sus primeros años como un joven hippie rebelde, el abandono de sus estudios universitarios (no tenía idea qué rumbo tomar), sus motivaciones y las personas que lo acompañaron en el camino que lo llevó a convertirse en uno de los más venerados emprendedores creativos del siglo '20. Uno de ellos, es precisamente Steve "Woz" Wozniak (Josh Gad), un joven ingeniero electrónico cuyo invento, una placa madre, es el que los lleva a desarrollar la revolucionaria Apple I, primera computadora hogareña, y la posterior Apple II, un éxito en ventas. Pero lo que sucede es que muchos de los aspectos de su vida personal y como hombre de negocios, algunos de ellos turbulentos, o son omitidos o son desarrollados fugazmente quedando sin resolver, perdiéndose en medio del metraje. Por ejemplo su experimentación con alucinógenos, el rechazo a reconocer a su primogénita, el origen del logo de Apple, la relación con Bill Gates, la creación de NeXT software o la adquisición de The Graphics Group, posteriormente conocida como Pixar, etc. Si bien hay equivocaciones, lo que hay que tener en claro es que "JOBS" se remite a repasar sólo veinte años en la vida de este gurú de la tecnología, centrándose únicamente en él y en sus actitudes (muchas de ellas cuestionables), su éxito, y su manera de lidiar con éste durante los primeros años de Apple Computers hasta su regreso en 1996 para ocupar el mando de la empresa que él mismo creó y de la cual había sido forzado a dejar, lo que llevó al lanzamiento sucesivo de productos reolucionarios como el iPod, el iPhone y el iPad.
Jason Bateman vuelve a trabajar junto al director Seth Gordon ("Quiero Matar a mi Jefe") en esta divertida comedia en la que comparte protagonismo con la ascendente Melissa McCarthy, la actriz que, si bien es conocida por su trabajo en series como "Gilmore Girls", "Samantha Who?" y la actual "Mike & Molly", cobró notoriedad luego de su participación en el film "Damas en Guerra". En esta película, la comediante del momento interpreta a Diana, una mujer que roba identidades, gracias a lo cual se da la gran vida y tiene, en lo que respecta a lo material, todo lo que quiere. La más reciente víctima de esta estafadora profesional es Sandy Bigelow, un hombre de clase media que trabaja en una compañía financiera que no lo respeta para nada (su despreciable jefe está interpretado por Jon Favreau) y al que no le cierran los números para mantener a su esposa embarazada (Amanda Peet) y sus dos pequeñas hijas. Cuando sus compañeros de trabajo deciden crear su propia compañía y lo invitan a que sea parte del equipo, con un salario mucho mayor, Sandy ve que su situación financiera está por mejorar... hasta que descubre que alguien, al otro lado del país, más precisamente en Florida, está haciendo mal uso de su nombre -y de su dinero-. Y no sólo eso, sino que le está creando todo tipo de problemas con la ley (una supuesta cita en la corte a la que no se presentó). Como la policía local se ve imposibilitada en arrestarla en otro estado (toda esta situación pone en peligro su nuevo puesto de trabajo), Sandy decide ir a confrontarla y atraparla para entregarla a las autoridades y así limpiar su nombre. Desde Denver, emprende un viaje hasta Miami para capturar a esta supuesta "indefensa y tierna" mujer de aspecto robusto que, en teoría, no debería presentar ningún inconveniente. A partir del encuentro entre estos dos personajes, se suceden una seguidilla de situaciones que generan carcajadas, porque a este hombre de familia no le es fácil lidiar con esta criminal a la que debe convencer de viajar con él para aclarar el problema en que lo metió. En esta especie de "road movie", todo empeora cuando aparecen otros dos criminales (encarnados por el cantante "T.I" y por Génesis Rodríguez) y un cazarecompensas (Robert Patrick) que también están en busca de Diana. Esta línea argumental muy secundaria no se desarrolla por completo; sólo aporta lo justo y necesario para complicar las cosas. Una comedia entretenida en la que resalta la buena química que se genera entre la dupla protagónica.
El multifacético Hugh Jackman vuelve a ponerse en la piel del personaje que, según sus propias declaraciones, tanto le gusta interpretar y al que -nunca tan bien utilizado el término- le imprime mucha "garra". Wolverine, tal vez el más icónico del universo de los X-Men de la Marvel Comics, regresa a la gran pantalla en esta secuela de la película del año 2009, la cual repasaba los primeros años en la vida del mutante ("X-Men Orígenes - Wolverine"). Como sabemos, Logan es inmortal debido a que puede regenerarse y está cansado de que pasen los siglos sin un motivo por el que seguir viviendo. Su condición, lo ha llevado a vivir guerras, batallas y también muertes de sus seres queridos, y ha llegado a un punto en el que ha sufrido un gran desgaste. La trama de este film dirigido por James Mangold ("Inocencia Interrumpida", "El Ttren de las 3:10 a Yuma", "Johnny y June - Pasión y Locura"), basado en la serie limitada de historietas creada por Chris Claremont y Frank Miller, se desarrolla luego de los sucesos vistos en "X-Men: La Batalla Final", la tercera parte de la trilogía en la que Wolverine tuvo que acabar con la vida de su amada Jean Grey (breve aparición de Famke Janssen) porque, como Fénix, era peligrosamente destructiva. Aquí lo vemos tratando de lidiar con sus propios demonios, alejado de todo y de todos, viviendo como un completo hermitaño. Pero uno día es contactado por Yukio (la debutante Rila Fukushima), una joven que puede predecir el futuro y que es enviada a buscarlo por un antiguo conocido suyo a quien salvó hace muchos años atrás en la ciudad de Nagasaki durante la caída de la bomba atómica que culminó con la Segunda Guerra Mundial. Se trata de Hashida (Haruhiko Yamanouchi), un poderoso empresario japonés que se encuentra en su lecho de muerte en Tokio, quien -antes de morir- quiere agradecerle a Wolverine, en persona, dándole un "regalo": su mortalidad a cambio de la inmortalidad que tanto le pesa al protagonista. Pronto, Logan se ve inmerso en un complejo plan de traiciones en el que también están involucrados una peligrosa mutante llamada Viper (Svetlana Khodchenkova), yakuzas, ninjas y samurais que tienen como objetivo eliminar a Mariko (interpretada por la modelo y actriz Tao Okamoto), la nieta de Hashida, quien es protegida por un Wolverine vulnerable, herido y sin su capacidad de sanar. Repleta de acción, la trama de fondo profundiza la construcción narrativa de este gran personaje formidablemente interpretado por Jackman, haciendo hincapié en el dilema interno que atraviesa Wolverine, entre parecerse a un animal o a un ser humano. Consejo: No levantarse de la butaca en el final, porque entre los créditos hay una increible escena adicional que enlaza con la tan esperada "X-Men: Days of Future Past" que se estrenará en mayo de 2014.
¡Es "Rápidos y Furiosos"... pero con caracoles! La nueva propuesta en 3D de los estudios DreamWorks Animation, los mismos responsables de "Kung Fu Panda" y "Los Croods", gira en torno a un pequeño caracol de jardín llamado Teo (voz de Ryan Reynolds) que está cansado de su rutinaria, aburrida y lenta vida. El insatisfecho molusco, autonombrado "Turbo", está obsesionado con la velocidad. Quiere dejar de lado el trabajo que comparte con los otros de su misma especie -el de recolector de tomates, su principal fuente de alimentación- para perseguir su gran sueño: competir en las 500 millas de Indianápolis, una de las tres competencias más importantes del mundo de la especialidad. Claro que es una idea extremadamente loca y resulta un tanto imposible que el pequeñín logre su cometido. Pero como bien dice su ídolo, el exitoso corredor francés Goyo Ganador (en la voz del comediante "SNL" Bill Hader) "... ningún sueño es demasiado grande, y ningún soñador es demasiado pequeño". Turbo entrena incansablemente, y mide su progreso con una regla de un metro (su mejor récord es haber recorrido el "trayecto" en 17 minutos). De manera milagrosa, en realidad mediante una infusión accidental de óxido nitroso que termina modificando su estructura molecular (como consecuencia de que Turbo va a parar adentro del motor de un Camaro que está corriendo una picada en la calle), el protagonista adquiere super velocidad que lo lleva a alcanzar los 320 kilómetros por hora. A partir de ese momento, la lentitud ya no es un impedimento para el caracol. El molusco motorizado cruza su camino, ese mismo que emprendió para cumplir su sueño, con Tito (voz de Michael Peña), un vendedor de tacos que también tiene su propio deseo. Si bien es co-propietario -junto con su hermano Ángel (voz de Luis Guzmán)- de un negocio y un camión que comercializa esa típica comida mexicana, la actividad secundaria de este muchacho bonachón es enfrentar a caracoles, unos contra otros, en competencias de carreras no tan rápidas y furiosas. Así es como Turbo conoce a los "Caracoles de Carreras". Chicotazo (voz de Samuel L. Jackson), Pepe Maniobra (voz de Snoop Dogg), Pólvora (voz de Maya Rudolph), Derrapón (voz de Ben Schwartz) y Sombra (voz de Michael Patrick Bell, conforman un grupo heterogéneo con caparazones que parecen mini coches de carreras. El reparto de voces de esta excelente y entretenida comedia animada se completa con Ken Jeong como Kim Ly, una irritable y vieja dueña de un salón de manicura; la "rápida y furiosa" Michelle Rodriguez como Paz, dueña de un taller mecánico; Richard Jenkins como Bobby, dueño de una de las más menospreciadas (y desoladas) tiendas de hobbies en el Valle de San Fernando y Paul Giamatti como el caracol Chet, hermano de Turbo. A ellos se suman las participaciones de los pilotos profesionales Dario Franchitti, cuatro veces campeón de la IndyCar Series y ganador en tres ocasiones de las 500 millas de Indianápolis; el legendario Mario Andretti y los prestigiosos pilotos Helio Castroneves y Will Power, quienes además ayudaron para que el proyecto se sintiera lo más auténtico posible.