Tremenda sorpresa me he llevado con esta entretenida y pegadiza -en términos musicales- propuesta de Jason Moore, un prestigioso director de teatro (el musical de Broadway "Avenida Q") y de televisión (las series "Dawson’s Creek", "Everwood", "One Tree Hill" y "Brothers and Sisters") que incursiona en el cine con esta adaptación de la novela de no ficción "Pitch Perfect: The Quest for Collegiate A Cappella Glory". El libro, escrito por el periodista Mickey Rapkin, le brinda a los lectores detalles de la subcultura de los cantantes a capela y explora la proliferación de estos competitivos grupos de aficionados que surgen en los "Clubs Glee" de las escuelas secundarias. Kay Cannon, guionista de "30 Rock" y "New Girl", tomó la premisa del relato y la convirtió en la divertida trama de "Ritmo Perfecto", película que cuenta la historia de Las Bellas, un grupo de estudiantes de la Universidad de Barden que cantan a capela. Luego de un episodio altamente embarazoso que, al ritmo de "The Sign" de Ace of Base, las eliminó de la anterior edición de la competencia interuniversitaria de la especialidad, Aubrey (Anna Camp) y Chloe (Brittany Snow), las únicas que se quedaron como integrantes, se encuentran reclutando nuevos talentos. Uno de ellos es Beca (Anna Kendrick), una joven DJ que preferiría dejar de perder tiempo en la universidad para cumplir su sueño de convertirse en productora discográfica. Sin embargo, es obligada por su padre (John Benjamin Hickey) a unirse a alguna actividad extracurricular que resulta ser el canto sin instrumentos. A lo largo de la trama (la estructura narrativa es similar a la película de porristas "Triunfos Robados"), Las Bellas no sólo compiten para acceder a los regionales y ganar posteriormente los nacionales del campeonato sino que también se enfrentan a los Treblemakers, el grupo masculino que pertenece al mismo centro educativo y que es ganador absoluto de todos los torneos. Chicas malas, chicas buenas y chicas raras que al comienzo sólo tienen en común lo bien que suenan al cantar juntas, son personajes muy bien desarrollados por Cannon, entre los que sobresalen Gorda Amy (a cargo de la graciosísima Rebel Wilson) y Lilly (Hana Mae Lee), una muchacha que habla muy bajito. El elenco también está integrado por Skylar Astin, Alexis Knapp, Ben Platt y Ester Dean. Elizabeth Banks, también productora del film, y John Michael Higgins, quienes interpretan a los relatores del certamen, tienen una participación especial. Números musicales muy bien logrados, gags acertados y una historia que supera ampliamente a los personajes estereotipados de la serie "Glee" y sus dilemas, integran la fórmula de este "ritmo perfecto" que está acompañado por un soundtrack que incluye fragmentos versionados a capela de "Titanium" de David Guetta; "Don’t Stop the Music" de Rihanna; "Since U Been Gone" de Kelly Clarkson; "Party in the U.S.A" de Miley Cyrus; "Price Tag" de Jessie J junto a éxitos ochentosos como "Hey Mickey" de Tony Basil; "Like a Virgin" de Madonna; "Eternal Flame" de The Bangles; "Turn the Beat Around" de Gloria Stefan y "Don't You (Forget About Me)" de la banda Simple Minds que
Brad Pitt protagoniza y produce esta película basada en la novela best-seller "Guerra Mundial Z, una Historia Oral de la Guerra Zombi" (World War Z: An Oral History of the Zombie War), escrita por Max Brooks (el hijo del genial Mel), la cual relata una ficticia guerra mundial contra los zombies. Bajo las órdenes del director Marc Forster ("007 Quantum of Solace"), el actor encarna a un ex-investigador de las Naciones Unidas (ONU) llamado Gerry Lane, quien ha tenido todo tipo de experiencias en zonas de conflicto. Retirado de su trabajo, disfruta el compartir más tiempo con su adorada familia. Un día como cualquier otro en la ciudad de Philadelphia, él, su esposa Karin (Mireille Enos) y sus dos pequeñas hijas, Constance (Sterling Jerins) y Rachel Lane (Abigail Hargrove), se preparan para sus actividades diarias pero de pronto encuentran su tranquilo trayecto en auto interrumpido por un embotellamiento urbano que rápidamente se convierte en un caos cuando la gente comienza a correr desesperadamente, intentando escapar de personas que se atacan ferozmente unas a otras. Desde el mismísimo comienzo, la trama no se remite a explicarle al espectador lo que está sucediendo (sí sabemos qué esperar, ya que estamos ante una pelicula de zombies). Lo único que se revela es que se trata de un virus que se propaga a través de una sola mordida, convirtiendo a humanos saludables en seres irreconocibles, irreflexivos y salvajes. A diferencia del clásico zombie, éstos son extremadamente veloces. A medida que el número de infectados aumenta exponencialmente cada día, Lane se ve obligado a retomar su peligrosa vida anterior para garantizar la seguridad de su familia, la cual se encuentra momentáneamente segura en un portaaviones de la ONU en el que las literas son pocas, así que reclamado por el ejército, y su ex-jefe (encarnado por Fana Mokoena), al protagonista no le queda más opción que integrar una misión alrededor del mundo para descubrir la fuente de la pandemia zombie (al pasar se menciona el posible origen o "paciente cero" pero nada más) y un medio para detener su implacable propagación que está destruyendo la humanidad. Dentro de este contexto post-apocalíptico, "Guerra Mundial Z" presenta una seguidilla de escenas de acción muy bien filmadas que no le dan ni siquiera un respiro al espectador que quedará atrapado dentro de esta tensionante historia que se centra exclusivamente en el personaje de Pitt y que combina no sólo elementos del género del horror sino también del drama; eso sí, el dilema moral que solemos experimentar cuando vemos la exitosísima serie "The Walking Dead" queda de lado. Por diversas razones, la película ha tenido varios problemas a lo largo del proceso de producción, especialmente con el equipo creativo y con el guión, que pagó las consecuencias de tantas idas y vueltas. Fue escrito por Matthew Michael Carnahan y J. Michael Straczynski y re-escrito -en parte- por Damon Lindelof ("Lost"), quien -con un nuevo final en mente- le pasó la posta a Drew Goddard ("Cloverfield: Monstruo") para que lo concluyera. A pesar de que la adaptación difiere completamente a la historia plasmada en el libro, el cual presenta un conjunto de entrevistas a los propios supervivientes dentro de esta ficticia guerra mundial contra los "no muertos", la trama fluye y el producto final entretiene y tensiona durante sus casi 2 horas de duración. Un plus, es la muy buena música aportada por la banda británica Muse.
Tras "Querido John" (2010), el realizador sueco Lasse Hallström ("Chocolate", "Un Amor Imposible"), vuelve a dirigir una adaptación cinematográfica de una novela best-seller del exitoso escritor Nicholas Sparks ("Mensaje de Amor", "Un Amor para Recordar", "Diario de una Pasión", "Noches de Tormenta", "La Última Canción" y "Cuando te Encuentre"). En esta ocasión se trata de "Un Lugar Donde Refugiarse", un típico drama romántico pero que presenta elementos de suspenso y misterio. Obligada a dejar atrás su pasado en Boston, una joven llamada Katie (Julianne Hough) emprende un viaje a través del país y decide quedarse en Southport, Carolina del Norte, en busca de una nueva y tranquila vida. Allí comienza a trabajar como camarera de un restaurant y se instala en una cabaña en el medio del bosque. Su precipitada llegada genera muchos interrogantes, ya que la pequeña ciudad costera es generalmente un lugar de paso. A pesar de las barreras emocionales casi impenetrables que ha construido para protegerse, mantenerse inadvertida y evitar cualquier relación demasiado personal, poco a poco Katie aprende a confiar de nuevo. Entabla una amistad con Jo (Cobie Smulders), su nueva vecina, y comienza un romance con Alex (Josh Duhamel), un joven viudo que vive junto a sus dos pequeños hijos (encarnados por Noah Lomax y Mimi Kirkland) y que atiende uno de los negocios locales. Él es quien le enseñará a experimentar las alegrías del amor una vez más. Pero nada es tan sencillo como parece y su nueva felicidad se ve amenazada cuando un misterioso desconocido (a cargo del actor David Lyons) llega a la ciudad haciendo preguntas acerca de Katie y los secretos de su pasado amenazan con resurgir. A medida que avanza la trama, el espectador se va enterando qué esconde la protagonista por medio de una sucesión de flashbacks. Con buenas interpretaciones de la bella pareja protagónica, "Un Lugar Donde Refugiarse" es entretenida (aunque por momentos no pasa demasiado) y lo que tiene de interesante el film, es que rompe levemente con la "fórmula Sparks", ya que innova al adherirle cierta intriga policial. Los que conocen las obras literarias de este autor -principalmente el público femenino- saben a lo que me refiero (una historia de amor con tintes melodramáticos que se desarrolla en un pueblito costero, una enfermedad terminal, un final trágico, etc.). Pero es en el desenlace en donde nos volvemos a encontrar con el sello que caracteriza al escritor.
Luego de 7 años (la primera vez que compartieron pantalla fue en "En Busca de la Felicidad") Will Smith y su hijo Jaden, vuelven a trabajar juntos. En esta ocasión, conforman la dupla protagónica del nuevo film de ciencia ficción del realizador indio M. Night Shyamalan ("Señales", "La Aldea", "La Dama en el Agua", "La Reunión del Diablo"). "Después de la Tierra" ubica su trama en el futuro; exactamente mil años después de que la humanidad tuvo que abandonar la Tierra, la cual se volvió cada vez más inhabitable como consecuencia del impacto ambiental del que nosotros somos responsables. Una breve introducción, mediante voz en off, del personaje que encarna el actor adolescente, le anticipa al espectador los severos daños catastróficos que sufrió nuestro planeta (los tsunamis, la toxicidad en el aire, el agua y los alimentos, los climas extremos), y que hicieron que los gobiernos del mundo ordenaran la construcción de naves espaciales o "arcas" que pudieran mantener la vida humana y así colonizar otros mundos en otras galaxias. Así llegaron a Nova Prime, donde los seres humanos comenzaron a ser atacados por una especie alienígena, quienes lanzaron su arma más letal: los Ursa, unas criaturas atroces y ciegas cuyo único propósito es cazarlos y matarlos, percibiendo las feromonas que secretan las personas cuando tienen miedo. Dentro de este contexto, la historia se centra en la distante y fría relación entre un padre y un hijo, quienes sienten culpa por un hecho sucedido en su familia en el pasado. Durante una misión de entrenamiento, el legendario General Cypher Raige (Will Smith), famoso por su habilidad para "fantasmear" (el arte de luchar contra las Ursa sin sin miedo y pasar desapercibidos ante ellas), y el joven Kitai (Jaden Smith) se ven forzados a regresar a la mismísima Tierra después de que su nave espacial sufre daños en medio de una tormenta de asteroides. Cypher queda malherido en ambas piernas y es necesario que Kitai, guiado por su propio padre, emprenda un peligroso viaje para recuperar una baliza y así enviar una señal de socorro. Ésta, quedó en la parte trasera de la nave que se desprendió en la colisión, a unos 100 kilómetros de dónde ellos se encuentran. El protagonista afronta un terreno desconocido, animales que ahora gobiernan el planeta (evolucionados para matar humanos) y una Ursa que transportaban y que escapó durante el accidente. El joven, que siente una enorme presión para seguir los pasos de su padre y que siempre ha querido ser un soldado como él (de hecho falla la última prueba para ascender de Cadete a Ranger), aprovecha la oportunidad de cumplir su deseo y se esfuerza al máximo para obtener su respeto y su aprobación. Para lograr sobrevivir, ambos tienen que trabajar juntos y luchar, porque el peligro es real, pero el miedo es una elección, como bien señala el lema del film. Si bien la nueva propuesta de Shyamalan no representa su mejor trabajo cinematográfico, el relato de supervivencia de "Después de la Tierra" (el guión se basa en una historia del propio Will Smith) es entretenido, de cierto modo distinto en lo referente a lo "apocalíptico" y logra atrapar hasta el final.
La saga de "Leatherface", el loco de la motosierra, reflota con esta nueva entrega, la primera exhibida en formato 3D. La historia presentada en el clásico de terror escrito y dirigido por Tobe Hooper en 1974 (y que tuvo una adaptación libre en 2003), continúa en esta secuela que se inicia precisamente con el final de aquella película en la que una muchacha rubia logra escapar de la casa de los Sawer en Newt (Texas) luego de que sus cuatro amigos fueran brutalmente asesinados. Inmediatamente, la policía local, liderada por el comisario Hooper (Thom Barry), junto con una muchedumbre rodean la casa de esta familia que por décadas ha sido la responsable de las misteriosas desapariciones de una gran cantidad de gente. Con sed de justicia (dicen por ahí que el fin no justifica los medios) terminan incendiándola y asesinando a casi todos sus miembros... o al menos a eso creyeron. Décadas más tarde y a cientos de millas de distancia de la masacre original, una joven llamada Heather Miller (interpretada por Alexandra Daddario) descubre que ha heredado una propiedad en Newt por parte de una abuela que nunca supo que tenía, por lo que decide viajar hasta allí junto a sus amigos (encarnados por Trey Songz, Tania Raymonde y Keram Malicki-Sánchez). Una vez en el lugar, descubrirá sus raíces y algún que otro secretito que viene incluído en el sótano de esa aislada mansión victoriana. Es en el personaje de la joven actriz conocida por su participación en el film "Percy Jackson y el Ladrón del Rayo" en la recae el peso de esta vuelta de tuerca que se añade a la trama de este asesino ícono de las películas "slasher" al que le gusta desmembrar personas y hacer máscaras con piel humana. A partir de un guión escrito por Adam Marcus, John Luessenhop ("El Escuadrón del Crimen") dirige una película que no es tan atemorizante como entregas anteriores de esta franquicia de culto. Es más bien un homenaje que incluye apariciones especiales de cuatro actores de la versión original: Gunnar Hansen (el "Leatherface" original), Marilyn Burns, John Dugan y Bill Moseley.
La manada está de regreso en esta tercera y última parte de la que se ha convertido en una exitosa trilogía que le propuso al espectador ser testigos de lo que le sucedía a cuatro amigos el día después de una despedida de soltero en Las Vegas, la cual desencadenaba una alocada serie de eventos que los llevó a cruzar su camino con todo tipo de personajes, entre ellos el psicótico Sr. Chow (Ken Jeong), y peligros relacionados con las drogas, la mafia y los secuestros. En esta oportunidad, Phil (Bradley Cooper), Stu (Ed Helms) y Doug (Justin Bartha) han dejado atrás los incidentes de "la ciudad del pecado" (en la parte I) y de Bangkok (en la parte II) para vivir una vida más o menos tranquila. El único que continúa sin encontrar el rumbo es Alan (Zach Galifianakis), la oveja negra del grupo. Debido a su falta de límites y su actitud inmadura -factores que llevan a su padre a la muerte (Jeffrey Tambor)-, su familia y amigos toman la decisión de realizar una intervención para ayudarlo a atravesar una crisis personal. Sus tres "mejores amigos" son los encargados de trasladarlo hasta una clínica de rehabilitación, pero en el trayecto son interceptados por Marshall (John Goodman), un mafioso que los obliga a recuperar algo que cree que perdió por su culpa y cuyo responsable es el Sr. Chow. Claro que esto tiene que ver con un hecho que toma lugar en la primera película. Esta vez, no hay despedida de solteros. No hay boda. ¿Qué podría salir mal? A diferencia de sus predecesoras, "Qué Pasó Ayer? Parte III" es divertida y entretenida pero no es tan irreverente como aquellas. Todd Phillips, quien ha sido el director de todas las películas de esta franquicia, y el guionista Craig Mazin, han decidido que la trama no se desarrolle como producto de una resaca con pérdida de la memoria, sino todo lo contrario, ya que rompe con esa estructura narrativa recayendo sobre la lucidez de los protagonistas.
Con el esperado regreso de la actriz Michelle Rodriguez, Vin Diesel, Paul Walker y Jordana Brewster (los protagonistas "originales" de la franquicia) vuelven a reunirse en esta sexta entrega dirigida por el realizador taiwanés Justin Lin y escrita por Ghris Morgan, responsables de la tercera ("Rápido y Furioso: Reto Tokio", 2006), cuarta ("Rápidos y Furiosos", 2009) y quinta ("Rápidos y Furiosos 5in Control", 2011) película. A ellos se suman Tyrese Gibson, Chris "Ludacris" Bridges, Sung Kang, Gal Gadot, Dwayne "La Roca" Johnson y Elsa Pataky, entre otros, quienes se han incorporado -a lo largo de 12 años- a esta historia en la que los vehículos de alto octanaje son los verdaderos protagonistas… pero sin descuidar las historias y los dilemas propios de cada uno de los personajes creados por Gary Scott Thompson. La trama de esta nueva producción se inicia en las Islas Canarias, en España, lugar que Dominic Toretto (Diesel) y Brian O'Conner (Walker), incapaces de regresar a casa y obligados a vivir para siempre como fugitivos, eligieron para instalarse con Mia (Brewster), ahora madre del pequeño bebé Jack, y Elena (Pataky), ya que allí una extradición con los Estados Unidos es imposible luego del golpe de Río de Janeiro en el que habían robado 100 millones de dólares, dinero que cada uno a su manera, se encuentra disfrutando. Hasta allí llega el oficial del FBI Luke Hobbs (Johnson), quien ha estado siguiendo a una organización de conductores mercenarios de letal habilidad por 12 países, cuyo cerebro, el terrorista Owen Shaw (Luke Evans), es ayudado por un despiadado segundo a cargo que resulta ser una cara familiar, Letty (Rodriguez), la novia de Dom que todos creían muerta en esa cuarta entrega en la que en realidad, si uno se pone a pensar, nunca se la vio sin vida. Pero hay una más que justificada explicación sobre lo que sucedió con ella. Pero aquí el asunto es que la única forma de detener al equipo criminal es superarlos en las calles, así que Hobbs, aprovechando que el amor de su vida está implicado, le pide a Dom que reúna a su equipo de élite en Londres. ¿El trato? Recuperar al miembro de la familia que falta y el perdón total para todos ellos para que puedan regresar a Norteamérica. Como bien dice uno de ellos en el film, "ahora estamos en un nivel superior" y claro que sí, ya que no sólo los autos con motor V8 de gran potencia son los que están involucrados sino también tanques, aviones y areneros; éstos últimos modificados con motores dignos de una carrera de LeMans que a lo largo de 130 minutos le ofrece al espectador acción vertiginosa en todo tipo de caminos y autopistas y enfrentamientos cuerpo a cuerpo, entre los que sobresalen la peleas entre Gina Carano, luchadora de artes mixtas devenida en actriz, y Michelle Rodriguez, nuestra "patea traseros" del cine favorita. Ya de por sí, es difícil hacer una película de este tipo. Y menos seis en las que la historia que une a todas mantiene una cierta coherencia sin perder los elementos fundamentales de la misma. Definitivamente, Una saga que sigue evolucionando. "Todos los caminos conducen a ésto" señala el lema de la película, y parece que para la séptima (ya se encuentra en pre-producción), el camino continuará nuevamente en tierras orientales (Sí! Tokio!), donde un otro "pelado" muy conocido será el nuevo villano.
Basada en el libro infantil "The Leaf Men and the Brave Good Bugs" (Los Hombres Hoja y los Valientes y Buenos Insectos) escrito por el novelista William Joyce, la nueva propuesta cinematográfica de animación de los Estudios Sky (los mismos responsables de la saga "La Era de Hielo" y "Río") nos traslada a un mundo fantástico que los seres humanos somos incapaces de reconocer a simple vista. Ese "reino secreto" al que hace referencia el título de esta película está precisamente en el bosque, donde pequeñas civilizaciones que viven en árboles y arbustos son las encargadas de cuidar el mundo natural y mantenerlo con vida. Claro que también existen fuerzas del mal que desean destruirlo. Dentro de este contexto, Chris Wedge ("La Era de Hielo", "Robots") dirige una historia encantadora y entretenida en la que la protagonista principal es Mary Katherine, una joven adolescente de 17 años (en la voz de talentosa y versátil Amanda Seyfried) que regresa a su hogar de la infancia para limar asperezas con su distante padre, el profesor Bomba (voz del comediante "SNL" Jason Sudeikis), un científico que está aislado del mundo tratando -de manera obsesiva- de encontrar evidencias que prueben que seres invisibles a nuestros ojos (pequeñas criaturas, insectos y valientes guerreros) viven en el bosque para protegerlo y, a su vez, protegernos a nosotros. Incrédula y cansada de estas suposiciones, M.K, quien no recibe la suficiente atención de su padre, pierde la paciencia y decide marcharse. Pero sucede algo que la transporta mágicamente al mundo de los Hombres-Hoja, batallón elite de guerreros -dirigido por Ronin (voz de Colin Farrell)- que protege la biodiversidad de ese mundo escondido reinado por Tara (voz de la cantante Beyoncé). A partir de ese momento, la joven muchacha se convierte en la pieza clave del destino de esa comunidad que se ve inmersa en una batalla en la que Mandrake (voz de Christoph Waltz), líder de los malvados Boggans, tiene por objetivo dominar el bello bosque y plagarlo de putrefacción. Pero también, al adquirir una nueva perspectiva, M.K. es la responsable del suyo propio para así regresar a su casa y reestablecer la relación con su padre. La película, repleta de aventura y comedia -y con un claro mensaje ecologista que nos invita a razonar y cuidar la naturaleza- presenta un gran nivel de animación en tres dimensiones cuyo despliegue visual (las texturas y los colores) es realmente excelente. El reparto de actores que prestan sus voces a estos adorables personajes se completa con Josh Hutcherson como Nod (el interés romántico de M.K.), los cantantes Steven Tyler y Pitbull como la sabia oruga Nim Galuu y el renacuajo Bufo, respectivamente; y los comediantes Aziz Ansari y Chris O'Dowd, quienes dan vida a Mub, una babosa y Grub, un caracol.
Tras el éxito que cosechó con "Slumdog Millonaire: Quién Quiere ser Millonario?" y "127 Horas", el director británico Danny Boyle ("Trainspotting") regresa a la pantalla grande con este confuso thriller ¿psicológico? protagonizado por James McAvoy, Vincent Cassel y Rosario Dawson y que está basado en la película para TV de 2001 creada por Joe Ahearne. "En Trance", producción con la que el realizador -según sus propias palabras- vio la oportunidad de enmarcar dentro de un contexto moderno aspectos clásicos del cine negro (la traición, la incertidumbre moral, la tensión sexual y los escabrosos instintos que parecen merodear por debajo de la piel de todo ser humano), presenta la historia de un subastador de obras de arte llamado Simon (McAvoy) que hace equipo con una banda de criminales, liderada por Franck (Cassel), para robar una pintura de Goya valuada en millones de dólares. La cuestión es que durante el atraco Simon sufre un fuerte golpe en la cabeza que lo hace olvidar dónde escondió la pintura. Cuando amenazas y torturas físicas fallan en un intento por hacer que diga la verdad (en realidad no está mintiendo), es obligado a asistir a sesiones con una terapeuta experta en hipnosis, la Dra. Elizabeth Lamb (Dawson), para que se sumerja en los rincones más oscuros de la psique del muchacho. Claro que la especialista, al conocer el valor de la obra, querrá obtener su parte. A medida que avanza la trama, incoherente por cierto, se le va revelando al espectador que ninguno de estos tres protagonistas es quien parece ser. Pero además, todo sucede con tanta rapidez que es imposible para el espectador procesar lo que está sucediendo y seguirle el ritmo a una historia que, con cada giro, lo confunde más y más. Si bien el estilo visual de Boyle está fuera de discusión, el problema reside en el desarrollo narrativo del film. Al igual que su premisa, la frontera entre la realidad y la sugestión hipnótica comienza a desdibujarse. Un rompecabezas mental que no llega a ningún lado y nos deja con más preguntas que respuestas.
Brian Klugman y Lee Sternthal debutan en la dirección cinematográfica con "Palabras Robadas", film que entreteje tres historias (una dentro de la otra) con un estilo narrativo que desde el comienzo atrapa a un espectador que se ve obligado a pensar gracias a su buena dosis de drama y misterio. El guión, también escrito por ambos realizadores, introduce al espectador en la vida de Rory Jensen (Bradley Cooper), un aspirante a escritor cuya primer obra literaria es contínuamente rechazada por distintas editoriales. Tras finalmente lograr la publicación de su primer libro, el protagonista se convierte rápidamente en una estrella de las letras que parece tenerlo todo: una maravillosa vida, una esposa afectuosa (Dora, interpetada por Zoë Saldana) y el mundo a sus pies; todo gracias a sus palabras, esas a las que hace referencia el título original de esta película. Pero esas palabras sin autoría, que hasta el momento no habían sido publicadas y que él se adjudica como propias debido a su poco talentosa pasión por la escritura, pertenecen a otro. Él las lee por primera vez en un manuscrito que encuentra en el compartimiento de un portafolio que su esposa le había comprado en una casa de antigüedades durante su luna de miel en Francia. En la cumbre de su éxito, un misterioso anciano (papel a cargo de Jeremy Irons) localiza a Rory y se enfrenta a él afirmando ser el verdadero autor de la novela. Éste, le relata los hermosos aunque trágicos recuerdos que dieron origen al libro y que tienen que ver con su época de juventud en París, luego de servir en el ejército norteamericano durante la etapa final de la Segunda Guerra Mundial. Durante esos pasajes, el personaje de Irons es encarnado por Ben Barnes. Al comprobar que otro hombre ha pagado caro el tesoro que contiene esas historias, Rory debe hacerle frente a cuestiones como la creatividad, la ambición y las elecciones morales que lo han llevado al éxito profesional. Pero la vida del propio Rory es una ficción plasmada en el libro de un auténtico león literario llamado Clay Hammond (Dennis Quaid), quien se encuentra realizando una lectura ante un auditorio repleto de admiradores de su trabajo. Este hombre es persuadido por una hermosa y astuta estudiante (Olivia Wilde) para que hable del verdadero significado de su novela, pero no puede sino insinuar las conexiones entre la historia y su secreto pasado.