“Cuando la miro”. De Julio Chávez. Crítica La ópera prima del prestigioso actor. Matias Frega Hace 2 días 0 176 Julio Chávez ya acostumbró al público a encarnar personajes memorables, pero ahora este mítico actor suma algo más a su lista de logros. “Cuando la miro” se trata de su ópera prima como director y de la que también escribió el guion junto a Camila Mansilla. El film, que llega a las salas el próximo 15 de septiembre, está protagonizado por el mismo Chávez y por una siempre inmensa Marilú Marini. Una historia que ahonda la relación madre e hijo desde una mirada completamente descontracturada. Javier (Julio Chávez) es un artista plástico que lleva una vida muy tranquila y ordenada, pero esta calma se ve un poco afectada cuando decide emprender un nuevo proyecto: filmar a su madre. Este nuevo trabajo trae consigo una conexión con ella que jamás había tenido. A través de charlas, muchas veces profundas y otras muy divertidas, Elena (Marilú Marini) deja ver un sinfín de sentimientos e historias guardadas. Esta especie de documental, termina funcionando como terapia para ambos y logran así poder hablar de temas que nunca habían podido. Además de enfocarse en la relación de ambos personajes, el film navega por temas profundos y existenciales de manera muy eficaz, logrando que todo resulte natural sin caer en un típico melodrama y permitiendo al público reflexionar sobre varios puntos que incluso hoy en día continúan generando incomodidades, como por ejemplo la sexualidad en los adultos mayores. Esto es acompañado por las excelentes actuaciones de la pareja protagónica y un ritmo narrativo que permite al espectador ser participe de las historias y situaciones que se muestran.
“61. La Verdad Interior” de Sofía Brito. Crítica. Dos mundos compartidos. Matias Frega Hace 7 horas 0 15 El viernes 2 de septiembre llega al Cultural San Martín la ópera prima de la directora Sofía Brito: “61. La Verdad Interior”. Este ensayo documental, que debe su nombre a uno de los hexagramas del i-ching, retrata el tiempo compartido de la realizadora junto al director norteamericano James Benning mientras ambos atravesaban el proceso creativo que finalmente concluyó en la filmación de dos trabajos, en el caso de Benning la cinta “Telemundo” (2019) y en el caso de Brito este documental. James Benning es un director de amplia trayectoria en el cine de los Estados Unidos. En sus más de 40 años de carrera filmó una gran lista de películas convirtiéndose en un gran exponente del cine experimental. A su vez, se dedica a la docencia y fue gracias a esto que una vez en Buenos Aires dictó una clase en donde conoció a Sofía Brito. Charlas y mails de por medio lograron que estos dos mundos se juntaran para hacer una película. Ambos realizadores están separados por culturas e idiomas diferentes, ella habla muy poco inglés y él nada de español, pero comparten un lenguaje que los une: el cine. “61. La Verdad Interior” compila todo lo que no se ve en el film de Benning, ese proceso creativo tan rico que es el corazón y alma de la película que luego se busca plasmar ante la cámara. Pero, decir que eso es únicamente la sinopsis del film sería erróneo. Los protagonistas se embarcan en un viaje interior y de observación, donde cuestiones existenciales se manifiestan y se intentan volcar en palabras. James y Sofía comparten momentos de suma profundidad que son un regalo para el espectador. Este film tiene dos miradas para ser analizado, primero desde lo cinematográfico y el poder que el género documental posee para despertar un sinfín de sentimientos genuinos y segundo desde lo personal, aquí la realizadora comparte una de las experiencias más importantes y marcantes de su vida y las vuelve material para que el resto lo aprecie. Es común en las personas vivenciar momentos que quedan en la mente y el corazón por siempre, pero no todos tienen la posibilidad de dejar un registro tan detallado.
“61. La Verdad Interior” de Sofía Brito. Crítica. Dos mundos compartidos. Matias Frega Hace 7 horas 0 15 El viernes 2 de septiembre llega al Cultural San Martín la ópera prima de la directora Sofía Brito: “61. La Verdad Interior”. Este ensayo documental, que debe su nombre a uno de los hexagramas del i-ching, retrata el tiempo compartido de la realizadora junto al director norteamericano James Benning mientras ambos atravesaban el proceso creativo que finalmente concluyó en la filmación de dos trabajos, en el caso de Benning la cinta “Telemundo” (2019) y en el caso de Brito este documental. James Benning es un director de amplia trayectoria en el cine de los Estados Unidos. En sus más de 40 años de carrera filmó una gran lista de películas convirtiéndose en un gran exponente del cine experimental. A su vez, se dedica a la docencia y fue gracias a esto que una vez en Buenos Aires dictó una clase en donde conoció a Sofía Brito. Charlas y mails de por medio lograron que estos dos mundos se juntaran para hacer una película. Ambos realizadores están separados por culturas e idiomas diferentes, ella habla muy poco inglés y él nada de español, pero comparten un lenguaje que los une: el cine. “61. La Verdad Interior” compila todo lo que no se ve en el film de Benning, ese proceso creativo tan rico que es el corazón y alma de la película que luego se busca plasmar ante la cámara. Pero, decir que eso es únicamente la sinopsis del film sería erróneo. Los protagonistas se embarcan en un viaje interior y de observación, donde cuestiones existenciales se manifiestan y se intentan volcar en palabras. James y Sofía comparten momentos de suma profundidad que son un regalo para el espectador. Este film tiene dos miradas para ser analizado, primero desde lo cinematográfico y el poder que el género documental posee para despertar un sinfín de sentimientos genuinos y segundo desde lo personal, aquí la realizadora comparte una de las experiencias más importantes y marcantes de su vida y las vuelve material para que el resto lo aprecie. Es común en las personas vivenciar momentos que quedan en la mente y el corazón por siempre, pero no todos tienen la posibilidad de dejar un registro tan detallado.
“El Campo Luminoso” de Cristian Pauls. Crítica. BAFICI 2022 Matias Frega 23 abril, 2022 0 68 El nuevo trabajo del director Cristian Pauls, “El Campo Luminoso”, es parte de la Competencia Oficial Argentina de la edición número 23 del BAFICI. Un documental ambicioso que utiliza como base dos momentos diferentes de la historia argentina que poseen a los mismos protagonistas. En el año 1920 el militar sueco Gustav Emil Haeger encabezó una expedición científico-comercial a través del Chaco formoseño, territorio que por ese entonces estaba habitado por la comunidad Pilagá. De aquella travesía existen varios registros, tanto fílmicos como fotográficos, que luego fueron utilizados para realizar la película “Tras los senderos indios del Río Pilcomayo”. Más de 100 años después, el realizador propone seguir los pasos de aquella misión, pero en esta ocasión con el objetivo de visibilizar la historia trágica de aquel pueblo arrasado. Junto con una lingüista especializada en el idioma pilagá recorren los cientos de kilómetros que los antiguos exploradores atravesaron, recolectando testimonios de los descendientes de aquellos habitantes originarios que fueron víctimas de la masacre perpetuada en 1947. Relatos que guardan dolor y secretos, realidades propias que parecen ajenas, lenguas que conviven y buscan permanecer. Rostros invisibilizados que en primera persona cuentan sus historias y desempolvan el pasado. El director logra llevar al espectador a un viaje por suelos desconocidos, transmitiendo la incertidumbre que esto conlleva, valiéndose de las diferencias idiomáticas al utilizar como recurso la narración en idioma original de los diarios de viaje escritos durante la travesía de los suecos, proyectando así el mismo aire de desconcierto que ellos sintieron durante el itinerario. “El Campo Luminoso” trae a la actualidad una de las tantas historias oscuras y prácticamente olvidadas que fueron y son parte de nuestro país. Un trabajo que, a pesar de su ritmo lento y denso, resulta atrapante.
“Hékate” de Nadia Benedicto. Crítica La Guía de las Brujas Luego de ganar los premios a Mejor Película en el Festival de Cine de Atlanta 2022 y en el Festival de Austin 2021, este 23 de junio llega a las salas nacionales “Hékate”, el segundo largometraje de la directora, guionista y productora Nadia Benedicto. Protagonizado por Sabrina Macchi, Rosario Varela, Federico Liss y Julieta Brito. Un thriller apasionante que aborda la violencia de género de forma diferente. Helena (Sabrina Macchi) vive junto a su novio Juan (Federico Liss) un hombre violento que la somete tanto físicamente como psicológicamente. Una noche Kira (Rosario Varela), quién se encarga de pasear al perro de ambos, llega a la casa de la pareja para regresar a la mascota, pero en ese momento el perro la muerde por lo que la invitan a entrar para curarla. Allí, la joven, comienza a ser testigo de algunas situaciones incómodas que cada vez se vuelven más violentas. Con el pasar de los minutos todo se sale de control y ambas mujeres se ven en la necesidad de defenderse para proteger su integridad física. Luego de noquear a Juan, Helena y Kira emprenden un viaje por las rutas para decidir qué hacen con él. Aquí el film se transforma en una road-movie (películas de carretera) en donde los pasados y presentes de ambas protagonistas quedarán a flor de piel. El film se caracteriza por contar con un equipo técnico liderado íntegramente por mujeres. Además de una dirección soberbia, se destacan varios apartados: En primer lugar, la fotografía de Cecilia Tasso, un trabajo magistral que convierte al film no solo en una película visualmente hermosa, sino que se encarga de generar la oscuridad que el relato necesita. Por otro lado, la banda sonora compuesta por Lucy Patané acompaña la historia de manera perfecta, creando momentos únicos. Por último, es importante destacar el trabajo del montaje a cargo de Sabrina Gazzaneo, quien crea un ritmo casi hipnótico y atrapante. La realizadora toma un tema muy candente en la actualidad, la violencia hacia las mujeres y lo lleva hacia otro lado, logrando una película que, sin dejar esta problemática de lado, juega con otros géneros además del drama, que la vuelven no solo un producto cinematográfico muy interesante sino también una vía para una búsqueda de libertad y respeto. Excelente.
“La Rueda de la Fortuna y la Fantasía” de Ryûsuke Hamaguchi. Crítica. Tres historias, tres mujeres, una película. Matias Frega Hace 1 día 0 8 Sin dudas el 2021 fue el año del director japonés Ryusuke Hamaguchi gracias al estreno de dos películas que dieron mucho qué hablar: “Drive My Car” (que acaba de ganar el Oscar a Mejor Película Internacional) y “La Rueda de la Fortuna y la Fantasía”. Esta última, ganadora del Premio del Jurado (Oso de Plata) en el Festival de Berlín. El film presenta tres historias diferentes protagonizadas por mujeres en distintos momentos de su vida. Cada capítulo es unitario, sin relación con los otros, pero sutilmente algo los une. A través de estos fragmentos el director desarrolla varios temas: la infidelidad, la sexualidad, las relaciones amorosas y, como plantea su título, el azar y la fantasía, abordándolos desde varias perspectivas y realidades. ¿Casualidad o destino? Muchas veces suceden cosas en la vida que cambian el rumbo de las cosas, algunas de forma positiva y otras no tanto. En otras ocasiones simplemente un hecho fortuito puede llevar a replantear el presente. Sin importar qué, cada persona afronta esos momentos de forma diferente y esto es con lo que juega este film. Mujeres con sus pasados, preferencias, miedos, anhelos que por razones inexplicables quedan frente a un nuevo camino que recorrer. El Texto y los actores son la base de esta película, pocos escenarios, pocos personajes, todo recae en las espaldas de los intérpretes y su capacidad para reproducir de forma excepcional las líneas escritas por el mismo Ryûsuke Hamaguchi, quien al cumplir el doble rol director-guionista logra sacar todo el potencial de su obra. “La Rueda de la Fortuna y la Fantasía” es una gran exponente del cine de autor, un film tan interesante como hermoso que merece la oportunidad de llegar al público y que, por supuesto, más de uno disfrutará.
“La Luna representa mi corazón” de Juan Martín Hsu. Crítica Estreno este jueves en el Cine Gaumont Tras pasar por varios festivales de cine, incluyendo el Festival Vision Du Réel 2021 en Suiza y la Competencia Nacional del Festival Internacional de Mar del Plata 2021, entre otros, finalmente llega a la pantalla del Cine Gaumont el documental “La Luna representa mi corazón”, segundo largometraje del director Juan Martin Hsu (“La Salada”, 2014). Martín (el director de la cinta) y Marcelo son dos argentinos hijos de inmigrantes chinos quienes llegaron al país hace ya varios años y abrieron un restaurante en la ciudad de Buenos Aires. Cuando ambos eran muy chicos su padre es asesinado por la mafia china en circunstancias no muy claras. Su madre sigue adelante con su propio negocio hasta que decide volver a su Taiwán natal, mientras que ellos, ya grandes, se quedan en Argentina. Bajo estas circunstancias da inicio este documental, que muestra en dos etapas el reencuentro de esta familia separada por miles de kilómetros. Una primera, en el año 2012, tras diez años de no verse y una segunda en 2019. El director encara este proyecto como forma de honrar a su familia y, a su vez, intentar sanar las heridas de su pasado, pero lo que comienza como un viaje de reencuentro y búsqueda de respuestas sobre los acontecimientos que desencadenaron en la muerte de su padre termina en una reflexión sobre la inmigración y todo lo que esto implica. A través de la figura de su madre, el film muestra el lado interno de los movimientos migratorios y los sentimientos e historias ocultas que las personas guardan y que muchas veces por miedo o razones culturales no comparten. La cámara, además de captar las charlas y momentos más íntimos, se vuelve un nexo muy importante en la relación de Martín y su madre, una mujer que al comienzo parece fría y distante, pero a medida que el metraje avanza, se va abriendo más y más dejando ver un pasado plagado de sufrimientos y tristezas que finalmente logra salir a la luz.
“Las cosas que decimos, las cosas que hacemos” de Emmanuel Mouret. Crítica Estreno en cines el 6 de febrero. A pesar de su llegada tardía a nuestras salas, es siempre grato poder ver este tipo de propuestas en los cines locales. Luego de haber pasado por el Festival de Cannes 2020 y cosechar varias nominaciones a los Premios César (los Oscars franceses), “Las cosas que decimos, las cosas que hacemos” (Les Choses qu’on dit, les choses qu’on fait”) se estrena finalmente este jueves en nuestro país. Maxime (Niels Schneider), un joven aspirante a escritor llega a una casa de campo para pasar unos días de descanso junto a su primo François (Vincent Macaigne) y su pareja Daphné (Camélia Jordana), pero este sorpresivamente se encuentra en París por temas laborales, por lo tanto es ella quién le da la bienvenida. Los jóvenes, que no se conocían previamente, comienzan a pasar los días juntos contándose historias de amor y desamor hasta que finalmente logran una conexión entre sí. ¿Qué es el amor?, ¿Es amor o deseo?, ¿Hay amor sin pasión?, ¿Qué es lo que se está dispuesto a soportar por amor?, ¿Es engaño si hay amor? Todas estas cuestiones rondan en la cabeza del ser humano a lo largo de la historia. Pero, como se dice siempre, cada persona es un mundo y cada uno vive y enfrenta el amor de formas distintas. Esto es el eje principal del film. Escrita y dirigida por Emmanuel Mouret (Señorita J, 2018), la película ahonda en los pros y contras de las relaciones amorosas, cómo estas cambian de un momento al otro y en cómo cada uno de los personajes logra transitarlos. Narrada en un estilo que hace recordar a algunas cintas de Woody Allen, el director deja atrás el clásico triángulo amoroso y plantea un sinfín de figuras geométricas, jugando con las personalidades de los protagonistas y sus contradicciones como personas, logrando que el espectador se sorprenda con cada una de ellas. La edición y la fotografía son dos puntos a destacar, ya que juegan un rol fundamental en el desarrollo de la historia y en el dinamismo del metraje, intercalando el presente con el pasado combinado con movimientos de cámara que parecieran entrar en la mente de los personajes y logran captar la atención desde el comienzo. “Las cosas que decimos, las cosas que hacemos” es una opción refrescante dentro de una cartelera plagada de películas más comerciales que sin duda logrará cautivar a más de uno. Calificación Actuación Arte Fotografía Guion