En "GRANDES ESPIAS", una niña de nueve años descubre a JJ (Dave Bautista), un rudo agente de la CIA, espiando a su familia durante una operación de vigilancia. A cambio de guardar el secreto y no ser delatado, JJ se ve obligado a enseñarle Sophie (Chloe Coleman) todo lo necesario para convertirse en espía. Fiel a su estilo, el director Peter Seagal ("Súper agente 86", "Locos de ira") nos otorga una comedia de espías que nos regala una mezcla justa entre la acción y el humor. Es una película que, si bien es básica, cumple con lo que promete y logra que salgamos de la sala con una sonrisa, es divertidísimo ver el intercambio entre JJ y Sophie y como, a lo largo de la trama, van aprendiendo el uno del otro. Entre los aspectos a destacar se encuentra su casting, que más allá de no contar con grandes nombres, cumple de sobra con sus roles, destacando principalmente a Kristeen Schaal y Devere Rogers. Otro punto positivo es su ritmo, logrando que en ningún momento lleguemos a aburrirnos y nos mantengamos expectantes a lo que va a suceder. En cuanto al guión, no esperabamos una complicada obra maestra, más bien da para desconectar el cerebro un rato para y pensar tanto en lo que está pasando, porque es posible que muchas veces carezca de lógica. Sin ir más lejos el plot del film inicia debido a que una niña de 9 años consigue rastrear una computadora de la CIA. Esto es un aspecto ligeramente negativo, llenando el guión de eventualidades y sinsentidos que permiten que la trama transcurra. Aun así esto no hace que la cinta deje de ser disfrutable. En resumen, es una película entretenida, graciosa y con corazón, pero nada más que eso. Una fórmula muchas veces vista que, sin destacar, sirve para pasar un buen rato. Ideal para ir a ver con los más chicos. Por Santiago Sturba
"Terminator: Dark Fate", la nueva y última entrega de la saga robótica, llega a Argentina este jueves 31, desde sin intervalos ya la vimos y estamos listos para contarte que nos pareció. Después de lo flojas que estuvieron las últimas dos entregas, pocas eran las razones para emocionarnos con la noticia de que se venía una nueva Terminator. Teniendo en cuenta esto, cuesta diferenciar si lo que nos encontramos es una película realmente buena o es el contraste con nuestras bajas expectativas lo que la hace destacar. Si sos fan de la saga ya sabes lo lejos que los últimos dos films estuvieron de la línea de la trilogía original, por suerte para nosotros, Dark Fate se agarra de la receta de origen y nos da una secuela que se siente a la vez fresca y orgánica. Nuestra historia sigue inmediatamente a los sucesos de Terminator 2, teniendo en cuenta esto, a partir de ahora tendremos que considerar a Terminator 3, Salvación, y Génesis, como parte de una línea temporal alternativa. La trama es buena y sólida, si bien la cantidad y la intermitencia de los escritores que metieron mano en el guión daba lugar a dudas, el regreso de James Cameron a la saga se hace notar y de buena manera. El que sin lugar a dudas es el mayor acierto de la peli es el cast, el trío protagónico femenino es inmejorable y nos tiene dos horas haciendo malabares entre la fortaleza y vulnerabilidad que nos muestran. A todo momento nos da una sensación de empoderamiento muy natural y bien lograda. Párrafo aparte para Linda Hamilton y Arnold Schwarzenegger que, 35 años después de la Terminator original, siguen en sus personajes con la misma naturalidad que el primer día. Para terminar con los aspectos positivos, el CGI no para de sorprendernos y, en esta peli, da una clase magistral, los efectos especiales son simplemente espectaculares y la única forma que lo entiendan va a ser viendo la película. Entre los pocos peros que podemos poner, la cinta se hace de a momentos un poco lenta, no por el ritmo en sí, sino porque los plot twists son bastante obvios y tardan en llegar, se podrían haber recortado un par de escenas en el medio y el resultado sería el mismo. En conclusión, "Terminator: Dark Fate" es un plan más que bueno para pochoclearte la vida un sábado a la noche. Si sos fan o seguidor de la saga no te la podés perder. Si no estás en tema o no viste las anteriores, podés ir tranquilo que te vas a encontrar con una película lo suficientemente buena para bancarsela sola. Por Santiago Sturba
Tres años después de Apocalypse, nuestros mutantes preferidos vuelven con más poderes, más historias y mucha más acción. Esta nueva entrega tiene lugar diez años después de los sucesos de su predecesora y ya nos muestra a un equipo de mutantes más maduro y organizado. Ya reconocidos y aceptados por un gobierno que tantas otras veces les dio caza, nuestros héroes se pueden dedicar a pleno a salvar a quienes los necesiten. Al ir al rescate de una tripulación espacial a la deriva, el equipo queda expuesto a una fuente de energía cósmica que concentra sus efectos sobre nuestra protagonista, Jean Grey (Sophie Turner), a quien seguiremos durante lo que queda de film en su búsqueda por controlar los efectos que esto le provocó. Desde que vimos "First Class" sabíamos que esta saga daba para grandes cosas y, si bien las expectativas para esta película no eran las más altas, sorprende y para bien. Uno de los puntos más altos de esta producción es sin lugar a dudas su director, Simon Kinberg, quien hace lo imposible y logra que una trama que de entrada puede parecer compleja, se torne totalmente liviana y llevadera. En ningún punto se hace pesada y, si tuviéramos que reclamar algo sobre su duración, es que podría haber sido un poco más larga. Otro punto a destacar es el excelente trabajo del elenco, si bien todos se lucen y nos hacen empatizar con ellos casi de inmediato, es necesario elogiar la impecable labor de Sophie Turner y de Michael Fassbender (Magneto). Son ellos los que nos regalan algunos de los momentos más dramáticos y lo logran con una facilidad impresionante. Cayendo un poco en el cliché de comparar a una secuela con sus predecesoras, es donde también encontramos factores positivos en esta última entrega. Esta vez, se nos invita a adentrarnos un poco más en el lado humano de los personajes, los vemos atravesar situaciones que los llevan a límites emocionales hasta ahora inexplorados y eso es un golazo. Para terminar con las cosas positivas, lo que resulta más espectacular en el film son sus secuencias de acción, si bien la saga mutante siempre nos regaló escenas épicas, esta vez lograron mejorarlas exponencialmente. Como resultado, los momentos en los que nuestros héroes están peleando por su vida, usando poderes a lo loco, terminan siendo los mejores de la cinta. Entre lo poco que le podemos criticar a una producción que resulta en conjunto muy sólida, está la toma de decisiones de los guionistas en cuanto a algunos puntos argumentales de la misma, sin spoilear, podemos decir que, para algo tan interesante como lo que estuvieron gestando durante algo así de 100 minutos, el final se siente demasiado simple o hasta apresurado. Más allá de eso, y repitiendo un poco, es un peliculón digno de ir a ver en 3D y con el balde de pochoclos mas grande que haya. Deja una sensación muy agradable y nos invita a disfrutar de personajes que ya conocemos y queremos mientras mantiene un aire fresco y no se vuelve repetitiva. Por Santiago Sturba
"La voz de la igualdad", estrenada ayer en nuestro país, nos lleva a conocer la historia real de Ruth Bader Ginsburg. Ruth (Felicity Jones) es una joven americana entusiasta en el derecho que busca desafiar el modelo patriarcal en el que vive. Con el apoyo de su marido Martin (Armie Hammer) será de las primeras mujeres en graduarse de abogada en Harvard. La historia es sencilla pero fuerte, desde temprano nos damos cuenta que la película pretende dejarnos un mensaje para reflexionar y la verdad es que lo logra. Debemos confesar que de a ratos se vuelve un poco pesada, pero esto no es tanto culpa de los actores como del guión. Si bien se trata de una biopic sobre una abogada, sentimos demasiado abrumador el peso que le da el film a toda la parte legal, haciendo repetidas menciones de palabras técnicas que pueden desorientar al espectador. Esto sumado a que todo se desarrolla bajo un sistema legal distinto al nuestro, hace que por momentos nos perdamos en la burocracia americana. Si bien los personajes son los que los hechos en cuales se basa la historia obligan, están bien presentados y logramos empatizar rápidamente con ellos. Las actuaciones son buenas en general y además de la excelente labor de Felicity Jones, vale la pena destacar a Justin Theroux que también la rompe. El punto más fuerte de la película está en el tema que trata. Estrenada en la víspera del día internacional de la mujer, esta producción nos promete acercarnos la historia de una de las mayores defensoras de los derechos igualitarios. Sin embargo, poco tardamos en darnos cuenta de que lo que en realidad estamos viendo es una crónica de los malos tratos y discriminaciones que las mujeres de esa época sufrían regularmente, una suerte de Greenbook pero para la discriminación por sexo en lugar de por raza. La naturalidad que se muestra en estos actos, nos lleva aún más allá y nos pone a pensar cuantos otros maltratos o discriminaciones tenemos hoy en día y no nos damos cuenta. “La voz de la igualdad” es una cinta sólida, no es pochoclera, pero es recomendable. Si la vas a ver interesado en aprender un poco sobre el feminismo, no te va a decepcionar. Por Santiago Sturba
Llega a los cines "Obsesión", el nuevo Thriller del creador de Peaky Blinders que viene con muchas ganas de volarnos la cabeza. La historia transcurre en Plymouth, una pequeña y remota isla de pocos habitantes. Allí nos encontramos con Baker Dill (Matthew McConaughey), el dueño de un pequeño barco pesquero, quién tiene una enfermiza obsesión por atrapar a un determinado pez al cual persigue hace años. Obligado por sus dificultades económicas, debe dejar de lado su actividad comercial para llevar a pescar a los pocos turistas que llegan a Plymouth. Es haciendo esto como se reencuentra con un antiguo amor, Karen Zariakas (Anne Hathaway). La femme fatale no da muchas vueltas, y rápido nos enteramos que viene a pedirle ayuda para asesinar a su actual marido (Jason Clarke), un magnate alcohólico y golpeador, que abusa constantemente de ella y su hijo. El gran dúo protagónico de la película nos tenía muy emocionados, lamentablemente, si bien no llegó a decepcionar, nos dejó un poco insatisfechos. La actuación de McConaughey es (como de costumbre) impecable, su personaje atraviesa en poco tiempo situaciones emocionalmente extremas y todas resultan verosímiles. Sin embargo, la complejidad de la trama deja poco espacio para el desarrollo individual del personaje, por lo que este puede llegar a sentirse chato, o cliché. La tarea de Anne Hathaway es igual o más destacable que la de su coprotagonista, pero cae aún más en el problema de la falta de profundización ,se pretende que como audiencia empaticemos con ella constantemente, pero resulta para nosotros poco más que una extraña. Al final de la película, nos damos cuenta que poco nos deja además de algunos llantos bien logrados. La particularidad que tiene el film es que encuentra en la trama tanto su punto más fuerte como su talón de Aquiles. Nos venden una historia complicada, llena de vueltas raras, que de alguna manera funcionan para mantenernos en el borde del asiento durante los primeros tres cuartos de película. Con todo lo bueno que esto tiene, es tremendo el bajón que nos agarra al final, cuando empezamos a conseguir las respuestas a los interrogantes. Estas no son malas, pero son entregadas al espectador de formas demasiado simples dado el nivel de complejidad que la trama prometía. Durante un poco más de una hora somos desafiados a intentar descubrir lo que está pasando, hasta que en algún momento se cansan y nos tiran todas las revelaciones juntas en la cara como si no fuera nada. A grandes rasgos, la película es entretenida y no se hace en ningún momento pesada. No será una obra maestra ni mucho menos, pero está más que aceptable para pasar un buen rato en el cine un sábado a la noche. Por Santiago Sturba