“Ese parque era genial, la gente no necesitaba modificaciones genéticas, los dinosaurios eran la mayor atracción”, dice una de las frases que más recuerdo de esta película. También creo que es la que refleja en parte lo que transmite “Jurassic World“. El mundo de las secuelas siempre fue la oveja negra de la historia del cine. Es casi imposible encontrar una secuela mejor que su predecesora y aun es más difícil encontrar una secuela que, al menos, sea digna y haga honor a la franquicia de la cual despega su nombre. Si bien esperamos más de 20 años, este tiempo valió la pena, ya que Jurassic World entra en este último grupo de producciones. Mal no hace recordar (bueno, un poco sí) que esta hermosa franquicia (de las mas lindas de la historia del cine) ya contaba con dos secuelas: “Jurassic Park : El mundo perdido“ y “Jurassic Park 3“, pero recién con la llegada de “Jurassic World“ estamos en presencia de la sucesora espiritual de todo lo referente al mundo de la genética y los dinosaurios. Comandado por Spielberg, el proyecto comenzó a escribirse allá por el 2004 (tres años después del estreno de la tercera parte) pero debido a diversos mal entendidos y sucesos (entre ellos la huelga de escritores) se pospuso, hasta que finalmente en el 2013 Colin Trevorrow y Derek Connolly fueron elegidos como director y guionista respectivamente de esta entrega. Trevorrow llamó la atención de los fanáticos, ya que sus dos films anteriores: “Home Base” (2002) y “Safety Not Guaranteed” (2012) que poco tenían que ver con los dinosaurios. Vayamos a el centro de la cuestión: “Jurassic World” es la mejor secuela de esta saga, no solo por su frescura (más de 10 años siempre otorgan frescura a un universo ansiado de una nueva historia) sino por la esencia y el espíritu de la misma. El aire que se respira desde que comienza hasta que termina es de antaño, digno de los viejos tiempos . Y es que “Jurassic Wolrd” trae mucho de la original, su trama se construye sobre la misma y con varias variantes, potencia el entretenimiento sin recaer en la repeticion de elementos. Desde guiños (menciones, lugares del parque original y hasta un divertido dialogo sobre los sucesos de la primera) hasta temáticas similares y lugares comunes en ambas (los dos niños/jóvenes perdidos en el parque, el caos y la cacería). Pero hay una diferencia entre copiarse a sí mismo y subsistir como película autónoma llevando consigo el espíritu de su predecesora. Ahí es donde encaja este entrega. “Jurassic World” suma decisiones que agregan valor a lo que nos regaló “Jurassic Park” y le rinde tributo con una frase que anuncia la superioridad de la primera por sobre todas las demás entregas (esa con la que inicié esta crítica). Incluso le da sentido a todo eso que parecía ridículo en los trailers que salieron en estos últimos meses. Es decir, el tema de los velociraptores “domesticados” no se exagera y se maneja con mucho cuidado (al fin y al cabo son animales de manada que responden a un líder), la apertura al público del parque después del caos sembrado en su sucesora tiene una oscura (y bien pensada) explicación y el monstruo creado genéticamente para superar al T-Rex no es exagerado y queda creíble dentro del universo de esta franquicia (recuerden que estamos hablando de un film con criaturas clonadas mediante el ADN de un mosquito petrificado). Todo cobra sentido y mantiene una lógica; no vemos a dinosaurios hablando con las personas, ni a gimnastas pelear contra raptors. Se podría decir que el problema esta bien planteado y bien resuelto. Mención aparte se le debe a la parte artística y a la visual del film. Los dinosaurios están muy bien hechos (dejándome la duda si intercalaron CGI y animatronics, ya que algunas tomas de cerca son muy reales) siendo un punto destacado y bien explotado por la puesta en escena de la película. La dirección es correcta y alterna cámaras cruzadas con paneos y tomas generales (se nota mucho el ojo “Spielbierieano” en varios momentos). Los momentos de tensión son clave y están muy bien filmados por Trevorrow y musicalizados por Michael Giacchino (John Williams está trabajando a full en “Star Wars: Episode VII“), responsable de la banda sonora de muchas producciones de Pixar. El elenco está compuesto por Chris Pratt, Bryce Dallas Howard, Vincent D’Onofrio, Ty Simpkins, Nick Robinson, Irrfan Khan y B. D. Wong (el único sobreviviente del la primera entrega). Todos están muy bien en sus personajes. Pratt encarna a un anti-héroe, que no es ni un entrenador ni un cazador, sino un experto que trabaja en el parque y entiende la forma de pensar, instintiva por cierto, de los animales (la película juega con esa idea también). La hermosa Bryce Dallas Howard le pone cuerpo a la inescrupulosa directiva del Parque, siendo Irrfan Khan el dueño del mismo y sucesor del legado de John Hammond (cuya frase típica “No hemos reparado en gastos” también aparece, claro esta). Tal vez el punto más flojo del film es que, del elenco original, solo tenemos participación de B. D. Wong (Henry Wu). La producción se podría haber esforzado más para que algunos personajes más importantes tuvieran al menos una merecida participación. El film es una más que digna secuela, repleta de aventura, caos y muchos dinosaurios, algo que esperamos ver desde hace mucho tiempo. Personajes sólidos, conflictos bien planteados y resueltos con lógicas del universo para el que fueron creados, sin dejar de ser una película que busca entretener y tensionar, respetando de manera infalible a la original que comenzó la franquicia. Se disfruta a grandes escalas y lo más importante es que la nostalgia invade la sala de cine en varios momentos. Recomendable.
“X-MEN: DIAS DEL PASADO FUTURO”: EL MEJOR PRESENTE Cinco años tuvieron que pasar. Cinco años para que vuelva a emocionarme tanto saliendo del cine, luego de vivir la aventura de una película de superhéroes. Recuerdo que en Marzo del 2009, apenas salí de ver Watchmen fue que mi cabeza no paraba de girar sobre un film que (si bien había leído el comic y note los cambios) me dejo sin poder hablar y dormir durante unos días. El porqué de mi extrema devoción hacia Zack Snyder (que luego bajaría un poco tras EL HOMBRE DE ACERO) es por el simple hecho de que supo hacer una película de superhéroes, humanizarlos con toques de humor (sin caer en el ridículo) y con mucha adultez en la trama, a tal punto de que algunos menores no la podrían entender. Snyder le dio a nuestra generación algo que no teníamos, películas de encapotados para gente de nuestra edad. Hoy, podemos decir que X-MEN heredo su legado, ya que la última producción de la franquicia X-MEN: DIAS DEL FUTURO PASADO, es la mejor película de superhéroes (o algo así) que se vio en mucho tiempo. Si bien Brian Singer nos había dados dos excelentes films de los mutantes (X-MEN y X-MEN 2) tuvo que volver a la dirección y juntarse con el tal vez mejor guionista que tuvo la saga (Simon Kinberg, quien también escribió la buenísima X-MEN 3: The last stand). Ahora bien, es la primera vez en esta saga que ellos trabajan jutnos y lograron el mejor equipo hasta la fecha, consiguiendo una película adulta y seria, con los toques de humor necesarios y con dos líneas temporales y argumentales al mismo tiempo, logrando hacer algo muy difícil, sin que pierda sentido todo, que es unirlas. La cosa es así: En un pasado distópico y apocalíptico, los mutantes son perseguidos y eliminados por los Centinelas, unos robots desarrollados por los humanos con la única función de cazarlos. Casi al borde de la extinción, solo quedan algunos con vida, siendo la última esperanza el equipo de Xavier y cia. Es aquí donde aparece Wolverine, quien (debido a su capacidad de regeneración) viajara a la mente de su versión de 1973 para así poder cambiar la historia y evitar la guerra entre humanos y mutantes. Es aquí donde las dos líneas temporales se fusionan. Mezclando los elencos de ambas generaciones (los de la trilogía inicial y los de X-MEN: Primera generación), introduciendo personajes nuevos y por supuesto apareciendo TODOS (y sí, me refiero a TODOS) los que vimos en las precuelas con sus respectivos actores que supieron interpretarlos, X-MEN: DIAS DEL FUTURO PASADO es una obra maestra que marca el estilo de FOX de tratar las pelis de superhéroes, logrando la masividad pero no la pobreza argumental, como si lo hace la empresa del ratoncito en la mayoría de los casos. Los actores son los mismos: Hugh Jackman, Ellen Page, James McAvoy, Michael Fassbender, Jennifer Lawrence, Halle Berry, Nicholas Hoult, Patrick Stewart e Ian McKellen entre muchos otros. Todos y cada uno realizan una labor mas que aceptable, llegando convencer definitivamente que ellos son esos personajes y eso sucede ya que el espectador no visualiza a otro más que a Jackman como Wolverine o a Fassbender como el joven Magneto. Esto es, sin lugar a duda, un merito de los actores que supieron ponerle el cuerpo a muchos de los personajes más emblemáticos de MARVEL. La dirección es sublime y balancea muy bien los momentos de acción con la tensión y el humor; desarrollando una trama compleja con un guion que utiliza cada momento para desenterrar frases celebres y que encaja perfectamente con el personaje que la dice. Si bien hay diferencias con la historia original del comic (en el comic es Kitty Pryde quien viaja en el tiempo y no Wolverine) esos cambios son para bien, ya que la hacen mas cinematográfica aún. Visualmente es impecable y logra algo que pocas pueden, hacer que la peli se disfrute de maneras diferentes pero completamente satisfactorias tanto en 3D como en 2D, un gran merito. De más esta decir que estamos frente a la mejor película de X-MEN a la fecha. DIAS DEL FUTURO PASADO es una gran película que tanto fanáticos de los comics, como personas ajenas al mismo pueden disfrutar por igual; y estoy seguro que al salir del cine sentirán una cosquilla en la cabeza que le hará investigar más sobre Xavier y cia. Es de público conocimiento que la franquicia de los mutantes y su adaptación anti heroica con los humanos ha sido siempre la piedra en el zapato de la empresa del ratoncito, y damos gracias por eso. Esperemos que nunca la obtenga ya que esta producción deja muy claro las diferencias narrativas entre FOX y ellos. Es un deseo personal que retengan los derechos fílmicos y estoy dispuesto a aguantarme cual película pedorra de Wolverine salga para que eso pase (recordemos que, para mantener los derechos, cada 5 años deben hacer una película nueva, de ahí derivan los dos spin-off olvidables). Extras: Como toda película de X-MEN que se precie de serlo, es obligación quedarse después de los créditos.
“El sorprendente Hombre Araña 2: La Amenaza de Electro” – Electro karma Siempre tuve una opinión bilateral con respecto a los reboots (volver a contar una historia desde su origen). Por un lado son una apuesta arriesgada, si la película en cuestión es un gran clásico cinematográfico; pero también permiten a nuevas generaciones vivir experiencias e historias que no pudieron conocer en su tiempo (siempre con una nueva narrativa, claro esta). Ahora, el problema surge porque para que una distribuidora y/o productora pueda para mantener los derechos sobre una franquicia artística, por contrato debe realizar una película luego de determinado tiempo sino perderá la exclusividad sobre los mismos. He aquí cuando ocurren los reboots obligatorios, esos que se realizan tan solo cinco años después de que el héroe tenga otra cara y no lleguemos a acostumbrarnos a su nuevo rostro. Dentro de estos nuevos comienzos forzados podemos ubicar a la secuela tan esperada del arácnido: “The Amazing Spider-Man 2”. Ojo, esta introducción no quiere decir que el film sea malo, ni que la considere “la nueva Batman & Robin” como se escucho en estos días. Todo lo contrario. A ver, tenemos a un Peter Parker que se recibe de la secundaria y que (a pesar de lo aprendido en su precuela) sigue saliendo con su amada Gwen Stacy. A lo largo del film veremos como la vida de nuestro amado Spidey se va introduciendo en un caos de ocupaciones, intercaladas entre el dilema de proteger a su amada dejándola en libertad de una buena vez, de proteger la ciudad y averiguar la verdad sobre OSCORP y el pasado de sus padres. Por el otro lado tenemos a NO UNO, SINO TRES VILLANOS que le harán la vida imposible. Uno que aparece cinco minutos de los 142 que dura el film, otro que tiene la historia mas trillada en los villanos “marvelianos” y uno que quizá mantenga encendida la chispa de los villanos “cool” de esta nueva franquicia. Ahora bien; sabiendo que Spider-Man 3 (de Sam Raimi) fracaso rotundamente por el hecho de de sobrecargar la historia con tres villanos de los cuales ninguno ocupo un rol protagónico (recordemos que Raimi se peleo con los productores ya que el no quería agregar a Venom). ¿Por que repetir la formula? Con Marc Webb (500 días con ella) nuevamente en la silla, el film cumple y entretiene, con un logro magistral, que es saber mantener al espectador pendiente y atento. Aunque al precio de tener también varias falencias (algunas están en el párrafo anterior). Es evidente que tres villanos es demasiado, pero ni siquiera las actuaciones pudieron salvarla en ese aspecto. Andrew Garfield, (quien parece haber perdido los dotes actorales que supo demostrar en “La Red Social”) nuevamente hace un buen Spider-Man, pero un Peter Parker malogrado y fuera de contexto, que tiende a moderse la boca y dimensionar todo lo que dice (dudando demasiado), Emma Stone cumple con una Gwen Stacy fiel y muy cercana a la de los cómics. En el lado de los villanos tenemos a Jamie Foxx con un Electro que no tiene fundamento estable para ser malo, solo es malo porque sí, utilizando el ya conocido “nadie me quiere, todos son malos conmigo” como escudo, un Paul Giamatti que como dijimos, entro en los créditos como bolo mas que como actor y un Dane DeHaan que encarna a un gran Duende Verde (alejado un poco de los cómics) pero de seguro el personaje mas interesante y mejor desarrollado de la historia. Conclusión: Spidey volvió y puede ser disfrutado (sobre todo en 3D, ya que como toda película de superhéroes moderna, debe ser hecha para disfrutar en 3D, ya parece una ley esto) con un historia que entretiene y cumple bastante bien, pero lo de “SORPRENDENTE” se ve solo en el título. No esperen demasiadas sorpresas ni tampoco “SU MAS GRANDE BATALLA” (como versa el slogan) ya que la acción abunda, pero cuando comienza dicha batalla, el film acaba, dejándonos con ganas de ver mas y mas telas de araña, pero consolándonos con saber que habrá Spidey and friends para rato. Por Sebastián Espíndola espindola.sebastian@revistatoma5.com.ar
“Dallas Buyers Club”: Treinta días no son nada Pocos son los films que, basados en una historia real de vida, se jactan de ser lo suficientemente poderosos como para llegar al fondo de mis sentimientos y lograr emocionarme. Y si bien Dallas Buyers Club, estuvo a años luz de desprenderme una lagrima, debo confesar que me dejo una sensación rara. Pero he aquí la cuestión, si bien yo no la consideraría una historia original aunque si autosuficiente, el mayor merito (por no decir casi todo) se lo llevan las actuaciones principales. Así es, los facheros también saben actuar. La historia nos retrata la vida real de Ron Woodroof (un deslumbrante Matthew McConaughey), un cowboy “moderno”, homófobo, drogadicto y muy fiestero que vive la vida al límite siendo es el estereotipo de “macho que se respeta” norteamericano. Un día como otro Woodroof se siente débil, se desmaya y termina en el hospital. Ahí, es diagnosticado con SIDA (por tener relaciones sexuales sin protección) y el doctor le dice que simplemente le quedan treinta días de vida. Aislado de sus amigos y de la comunidad, comienza a consumir AZT, una droga que está legalmente disponible en su país, la cual lo lleva al borde de la muerte. Para sobrevivir, contrabandea medicinas antivirales desde todo el mundo, las que aún no están permitidas ni disponibles en los Estados Unidos. Otros pacientes con sida averiguan sobre él y sus “ilegales” medicamentos. Con la ayuda de la doctora Eve Saks (Jennifer Garner, cumple de buena manera) y Rayon (un portador del virus HIV que es transexual, interpretado a la perfección por Jared Leto), Ron crea el Dallas Buyers Club (Club de Compradores de Dallas), para proveer de tratamientos alternativos a todos los miembros que puedan costearlos. Es así como logra captar la atención de la Administración de Alimentos y Medicamentos y de la industria farmacéutica, quienes libran una guerra total contra Ron. Dirigida por el canadiense Jean-Marc Vallée (C.R.A.Z.Y., The young Victoria), el film deslumbra de golpes bajos (la mayoría recaen en Rayon, siendo este la contraparte de Woodroof. Uno débil y dependiente, otro fuerte y enérgico) pero no exagerados, los necesarios como para hacerle entender al espectador que tipo de film esta viendo. Si bien el hecho de que este basado en una historia verídica le agrega dramatismo, este plus esta un poco desaprovechado, sumando y exagerando tensión donde no la hay, siendo un claro ejemplo la innecesaria deformación de los actores (quienes como ya sabrán, están extremadamente flacos) algo que no es vital para la historia real que se quiere contar, la burocracia de la industria farmacéutica y de lo que es capaz de hacer un hombre que desea vivir. Lo mejor de todo el film son las actuaciones. Tanto McConaughey como Leto (dejando de lado el “oscarizable” hecho de que interpretan a pacientes con SIDA) rompen con sus personajes y van mas allá, haciéndole creer de verdad al espectador no solo que son portadores del virus, sino que son sureños, homófobico uno y transexual él otro. Una increíble muestra de que no son solo facha hollywoodense, y demás esta decir que (a mi criterio) deberían ser los claros vencedores de las categorías a Mejor Actor y Mejor Actor de reparto en la entrega de los Oscars de este año. Dallas Buyers Club es una película que cumple de manera notable e incluso deja tildes de destellos maravillosos. De esas que compiten (de manera incisiva) por premios, pero mas que eso es de esos films que intensifican e impactan las emociones y por sobretodo es ese tipo de bisagra que los carilindos de Hollywood necesitan para demostrar que son material de Oscar. Por Sebastián Espíndola espindola.sebastian@revistatoma5.com.ar
“LA INCREIBLE VIDA DE WALTER MITTY”: De lo negativo a lo positivo. Si bien Ben Stiller siempre me hizo reír, nunca lo considere alguien relevante para la historia del cine, o alguien con talento para contar otro tipo de historias que no sean comedias donde deba poner algún que otro tipo de cara. Por eso ahora es mi deber reconocer que con su última producción, me hizo tragarme las palabras. En “La increíble vida de Walter Mitty” (The secret life of Walter Mitty, USA, 2013) Stiller no solo nos ofrece una gran actuación sino que vuelve a sentarse en la silla del director. Con mucho cariño, empatia y por sobre todo una fotografía excelente nos cuenta la historia de Walter Mitty, un cuarentón que vive soñando despierto y se abstrae de la realidad de manera muy recurrente. El trabaja para la revista “LIFE” como encargado de los negativos de las fotografías. Un negativo perdido le hará saber que a veces la vida real puede ser inclusive mejor y mas aventurera que la de todos sus sueños. Y el film transcurre así. La primera mitad esta llena de estos “sueños” que tiene Walter en donde transcurren los mejores momentos cómicos y por sobre todo los guiños a otros films (inclusive juega con películas de nombre similar como “El extraño caso de Benjamin Button”, etc). A medida que avanza la historia la realidad se va volviendo mas interesante y estos sueños dejan de aparecer, o como lo dice él “Suceden menos que antes”. Es ahí cuando se nota la gran mano de Stiller en la dirección. Las transiciones, los planos secuencia e inclusive los cortes juegan un papel importante para diferenciar la realidad de ese mundo construido por Mitty, hasta preguntarnos si toda la aventura que vive “en la realidad” no sera otro sueño de él. Aunque vale aclarar e insisto con que la astucia con que esta contado el film y los momentos (que son un parpadeo) que pasamos de la realidad a las fantasías son los momentos mimados de toda la historia. Si bien el 70% del film esta llevado a cabo de la mano del personaje interpretado por Stiller, el elenco se completa con: Kristen Wiig, Jon Daly, Kathryn Hahn, Adam Scott y Sean Penn. Todos y cada uno cumplen de una manera correcta, haciendo resaltar aun mas el protagonismo de Mitty (después de todo, el film lleva su nombre). A medida que avanza el tiempo, la trama se vuelve mas interesante, fusionando un dócil Indiana Jones con un ordinario pero cálido Larry Daley (personaje de “Una noche en el museo”). La fotografía del film es clave y llena la pantalla de belleza y magia, esto se debe, principalmente, a los escenarios que se retratan. “La increíble vida de Walter Mitty”, no es solo un film intenso y entretenido, también combina la mejor aventura con una historia suave y afectiva, esas que tanto le gustan a Stiller y que tan bien sabe llevar a la pantalla. Pero la diferencia radica en que el personaje es un soñador, y que soñar en grande esta bien, pero hay que saber que la vida siempre te depara algo mejor. Sino, hablen con Walter Mitty,el sabe sacarle lo negativo a todo, por sobre todo a la manera de mirar la vida. Ese fue el mensaje que me dejo la película. Bueno ese y que el futuro de Ben Stiller como un gran director esta asegurado.
“ESTE ES EL FIN”: LA GENERACIÓN PINEAPPLE EXPRESS Este es el fin (This is the end, 2013) es una de esas películas que aparece cada tanto, de esas que logra exponer el “boca en boca” a su máxima expresión, de esas que apelando a formulas repetidas (no por eso menos exitosas) logra reproducirse como conejos entre los espectadores. Y es porque utiliza tres claros recursos: el bizarro sin sentido in extremis, el siempre útil arsenal de figuras reconocidas de Hollywood y por último (pero no menos importante), “actores haciendo de ellos mismos”. Dirigida y escrita por Seth Rogen y Evan Goldberg (quienes ya habían trabajado juntos como guionistas en Pineapple Express) el film cuenta con un elenco de múltiples figuras: James Franco, el mismo Seth Rogen, Jay Baruchel, Jonah Hill, Danny McBride, Craig Robinson, Emma Watson, Rihanna, Paul Rudd, Jason Segel, Christopher Mintz-Plasse, Aziz Ansari, Michael Cera, Channing Tatum y hasta aparecen los Backstreet Boys. Todos y cada uno hacen de ellos mismos. La historia se desprende del corto “Jay and Seth Versus the Apocalypse” de 2007 y nos presenta a todas estas celebridades en una super mega fiesta en la casa de James Franco, hasta que de repente empiezan a caer rayos extraños desde el cielo que se llevan a las personas y en un parpadeo todo es caos, apocalípsis y muertes, pero de las que son sin sentido y divertidas. A partir de ahi solo quedaran James Franco, Seth Rogen, Jay Baruchel, Jonah Hill, Danny McBride y Craig Robinson quienes deberán descifrar que esta pasando, sin morir en el intento. Si hacemos archivo, podemos encontrar como un predecesor similar, el desastre que fue “Marcianos al ataque” (Marss Attack!, 1996) dirigida por Tim Burton y que utiliza el mismo esquema. Un elenco repleto de figuras (Jack Nicholson, Glenn Close, Pierce Brosnan, Danny DeVito, Sarah Jessica Parker, Michael J. Fox Michael J. Fox, Lukas Haas, Natalie Portman, etc), personajes haciendo de si mismos (Tom Jones haciendo de…Tom Jones) y una trama a la que la palabra BIZARRO (si, en mayúscula) le queda chica. Este es el fin toma todo esto, pero no lo hace de una manera abusiva, mucho menos invasiva; es relativamente sobria y no busca destacarse, busca generar sonrisas mediante gags clásicos en la voz y cuerpo de figuras que nos caen bien. Mas allá de el nivel actoral (tengamos que cuenta que hacer de uno mismo no requiere hacer un gran esfuerzo) la película cuenta con dos grandes hitos que sorprenden al espectador. Uno es el gran nivel de producción y efectos especiales (que a priori parece desacreditado por el estilo de película que aparenta ser) y los divertidos e hilarantes guiones. Este es el fin, es de esos films que no son ambiciosos a pesar de su plantel de estrellas, sino que buscan mostrar el lado menos trabajador de los actores, dándoles la libertad de ser (y aunque suene redundante es así) ellos mismos, mientras se exponen a mostrarse como personas comunes y corrientes, divirtiéndose y haciendo lo que quieren. Es el estilo de película que divierte, entretiene y nos hace pasar un buen rato tan solo viendo la relación entre Jonah Hill y Jay Baruchel, o ver a un extasiado y exagerado Michael Cera. Y no pidan mas. Después de todo, quien no se pregunto que pasaría con las grandes figuras de Hollywood cuando venga el fin del mundo. Bueno, acá esta la respuesta. PUNTUACIÓN: 3/5 Sebastián Espíndola espindola.sebastián@revistatoma5.com.ar
“EL ABOGADO DEL CRIMEN”: CRIMEN SOMNOLIENTO La nueva película de Ridley Scott (Blade runner, Alien, Gladiador) es el claro ejemplo del film que aspira a romper todo (por sus figuras, el apellido ilustre del director y la cantidad de apuesta que posee una super producción) y se pierde en el camino, por no saber aprovechar todas esas ventajas a su favor. La historia es un thriller de suspenso (hasta por ahí nomas) que nos presenta a un hombre conocido sólo como “El abogado” (Michael Fassbender), un respetado ciudadano del sudoeste de Estados Unidos que se introduce en el mundo del tráfico de drogas y se encuentra con que ese universo lo superara y poco a poco se le ira la situación de las manos. La trama gira en el ya muy utilizado recurso de “hombre honesto quiere probar con un negocio ilegal una sola vez y no sabe donde se esta metiendo”, algo que convierte el desenlace como predecible, ya desde el comienzo. El film peca de ambicioso y se deja llevar por un elenco de estrellas encabezado por Michael Fassbender, Brad Pitt, Javier Bardem, Cameron Diaz, Penélope Cruz, con una breve aparición de Dean Norris y John Leguizamo y descuida la lentitud de la trama, que avanza a un ritmo muy trabado, algo que ya llama la atención siendo un thriller. Tal vez los mejores momentos están llevados adelante por Bardem y su carismático personaje, pero la utilización de una figura como Cruz en un personaje tan vacío, definitivamente hace perder credibilidad. El guion, increíblemente esta escrito por Cormac McCarthy (autor que nos dejo la gran obra “Sin lugar para los débiles”) y aun así se las ingenia para estar emocionalmente vacío. No hay suspenso, no hay agresividad, solo dos buenas escenas de sexo y dos buenas escenas de asesinatos, nada mas. Y cuando digo nada mas, es absolutamente nada mas. Un ritmo que se hace casi imposible de seguir (debido a lo somnolienta que es y a lo mal construida que esta la historia). Temas como “el precio del poder” ya han sido tocado antes, lo que ni siquiera la hace visionaria en la temática. Un film que sonaba bien en la teoría, pero definitivamente se queda y no cumple en la practica. Adormece, aburre y se hace muy difícil de seguir, a pesar del gran elenco que posee. Lamentablemente el apellido ilustre y las grandes estrellas, dejaron de ser sinónimo de buen cine, pero desde hace rato.
“LAS BRUJAS”: ALEJANDRO DE NUEVO Existe cierto mito, creado por propio merito desde luego, de varios directores que nunca defraudan. Ya sea por historia, actores fetiche o hasta taquillas repletas, pero la noticia en todos los medios es que ese director, estrena película nueva. Con el tiempo algunos dejan de ser intocables y se vuelven simples mortales que han estrenado una nueva obra, pero aun así no defraudan. Alex de la Iglesia, es uno de ellos. LAS BRUJAS (Las brujas de zagarramurdi, España 2013) es la última película del realizador nacido en Bilbao y sin duda es uno de sus mejores trabajos hasta la fecha. Inspirado en la historia de cuarenta mujeres procesadas por la Inquisición española en el pequeño pueblito de Navarra del título original (doce de ellas terminaron en la hoguera acusadas de brujería), el film es una comedia negra con el estilo propio, que roza lo fantástico y coquetea con el terror, algo que ya es marca registrada del español, ese estilo que recuerda a una de sus máximas obras, El día de la bestia. Para este proyecto se volvió a reconciliar con su eterno compañero ( con una relación casi matrimonial según el propio director) Jorge Guerricaechevarría, guionista de casi todas sus obras, pero que, desde el estreno de Los crímenes de Oxford, se había alejado del bilbaíno. La historia comienza con el robo a una joyería (tal vez la mejor escena de toda la película). El robo, protagonizado por un par de presuntas estatuas vivientes, un grupo de secuaces camuflados con disfraces de personajes famosos y un pequeño niño de 8 años, todos armados hasta los dientes. Acá se luce la acción, las tomas dinámicas y vertiginosas y un escape en auto que combina el mejor humor solamente en diálogos. Sin duda la mejor escena, resuelta cinematográficamente de manera notable. Cercado por la policía, el grupo que esta huyendo en el taxi (un padre divorciado que pretende llevar a su hijo a Disneylandia París, el amigo mujeriego y no muy lúcido que lo secunda y el niño pistolero junto con un taxista casualmente involucrado en la huida y un pasajero aterrorizado y obsesionado con llegar a Badajoz) terminan con rumbo a Francia. Y justamente cuando llegan a Zugarramurdi, empieza la trama central de la cinta, siendo la imaginación la mejor arma de De la Iglesia. El elenco esta encabezado por Hugo Silva, Mario Casas, Jaime Ordóñez y la ya clásica Carmen Maura, con cameo de Santiago Segura y un puesto secundario para Javier Botet. Todos y cada uno cumple de manera notable y hacen que te olvides que tan solo es una película, llegando a reirte con ellos en el transcurso de la historia. El film fue duramente criticado argumentando una gran primera mitad y luego un derrumbe posterior que decolora ese inicio, de manera contundente. Esto es así en cierta medida, si bien es acertada su excelente primera mitad, la segunda parte del film no decae tanto, ya que el humor es gran protagonista como también la acción y las buenas actuaciones. Capaz el único defecto (que le resta un punto en nuestra escala de valores) es la aspiración en cuanto a efectos digitales se refiere. Se nota que no supieron como resolver algunas escenas (con seres sobrenaturales) al final del film y la utilización de los efectos digitales son de una calidad muy mediocre, siendo estos de muy fácil reconocimiento. Una jugada arriesgada que termino jugando en contra. Conclusión Todas las mujeres son malas, menos nuestras madres. O al menos las que son brujas. LAS BRUJAS tiene el sello característico del Español. Sangre, comedia, diálogos desopilantes y un sin fin de acción que se disfruta desde que comienza hasta que termina. Alex, lo hiciste de nuevo.
“RUSH”: LO QUE IMPORTA ES COMPETIR Dicen la voces mas expertas y autorizadas que 1976 fue el mejor año de la Formula 1. Mejor año por la competitividad, por la adrenalina y porque el campeonato se definió la ultima fecha y por solo un punto. Lo cierto, también dicho por esas voces, es que esto se lo deben tan solo a dos personas: James Hunt y Nikki Lauda. De eso trata la última película del colorado (ganador del Oscar) Ron Howard (Apollo 13, Una mente brillante). La rivalidad entre el playboy mujeriego, Hunt, y la maquina del perfeccionismo, Lauda, siempre fue aclamada por todos como la mejor rivalidad deportiva de todos los tiempos, y eso se demostró en 1976, ya que ambos fueron los protagonistas no solo del campeonato sino de un terrible accidente. La trama de la película es solo eso pero el encargado detrás del guion es Peter Morgan (Frost contra Nixon, El último rey de Escocia, La reina), con lo cual estamos listos para afirmar que es más que eso. Con unos diálogos impecables, la historia (a medida que avanza) se va centrando mas y mas en la rivalidad, dejando de lado el deporte pero sin descuidarlo, lo que hace atractiva la historia hasta para el mas hereje de las pistas F1. Como ya es habitué en el mundo de Howard, cada detalle esta cuidado milimetricamente, y hasta el mas despierto consumidor del deporte lo puede afirmar. Cada pista esta calcada a la perfección, cada dato técnico encaja y hasta los parecidos físicos son increíbles. La iluminación logra sumergirte en una película totalmente ambientada en los 70, con lo cual se puede decir que cumple, mientras que mención aparte merecen las actuaciones, o al menos una en particular. El elenco esta encabezado por Chris “Thor” Hemsworth y Daniel Brühl. Hemsworth hace lo suyo de manera correcta, sin lucirse en su papel (como ya nos tiene acostumbrado), pero cumpliendo. Ahora, a medida que avanza la trama Brühl lo va rebasando en una recta larga y termina como el vencedor. Impecable labor del catalán como Lauda, el acento, los gestos, los movimientos y el espíritu. Todo esta plasmado y llevado adelante a la perfección (creemos que es digna de un Oscar esta interpretación). A nivel actoral, se podría decir que el motor de esta carrera es Daniel Brühl. Rush cumple con todo y mas. Logra generar un clima tenso por momentos, dramático por otros y hasta momentos de humor muy bien logrados. Una de las joyas del año que logra mantener al espectador mas que sumergido durante 123 minutos inclusive sabiendo como concluirá la historia. Es por eso que el colo va a pelear por un nuevo Oscar con esta obra. Pero acordate Ron: lo importante, es competir.
“UN CAMINO HACIA MI”: SAM+10 En la narrativa del cine, siempre hay algo que hace que una película sea recordada u olvidada. Hablo de que cada film puede tener al menos un aspecto bueno y bien construido, pero también de que otras logran el éxito por el simple hecho de que un factor desplaza a otro por la calidad de su naturaleza. Puede ser que la historia sea repetida o un lugar común pero sus personajes son inolvidables. Esto es UN CAMINO HACIA MI (The way way back). Dirigida por la dupla Nat Faxon y Jim Rash, el film atraviesa un verano en la vida de Duncan, un adolescente de 14 años con dificultades para relacionarse que tratará, con la ayuda de un carismático gerente de un parque acuatico (Sam Rockwell), de encontrar la fuerza que precisa para poder conocerse a sí mismo, y de paso, enfrentarse a su padrastro (Steve Carell), y volver a relacionarse con su madre (Toni Collette). La historia, llena de lugares comunes, diálogos clichés y una narrativa inteligente y dulzona logra su mejor estado gracias a sus personajes. Todos y cada uno de ellos están muy bien construidos (desde la parte conceptual hasta la caracterización) y se cargan, básicamente, el alma del film al hombro. Y es que cuando se carece de un protagonista fuerte (tengamos en cuenta que Liam James, quien hace de Duncan, cumple pero aun es inexperto en el área de la actuación) se debe plasmar la historia de grandes y ricos personajes secundarios que nutran la misma. Tanto Carell como padrastro prepotente y conflictivo, la inmensa Collette como la madre sumisa que no entiende a su propio hijo y, sin duda el personajes secundario que hace recomendar esta película es el del increíble Sam Rockwell. Rockwell siempre nos ha malcriado haciendo papeles secundarios que logran superar (con creces) al protagonista por su actuación y carácter. Esta vez no es la excepción. La mismísima interpretación de Rockwell justifica la entrada al cine y agrega una anotación, no nos olvidemos de Sam, él va a ser parte del futuro de Hollywood. En conclusión, UN CAMINO HACIA MI es una cálida historia similar al estilo Little Miss Sunshine, esas que no rompen taquillas pero siempre son traídas a la memoria en cual reunión de amigos/as se presente. Repetimos, no por la historia en si, ni por sus predecibles golpes bajos, sino por la calidad y el carisma que transmiten los personajes.