Un hombre escapa con su hija. La niña intenta comunicarse y pedir hacerlo, con su madre, pero no tiene suerte. Del otro lado, el dolor de la madre. Un relato que a poco de comenzar ya agota su propuesta y que, además, no dialoga fluidamente con la actual agenda de problemáticas asociadas a la niñez y el cuidado de los mismos.
Hijos y rehenes. Cuando oscurece (2022) es un tenso drama familiar, dirigido por el realizador Néstor Mazzini y protagonizado por César Troncoso, Andrea Carballo y la pequeña Matilde Creimer Chiabrando. Esta película es la segunda parte de la trilogía Autoengaño, creada por el director Mazzini, cuya primera parte, 36 horas, se estrenó el año pasado y que se completará con el tercer envío, La mujer del río, que se encuentra actualmente en proceso y cuyo estreno está previsto para el próximo año 2023. La historia tiene como protagonista a Flor (Matilde Creimer Chiabrando), una niña cuyos padres están separados y que sufre por culpa de los conflictos que interpelan constantemente a la relación entre sus progenitores. Un día su padre Pedro (César Troncoso), se la lleva de vacaciones unos días, con la idea de poder pasar un poco más de tiempo juntos. Pero lo que pintaba como una salida recreativa y vincular entre Flor y su padre tiene oculto un interés mucho más amenazante y hasta drástico. Pedro en realidad la está secuestrando por miedo de no poder verla más. Es entonces cuando su madre Erica (Andrea Carballo), desesperada por este infortuito accionar de su ex, saldrá a buscarla. Cuando oscurece es una película marcadamente emocional y que también presenta una interesante mirada al mundo de los niños, de sus pensamientos y sueños. Por situaciones que le son ajenas, Flor es rehén de sus padres, de sus incertidumbres y temores, siendo esta una problemática actual que sufren muchos hijos de padres separados. En un mero acto de desesperación Pedro tomará la compleja decisión de secuestrar a su propia hija, error que le costará demasiado caro. El director Néstor Mazzini elige usar el suspenso y la tensión para ir desarrollando la trama de la película. Su idea es dejar un poco de lado un tipo de narración lineal, para en cambio enfocarse en un punto de vista mucho más dramático y hasta con toques oníricos. Los problemas económicos, la falta de diálogo y el desamor serán temas centrales. La idea general de la trilogía Autoengaño nació a partir de la reflexión del propio Mazzini acerca de la vida en pareja y su posterior y conflictiva disolución, una experiencia que vivió en carne propia tras la separación de su mujer. Autoengaño es un concepto en conjunto, dividido en tres partes y que presentan tres momentos bien diferenciados en una evolución de una pareja, de la formación de una familia y de sus posteriores hijos. Como para darle más entidad al asunto, las tres películas están protagonizados por el mismo elenco, componiendo a sus respectivos personajes: Andrea Carballo (Érica), César Troncoso (Pedro) y Matilde Creimer Chiabrando (Flor). Cuando oscurece obtuvo el premio a la mejor dirección en el Festival de Cine de Gramado 2022 y también fue presentado en el Festival de Cine Iberoamericano de Trieste, Italia, y en el Festival Internacional de Cine de Uruguay. El galardón recibido por el realizador es muy merecido. Néstor Mazzini logra un sentido drama familiar y una secuela bien desarrollada con la que seguramente muchos espectadores se sentirán identificados.
En Cuando Oscurece el manejo de los tiempos es distinto a 36 horas, dando paso a una película introspectiva que se enfoca mucho más en las actitudes de Pedro y su relación con su hija; cuya la tensión irá en aumento a medida que se vaya descubriendo la verdad sobre el viaje hasta su explosivo climax en el tercer acto, con un final que reflexiona sobre como actos de los adultos exponen a los niños a peligros impensados.
"Cuando oscurece", padre e hija en fuga. La continuación de "36 horas" acusa cierto desgaste del material narrativo pero de todos modos construye una historia atractiva, con la pequeña actriz Matilde Creimer Chiabrando como gran sorpresa. Extraño caso nacional de “secuela”, Cuando oscurece sigue los pasos de Pedro tiempo después de los hechos de 36 horas, estrenada hace aproximadamente un año. En aquel largometraje, el protagonista, interpretado por César Troncoso, se veía enfrentado al pago de una importante deuda de negocios ligada a su productora audiovisual en el mismo día del cumpleaños número seis de su hija, generando de paso nuevas rispideces con su ex (Andrea Carballo) y socia en el negocio. Una película tensa y definitivamente urbana. Cuando oscurece –que a pesar de esa ligazón puede verse de manera independiente– mantiene en gran medida la tensión dramática, pero traslada la acción a ámbitos del “interior” del país mucho más agrestes. No se sabe cuánto tiempo ha transcurrido desde el final de los hechos del film previo; tampoco cómo ha terminado el asuntillo de la deuda, pero es claro que la separación de Pedro y Érica sigue firme. El hombre acaba de pasar unas vacaciones con su hija Flor y está a punto de “devolvérsela” a la madre, pero algo ocurre, una decisión intempestiva o, quién sabe, quizás reflexionada con tiempo. Lo cierto es que Pedro y Flor continúan de viaje ya en tiempo de descuento y terminan en una cabaña agreste alquilada por tiempo indeterminado. Las pistas de que algo no está del todo bien son evidentes: ante el encargado de la posada Pedro afirma que no encuentra los documentos en los bolsos, y cuando Flor le pide el teléfono para llamar a Mamá la respuesta es que Érica está trabajando unos días en un lugar sin señal. El espectador cae rápidamente en la cuenta de que Pedro está embarcado en un clásico intento desesperado por asirse a algo que se ha perdido. O tal vez una venganza. O ambas cosas y otras más entreveradas. Troncoso vuelve a repetir un personaje que parece siempre a punto de quebrarse, aunque aquí el origen del nerviosismo y el malestar tienen orígenes diversos. No es casual que Néstor Mazzini haya bautizado la que será una trilogía (la saga se completa con la futura La mujer del río, según afirma la gacetilla de prensa) como Autoengaño: si alguien cree que puede salirse con la suya a pesar de todas las evidencias en contra es justamente Pedro. Cuando oscurece es un relato mínimo y, a lo largo de sus casi noventa minutos, suele notarse el desgaste del material narrativo. A pesar de ello, y más allá de la vuelta de tuerca final –que parece un tanto excesiva teniendo en cuenta aquello que la antecede–, la dinámica entre padre e hija, los cambios sutiles en la relación, la creciente sospecha de la niña de que su padre no está haciendo las cosas bien, mantienen el interés hasta el desenlace. La gran sorpresa de la película es la actuación de Matilde Creimer Chiabrando, quien no sólo logra salir airosa cuando tiene que procesar las líneas de diálogo más difíciles sino que aporta un nivel de frescura naturalista notable a lo largo de todo el relato. Con apenas cuatro películas en su filmografía –las dos de Mazzini y Nuestros días más felices y Mamá, mamá, mamá, ambas de Sol Berruezo Pichon-Riviére– la jovencita Creimer Chiabrando es ya toda una actriz consumada.
Es la segunda parte de una futura trilogía que terminará Néstor Mazzini. La primera parte fue “36 horas”. Aquí el protagonista, encarnado por César Troncoso está en un pacífico día de campo con su pequeña hija (Matilde Creimer Chiabrando). En el momento del regreso con la niña cansada y preguntando por su madre, se advierte que ese padre decide quedarse con la pequeña y cumplir con lo pactado con su ex esposa. Un planteo que no tiene un mayor desarrollo y se enreda y reitera. Y además tiene su origen en la no aceptación del hombre de que su ex amor rehaga su vida. Un conflicto donde las reacciones no convencen.
Néstor Mazzini y un conflicto familiar con elementos de thriller La segunda parte de la trilogía "Autoengaño" dirigida por Néstor Mazzini que inició con "36 horas", es un film en donde la oscuridad subyace en una familia luego de una separación. Los padres de Flor (Matilde Creimer Chiabrando) están separados, y ella se reparte entre los dos. Pedro (César Troncoso), su papá, la lleva en un viaje de vacaciones por el campo. Van a diferentes hoteles y hostales mientras la niña pregunta por su madre. Lentamente la situación va cambiando y se devela la situación: Pedro tiene recuerdos que lo inquietan de la separación con Erica (Andrea Carballo), la madre de Flor. Al final, todo el viaje cambiará de sentido y la pequeña tendrá que hacer lo imposible para poder volver con su madre. Es interesante que la película trabaje sobre el thriller psicológico desde una manera visual. El uso de la fotografía y la oscuridad marcan lo que le sucede a Pedro. Lo extraño de su comportamiento se puede ver en su desempeño al cuidar de su hija. Sin duda el tema de la tenencia se convierte en su principal problema y lo trastorna. El relato trabaja desde la tensión psicológica que eso le produce. Es atractivo que Cuando oscurece (2022) se construya con un punto de giro principal que cambia toda la situación. Al inicio se plantea como un viaje de un padre que cuida a su hija, con una madre ausente, y termina con el padre llevándose a su hija sin decírlo. El uso de los puntos de vista plantea la duda sobre la mirada de cada personaje. Los primeros planos y los espacios generan extrañeza y muestran las pistas para que, al final, se revele la verdadera historia. Finalmente, es una película climática, de recuerdos, que se adentra en lo psicológico para contar un tema social y legal, desde tres puntos de vista. Los fragmentos de imágenes tienen otra historia dentro que se va mostrando lentamente para que todo cobre sentido y el espectador construya la historia principal. Los protagonistas le dan el tono necesario al relato en cada situación, para generar la emoción dentro de un drama familiar.
RUTAS COMPLEJAS Cuando oscurece es la segunda entrega del realizador Néstor Mazzini, que integra su trilogía denominada Autoengaño. Su anterior film, 36 horas, sigue a una familia en erosión, cuyo protagonista, Pedro, deberá afrontar el proceso de divorcio, el cumpleaños de su hija y, a su vez, una deuda que lo persigue. El estreno de la semana es la continuación de los hechos. La película inicia con Pedro compartiendo un fin de semana de campamento con su hija (Flor), la ausencia maternal se hace presente ante las preguntas de la pequeña. Ambos inician un viaje, instalándose en una cabaña, apaciguando en la menor lo que conlleva una separación y fortalecer vínculos. Lo que el realizador nos presenta como una relación entre padre e hija, en realidad es el secuestro y huida de este. Cuando oscurece se torna interesante a partir del segundo acto. El primero se extiende en demasía, en parte entendible para quien no haya visto la precuela. Pero aun así, logra crear un ambiente tenso y somos testigos de un hombre, un buen padre, al borde, si ya no lo está, del quiebre. Se destaca la actuación de la niña como lo mejor de la película; desde sus gestos, tono de voz, transmite inocencia y ternura, bien dirigida. Un hombre atormentado, una hija que poco a poco toma conciencia de la realidad, y una madre que toma presencia hacia el final, en la búsqueda de su hija. Interesante película que despierta interés hacia el desenlace y de cara a la resolución de su trilogía.