El documental dirigido por Hernán Moyano tendrá su estreno, este jueves 7 de abril en el cine Gaumont. La película podrá verse en funciones diarias a las 14:30Hs. hasta el miércoles 13 de abril. La misma, es una versión adaptada para la pantalla de cine de la película realizada en fulldome (Formato para la proyección en los domos de los planetarios más avanzados del mundo).
Es complicadísima la tarea de realizar documentales de divulgación científica, y mucho más cuando el proyecto es imaginado para exhibirse en un espacio particular y concreto, como lo fue el origen de El camino eterno, la nueva película del realizador platense Hernán Moyano, quien logra, con creces, superar ambas tareas. Enfocándose en Sergio Montúfar Codoñer, un astrofotógrafo de origen guatemalteco, Moyano acompaña a este buen hombre a través de los observatorios astronómicos de La Plata, Córdoba y San Juan en los que ejemplifica la titánica tarea de capturar la esencia de esa tarea, contrastando los paisajes citadinos con la inmensidad en donde la astronomía puede realizar sus investigaciones. Una cuidada y bella fotografía, que realza los colores naturales capturados, y el silencio, cuando es necesario, para reforzar ideas, permiten, a lo largo de la narración, empequeñecer a los espectadores ante la inmensidad de ese universo sobre el cual aún hoy no tenemos respuestas. Que una película como El camino eterno llegue a las salas tradicionales, es una celebración, porque permite viajar en un espacio diferente para el cual había sido imaginado el proyecto, favoreciendo la divulgación científica en otros ámbitos, pero también logrando el entretenimiento. Moyano afirma su habilidad como impulsor de proyectos audiovisuales con esta película, y más allá que su camino, eterno, está asociado al cine de género, se recibe con gratitud este paso por el documental, en el cual, esperemos que pronto, se anime a dar nuevos pasos.
El fotógrafo guatemalteco Sergio Montufar Codoñer busca la foto perfecta y para ello deberá alejarse de las luces urbanas y viajar hasta donde están emplazados los grandes telescopios de los observatorios astronómicos de la Argentina. En su travesía descubre que está embarcado en una búsqueda colectiva que involucra también a investigadores, informáticos, mecánicos y muchos más apasionados del cielo. El director Hernán Moyano (Habitaciones para turistas, Grité una noche, Caja de acertijos), elaboró con estos elementos un documental tan cálido como curioso en el que se aleja de las ciudades y recorre un camino que lo lleva hasta los telescopios más importantes de nuestro país: los observatorios astronómicos de La Plata y de Córdoba, el observatorio Félix Aguilar y el complejo astronómico El Leoncito, los dos últimos levantados en la provincia de San Juan. Para Moyano, este fue un proyecto demandante desde el punto de vista técnico, ya que tuvo el doble desafío de generar un film documental tanto en un formato tradicional para las pantallas cinematográficas como para poder proyectarse en los planetarios más avanzados del mundo. Millares de estrellas, cielos luminosos y planicies interminables son las verdaderas figuras de esta atípica película que habla sin palabras de la maravilla del cielo y de sus innumerables multicolores que se multiplican sin cesar.
El espacio nunca deja de ejercer fascinación. A su vez, el cine nunca dejó de plasmar esa fascinación. Pero muy pocos casos detiene su atención en quienes se fascinan con el espacio. El documental El camino eterno sigue a Sergio Montúfar Codoñer, un astrofotógrafo guatemalteco. En busca de la foto perfecta del cielo estrellado, recorre los observatorios más destacados de Argentina, donde se encuentran los telescopios más potentes. Un viaje que lo lleva desde la urbe de Buenos Aires, La Plata y Córdoba hasta los parajes más alejados y silvestres (y donde mejor se aprecian las estrellas por las noches despejadas). Una experiencia que también permite conocer los pormenores de cada complejo astronómico, explicado por la voz en off de Ricardo Alanís. El cineasta Hernán Moyano se hizo de un nombre gracias a películas de terror que produjo con la compañía independiente Paura Flics, como 36 pasos. Luego incursionó en otros géneros y formatos, como el fulldome. Así realizó la serie animada Belisario, el pequeño gran héroe del cosmos y El camino eterno, que fueron proyectadas en el Planetario de la Universidad Nacional de La Plata. Este último trabajo fue readaptado para ser exhibido en pantallas de cine tradicionales, pero no pierde la potencia visual, con deslumbrantes tomas de cielos y montañas, de ríos y atardeceres, y por supuesto, de telescopios imponentes. Las imágenes van acompañadas por una narración con fines educativos, pero que nunca se hunde en los detalles técnicos para entendidos y resulta accesible para toda clase de público. En paralelo, la película habla sobre la naturaleza y la urbanización, y cómo todavía hay lugar para las maravillas. El camino eterno funciona como una road movie apasionante y apasionada, capaz de atraer a fanáticos de la astronomía y a quienes empiezan a alzar la vista para dejarse cautivar.
El fascinante documental sobre la astrofísica de Hernán Moyano El film sigue los pasos del astrofotógrafo guatemalteco Sergio Montúfar Codoñer, en su afán de retratar las estrellas. Tal vez el documental didáctico sea uno de los géneros más convencionales en cuanto a la forma que manejan las producciones. No es el caso de El camino eterno (2022), trabajo que cruza límites formales gracias a la inventiva y creatividad de su realizador Hernán Moyano (Belisario, el pequeño gran héroe del cosmos), sin dejar de ser por eso un documental didáctico en su concepción. Filmada en Fulldome (sistema de proyección 360) con el fin de ser proyectada en el Planetario de la Ciudad de La Plata, que también produce la cinta, y adaptada a la pantalla de cine para estrenarse en otras salas, la película brinda información y enseña acerca de la astrofísica, los observatorios construidos en nuestro país (los observatorios astronómicos de La Plata y de Córdoba, el observatorio Félix Aguilar y el Complejo Astronómico El Leoncito, ambos de San Juan), con sus respectivos telescopios estratégicamente ubicados, etc. Pero es la serie de lentes, angulaciones de cámara, composiciones extrañadas, las que generan imágenes majestuosas sobre la galaxia o el planeta tierra. La imaginación puesta al servicio de magnificar la narración. En cierto sentido El camino eterno recuerda a los planos metafísicos de Terrence Malick. Sin embargo, donde Malick recurre al misterio de la creación con tintes claramente religiosos para explicar lo inexplicable, Moyano se remite a los datos científicos duros, que dan información fáctica del universo en todo su esplendor. Un proyecto educativo de divulgación científica. Se trata de un trabajo profundamente latinoamericano, el título del mismo remite a la manera en que los guaraníes nombraban a la Vía Láctea: “Tape Cue" (el camino eterno). “Sobre ella llegaron los primeros habitantes de la tierra y por ella volverá la humanidad a los confines del cosmos”. El camino eterno es un documental visualmente exquisito. La búsqueda de lograr imágenes imponentes ubicando la cámara en lugares recónditos ha dado resultado. Seduce y atrae por igual mientras aprendemos sobre el trabajo de la astrofotografía realizado en nuestro país. Una prueba concreta que se puede apelar a la imaginación para trasladarnos a otro mundo, aunque se trate del mismo del cual formamos parte.
CIENCIA Y ESPECTÁCULO El camino del director platense Hernán Moyano no será eterno, como el del título de su nueva película, pero sí que es bastante particular: con un origen como productor, editor y guionista en el universo del incipiente cine de terror argentino de comienzos de siglo, a partir de su carrera como director mostró una curiosidad que lo ha llevado a explorar cuestiones de formato y técnicas de filmación, como en la serie animada Belisario o este El camino eterno, ambos desarrollados en formato fulldome para la exhibición en cúpulas de planetarios. Lo singular de este documental, y la demostración de que estamos ante un material maleable y líquido, como esa galaxia que registra con especial delectación, es que este estreno en salas convencionales requirió ciertas modificaciones narrativas y técnicas que no le hicieron perder nada de su poder. La película se construye desde una mínima premisa: un astro-fotógrafo que recorre los observatorios dispuestos a lo largo y ancho del país con el fin de obtener la mejor imagen del cielo estrellado. Si la película es producida por la Universidad Nacional de La Plata con el objetivo de difundir la actividad y llevarla a públicos más amplios, Moyano tiene un par de aciertos mayúsculos: si estamos ante una película por encargo que tiene un objetivo claramente didáctico, el director se las arregla para que su película tenga un carácter personal y cinematográfico, y además para que lo educativo no se trasmita de forma escolar. El camino eterno evita las declaraciones con busto parlante y la información se trafica a través de una voz en off que a veces peca de demasiado literaria, pero que nos envuelve como si fuera un cuento mientras seguimos el relato como si se tratara de una road movie. Un riesgo que corría el documental en el traspaso de su exhibición en fulldome a la sala de cine convencional, era perder algo de su esplendor visual. Si el objetivo principal del formato es aprovechar la espectacularidad de las imágenes y apostar por la experiencia sensorial, Moyano sabe que ahora su película construye otro vínculo con el espectador. Y si bien lo maravilloso está, no se engolosina con su preciosismo cuando bien podría haberse resumido a mostrar cielos estrellados y dejarnos con la boca abierta. El camino eterno es antes que nada una película sobre el hecho científico, sobre la historia de la ciencia en el país y sobre la importancia de la ciencia como herramienta para interpretar aquello que nos resulta incomprensible.
La búsqueda de la foto perfecta en el cielo estrellado. Un instante que resume el sentido artístico de un documental que relata un viaje singular; un recorrido que se desplaza hacia los observatorios ópticos, como centro de investigaciones astronómicas. Producida por el Planetario de La Plata y dirigida por Hernán Moyano, realizador oriundo de la ciudad de las diagonales, “El Camino Perfecto” nos relata la itinerante aventura de Sergio Montúfar, un astro-fotógrafo nativo de Guatemala que retrata maravillas del cielo argentino. De los mismos creadores de “Belisario, Pequeño Gran Héroe del Cosmos”, la presente propuesta fue concebida mediante dos técnicas en paralelo. La primera de ellas incurre en el formato Full Dome, tecnología proyectiva de inmersión que surgiera durante los años ’90. También, concebida en formato de pantalla plana, con motivo de su estreno en salas, en setenta minutos de duración. El uso de la técnica de timelapse (herramienta fotográfica y audiovisual, utilizada para capturar sucesos alterados en la velocidad natural con los que son percibidos por el ojo humano, dando la sensación de que todo ocurre más de prisa) la convierte en única en su tipo, mientras desde Córdoba a San Juan, se recorren los principales centros astronómicos del país. Destaca la fuerte impronta visual de este espectáculo natural en las alturas, tanto como su intención de concientizar acerca del milagro natural que solemos dar por garantizado, mientras seguimos dañando el planeta.