«El Remanente», es una película de suspenso sobrenatural que sigue de cerca a un grupo de amigos cuya boda es interrumpida por una catástrofe en la que cientos de personas mueren como resultado de El Rapto. Los que se quedan tienen que luchar por sus vidas y por encontrar la fe en medio del Apocalipsis. Cine filmado con cámara en mano, para darle el tono cuasi documental/testimonial, mantiene atento al espectador con un historia que produce desasosiego constante.
El remanente es una propuesta de terror independiente que dirigió Casey La Scala, uno de los productores del film de culto Donnie Darko. Se trata de una película que fue pensada para el público cristiano de los Estados Unidos. El cine cristiano, que suele abordar temas evangélicos, en el último tiempo empezó a trabajar géneros distintos como el thriller sobrenatural y el terror, con el objetivo de llegar mejor al público adolescente. La trama se centra en un grupo de jóvenes que se reúnen para un casamiento y comienzan a examinar sus vidas y sus convicciones religiosas cuando se desata el Apocalipsis. El problema con este film es que se trata de una copia mala de Cloverfield que difunde su bajada de línea religiosa a través del miedo. O te convertís o te vas al Infierno. Inclusive podés ser una persona espiritual, pero si no vas con regularidad a la iglesia o no tenés una relación más personal con Cristo te quedás sin un ticket al Paraíso. Ese es el mensaje de este estreno. La peor clase de propaganda fundamentalista que podían transmitir. Ahora bien, al margen de esta cuestión que tampoco es una novedad en este tipo de películas, el otro incoveniente es que El remanente también es mala como propuesta de horror. Todos y cada uno de los clichés que se te puedan ocurrir fueron incluidos en esta película. En materia de realización no se les cayó una idea y acuden a los clásicos trucos baratos para generar tensión que ya vimos en infinidades de filmes. Lo único positivo es que las escenas de destrucción están bien logradas para ser una producción independiente de bajo presupuesto. Otro bodrio para el olvido.
Parece que tendremos que acostumbrarnos a que, cada dos o tres meses llegue a las salas de todo el mundo simultáneamente, sin publicidad ni aviso previo de ningún tipo, films de género, de cierta factura técnica, que “esconden” dentro de argumentos regulares, una bajada de línea cristiana que pareciera ser el único fin que mueve dicho estreno. Estas mismas palabras se repiten cada vez que se estrena alguna de ellas de modo casi calcado, y es que, aunque la película cambie, el género sea otro, y el argumento por ende no se repita, el resultado parece ser siempre el mismo; traspasan de ser una obra cinematográfica para convertirse en un panfleto como los que los fieles difunden puerta a puerta, por consiguiente, cuesta verlas de otro modo. Ya pasamos por la aventura, la acción, el drama, la comedia, el documental, y lo épico, ahora es el turno del terror, por supuesto, mechado con algo de cine catástrofe, porque The Remaining precisamente nos habla del fin de los tiempos. Todo comienza en una boda, y atención a las actitudes de cada uno de los personajes porque de ahí ya podremos adelantar cuál será el futuro de cada uno. Skylar (Alexa Vega, que se cansó de enterrar sus films infantiles apareciendo muy sexy en Machete Kills y Sin City 2, y ahora parece que pagará sus culpas con este film cristiano) y Dan (Bryan Dechart) son una pareja joven que festejan su casamiento al aire libre. Un amigo de ellos filma todo el evento con camarita casera (sí, habrá partes de filmaciones caseras, found footage) y se divierte interpelando a los invitados, otra parejita amiga se pelea por la falta de compromiso de él, alguno muestra una actitud no muy deseable, y mientras, el evento sigue según lo previsto. Pero algo raro sucede, mientras Tommy (Johnny Pacar) filma a los padres de Skylar estos mueren, de golpe, por supuesto luego de hacer una declaración fundamental. A partir de ahí todo será un caos, y es que el día final ha comenzado. Los jóvenes sobrevivientes irán vagando, escapando, y se les sumará el Padre de la boda que los irá instruyendo en lo que deben hacer. El grupo será azotado por todas las plagas descriptas en el Libro de las Revelaciones del Nuevo Testamento, y así pasarán lluvias de escorpiones, muertes repentinas, tormentas fuertes, olas de fuego, tormentas heladas, monstruos extraños y todo tipo de amenazas que hará replantear a sus personajes su modo de vida. Claro, la solución está ahí, en ver qué es lo que estaban haciendo mal en sus vidas, por qué se alejaron tanto de Dios, por qué no siguieron su dogma y entregaron su vida a él… quizás sea hora de dar su vida para la salvación. El productor Casey La Scala dirige esta película con la pericia suficiente como para que creamos que se trata de un verdadero film de horror, pero el ritmo es constantemente interrumpido, el argumento (también de La Scala) avanza hacia un rumbo fijo y todo se vuelve rápidamente aburrido. Otra frase calcada de todos estos estrenos, la función de esta reseña no es analizar mensajes religiosos, menos aún ponderar o atacar creencias; analizamos una película, y como tal, The Remaining es torpe, endeble, con interpretaciones flojas, y un ritmo que nunca entra en climax. Quizás, en algún momento, logren conjugar los dos factores de modo correcto.
Asusta, pero más que nada, marea Un grupo de jóvenes se reúne en la boda de una pareja amiga y, de golpe, llega el Juicio Final. El problema no sería tanto el planteo de este film de terror apocalíptico, sino más bien la forma, que se parece sospechosamente a "Cloverfield". Es decir que los ominosos hechos que tienen lugar en la película no son registrados profesionalmente recurriendo al riquísimo arte cinematografico, sino que, en general, están vistos a través de las movedizas cámaras amateurs de estos camarógrafos amateurs. Esto implica -como sabe todo conocedor de las vueltas modernas del género fantástico- imágenes con sacudidas parkinsonianas y terrores verdosos gracias a la modalidad "cámara nocturna". Una pena, dado que si no fuera por este detalle formal característico de las películas sobre "found footage", "El remanente" no estaría tan mal. Más allá de la falta de originalidad, el ritmo es decente, y la acción sobrenatural es generosa en cantidad y a veces también en calidad. Es que la gente cae al piso con los ojos desorbitados al perder su alma, hay apariciones que parecen salidas directamente de las Sagradas Escrituras, pasan cosas espantosas durante eventos deportivos, y hay unos tipos atravesados por tentáculos que llenarán de alegría a los fans del cine de terror. Los efectos especiales, salvo que a veces lucen demasiado digitales, tampoco están mal del todo, y para ser una producción indie (el director Casey La Scala produjo el film de culto "Donnie Darko"), hay un respetable despliegue de medios, aunque el elenco podría haber contado aunque sea con un buen par de intérpretes secundarios.
Fanático religioso llega al cine Hace mucho que no veía una película tan brutamente mala como "El remanente". Realmente un insulto al cine, al género de terror y a la misma religión cristiana. No se si todos mis lectores lo saben, pero soy cristiano católico y estoy orgulloso de serlo, por lo cual me voy a permitir hacer como introducción un pequeño análisis de la propuesta cinematográfica en este sentido. Es increíble que grupos fundamentalistas cristianos (sí, lamentablemente lo son) intenten bajar línea de sus creencias a través de algo tan masivo como el cine y usando recursos tan poco inteligentes y pedagógicos. Aún así esto no es lo peor, sino que lo más negativo de todo esto es que por el contrario de lograr acercar personas al cristianismo, las alejan aún más metiéndoles ideas de un Dios opresivo y castigador, visión superada hace décadas. Transmitir un mensaje de la religión cristiana como una forma de vida opresiva, regida bajo reglas de comportamiento tomadas literalmente de libros como el antiguo testamento y que en vez de esparcir el amor esparcen el miedo, son simplemente burradas de personas que no conocen a fondo el mensaje del cristianismo o bien lo han leído de pasada en Internet y se les ocurrió hacer un film de terror con eso. Si lo que pretendían era interesar a alguien en el cristianismo, le pifiaron a lo grande. Jesús es amor, no miedo. Más allá de la visión religiosa nefasta de los responsables de esta película, como producto cinematográfico también es pobre y superficial. En primer lugar hablemos de la técnica de filmación elegida... El found footage o cámara en mano ya pasó muchachos. Nos saturaron durante unos 7 años con esta técnica y el espectador ya está podrido. Dejó de ser novedad hace por lo menos 2 años. En segundo lugar, entiendo lo del presupuesto bajo, pero podrían haber hecho un casting mejor o haber dirigido con más detalle a los intérpretes. Ninguno convence en su rol y todo es muy superficial. Lo de Alexa Vega y Bryan Dechart da vergüenza ajena directamente. En tercer lugar el guión es malo y con una bajada de línea grotesca que no deja casi nada a la interpretación del espectador. Líneas como "No entiendo porque me pasa esto a mí... yo siempre fui a misa y he sido buena persona..." les puede dar una idea con lo que se van a encontrar. Diálogos estúpidos y situaciones sin sentido como confesiones de amor en medio del Apocalipsis, dan la sensación de que los productores y escritores no supieron como rellenar los espacios en los que no estaban destruyendo la imagen del cristianismo. Lo único safable es la factura técnica, que para ser un proyecto de bajo presupuesto, logra algunas secuencias que parecen más caras de lo que realmente fueron. Una verdadera vergüenza para el cine y la religión. No recomendable.