La educación es uno de los pilares más importantes de la vida de una persona. Sin ella nadie podría desempeñarse siquiera en sus actividades diarias. Pero no siempre las enseñanzas provienen de las currículas convencionales, donde los chicos aprenden matemática o literatura, sino que muchas veces lo más rico se encuentra en el debate y el cuestionamiento de ciertos parámetros establecidos para que las personas puedan abrir sus mentes sin prejuicios y pensar de otra manera. También es conocer para poder luchar por los derechos y en muchos casos los colegios ordinarios no proponen esto. Para ello están las escuelas populares, donde gente de todas las edades se junta bajo un mismo lema y propósito. En este contexto se enmarca “La Educación en Movimiento”, un documental realizado por Malena Noguer y Martín Ferrari, quienes vienen de un ámbito más social que audiovisual. Los autores decidieron tomar distintos países como eje para mostrar cómo se vive la educación popular en América Latina. Es así como nos interiorizamos acerca de la situación en Brasil, Argentina, Colombia, Bolivia y Ecuador, donde distintas organizaciones se convocan para tratar temáticas importantes sobre los pueblos originarios, el medio ambiente, el valor de la tierra propia, el rol de la mujer. Pero que no se quedan únicamente en el debate o el aprendizaje sino que buscan realizar algo con esto, provocar algún tipo de acción y reacción en los demás. Esta mezcla de la educación con los pueblos originarios, la política, los movimientos sociales, la importancia del campo y lo agrario y la posición de la mujer, se trata a través de entrevistas a distintos miembros de las organizaciones (algunos participantes y otros responsables) e imágenes tomadas en dichos lugares. Pero no se plasman los diálogos como si fueran charlas sino más bien como una voz en off que cuenta el relato. Los directores son meros observadores, se limitan a mostrar una realidad más que imponer un juicio de valor. Es así como el espectador podrá sacar sus propias conclusiones a partir de estas nuevas maneras de educación que se presentan. Con la introducción del documental no llegamos a dilucidar bien qué territorios se van a tratar, porque vemos imágenes de muchos de ellos todos juntos, pero con el correr del relato esto se va ordenando de una buena manera. A pesar de que se sienta como un abordaje de muchas temáticas y muchos países en tan solo hora y media, se presenta un equilibrio de información de cada lugar como para tener un pantallazo del mismo con una profundidad suficiente como para que el mensaje se transmita. Para la transición de un sitio a otro se utilizan animaciones dinámicas y bien realizadas. En síntesis, con “La Educación en Movimiento” el espectador se puede informar acerca de una temática no tan tratada en la pantalla grande de una forma dinámica. Esto se debe a que se toman distintos países de Latinoamérica para mostrar la situación en cada lugar, brindando la información justa y necesaria para conocer sobre el tema sin abrumar con tantos datos. A partir del documental podemos tener un acercamiento a una enseñanza planteada de una forma diferente y poco convencional, pero que se siente con mucho esfuerzo y lucha detrás. A pesar de que surgen como una forma de solución frente a carencias de las escuelas sistemáticas, se proponen como una alternativa integral, combatiente y que deja cambios positivos en sus miembros y en la sociedad en general.
La educación en movimiento, de Malena Noguer, Martin Ferrari Por Marcela Barbaro Luego de casi tres años de intenso trabajo y tras haber recorrido 40000 Km de viaje por América Latina, con 300 hs. filmadas y más de 7 meses de edición, se estrena La educación en movimiento, documental realizado por los docentes argentinos Malena Noguer y Martín Ferrari, que formará parte de la de la programación de la 11ª Muestra de Documentalistas Argentinos. Su exhibición local se dará en simultáneo a su estreno en varios países de Latinoamérica donde fue rodada la película, y en coincidencia con la fecha en que se conmemora el homenaje al docente Carlos Fuentealba, asesinado por la policía mientras se manifestaba en una protesta docente. Su recuerdo simboliza la reivindicación de su lucha por la educación pública y las condiciones dignas de trabajo de los maestros; ideales que forman parte de éste material. El documental sale a la luz en un contexto en el que se quiere profundizar la mercantilización de la educación en toda la región, comentan los realizadores. La educación en movimiento nace para contribuir desde el lenguaje audiovisual al debate sobre qué educación queremos para nuestros pueblos y desde la convicción de que los movimientos sociales tienen mucho para aportar en ese sentido. Noguer y Ferrari han traducido en imágenes, la lucha diaria que se libra ante los proyectos educativos populares en “‘Nuestramérica’, como a ellos les gusta llamarla. En su extenso recorrido, la cámara se inserta en los espacios donde se gestan los movimientos sociales que bregan por una transformación social a partir de la importancia de la educación. Sin ningún tipo de intervención, se recogen testimonios de educadores o militantes de Argentina, Brasil, Colombia, Bolivia y Ecuador separados por unos gráficos animados que le inscriben al discurso apelativo un carácter pedagógico; rasgo inevitable por la formación de sus realizadores y por el ámbito en donde se inscribe. El mensaje es directo, no hay metáforas, ni un gran lirismo audiovisual, más bien se contextualiza el guion. Entre los temas que aborda, se enfatiza la descolonización de la educación para adecuarla a las necesidades de las comunidades, otorgando herramientas de pensamiento que eviten la continua explotación y el racismo. Se genera concientización sobre la identidad, la libertad y la inclusión. También, reivindica las raíces culturales de los pueblos, preservando la tierra y el agua como derechos, y se manifiesta en contra de todo tipo de violencia de género. La educación en movimiento recoge las voces de muchos silenciados y de militantes que no se dejan vencer por el sistema, al contrario, resignifican lo negativo para transformarlo en una suerte de identidad colectiva que los une y se fortalece bajo una causa emancipadora: la educación. LA EDUCACIÓN EN MOVIMIENTO La educación en movimiento. Argentina 2015/2016. Guion y dirección: Malena Noguer, Martin Ferrari. Dirección de Fotografía: Malena Noguera. Dirección de Sonido: Martín Ferrari. Montaje: Gabi Jaime, Malena Noguer, Martín Ferrari. Animación: MaXi Bearzi. Música Original: Mateo Arce. Duración: 89 minutos.
Cambio de paradigma Malena Noguer y Martín Ferrari ponen el foco en un modelo educativo contrapuesto al tradicional que responde a la necesidad de movimientos sociales que surgieron al calor de los cambios de los últimos veinte años en América Latina. ¿Qué tienen en común Aline de la ciudad Ribeirao Preto con Margarita de la comunidad indígena vilele de Saladillo en Santiago del Estero? ¿O Ever de la ciudad de Popayán en Colombia con Milton y Leopoldo de Chimoré en Bolivia? ¿Y Blanca, alumna de la Escuela Mujeres de Frente en Quito, con Daniela y Fernando, asistentes al bachillerato Popular Darío Santillán de la ciudad de Buenos Aires? En La educación en movimiento (2017), Noguer y Ferrari recolectan los testimonios de profesores y alumnos integrantes de movimientos sociales que encontraron en un modelo distinto al predominante la salida para formarse y prepararse en un contexto adverso y fluctuante. Los realizadores recorrieron parte de Latinoamérica para demostrar que otra educación es posible. El movimiento al que hacen referencia en el título queda ilustrado en la presentación de los protagonistas que con sus participaciones dejan entrever a un sistema que no está preparado para satisfacer las necesidades actuales. Un sistema con elementos foráneos que niega a los autóctonos, como las lenguas de los pueblos originarios o el respeto por la tierra. Y no solo dirigirán su atención a los casos de la Escuela de Agroecología del MOCASE y de la Escuela Media del Campo del Movimiento de los Trabajadores Rurales sin Tierra en Brasil, también habrá tiempo para las experiencias de la Escuela de Mujeres de Frente en Quito y el bachiller Darío Santillán en la ciudad de Buenos Aires. Tanto en el campo como en la urbe se evidencia que la educación tradicional no se adapta a las distintas necesidades de los alumnos. El documental de Malena Noguer y Martín Ferrari es un registro valioso que pone en evidencia la crisis que atraviesa toda la región pero, a la vez, demuestra que otra educación es posible.
La lucha es de todos La educación en movimiento es un documental dirigido, escrito y producido por la licenciada en Sociología Malena Noguer y el profesor de Filosofía y Ciencias de la Educación Martín Ferrari. Fue filmado durante los años 2015 y 2016, abarcando 40000 kilómetros de América Latina. Durante 500 días de rodaje se consiguieron más de cien entrevistas a diversas organizaciones sociales. Simultáneamente al estreno en Argentina, la película saldrá en México, Ecuador, Colombia, Venezuela, Brasil, Bolivia y Perú. Con imágenes de autopistas y vecindarios grabados mediante un drone, combinados con una música alegre y videos de protestas en las calles, la película nos da una vaga idea de las temáticas en las que se enfocará. Para que los relatos no se vuelvan tediosos, se tomó la decisión de dividirlos por cada país y región con una animación dinámica que también especifica en qué asentamiento de educación popular se profundizará en los siguientes minutos. Así conoceremos al Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra en la capital del agronegocio de Brasil, el Movimiento Campesino en Santiago del Estero, Argentina, el Consejo Regional Indígena del Cauca en Colombia y muchos establecimientos más que se dedican a formar a la clase trabajadora a través de la lucha colectiva por los derechos. La cámara en vez de ser un personaje más actúa como testigo de lo que sucede en cada lugar, por lo que el espectador logra adentrarse en los debates ideológicos que van desde la cantidad limitada del agua hasta la libertad de expresión. Aparte el documental cuenta con entrevistas a investigadores, educadores y estudiantes que narran tanto lo que aprenden allí como las problemáticas actuales a las que se enfrentan. El film solo da un pantallazo de lo que ocurre, que logra ser suficiente para dar ganas de conocer más sobre cada movimiento social. No obstante hay algunas cuestiones que se mantienen latentes en toda América Latina: la idea de la comunidad, la educación como sinónimo de evolución y la lucha por generar un cambio social para que el capitalismo no produzca la segmentación. Las diferencias entre cada movimiento social son inevitables, sin embargo estas buscan la complementación para llegar a la revolución. Dialogan, se respetan y escuchan. La película logra dejar un gran mensaje de inclusión, defensa de la cultura y el territorio. Se mete de lleno en la exuberante cantidad de femicidios, el machismo, la discriminación hacia la comunidad LGBT y las marchas realizadas en las calles como único fin para conseguir derechos tan necesarios como el aborto legal, seguro y libre. Se percibe cómo estos asentamientos populares dan oportunidades a los que de chicos no las tuvieron (por ejemplo en la Escuela Mujeres de Frente de Ecuador se les enseña a las señoras a leer y escribir así como se les inculca el valor que tienen como mujeres). El fin primordial nunca tiene fines de lucro sino que busca crear sujetos activos que tengan argumentos y criterio para decidir. La educación en movimiento nos muestra que aún queda un largo camino por recorrer ya sea en la lucha contra los transgénicos, los derechos que les fueron quitados a los aborígenes o la justicia que parece inexistente en cuanto a las miles de mujeres violadas o asesinadas; sin embargo, la forma en la que se manejan estos bachilleratos, viviendo en lucha y expresando sus opiniones quitándose los prejuicios, constituye un enorme paso adelante que da esperanzas hacia el futuro.
Un viaje para conocer diferentes maneras de encarar la educación en la región, y también para comprender que ya nada era como antes. Los sujetos a educar, dinámicos, urgidos, curiosos, destrozan viejas convicciones. Algo que lentamente hilvana y presenta esta película.
Un diario de motocicleta filmado El documental de Malena Noguer y Martín Ferrari La educación en movimiento se enmarca dentro la corriente cultural latinoamericanista que tuvo su auge durante los llamados gobiernos progresistas que administraron la región hasta hace algunos años. Se trata de un recorrido por América latina que la pareja de directores realizó para registrar la existencia de espacios de educación alternativa, vinculados a organizaciones sociales y populares que buscan formar y crear conciencia en la clase trabajadora. Dichos espacios se sostienen en distintas corrientes del pensamiento social, como las culturas originarias ancestrales, los movimientos sin tierra o el feminismo, que tienen en común su carácter contra hegemónico. Es decir, que están movidos por la voluntad de construir por fuera o sobre el margen del modelo de la educación escolástica. Lo primero que llama la atención del documental es cierta contradicción formal que se produce al contar una historia de movimientos contraculturales sin conseguir salirse del sistema narrativo clásico. Desde lo cinematográfico, La educación en movimiento es un film conservador que trabaja con herramientas que no se apartan de un modelo de documental al que se puede vincular más con lo televisivo que con el cine. El resultado de dicho proceso es el retrato convencional de sujetos con características extraordinarias. De ningún modo eso le resta valor a las historias registradas ni a sus protagonistas, ni convierte a la película en aburrida o indigna. Lejos de eso, se la puede ver con interés, pero dicho mérito proviene más de lo que aportan los propios personajes que de la forma cinematográfica elegida por los cineastas. Más allá de eso, se puede definir a La educación en movimiento como una especie de diario de motocicleta filmado, en el que Noguer y Ferrari van descubriendo las huellas multiculturales de la región a través del eje de la educación alternativa. La película revela, al menos a los ojos del espectador, la existencia de distintas organizaciones sociales que gestionan sus propios espacios para educar desde una conciencia colectiva, por fuera de los intereses globales o del mercado que varios testimonios vinculan con la educación tradicional. Instituciones cuya intención no es la incorporar individuos a un sistema esencialmente expulsivo, sino la de sumar conocimiento a las comunidades marginales. En ese carácter testimonial está la riqueza de una película que visibiliza proyectos que proponen una educación que no solo mire hacia el futuro sino que atienda el presente, que además de calidad aporte identidad y en la que el conocimiento no sea el bote salvavidas de uno sino que represente un aporte al cuerpo social, incluso cuando este se limite a la propia comunidad. Una revolución educativa que no pretende destruir lo que existe, sino sumar distintas formas de acceder al conocimiento, que es una de las formas del poder.
Documental sobre los movimientos sociales y la educación alternativa en los distintos países latinoamericanos. Una mirada abarcativa, con buen material y muy buenos testimonios de distintas experiencias en distintas culturas y latitudes, interesantes aún a pesar de cierta bajada, algo maniquea, en la que están insertos.
La provincia de Santiago del Estero, junto con Brasil, Bolivia y Ecuador son los escenarios en los que los directores Malena Noguer y Martín Ferrari hacen desfilar a docentes y estudiantes indígenas que reivindican su historia y recuperan su lengua. Jóvenes y adultos buscan finalizar sus estudios, pero también organizarse para defender sus derechos. Los realizadores lograron así un film cálido y siempre listo para mostrar, a través de una cámara que recorrió miles de kilómetros, a esos hombres y mujeres que buscan con pasión la necesidad de construir escuelas, de organizarse para vivir con dignidad y de abrir el debate acerca de qué educación desean para sus hijos.
La educación en movimiento parte con la intención de problematizar el sentido de la educación analizando a quiénes se dirige y de qué manera se articulan los lineamientos pedagógicos con el entorno. El problema con el film de Malena Noguer y Martín Ferrari es que transmite la sensación de que las conclusiones estaban escritas mucho antes de empezar el rodaje, convirtiéndose así en un clásico documental de tesis. El film pone su cámara al servicio del retrato de modelos educativos latinoamericanos opuestos al tradicional, todos creados –o al menos desarrollados- durante los últimos 20 años. Los directores entrevistan a decenas de miembros de comunidades indígenas colombianas y pequeños pueblos brasileños que subsisten gracias a la agricultura a pequeña escala, además de alumnos de bachilleratos populares porteños y de una Escuela de Mujeres en Quito, entre otros, con la idea de indagar en las metodologías de enseñanza. Deudor directo del formato televisivo, y con las cabezas parlantes como único método para volcar información, La educación en movimiento es un documental sincero aunque volcado al didactismo antes que a la reflexión. Uno con un recorrido que no ofrece matices y cuya búsqueda responde únicamente a la comprobación de una idea previamente armada. Un documental por momentos interesante aunque fallido.
Cuando el desamparo, la desidia, el abandono, la desatención de los gobiernos de turno ejercen sobre las poblaciones más vulnerables, sin educación y manejables políticamente, provocan una gran separación entre las clases sociales, ese país, cualquiera que sea, no va a tener un futuro promisorio. Durante siglos se mantuvieron en ese rumbo pero, actualmente, hay personas que se están despertando de a poco, pero de manera muy firme, para cambiar su destino, y no repetir lo que hicieron sus antepasados. Con esa información obtenida, los realizadores de éste documental, Malena Noguer y Martín Ferrari, viajaron hacia varios países sudamericanos para corroborar en persona los datos que tenían, y recabaron varias historias de superación personal y social de los excluidos e ignorados por los poderosos, como son las poblaciones indígenas, los originarios de estas tierras, que decidieron estudiar y formarse para luego trabajar en forma comunitaria junto a su pueblo. El film recorre Brasil, Perú, Bolivia, Ecuador, Colombia, y en la Argentina van a Santiago del Estero y Buenos Aires. En cada lugar que van los directores entrevistan y siguen a gente que les cuenta lo que hacen, y las coincidencias en todos los lugares es notable. Luchan, se manifiestan, se politizan. para transformar a la sociedad. Pero no se quedan en las protestas, sino que crearon escuelas rurales y universidades locales para fomentar la educación, el trabajo y la autogestión. Es decir, que ellos mismos crearon un espacio para encontrarse y buscar soluciones a sus problemas, sin depender de los políticos. Las imágenes son impecables, acompañadas por melodías acordes a lo que transmiten las imágenes. El relato es dinámico y cuando el tema está agotado, pasan a contar otra historia. No buscan la emoción durante las escenas, sino informar al espectador de lo que sucede en Sudamérica. Los directores desde el comienzo de la película manifiestan su punto de vista, sientan y describen su posición política,para que, desde ese lugar, poder describir distintas situaciones y hechos de vida, que respalden sus ideologías.
LA EDUCACIÓN SERÁ REVOLUCIONARIA O NO SERÁ La cuestión en torno a lo educativo en Latinoamérica es siempre un tema punzante que habilita la mirada crítica sobre todo el conjunto de la sociedad y las instituciones que la componen. Por lo general, y no es sólo en lo educativo sino también en otros elementos de la vida social, se suele mirar al norte como modelo a seguir, intentando fallidamente transpolar sistemas educativos extranjeros a nuestras tierras, sin tener en cuenta la sociedad en la que se acuñó tal sistema y el contexto en el que se desarrolla. A esta mirada hegemónica de la educación bancaria, se contrapone La educación en movimiento, el nuevo documental de la pareja de cineastas Malena Noguer y Martín Ferrari, quienes indagan en el mundo de la educación popular en los diferentes países de América del Sur. Mezclando animación y escenas documentales de clases, acciones y testimonios, el documental va desarrollando la noción de una educación particular y propiamente territorial para los países sudamericanos, quienes viven en contextos y sociedades diferentes con dificultades y obstáculos distintos a los de, por ejemplo, Finlandia, sistema educativo que se encuentra en boga dentro de las instituciones y entre los docentes, quienes no problematizan ni profundizan cuál sería el tipo de educación funcional a las sociedades en esta parte del mundo. Con relatos de educadores populares, alumnas y alumnos, egresadas y egresados, y profesionales de la educación de Argentina, Brasil, Ecuador y Colombia, el documental recupera la noción de una educación libertaria, popular, accesible y útil, que sirva a los estudiantes para volver y transformar la sociedad en pos de un futuro mejor y no como un conjunto de conocimientos socialmente válidos y aprobados por “expertos” que lejos están de las realidades que viven las niñas y niños que van a la escuela, y a quienes poco les importa el rol social que la escuela como institución supo tener en algún momento, pero que lamentablemente hoy se encuentra minimizado y falto de acción. La cita permanente al educador popular Paulo Freire flota en la película, su legado y su impronta se ven en cada una de las personas que conforman este documental y en cada una de las experiencias educativas que el film expone, ya que en cada país donde se releva la práctica de la educación popular es particular y única, ya que en cada sociedad se desarrolla de una forma diferente, atendiendo a las particularidades de las comunidades a las que va dirigida la educación. La mostración de que existe una toma de conciencia del valor de la educación como la herramienta que habilita el pensamiento crítico reflexivo sobre el mundo que nos rodea es la idea imperante del documental, cuestionar la noción de la educación bancaria como aquella que sólo deposita conocimientos, sin interesarse por la realidad inmediata que rodea a las educandas y los educandos, expone la necesidad inaplazable y urgente de concretar una educación completa que contemple nuestras raíces originarias, que no desmerezca a las lenguas autóctonas y que considere las prácticas cotidianas particulares de cada comunidad, para lograr una real soberanía cognitiva, política y económica de nuestros países. Para cerrar este breve comentario y seguir en el cuestionamiento de lo que nos rodea, no hay frase mejor de Freire que sintetice la idea de La educación en movimiento: “Mi visión de la alfabetización va más allá del ba, be, bi, bo, bu. Porque implica una comprensión crítica de la realidad social, política y económica en la que está el alfabetizado”.
Se estrena La educación en movimiento, ópera prima de Malena Noguer y Martín Ferrari, que exhibe el funcionamiento de escuelas alternativas dentro de los movimientos sociales latinoamericanos. Una aproximación a una educación focalizada en la ecología, la protección del territorio y una política anticapitalista. El hombre es hombre y el mundo es mundo. En la medida en que ambos se encuentran en una relación permanente, el hombre transformando al mundo sufre los efectos de su propia transformación Paulo Freire Noguer y Ferrari, educadores y activistas, debutan en el cine documental con esta propuesta en la que recorren varias escuelas y partidos de Brasil, Colombia, Bolivia, Ecuador y Argentina. El objetivo es exhibir la forma en la que los movimientos sociales intentan crear una mirada educativa que se opone a la educación formal y que incorpora el cuidado de la tierra, los cultivos y la defensa ante la invasión de corporaciones y mineras en zonas rurales. Los directores eligen representantes de las diversas comunidades, varios de ellos líderes de agrupaciones. En otros casos personas que se fueron acercando, por curiosidad y necesidad, a organizaciones que defienden los derechos de poblaciones originarias o movimientos feministas que le otorgan oportunidad de tener voz y ayudar a personas que fueron discriminadas toda su vida. Gracias a estas escuelas pueden expresarse y educarse sin miedo. La educación en movimiento no intenta denunciar aquello que resulta obvio, que es el avance de empresas que pretenden comprar tierras y llevarse comunidades enteras por delante, sino más bien exhibir de qué forma se inculca a los miembros de las mismas los mecanismos por los cuales pueden acceder a una economía autosuficiente, alternativa a los regímenes capitalistas. Cuando la primera persona -el personaje que acerca al espectador a dichas instituciones comunitarias, en su mayoría cooperativas- toma la voz del relato, se genera mayor empatía y profundidad en el discurso. Ya no se trata solamente de información didáctica sino que toma un cariz más íntimo y humano. Durante la primera mitad del film Noguer y Ferrari se limitan a exponer casos bastante parecidos en Brasil, Bolivia, Colombia y Argentina (Santiago del Estero). Recién cuando se muestra el caso de la Escuela de la Mujer, en Ecuador, el documental cambia la óptica y se desvía del discurso político que está al límite de convertirse en cine panfletario. En la segunda mitad del film hay mayor variedad de personajes y el documental crece en su concepción. La propuesta de los realizadores -que con buen criterio se mantienen al margen de la cámara- es también pregonar la reflexión sobre la inclusión social y reflejar la lucha, siempre a través de los movimientos, contra los femicidios, la homofobia y el patriarcado. El concepto es la concientización de que el sistema no puede dictaminar cómo debe organizarse económica o políticamente un pueblo, sino que cada comunidad debe administrar su propia producción y defenderse de la usurpación de empresas extranjeras, generalmente aliadas a los gobiernos. Los directores deciden manifestar directamente la importancia de crear una idea educativa en constante cambio, de acuerdo a la forma en la que el pensamiento y conciencia social se va ampliando. Y que esta educación “en movimiento” es el resultado de la lucha de todo un continente que forma “la patria grande”. Noguer y Ferrari no apelan a imágenes sentimentales sino al optimismo de un futuro mejor. Con una puesta cuidada, música autóctona y notables planos cenitales que exhiben la inmensidad de cada territorio con prolijidad cinematográfica, La educación en movimiento es un documental ameno, accesible y que abre la puerta al diálogo y la discusión acerca de un sistema educativo alternativo y necesario, acorde al siglo XXI.
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