Sumergidos en un volcán lleno de humor ácido y pícaro en formato ilustrado. Crítica de “Lava”. El cineasta Ayar Blasco exhibe en su filme una sociedad abducida por las pantallas, los estereotipos de pareja y el control que ejercen los medios nuevos de consumo Florencia Fico Hace 6 horas 0 4 El director Ayar Blasco activa el tan olvidado mundo de la animación con una película llena de comedia ingeniosa, reflexiones sobre el consumismo actual y acumula dos aciertos más al condimentar la cinta con la voz de Sofía Gala Castiglione quien supo ser una atrevida intérprete, como la irreverente Bimbo Godoy. Por. Florencia Fico. Lava" lo nuevo de Ayar Blasco - Cine de Género Latinoamericano El argumento de la película animada “Lava” se centra en Débora una joven tatuadora quien trabaja pintando la piel de sus clientes. En un anochecer su amiga con la que convive la invita a una cena con su pareja y un compañero. En el sillón se disponen a ver la serie tendencia Gain of Clones, pero la señal es intervenida y aparece un vídeo desconcertante, en él hay dibujos subliminales. Ninguno se acuerda lo que sucedió en el último tramo. La incógnita se develará en una curiosa aparición de gatos enormes que luego invadirán la ciudad. 34° Mar del Plata Film Fest] Crítica de “Lava” – Con Pochoclos La dirección de Ayar Blasco sigue gestando filmes impregnados de acción como lo hizo con “El sol” y ahora en “Lava” con un atractivo toque fantástico, un disparatado escenario apocalíptico y su humor característico: irónico, negro, descarado, delirante y picante. 34° Mar del Plata Film Fest] Crítica de “Lava” – Con Pochoclos El guion de Ayar Blasco, Nicolás Britos y Salvador Sanz recrea diálogos alocados e irreverentes, asimismo recurren a pasajes literarios, la narración del cartoon en viñetas interactivas, guiños a la ilustración como el traje de El Eternauta, el fanzine y los comics. LAVA - Sitges Film Festival - Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya También la animación se convirtió en un alerta sobre la dependencia a los: smartphones, la televisión y los contenidos por streaming. Los obstáculos que atraviesan los ilustradores en la actualidad frente a estas formas de consumo: “Ellos usan las pantallas, nosotros los libros”. Lava - Crudo Films El filme expone las relaciones tóxicas, además el poder hegemónico de la imagen y los nuevos medios de comunicación que de alguna manera intervienen y afectan los estilos de vida contemporáneos. La discriminación al otro ya sea por su apariencia o sus gustos. La generación de una contracultura que resista el abandono a la creatividad. Lava, de Ayar Blasco - ANNECY 2020 - YouTube La música de Emisor brindó diversas sensaciones con instrumentos a base de cuerdas como: tensión o conflicto y en otras secuencias el estilo electrónico metálico dio un efecto enigmático. Y el acento punk que dio Ok Pirámides con el tema: “Nuestra propia velocidad” simbolizó la esencia rebelde y sensible del filme. Lava, en BARS 2019 | Crítica AP El reparto las voces también jugó un capítulo fundamental. La protagonista Débora interpretada por la artista Sofía Gala Castiglione le aporta un carácter contestatario, insolente y aventurero simil Daria. La actriz Justina Bustos como su mejor amiga Nadia agregó dramatismo y emotividad, el actor Martín Piroyanky como Lázaro combinó con Ayar Blasco como Anibal un dúo cómico lleno a lo Rick and Morty. El actor Darío Lopilato como Edgar puso su costado más bohemio. Los personajes más reveladores como “La china” por la humorista Bimbo Godoy hicieron un banquete para la risa y el conductor radial Martín Garabal como “Sr.Gutierrez”. Lava” y “Lejos de casa”, los estrenos de esta semana en Cine.Ar TV – mdphoy.com En torno a la animación se pudo lograr un buen manejo de fondos, la capacidad de rotación de la ilustración en un 360°, capas de dibujos tradicionales y modernos. Una correcta ambientación de locaciones reconocibles como la Estación de subte Facultad de Medicina, la Avenida 9 de Julio y el Obelisco y otras zonas de fácil identificación nacional. En cuanto a la inventiva hubo ingeniosos personajes creados como una bruja, una serpiente cuasi anaconda y los gatos gigantes. Lava" lo nuevo de Ayar Blasco - Cine de Género Latinoamericano El filme de Ayar Blasco supo reavivar el terreno de la comedia animada con tintes de suspenso, ciencia ficción y recursos del comic. La actriz Sofía Gala Castiglione, la capocómica Bimbo Godoy y el mismo realizador Blasco fueron voceros de un filme digno para disfrutar y sorprenderse del universo ilimitado de la ilustración. Puntaje:80
Lava de Ayar Blasco. Crítica. Invasiones alienígenas en versión animada. Bruno Calabrese Hace 24 horas 0 18 El próximo jueves 10 por la pantalla de la señal digital abierta Cine.Ar TV se estrenará la nueva película animada que cuenta con voces de Sofía Gala Castiglione, Justina Bustos y Martín Piroyanky. Por Bruno Calabrese. Siempre es bienvenida una buena película de animación argentina, mucho más si está dirigida al público adulto. Si, encima, el guión es un delirio, mucho más divertido aún. Sobre todo si tenemos en cuenta que en el país hay una larga lista de films animados, pero poco apuntados al público adulto o adolescente, por eso la aparición de “Lava” es recibida con los brazos abiertos por quienes gustan de ese tipo de películas con una historia un poco más arriesgada que permita ser disfrutada por el público mayor. La historia sigue a Débora (voz de Sofia Castiglione), una joven tatuadora que vive con su amiga Nadia (Justina Bustos). Junto al novio de su compañera, Lázaro (Martín Piroyansky) y Anibal (Ayar Blasco), su amigo, se juntan para ver Gain of Clones (descargada por torrent, ya ellas son «old school» y no tienen Netflix ni cable). Hasta que en un momento una interferencia cortó la trasmisión de todos los televisores y celulares. Imágenes abstractas de gatos y calaveras invaden las pantallas. Todo quedó interrumpido por una señal de invasores que están manipulando la mente de la gente para pasar desapercibido ente nosotros. Los teléfonos son los generadores del caos y las catástrofes a raíz de su dependencia permanente. Pero como Débora y Nadia son de la vieja escuela, aparecerá un comic llamado Lava, que, en realidad es una guía de supervivencia ante la invasión. Acompañado por un grupo de personajes tratará de unirse todos los lectores para repeler la invasión. “Lava” funciona como una mirada irónica de la sociedad actual, hiperconectada a las pantallas. Juega con la animación y, mientras es crítica de la masividad de los medios y las redes sociales, se permite jugar con referencias al universo virtual. (¿a quién no le enternece ver videos de gatitos en el celular?). El humor es el componente que utiliza y por momentos se transforma en un delirio conspiranoico donde aparecerán un sinfín de personajes, lo que hace del film una experiencia surrealista donde se mezclarán gatos, víboras gigantes y un grupo tatuadores que intentan dominar al mundo. Puntaje: 70/100. Guión Actuación Edición Música Arte "Lava" funciona como una mirada irónica de la sociedad actual, hiperconectada a las pantallas. Juega con la animación y, mientras es crítica de la masividad de los medios y las redes sociales, se permite jugar con referencias al universo virtual.
Después de una carrera como referente ineludible de la animación local, ya desde los cortos de El niño malcriado y Mercano el Marciano, Ayar Blasco estrenó El sol (2009), su primer largometraje oficial como director (en el largo de Mercano el Marciano de 2002 figuraba en los créditos como Director de Arte, mientras Juan Antin figura como único director, algo que Blasco cuestionó y luego prefirió superar). Allí, en ese nuevo debut, se mostraba un mundo post-apocalíptico a través de un relato absurdo y lisérgico donde el fin de la humanidad, en palabras de su autor, no era visto como algo negativo. Lava, su segundo largo, muestra esta vez el apocalipsis en vivo y en directo a través de una invasión extraterrestre que toma el control de los medios audiovisuales para así hipnotizar a la población e ir tomado el control del planeta. Débora (Sofía Gala Castiglione, colaboradora habitual de Blasco) es tatuadora y la noche del desembarco la sorprende en una reunión con amigos. A partir de allí el improvisado grupo se verá envuelto de manera inesperada y vertiginosa en una trama donde Débora tendrá un inesperado protagonismo ya que en esta situación el mundillo de los tatuadores adquiere un papel destacado. Se podría decir que temáticamente hay una continuidad entre ambos films, pero a la vez Lava es un objeto sensiblemente distinto. Donde El Sol era puro delirio y anarquía, una propuesta desenfadada que tomaba libremente elementos del subgénero post-apocalíptico para llevar su historia a terrenos imprevisibles, acá tenemos un relato más clásico y de algún modo más contenido (solo un poco, tranquilos). Esto parece deberse en parte al mayor rol que adquiere en este film Salvador Sanz, otro gran artista del cómic argentino de los últimos años. Uno estaría tentado de decir que se trata de una feliz coincidencia, dos potencias que se saludan, pero lo cierto es que esta colaboración no es nueva ya que ambos vienen trabajando juntos desde hace tiempo. Sanz hizo storyboards para El sol y si nos ponemos a escarbar podemos remontar su relación a cuando compartían páginas en el legendario fanzine Catzole allá por los 90. Aquí Sanz da un par de pasos al frente. En principio como co-guionista junto a Blasco y Nicolás Britos (quien participó de otros proyectos del fantástico local como El muerto cuenta su historia, Kriptonita y Nafta Super). Lava se siente más como una confluencia de esos dos universos parecidos y diferentes. El delirio y el humor absurdo de Blaco y la ciencia ficción oscura de Sanz, quien ya recurrió a las historias apocalípticas en Legión o El esqueleto. La amalgama es también gráfica y ambos se reparten además la responsabilidad del departamento de arte de la película, Blasco como Director de Arte y Sanz como Supervisor además de aportar algunos elementos de su estilo que se reconocen y diferencian metidos dentro del particular y personal universo de Blasco. Siendo ambos muy distintos, uno diría casi opuestos, se complementan asombrosamente bien. De hecho el estilo de trazos rápidos de Blasco es engañosamente simple y para comprobarlo basta prestar atención a la complejidad del entorno y la cantidad de detalles, muchas veces con jugosos guiños. Se trata entonces de una historia de invasiones extraterrestres, argumento tan caro al cómic y el cine de ciencia ficción, aunque con elementos extraños que nos recuerdan que en el mundo de Ayar Blasco las cosas son más desconcertantes. Como esos gatos gigantes que aparecen después de cada transmisión alienígena, adorables y monstruosas criaturas que obviamente se posan en los tejados y se pueden ahuyentar con agua. El relato avanza en la medida que los protagonistas tratan de averiguar quiénes son los invasores y se encuentran con una posible resistencia, pero a la vez toma desvíos que lo llevan al terreno del puro absurdo que ya le conocemos a su autor y a un costumbrismo ente patético y desopilante plagado de diálogos vergonzosos y situaciones incómodas como las que Blasco viene explotando genialmente con su personaje del Ratón Disney (que aquí hace un cameo breve y epidérmico). Toda obra de ciencia ficción local, en cine o cómic, en su forma pura o como parodia, y más si toma el subgénero de la invasión alienígena, no puede evitar la sombra monolítica de El Eternauta. Lava no es la excepción y tampoco trata de esquivar la referencia. Del mismo modo que en el clásico mayor de la historieta argentina, aquí la invasión se desata en una Buenos Aires cuyas calles son claramente reconocibles. Las escenas de fantasía y destrucción transcurren en escenarios que el espectador local camina todos los días, lo cual le añade un encanto extra. Y si la invasión se da a través de las pantallas de los medios audiovisuales, la voz de la resistencia circula en la forma de un fanzine. Una metáfora quizás demasiado transparente pero que tampoco sus autores se toman muy en serio cuando destacan que la ventaja del mismo está en su precariedad y su mala distribución. Lava reivindica el poder de la historieta de manera explícita. Oesterheld seguramente estaría orgulloso, quizás un poco desconcertado, probablemente ambas cosas. LAVA Lava. Argentina, 2019. Dirección: Ayar Blasco. Intérpretes: Sofía Gala Castiglione, Justina Bustos, Martin Piroyansky, Ayar Blasco, Bimbo, Dario Lopilato, Martín Garabal. Guión: Salvador Sanz, Ayar Blasco, Nicolás Britos. Dirección de Arte: Ayar Blasco. Supervisión de Arte: Salvador Sanz. Dirección de Animación: Sebastián Ramseg. Música: Emisor. Postproducción: Damila Veniani, Agustina Tuduri. Producción Ejecutiva: Jimena Monteoliva, Florencia Franco. Coordinación de producción: Federico Peña.Duración: 67 minutos
Tras su desfachatado disfraz de película animada, esta propuesta posee ideas sólidas y potentes sobre el presente, los vínculos y la sociedad del consumo. Debi (con la voz de Sofía Gala) es un personaje femenino único, que reúne en su presentación al menos la lucha de las pibas y la búsqueda de igualdad y que consolida su fuerza más allá de las vueltas apocalípticas con las que el guion avanza en su relato.
Tras su paso por festivales como los de Annecy y Mar del Plata, se estrena en TV y streaming esta nueva producción animada del director de El sol. Con remiscencias de (y homenajes a) El eternauta, pero también con elementos propios del cine de Hayao Miyazaki (y del animé en general) y un desenfado en el lenguaje y en la forma que por momentos remite a los slackers noventistas de Beavis and Butt-Head, Lava describe las desventuras de los cuatro protagonistas en medio de una invasión en principio de carácter extraterrestre (aunque las criaturas más aterradoras son unos gatos gigantescos). Mientras se juntan a ver series y películas, Débora (la voz de Sofía Gala Castiglione), Nadia (Justina Bustos), Lázaro (Martín Piroyansky) y Aníbal (el propio Blasco) empiezan a percibir unas extrañas interferencias en las distintas pantallas. Pronto descubrirán que no se trata de una eventual falla en las comunicaciones sino del inicio del avance de una fuerza bastante más amenazante y devastadora. Aunque el guion es un poco caótico y derivativo, esta combinación entre la comedia juvenil y la ciencia ficción (llena de guiños a la cultura pop y de participaciones especiales de famosos) tiene un encomiable despliegue visual con una sencilla pero no por eso menos subyugante y eficaz animación en 2D.
Conocido gracias a varios cortometrajes y a su aporte como director de arte de Mercano, el marciano, Ayar Blasco es un director interesado en imaginar el fin del mundo a través de sus trazos. Así lo hizo hace más de diez años en su debut en la realización de largometrajes con El sol (2009), que tenía un grupo de personajes intentando sobrevivir luego de una catástrofe, y así lo hace ahora con Lava, en la que un grupo de extraterrestres invade el planeta e hipnotiza a los humanos a través de la televisión y los dispositivos móviles. Más allá de las indudables diferencias de tono y estilo, los ecos de El eternauta son bien visibles y audibles en esta distopía alucinada y alucinógena. Si allí el primer síntoma de anomalía era una inesperada nevada sobre la ciudad de Buenos Aires, aquí hay varios gatos gigantes que sobre las terrazas observan inmóviles la dinámica urbana como preludio de lo que vendrá. La situación encuentra a la tatuadora Débora (voz de Sofía Gala Castiglione) en una reunión con varios amigos junto a los cuales iniciará un recorrido que opera como puntapié para una serie de aventuras (o desventuras) hilarantes. Lava es mucho menos frenética, más oscura en su tono y reposada en el peso de sus personajes, que El sol. El resultado, sin embargo, es otra muestra de libertad creativa de uno de los referentes de la animación argentina.
UNA INVASIÓN DIVERTIDA Intentar hacer una sinopsis de la nueva película animada de Ayar Blasco es difícil porque el nivel de delirio es muy alto y la historia va teniendo cambios constantemente. En lo concreto, podríamos decir que Lava tiene como protagonistas a una tatuadora y su grupo cercano (integrado por una compañera de casa, su novio y un amigo), quienes serán los encargados de detener una invasión que comienza con gatos gigantes en las terrazas de los edificios. Lava está basada en una historia de Salvador Sanz, de la cual Blasco cambió varias cosas: una de ellas es, por ejemplo, volcar casi todo hacia el humor que le da más cercanía al universo del realizador de Mercano, el marciano. Hay muchas cosas que funcionan en la película, como los chistes relacionados con los intentos de uno de los personajes por seducir a la protagonista. O también la autoconciencia del mensaje en el que uno de los personajes rompe la denominada cuarta pared y dice que se va hablar de temas importantes que no se ven en otras animaciones. Sin embargo la película de Blasco tiene sus problemas, los cuales quedan en evidencia hacia el final, cuando tiene que cerrar la historia y no encuentra el tono adecuado. Lava abandona el ritmo más frenético en situaciones humorísticas y le da paso a un desenlace de ciencia ficción más clásica, lo que hace que caiga un poco narrativamente y pierda el interés que venía teniendo.
Lava, de Ayar Blasco, es cine de animación argentino, con una estética propia, un buen guion y algo interesante para contar. Se estrena en Cine.Ar TV y Cine.Ar Play. Debi es una tatuadora que está comenzando a hacer sus primeros pasos como artista independiente. Vive con su amiga Nadia con quien parece llevarse muy bien. Pero todo cambia esa noche cuando, reunidos con el novio de Nadia y un amigo, a punto de ver un capítulo de una serie muy popular, la señal es interrumpida por una imagen extraña que se va moviendo mientras varios diseños se ven en pantalla. Nadia entonces entra en una especie de trance del cual los otros tres no la pueden despertar. Y cuando la imagen se detiene y todo vuelve a la normalidad, ellos se asoman por la ventana para encontrar un caos por todos los accidentes que se produjeron durante la transmisión de las imágenes. Guiados por un libro de comics llamado Lava, Debi y los chicos se embarcan en la carrera no sólo por la supervivencia, sino por derrotar a los invasores lacrimales, una banda de alienígenas que tomaron el control de los medios de comunicación masivos en la tierra. Aquellos espectadores que se decidan por ver este film se encontrarán con varias gratas sorpresas. Por un lado, el relato fluye con mucho ritmo y no tiene tiempos muertos, lo cual lo hace muy disfrutable para las nuevas generaciones, para las cuales la inmediatez es parte de su vida cotidiana. Además, la historia que cuenta no refiere solamente a un mundo al borde del apocalipsis, sino que invita a una reflexión sobre la relación de la sociedad con los medios de comunicación y las nuevas tecnologías. Lava escapa, con una estética propia, a la comparación obligada del cine de animación con la industria, particularmente con las películas de Disney. No busca ser perfecta, sino nutrirse de su propia estética. Tiene autoconciencia y se burla, cada tanto, con comentarios ácidos respecto a sus dibujos y eso es algo mucho más disfrutable que algunos otros intentos de equiparar un film de animación argentino con el producido en el seno de una industria cinematográfica multimillonaria, comparación que siempre sale mal. Aunque el diseño de sonido puede no apreciarse del todo fuera del contexto de una sala de cine, se percibe el trabajo que hay detrás del mismo. Los diferentes tratamientos de los efectos sonoros, pero también de las voces, ayudan a generar el clima que el film necesita para lograr un mayor verosímil. En ese sentido, otro punto donde se destaca es en el doblaje de voces que logra, sin ser algo extraordinario, con pequeñas modificaciones a lo largo de la película, acompañar las diferentes situaciones y el cambio de código que las mismas proponen. Lava es un producto muy interesante, que podría conformarse con reproducir lugares comunes pero que elige sabiamente un camino más intrincado al decidirse por contar una historia que no es sencilla, sino que busca generar una reflexión en el espectador, presentándose al mismo tiempo como un film con una estética propia y particular, y un código estético atrayente para las nuevas generaciones de espectadores ávidos de ver retratadas en la pantalla sus propias angustias e intereses.
Débora se gana la vida dibujando la piel de sus clientes. Una noche cualquiera, su compañera de vivienda invita a su novio y a un amigo a la casa que comparten. Sentados en el sillón, consumen la serie del momento, Gain of Clones, hasta que, de repente, la señal se corta y la pantalla se tiñe de rojo mientras flotan unas imágenes subliminales. Nadie recuerda lo que pasó los últimos dos minutos. La respuesta estará en la enigmática presencia de gatos gigantes que más tarde invadirán la ciudad. La sinopsis le hace justicia a la propuesta original, divertida y claramente disparatada de la película. Animación irreverente sin banderas políticas, anarquía, absurdo y genuino sentido del humor. No es fácil lograr un film de animación efectivo, aun cuando los dibujo sean simples, la complejidad consiste en darle sentido e interés a la historia. Todo funciona bien acá, aunque en el doblaje las voces de los actores sean lo más flojo de toda la película. La animación puede no parecerse a nada del cine argentino, excepto en ese aspecto. Igual el saldo es positivo.
Animación argentina para adultos. Apocalipsis y humor conviven en esta muy recomendable película
Un film de cultura Pop Una película animada de comedia posmoderna, que nos lleva a pensar en una historia absurda pero llena de humor y referencias. En Lava (2019), Débora se gana la vida como tatuadora. Una noche cualquiera, su compañera de vivienda invita a su novio y a un amigo a la casa a ver la serie del momento, Gain of Clones, hasta que, de repente, la señal se corta y la pantalla se tiñe de rojo mientras flotan unas imágenes subliminales. Nadie recuerda lo que pasó los últimos dos minutos. La respuesta estará en la enigmática presencia de gatos gigantes que más tarde invadirán la ciudad. La animación de la película no es sorprendente, pero cumple con lo mínimo, siendo amigable con el espectador y partiendo de bases estéticas sólidas. Aunque el reciclaje sea constante y escueta en los detalles, cumple su función y por momentos construye un universo realmente bueno. Por otro lado, el guión es sumamente flojo dando como resultado que el desarrollo de los personajes no terminen en nada, quitando espacio para temas que realmente podrían ser explorados. La película no cierra todos sus cabos y se conforma con un final simple. Sin embargo la historia logra un universo coherente, donde lo disparatado se vuelve un chiste interesante y donde los diálogos cobran fuerza. Las actuaciones no son realmente buenas exceptuando un par de personajes, quedando en simples lecturas de diálogo con imágenes de fondo, sin generar una buena sinergia entre sonido e imagen. La producción de sonido es realmente mala y establece una poca jerarquía, con errores de volúmenes y texturas en el audio, quedando en algo sumamente artificial. "Sin embargo y pese a sus fallos, Lava logra ser entretenida por momentos gracias a su humor absurdo y referencias a la cultura pop, a las cuales debieron aferrarse sin intentar establecer un universo de sentido propio."
Apocalipsis Chimiboga Lava (2019), la nueva producción de Ayar Blasco (Mercano, el marciano, El sol), es un film con todo el universo del creador de Chimiboga que contempla humor negro, mucho absurdo y el contexto apocalíptico de fondo para describir la argentinidad en estado puro. Presentada en el 34 Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, Lava (2019) tiene de protagonista a Débora (voz de Sofía Gala Castiglione), una tatuadora profesional que descubre en uno de sus dibujos por encargo una especie de jeroglífico, la única clave para enfrentar un mundo controlado por los dispositivos electrónicos. Cuando el caos se desata, ella y su grupo de amigos luchan por las calles de Buenos Aires contra el enemigo materializado en gatos gigantes, una bruja robótica y una boa enorme. Bienvenidos al universo Chimiboga: un deleite visual con animaciones hechas en 2D, con un estilo de dibujo de trazos simples, centrándose en una historia políticamente incorrecta. El fin no es la sátira social sino el vehículo para hablar del sinsentido de la existencia, con personajes que miran con absoluta extrañeza la supuesta normalidad. Desde esa mirada el Apocalipsis se vuelve inevitable y hasta atractivo, en su propuesta de cambio. No es la primera vez que el animador y cineasta recurre al fin del mundo como tópico, ya en Mercano, el marciano (2002) hasta El sol (2010), pasando por sus entrañables creaciones de Chimiboga, el destino pre anunciando se materializa una vez más, y pone en evidencia el accionar absurdo de los habitantes de la metrópolis, y los obliga a mostrar su verdadero y ridículo ser cuando la situación llega al límite. En esta visión fatalista del mundo la imagen adquiere un poder absoluto, sea en historieta, tatuaje o teléfono móvil con su fuerza hipnótica. Tampoco faltan las referencias a la animación para niños parodiada, sea Disney o la muñeca Barbie, aquí utilizada como ensamblaje de un metralleta, como cualquier otro elemento de la cultura popular. En el universo Chimiboga todo es posible, la imaginación al poder para diseñar extraños y divertidas conspiraciones internacionales, realidades paralelas en línea con las series actuales y un pesimismo tan arrollador como entretenido para describir una visión de mundo única e inigualable.