Películas de ficción con simpáticos perros adiestrados (o animados por computadora) hay decenas, pero un documental protagonizado por dos perros de la calle es, sin dudas, una auténtica rareza. Y, en las manos expertas de Bettina Perut e Iván Osnovikoff, dos de los más sensibles directores chilenos, el resultado no solo sorprende sino que fascina. Fútbol y Chola (los nombres los sabremos gracias a los créditos finales) deambulan en las inmediaciones del skatepark de Los Reyes, en pleno Santiago. Allí, mientras decenas de adolescentes hacen malabarismos y acrobacias sobre sus patinetas (apenas los vemos, pero sí los escuchamos compartiendo anécdotas y vivencias fuera de campo), los auténticos reyes de esta película juegan con pequeñas y grandes pelotas (Chola tiene un talento proverbial con el balón). Quien crea que se trata solo de ubicar y prender la cámara y simplemente tener paciencia para observar hasta que algo gracioso o sorprendente suceda estaría apreciando solo una parte del dispositivo y una mínima porción del talento de la dupla Perut-Osnovikoff. Los realizadores de Un hombre aparte, La muerte de Pinochet y Surire logran muchos planos prodigiosos, construyen un relato lleno de ternura y belleza, así como una descripción infrecuente y poco convencional sobre un espacio y un tiempo que los directores convierten en una experiencia subyugante, placentera y decididamente única.
«Los Reyes» es el octavo documental realizado por los chilenos Bettina Perut e Iván Osnovikoff, quienes nos traen una propuesta bastante particular, donde las personas pasan a un segundo plano para dejarle el protagonismo a dos adorables perros que pasan sus días en un parque. Chola y Fútbol son dos perros callejeros que viven en Los Reyes, el skatepark más antiguo de Santiago de Chile, y que pasan su tiempo jugando con pelotas, interactuando con los jóvenes que van a hacer sus trucos y durmiendo. La originalidad de este documental recae en la elección de tomar como protagonistas a dos perros. Observar su comportamiento durante el día y la noche significa un gran desafío, ya que no se puede prever cómo reaccionarán, a la vez que la trama podría volverse monótona o aburrida. Sin embargo esto no sucede, ya que los perros logran transmitir carisma, adoración y gracia durante la mayor parte del film. Mientras que uno es más tranquilo, el otro es más inquieto, corriendo y ladrándole a todos los que pasan; la interacción entre ellos es maravillosa. Es así como consiguen sacarnos más de una sonrisa, como también nos hacen emocionar hacia el final de la película que a pesar de su sutileza se nos muestran algunos pasajes fuertes. Son un ejemplo de amistad, compañerismo y fidelidad que resulta entrañable. Y si bien ellos son los verdaderos protagonistas, los directores decidieron incorporar a los seres humanos, principalmente adolescentes, desde otro lugar. Aparecen fuera de cuadro hablando sobre sus pasiones y problemáticas, como el skate, las drogas, la relación con sus familiares, su futuro, entre otras cosas. Esto permite generar un contexto mayor de aquel parque y un contraste entre las diferentes especies que conviven allí. Los aspectos técnicos cobran un valor importante dentro del documental. La cámara funciona como una mera observadora, haciendo especial hincapié en los planos detalles de los perros, los insectos que deambulan por el lugar o en cuestiones relacionadas con los seres humanos. Se utiliza el sonido ambiente para captar la naturaleza y los ruidos inherentes al parque y crear la atmósfera deseada. Incluso cuando se escucha música es por algún evento en particular. En síntesis, «Los Reyes» resulta un original y atractivo documental de observación que pone el foco en el comportamiento animal a través de dos perros carismáticos que nos harán reír y emocionar. Una lograda estética y puesta de cámara hará de esta propuesta una que vale la pena ver.
Sin palabras Reducir la grandeza, eficacia y capacidad de conmover que posee el multipremiado documental chileno en su ingeniosa idea, sería dejar por fuera un centenar de recursos propios del lenguaje cinematográfico que la pareja de realizadores despliegan con admirable cintura narrativa. Los Reyes (2018) es un documental que retrata la vida de Fútbol y Chola, una dupla de perros que pasan sus días en el skatepark del parque Los Reyes, de Santiago de Chile. Obsesionados con una pelota, juegan entre motos, burros y adolescentes en rebelión con el mundo. Bettina Perut e Iván Osnovikoff dirigen este documental observacional que se aleja por completo de cualquier convencionalismo, y en la pareja protagónica canina se encuentra un cine experimental por demás de interesante. El trabajo de cámara y fotografía de Pablo Valdes no solo se interesa en seguir a los protagonistas en todo momento, sino que disecciona hasta el detalle la anatomía de estos animales. Es el diseño de sonido; su construcción, lo que nos conduce a una reflexión mucho más profunda de lo que estamos viendo; porque las voces fuera de campo de esos jóvenes que concurren al parque revelan la incertidumbre de sus vidas y sus deseos. "Los Reyes puede ser, en un primer visionado una película para amantes de los animales, pero no hay que ser tan ligeros y categóricos. Los reyes es una mirada profunda que, con ternura e inteligencia, nos invita a reflexionar acerca del malestar que sienten los jóvenes con respecto a la sociedad chilena."
Esta es una pequeña obra fuera de serie. Al comienzo parece un simple documental “de observación”, centrado en la pista de skate del Parque de los Reyes, en el Barrio Mapocho de Santiago de Chile. Pero los protagonistas no son los skaters sino un perro medio lobuno y una labradora, grandotes y negros, que viven allí como si fueran los dueños, o los reyes, o tal vez dos linyeras de esos que duermen en las plazas. Los vemos hacer su vida, nos divierten, les vamos tomando cariño. Cada tanto se escuchan las conversaciones imbéciles de los adolescentes que van ahí a drogarse. Uno preferiría oír a los empleados municipales que hicieron unas casillas para los perros. Pero de a poco, a través de esas charlas pareciera que dos mocosos empiezan a madurar. Mientras, el lobuno empieza a envejecer. Los últimos minutos, casi a pura imagen, son de una emoción intransferible. Es el paso de la vida, lo que estamos viendo. Quizá sea ésta la película más sentida del matrimonio Perut-Osnovikoff. Coproductora, la notable Maite Alberdi (“La once”, “Los niños”). Cámara, Pablo Valdés. Montaje: Bettina Perut.
“Los reyes” del título no son los monarcas de un imperio real lleno de personajes palaciegos, son dos entrañables perros callejeros que habitan en un homónimo parque netamente urbano de Santiago de Chile. Este documental observacional focaliza su punto de vista de manera innegociable en los hábitos de estos dos canes enormes, de color azabache y actitud pacífica, que reinan en ese espacio determinada por una gran pista de skate y por lo tanto los skaters serán esos personajes que siempre están circulando fuera de campo, a los que escucharemos dialogar a lo largo de todo el documental sin ver de cerca sus rostros. El orden del relato está determinado por discurrir de los días, la mañana, el sol, la caída de la tarde, la noche y así sucesivamente, como capturando la cronología de una cotidianidad. La lluvia que irrumpe en la historia como un obstáculo, un cambio de circunstancia, hasta un momento de esos donde algo de inquietud por esos animales solitarios nos rodea, aunque el filme no haga hincapié en la idea de lo desolador de sus vidas. Por el contrario la película acentúa, a través del contenido de los diálogos en off, que lo desolador, lo errático y lo conflictivo está en la vida de esos jóvenes que hablan como fantasmas alrededor de los planos de Los reyes. Tal vez el documental quiera trazar interpretaciones en este paralelismo de vidas, humanas y animales, pero el hilo queda abierto y la mirada de cada espectador podrá hacer sus asociaciones personales, no precisamente forzadas por el narrador. Los planos generales de la ciudad nocturna o diurna que se abre lejana e imponente alrededor marcan la idea de esa urbe inmensa que rodea al parque. Hormigón y luces. Volviendo a los reyes de este mundo pequeño, la dinámica del juego como forma de comunicación y como orden de sus vidas se repite una y otra vez. Si hay un objeto dramático que cobra un valor singular en cada escena es la pelota. La pelota desgastada, la pelota nueva, la pelota de tenis, la pelota como lazo que une a esos dos animales una y otra vez. Parecen dos espectadores del mundo de los humanos que los rodean. Los vemos allí echados observar, y una intención de metaforizar las miradas de estos dos perros protagónicos queda flotando como posible intención del duo de realizadores. Miran, con sus ojos brillantes y cansinos… nos miran. El pliegue del final es atractivo, porque le otorga múltiples significados al resto del filme. Ese ritual social, ese momento distinto de la rutina de las ciudades se une con el reflejo de los reyes en el parque que parecen escuchar lo que se murmura en una noche singular. Por Victoria Leven @LevenVictoria
Se estrena a través de Vimeo On Demand un cautivante documental dirigido por Iván Osnovikoff y Bettina Perut que tiene como protagonistas a dos perros callejeros que pasan sus días en un parque de skate. En el parque Los Reyes, en Chile, se pasean adolescentes practicando skate o bebiendo o fumando o, simplemente, conversando sobre sus vidas y las inquietudes propias de esa edad. Sin embargo, la cámara se enfoca en otros personajes: en Chola y Fútbol, dos perros callejeros que pasan el día deambulando en ese parque. Animales que vagan y descansan alrededor de esta juventud. A la vez, ellos observan y escuchan, están pero no están, porque no se inmutan, no interrumpen, juegan entre ellos o con quien los busque de antemano. Son como dos mundos distintos que conviven. Los Reyes es un documental de observación, por eso se dedica durante largos minutos a seguirlos. Durmiendo, ladrando, jugando con una pelota u otros elementos en la boca, como si lo que necesitaran fuera tener algo, lo que sea, a que aferrarse. Ese parque es su hogar y al mismo tiempo lugar de juegos. Hay un par de momentos, ya más cerca del final, en el que la cotidianidad se ve un poco interrumpida. Uno es con un evento de skaters que pone vallas y les impide deambular libremente como suelen hacer, y otro es cuando llega la navidad, que parece impregnar el ambiente de un aire distinto. Más allá de estar siempre en foco estos seres, desde planos abiertos en los que se los ve interactuando con el ambiente, a los impactantes planos detalle que logran hasta transmitir texturas (es para destacar la fotografía de Pablo Valdés), también está ahí la juventud, los chicos que utilizan ese parque como un refugio o escape, donde pueden hacer lo que quieren y hablar de lo que quieran, con temas predominantes como las figuras de la madre, las drogas y sus posibles consecuencias, o la idea a veces aterradora del futuro. Iván Osnovikoff y Bettina Perut dirigen un documental que se siente por momentos bastante calculado, pero al mismo tiempo están ahí sus dos protagonistas simplemente viviendo la vida que les tocó y ellos siempre son muy genuinos. Los reyes es un documental que, a través de un retrato que se construye con paciencia, consigue ser encantador desde el primer momento gracias a sus protagonistas, esos dos perros que no tienen que hacer nada más que ser ellos mismos. Sin embargo también deja una sensación agridulce hacia el final.
La propia forma de existencia Fútbol es un viejo perro mestizo y Chola una joven labradora. Durante toda la película la cámara de Pablo Valdes los sigue sin perderlos de vista, mientras se tiran a descansar a la sombra, juegan en el parque o se resguardan de la lluvia. El director se preocupa por filmar cada detalle de sus dientes, hocicos, patas y colas, lo que nos lleva a empatizar con los protagonistas. Los ruidos y silencios que vamos a escuchar proviene de los humanos que pasean por el parque, quienes intercambian palabras acerca de sus vidas y sus hábitos, sobre todo charlas acerca de la marihuana. La película no cuenta con música, pero radican en el diseño de sonido de Janis Grossmann y Roberto Espinoza los detalles y la atmósfera que se construyen alrededor de la trama y se complementa con la mirada desde la perspectiva de los perros que el director nos intenta mostrar. Los Reyes es un documental poco convencional, que por momentos también presenta algunas situaciones cómicas, derivadas de la propia gracia de los animales, y juega con el espectador para seguir el ritmo del relato.
“Los Reyes” Crítica. Desde Chile nos llega “Los Reyes”, un entrañable documental que tiene de protagonistas a dos perros callejeros. Fútbol y Chola son dos perros callejeros que pasan sus días en el histórico skatepark “Los Reyes”, situado en Santiago de Chile. Mediante el uso de observación, Bettina Perut e Iván Osnovikoff, nos hacen un recorrido por este lugar pero a través de los ojos de estos animalitos, convirtiéndolos en los protagonistas de la historia. Los vemos jugar entre ellos y descansar bajo el sol. Fútbol siempre tiene algo en la boca, ya sea una botella o un pedazo de ladrillo. Chola no puede soltar su pelota de tenis. Pablo Valdés hace un trabajo maravilloso retratando estos momentos, utilizando recursos como el uso de planos generales, así como también, de planos detalles de sus hocicos u orejas. Por medio de la voz fuera de cuadro escuchamos las historias de los adolescentes que van al parque, quienes hablan de sus problemas y fuman marihuana. Sin embargo, nunca los vemos. Estas conversaciones se complementan con imágenes de los perros, lo que le genera un nuevo concepto al sonido dándole un nuevo significado. “Los Reyes” es un documental complejo y difícil de llevar, necesitas enfocarte en el punto de vista de los perros para poder entender su mirada. Pero una vez que logras involucrarte no solo llegas a disfrutarlo sino que también logras con Fútbol y Chola.
Al prodigio de seguir la vida de una pareja de perros vagabundos, se suman la geografía que los rodea y los humanos que conviven con aquellos canes. Hipnótica y cariñosa, el trabajo de sonido y el fuera de campo suman capas a una obra impar
¿Por qué la recomendamos?: Se trata de un documental tan fascinante como atípico, recién estrenado en Vimeo On demand. Está protagonizado por dos perros: Fútbol y Chola. Con una fotografía muy cuidada, las pacientes cámaras de Bettina Perut e Iván Osnovikoff registraron sus días como cuadrúpedos habitantes del skatepark Los Reyes, el más antiguo de Santiago de Chile. Los verdaderos monarcas del lugar son estos dos seres peludos que pasan sus días jugando con pelotas, ladrándoles a los burros, caballos y motos que pasan por ahí, y escuchando con perruna atención las historias tragicómicas de los skaters. A los amantes de los perros sin dudas les encantará esta película, pero no hace falta ser un perrómano para disfrutarla. Aunque viven en una gran ciudad, la vida de estos canes transcurre con la misma placidez que si estuvieran en un pequeño pueblito. Todas sus actividades suceden en los alrededores de la pista de skate ubicada en el medio del parque: es una suerte de pileta seca, con bordes irregulares para que los jóvenes en patineta puedan hacer sus piruetas, rodeada por césped y árboles. Un entorno ideal para las andanzas de estos dos amigos del alma. Fútbol y Chola no hacen nada extraordinario. Sólo son. Pero Perut y Osnovikoff logran construir una suerte de progresión dramática simplemente intercalando la cotidianidad de los dos perros con las conversaciones entre los skaters, los únicos diálogos que hay en la película. Así, mientras Chola tiene una pelotita de tenis en la boca y Fútbol le ladra para que la suelte, o los dos dormitan en el pasto, las voces de los adolescentes -en un fascinante argot- pintan un retrato social de la clase baja santiaguina. Sin ser perros de publicidad ni tampoco dar lástima por su vida callejera, esta pareja canina se gana nuestro amor por su compañerismo y su paz interior, esa especie de sabiduría existencial que poseen tantos animales. Sus micro aventuras se complementan a la perfección con los relatos de los skaters sobre marihuana, abuso policial, hogares difíciles, rebeldía, vidas sin rumbo. Un ecosistema en perfecto equilibrio, donde animales y humanos conviven en imperfecta armonía, con sus problemas y alegrías a cuestas.
Los reyes, documental de observación sobre una manada de perros que acompañan a un grupo de skaters y viven sus propias aventuras, no aporta nada nuevo excepto alguna idea de libertad que por ahí se vislumbra pero que no es el eje de la narración.
Más que oportuno este documental/película, que se estrena en VOD en estos tiempos tan bruscos y desmotivadores. Es emocionante conocer el submundo de Santiago de Chile a través de la mirada de Fútbol y Chola, una pareja de perros, que nos enseñarán a comunicarnos sanamente, sin palabras, con el fin de detener una inútil guerra entre nosotros. Los reyes (2018), el contraste de los relatos de skaters que confluyen con la mirada más pura y natural, la de los perros. Esta espontánea manera de conocer los claroscuros de una ciudad furiosa que no descansa, nos brinda la oportunidad de explorarla de otra manera. Vidas de personas que se expresan y descargan a través de palabras y de perros que comprenden lo sustancial de estos diálogos y simplemente los observan, saben que es su lugar en el mundo. Ambos se necesitan y acompañan. Marginales, incomprendidos, ignorados, callejeros, sufridos, excluidos, sinceros... pero siempre que tengan una pelota, una botella de plástico, una roca, latas, cajas de cigarrillos, o un skate... tendrán suficientes motivos para que el juego continúe. Los reyes (2019), dirigida por Bettina Perut e Iván Osnovikoff sigue a Fútbol y Chola, una pareja de perros callejeros que viven en un skate park de Santiago, retratando tanto sus vidas como el contexto que los rodea. Los skaters que avanzan sus días allí, permiten vislumbrar, debido a sus diálogos entre amigos, las realidades a las que someten a diario y parecieran conocer la dirección que van a tomar sus vidas, -a modo de manual-, en el que elegir, no es una opción. Dando la sensación de ahogo o fobia en donde la única salida sería escaparse. Soñar, proyectar, estudiar, trabajar, pensar, opinar, es una molestia para los que toman decisiones por ellos. Sin embargo, la permanente presencia de la inocencia de estos perros le dan el aliento y la esperanza para continuar, ya que se avecinan mejores tiempos. Bettina Perut e Iván Osnovikoff nos regalan en este documental, una tierna historia de amor, de empatía entre los animales y los seres humanos. Utilizaron planos generales de la ciudad para situarnos, planos detalle para conectarnos con los perros y su perfecta fisonomía, y primeros planos que impactan, sobre todo, las miradas fijas de los perros a nosotros, que tan necesarias son. Las mismas funcionan como un espejo instantáneo hacia nuestro interior, hacia nuestra alma. Imágenes tan esperadas en estos tiempos convulsionados y violentos. Contrastan de manera tajante con la desigualdad, agresividad e impotencia en la que estamos sumergidas las personas. Paz es la palabra que transmite esta película y no creo equivocarme al afirmar que somos todos los que estamos en esa búsqueda, la cual, es universal, no sólo regional. El documental fluye de manera natural, en otro acierto de los realizadores, ya que nos identificamos con todos sus actores y empatizamos con ellos. Agradecemos este sensible trabajo y poder sentirnos por un rato, testigos de ese universo tan maravilloso. “La muerte siempre duele y es injusta, sin embargo, debería ser por causas naturales" Que suceda cualquier cosa, menos que lastimen a los perros ni a los skaters, porque ese es su lugar en el mundo, Los reyes son los protectores y los skaters sienten un hogar. Ambos son apartados, víctimas y con un destino trazado desde que nacieron. Esa comunión mágica motiva a personas que pueden comprar cosas, pero jamás amor. Esa es una de las enormes lecciones y mensajes de Los reyes. En un mundo capitalista, las personas somos más proclives a sentir depresión, soledad y vivir confundidos, aunque pensamos que completamos esos vacíos consumiendo lo que sea, los perros nos traen de nuevo al camino correcto cuando perdimos el eje, y nos recuerdan que la vida es un regalo y no debemos perder el tiempo, sólo sentir amor. Existen ciertos sectores que elige mirar para otro lado, están "ocupados" con temas más importantes. El honesto llanto, impotencia y tristeza en sus miradas, funcionan como espejo de lo que en verdad sentimos todos los que pasamos por esa plaza y no advertimos su presencia; por otro lado, el alma de los diálogos de los adolescentes, representan la cruel realidad de la mayoría de las familias.
Los Reyes: Amores perros. Luego de haber pasado por los Festivales de Amsterdam y de Viña del Mar (y haber ganado en los dos certámenes como «Mejor Documental») llega este sentido homenaje al mundo perruno. Era un callejero con el sol a cuestas, fiel a su destino y a su parecer; sin tener horario para hacer la siesta ni rendirle cuentas al amanecer. – Alberto Cortes Almas en libertad. No atadas al paradigma que reina en la vida, ese que nos tiene sumidos en el consumismo y a una vida de constante euforia y frenesí. Esto nos cuenta Los Reyes (2020), documental sobre el parque de patinaje homónimo, ubicado en Santiago de Chile, dirigido por Bettina Perut e Iván Osnovikoff. Pero no es un documental cualquiera, ya que todo lo que veamos (o mejor dicho, oímos) pasa por el filtro de dos perros callejeros llamados «Fútbol» y «Chola». Estos animales recorren el parque y parecen dueños del lugar, siempre vigilantes a lo que sucede a su alrededor, a sus circunstanciales visitantes, como así también a los habituales, los cuales en su gran mayoría son jóvenes que viven el día a día con los problemas propios de su edad. Así, la cámara sigue a Fútbol y Chola jugando con piedras el primero y, el segundo, con una pelota de tenis que ve pasar el tiempo inexorable; día y noche, lluvia y sol. La película carece de música, y esto lo hace una experiencia particular pero con un significado propio de lo que quiere transmitir: los perros tienen más desarrollado el sentido del oído y, por esto, nunca vemos más que un primerísimo primer plano de algún pie o mano humana de esos anónimos jóvenes skaters que luchan para sobrevivir en una sociedad que los acompleja y, muchas veces, los desprecia. Sin embargo, Los Reyes nos mete de lleno y sin intervenir en la vida de los animales y su relación fraternal. Hay momentos de humor, momentos de expectación y algunos momentos dramáticos, que terminan en zozobra. Los Reyes culmina como un sentido homenaje a esos perros que muchas veces vemos en la calle y que no pertenecen a nadie, pero pertenecen a todos. Compañeros de vida en las buenas y en las malas. Sobretodo, almas libres en un mundo esclavizador.
Un documental muy especial. Se trata de la colaboración de dos directores chilenos Ivan Osnovikoff y Bettina Perut que con mucha paciencia y una mirada realmente interesante se dedican a mostrarnos el compañerismo entre dos perros vagabundos que habitan un parque cerca del centro de Santiago de Chile. Una pista de skate, un parque que a veces se puebla de recitales, pero que siempre tiene las voces en off de gente joven hablando de drogas y novias. A los humanos ni cabida. Se trata de Futbol y Chola, sus cuerpos, sus entretenimientos, sus juegos, algún momento sexual y la soberanía que ejercen sobre el lugar. Paciencia y comprensión. A esos perros no se los humaniza, se los observa en su mundo que necesita muy poco para pasarla bien: Una lección para los humanos. El film resulta por momentos hipnótico y sutilmente dramático. Redondo, curioso y conmovedor.