La familia ya no es lo que era. Lamentablemente la animación viene de capa caída desde hace tiempo, por lo menos en lo que respecta a los baluartes que llegan a estrenarse en estas latitudes. Ya sea que pensemos en propuestas exóticas como la sudafricana Khumba (2013), exponentes de una suerte de mainstream alternativo a la Locos por las Nueces (The Nut Job, 2014) o mega tanques certificados por la Disney símil Grandes Héroes (Big Hero 6, 2014), la tonalidad opaca y demasiado morosa tiende a remitirnos a la espera en pos de rarezas en sintonía con las maravillosas Cómo Entrenar a tu Dragón 2 (How to Train Your Dragon 2, 2014) y Minúsculos: El Valle de las Hormigas (Minuscule: La Vallée des Fourmis Perdues, 2013). Salvando las distancias, Trueno y la Casa Mágica (The House of Magic, 2013) posee algunos puntos en común con la reciente Los Pingüinos de Madagascar (Penguins of Madagascar, 2014), otra simpática realización -entre retro y enajenada- que también ponía todas sus energías narrativas en un planteo delirante digno de la saga Looney Tunes de la Warner Bros. En esta oportunidad el “componente curioso” es doble porque hablamos tanto de una película belga (lo que de por sí resulta peculiar desde nuestra perspectiva latinoamericana) como de un ejemplo de ese arquetipo antiquísimo vinculado a la defensa de un hogar ante los embates de un intruso con objetivos malignos (aquí la premisa está bien administrada y nunca se siente marchita). Hoy la historia comienza con un típico acto de crueldad a manos de los seres humanos, el abandono de un gato en la calle. Luego de vagabundear, el felino termina descubriendo una vieja mansión propiedad de un mago entrado en años, quien lo bautiza Trueno y le permite formar parte de una “familia” algo extraña que incluye a autómatas, artilugios varios y un par de animales que no ven con buenos ojos la nueva adición al clan. Al tiempo que el conejo Jack y la ratoncita Maggie conspiran contra el protagonista porque no desean perder el rol estelar en el show itinerante del prestidigitador, el sobrino del susodicho, un agente inmobiliario, está obsesionado con la idea de vaciar la casona para venderla al mejor postor. Por supuesto que el anciano se ausenta por un accidente que lo condena a una internación en un hospital, circunstancia que deja a los pequeños la ardua tarea de proteger el enclave doméstico frente al avance del perverso pariente. Si bien la arquitectura dramática no tiene mayor profundidad, Trueno y la Casa Mágica saca a relucir el hecho de que en animación no hace falta más que la presencia de personajes encantadores, un desarrollo dinámico, remates de cadencia tragicómica y un esquema visual novedoso. En éste último apartado sobresale el desempeño de los directores Jeremy Degruson y Ben Stassen, en especial gracias a una andanada de tomas subjetivas basadas en travellings en verdad prodigiosos…
Trueno y la caja magica ofrece una gran oportunidad para pasar un grato momento en familia con animación de Bélgica de muy buen estilo y técnica. Los personajes son sumamente atractivos ya que nos encontramos no sólo con animalitos, sino que también con una gran diversidad de muñecos y otros objetos animados que..
Los niños primero Los estrenos casi conjuntos de Se levanta el viento y Trueno y la casa mágica amplían los horizontes artísticos de una cartelera comercial copada por productos infantiles de ínfulas multitarget. La de Hayao Miyazaki se gana su lugar porque es una oda a la animación a la vieja usanza que, por si fuera poco, tematiza cuestiones que difícilmente encuadren en la órbita infantil mainstream. La de los belgas Jeremy Degruson y Ben Stassen se destaca por ser su opuesto, es decir, una historia destinada pura y exclusivamente para los sub-10, sin guiños cancheros ni autorreferencias. Esta segmentación se percibe desde una premisa tan clásica como básica: un gatito abandonado encuentra refugio en una mansión lúgubre habitada por un mago, quien lo adoptará para sumarlo a su troupe de animales compuesta por un conejo malvado, una ratoncita y un par de palomas. También habrá algunos juguetes autómatas que remiten al universo de Toy Story y un sobrino dispuesto a todo con tal de vender el caserón como contrafigura. La internación del dueño obligará a los animales a unirse con tal de evitar la transacción. Híbrido entre el universo de la saga emblemática de Pixar y Babe, el chanchito valiente, Trueno y la casa mágica es un producto cuyo eje no está en los estándares de animación (es un Pixar del siglo del pasado, podríamos decir), sino en la coherencia a la hora de mantenerse en el terreno del cine de aventuras sin caer en la puerilidad. Sí, es cierto que hay momentos no del todo logrados y quizás para el público adulto pueda ser una experiencia tortuosa, pero el film sabe bien a quiénes les habla. Los más chiquitos, entonces, estarán de parabienes.
Magia y Amor A diferencia de su film anterior, el realizador belga Ben Stassen (Las aventuras de Sammy: En busca del pasaje secreto) omite el tono pedagógico e impronta ecológica para meterse de lleno junto a Jeremy Degruson en Trueno y la casa mágica (The House of Magic, 2013), con la idea de preservar los recuerdos para aprender en el presente y luchar contra aquellos que niegan el pasado como posibilidad de crecimiento. A simple vista la película puede ser tomada como la historia de un gato (Trueno) que, tras ser abandonado por sus anteriores dueños, encuentra en la casa mágica a la que alude el título el resguardo necesario para sobrellevar su nueva situación, pero en realidad el trasfondo y contexto que Ben Stassen y Jeremy Degruson arman para la ocasión -basado en la magia y la ilusión-, le dan un giro a la linealidad de la historia. Trueno conoce primero, dentro de la corroída casa, a Jack el conejo y Maggie el ratón, aparentemente los líderes de una vivienda con muchas sorpresas y misterios por develar, sin saber que en realidad detrás de ellos está un mítico ilusionista llamado Lawrence, que supo hacer maravillas con sus trucos y engaños. Entrado en edad, y con el peso del paso del tiempo sobre sus hombros, la casa es una continuidad de su estado, no de ánimo sino de situación frente a la vida moderna, y principalmente frente a su sobrino Daniel, quien aprovechando un accidente del anciano en la vía pública intenta, una vez más, vender la propiedad e internar en un asilo a Lawrence. Si en un primer momento Jack y Maggie ven con malos ojos a Trueno, es porque en el fondo ambos dedican su vida a cuidar de Lawrence, a quien la magia le ha permitido superar las pérdidas que la vida le quitó, y en cierta medida creen que la llegada del felino se convertirá en una nueva amenaza para él y ambos. Demás está decir que no sólo Lawrence convive con estos tres personajes, sino que habrá una serie de artificios y elementos mágicos que conformarán (al mejor estilo Toy Story) el universo de la casa mágica, siempre que alguien siga creyendo en la ilusión que se esconde detrás de un truco, y que se terminarán convirtiéndose en la defensa ante los embates de Daniel y su ambición de eliminar a su tío y artefactos. Trueno y la casa mágica es una película animada de trazos simples y una transición suave entre las acciones. El diseño de los personajes es correcto y logra un impacto mayor en aquellas escenas en las que los elementos para hacer magia de Lawrence toman vida. La utilización de una banda sonora compuesta por clásicos del rock y pop inglés, además, generan un guiño con aquellos adultos que acompañen a los menores a las salas, sobre todo quienes entren creyendo que sólo verán un film más sobre un pequeño felino y algunos antagonistas. El fundamento de Trueno y la casa mágica es la ilusión como poderosa herramienta para seguir creando universos paralelos al real, y que en la recuperación de una atmósfera nostálgica que encuentra en los objetos retro su principal fuente de inspiración, le permite a los directores jugar y divertir con un discurso potente sobre la lucha por los ideales, el resistir ante los embates de los poderosos (cualquier semejanza con Mi pobre angelito es pura coincidencia) y, principalmente, ser honesto con los demás para poder seguir creyendo en el poder transformador del amor y la amistad.
Una de animación belga muy simpática, que une a animalitos de un mago con sus robots para defender el destino del artista en decadencia, amenazado por su propia familia. Simpática y para los más chiquitos.
Aventuras felinas y animadas Empieza la película y Trueno es abandonado por sus dueños, pero ésta no es una película sobre las penas de este gato anaranjado, sino sobre sus aventuras. En pocos segundos, Trueno tiene que escapar de varios coches, una patineta y un perro feroz. Y recala en una casa. Suena "The Lovecats", de The Cure. La casa parece embrujada, pero es mágica, es la morada de un mago que tiene otros animales con los que establecer conflictos, y también juguetes mágicos. Habrá que defender la casa porque hay intereses inmobiliarios que quieren sacar al venerable mago de su lugar. Un planteo sin gran originalidad -suenan los ecos de Un ratoncito duro de cazar y de Mi pobre angelito, entre otros-, pero con velocidad, interacción más rítmica y enérgica entre animales que entre humanos y una animación que privilegia el aspecto caricaturesco en las proporciones físicas de los personajes y que usa los espacios como lugares de paso y comedia física antes que como paisajes con algún tipo de identidad. Suena en algún momento "House of Fun", de Madness, y también hay canciones de Nico & Vinz y de Selena Gomez. Se trata de combinaciones musicales sin vueltas para apuntar a la edad del público objetivo y también a la de sus acompañantes.
Una peli animada para los más chiquitos siempre es bienvenida y más cuando lo que sucede en pantalla es hermoso. La vida del gato "Trueno", no solo pasa a ser el tema principal de la historia, sino que Lawrence, el dueño de la casa mágica, es el otro protagonista que debido a su edad y a un accidente, los integrantes que comparten vivienda con él deberán trabajar juntos para salvar el lugar que habitan. Una peli para chicos con muchos guiños para grandes, sobre todo en su banda sonora ... Temazos clásicos perfectamente ubicados que harán que los grandes se enganchen tanto que van a estar esperando el próximo tema, y el próximo, y el próximo. Una historia de animación, con personajes dignos de cuento y un gran momento familiar para pasar en el cine con los mas chiquitos.
En el último tiempo llegaron a la cartelera local numerosas producciones de animación independientes que con presupuestos muy moderados brindaron historias dirigidas al público infantil. Trueno y la casa mágica se destaca claramente entre las mejores propuestas de este tipo en lo que se refiere a los aspectos técnicos. La película fue dirigida por Jeremy Degruson y Ben Stassen, quienes fueron responsables de Vamos a la luna (2008) y Las aventuras de Sammy (2010), que pasaron previamente por los cines argentinos. En este caso trabajaron una historia extremadamente sencilla para los espectadores más chicos y concentraron toda la atención en los campos visuales del proyecto. Para no ser una producción realizada por un estudio importante de Hollywood, el film presenta un buen trabajo en la animación, donde sobresale la dedicación que tuvo el diseño de cada personaje y los coloridos escenarios. Algo que no suele ser común en estas producciones clase B realizadas por compañias desconocidas, que hacen lo que pueden con presupuestos muy limitados. En esta película belga los directores le dieron vida a los personajes con personalidades muy bien definidas que consiguen hacer atractiva a esta propuesta. Un film ideal para chicos menores de seis años que no tienen tantas propuestas en el cine y que los adultos pueden ver también sin que la experiencia resulte una tortura.
Animación belga para todas las edades Un gatito abandonado, una casona enorme llena de trastos, un conejo gruñón y una rata blanca alcahueta del conejo, un montón de juguetes de otros tiempos, un romántico casal de palomas italianas, un mago viejito que vive feliz con todos esos bichos y muñecos, unos chicos internados en un hospital que aman al viejo, un sobrino que de niñito "era tan bueno" pero ahora se ocupa de negocios inmobiliarios. Tal es el escenario, ésos son los personajes, y es fácil deducir el inminente conflicto. ¿Se saldrá el malvado con la suya? Difícilmente lo logre. El viejito es bueno y confiado, pero los juguetes tienen vida y el gatito es muy inteligente. Lástima que el conejo y la rata le tienen idea. Por ahí van las moralejas, y la diversión, de buen ritmo y adecuado uso del 3D. Este es un dibujo animado para chicos de cualquier edad, sus padres (por algo hay música ochentosa), y sus abuelos: todos los juguetes son del tiempo de ñaupa, incluyendo un robotito con cabeza de lamparita como el ayudante que tenía Pardal (luego rebautizado Giro Sintornillos). El estilo también es ochentoso, a lo Don Bluth, salvo cuando se erizan los pelos del gato, lo que responde a un programa más moderno. Quizás algún desatento crea que se trata de un dibujo norteamericano, porque figuran el Boston Hospital, los folletos de un asilo en Rhode Island, una pareja de compradores tipo freakies neoyorquinos, etc. Pero es una producción belga. Los responsables diluyeron sus señas de identidad para colocarla más fácilmente en el mercado mundial, pero es belga. Doblada al castellano, por supuesto.
Un gatito muy tierno en busca de un hogar. Ideal para los más chiquitos. Esta es una historia sencilla y pensada para los más pequeños. Casi siempre resultan los cuentos relacionados con nuestras mascotas como así también la de otros animalitos que no entren en este target. Los cineastas Jeremy Degruson y Ben Stassen (este último en el pasado autor de “Las aventuras de Sammy”), son conocedores del género y los acompañan los guionistas Ben Stassen, Dominic París, James Flynn y Domonic Paris. Se centra en un tierno gato abandonado que se encuentra confundido en la ciudad, busca un hogar y va recorriendo las calles pero no es aceptado por nadie. En medio de las inclemencias de la zona finalmente se encuentra en una misteriosa mansión que pertenece a un viejo mago llamado Lawrence alias "El Ilustre Lorenzo". Este hombre vive rodeado de animales y personajes muy especiales y estos hablan entre sí. Cuando este viejo mago encuentra en la casa a este gatito lo llama “Trueno”, pero para este nuevo integrante de la casa su vida no resultará fácil, porque “Jack el conejo” y “Maggie el ratón” juntos arman un plan para que lo echen. El resto de los personajes observan estos celos y todo se complica cuando Lawrence a causa de un accidente con su bicicleta es internado y su sobrino Daniel intenta vender la casa. Entonces todos los integrantes deberán luchar para defender su hogar. Esta es una aventura familiar animada, es previsible, tiene mucho humor y distintos gags, llena de personajes muy simpáticos y entrañables, divertida, llena de mensajes, magia, fantasía y muy colorida, entretenida, para toda la familia sobre todo para los más pequeños.
La vertiginosa aventura del gatito Sin un elenco de voces famosas, pero con singulares personajes y una sencilla pero eficaz trama, esta animación belga entretiene a niños y adultos por igual. De los creadores del éxito internacional Las aventuras de Sammy -2010- llega esta producción belga, dirigida por Jeremy Degruson y Ben Stassen y basada en un corto animado llamado Haunted Castle, producido hace una década en 3D IMAX para un parque de atracciones. Trueno y la casa mágica tiene como protagonista a un joven gatito que es abandonado por sus dueños y busca refugio en una misteriosa mansión, propiedad de un viejo mago llamado Lawrence, quien vive junto a dos mascotas y una deslumbrante variedad de peculiares inventos creados por él. Aunque al comienzo no es bien recibido por las mascotas del señor Lawrence, luego deberán unirse para luchar contra el sobrino de Lawrence que intenta engañar al viejo mago para vender la casa y quedarse con el dinero. Una vieja casona que parece embrujada y un entrañable gatito, junto a rarísimos y simpáticos personajes, componen esta historia en la que impresionantes travellings -que justifican la principal atracción de aquel film en 3D que le dio origen-, sombreros de copa, actos de magia y una colorida animación, imponen un ritmo vertiginoso a una trama sencilla que entretiene y mantiene a niños y adultos atentos a la pantalla en el tiempo justo. Trueno y la casa mágica es una película de animación independiente de las grandes compañías y sin un elenco de voces famosas, que a través de una historia sencilla, una digna animación y algunos raros personajes, hasta se da el lujo de llevar al público menudo mensajes como el de la inclusión, el respeto hacia los adultos mayores y la importancia del trabajo en equipo, así como algunas bajadas de línea para adultos vinculadas a ciertas crisis económicas. El film no tiene mayores pretensiones más que el disfrute de toda la familia, y cumple eficazmente.
Bella animación europea Trueno y la casa mágica es un film de animación belga, pero su país de origen apenas cambia algo, porque el estilo de animación que la película elige es tradicional y clásico. Trueno es un gato que ha quedado abandonado y se refugia en una casa donde vive un extraordinario mago junto con toda clase de personajes y animales que forman parte de sus actos. La casa en sí misma es magia pura. Trueno logra integrarse, pero los celos de los otros habitantes primero, y un accidente que sufre el mago después, complicarán la cosa y harán peligrar todo. No estamos frente a un film de altísimo presupuesto ni un despliegue de producción descomunal. Sin embargo, y mostrando sus límites, la película consigue una animación despareja que alcanza algunos bellos momentos y algunos hallazgos visuales originales. Originalidad y belleza no son valores menores en ningún film, pero en un género tan adocenado como la animación, sin duda hacen la diferencia. También la trama está bien construida y el guión, con una estructura completamente tradicional, también funciona. Algunas canciones que son un verdadero lujo y están bien empleadas como "House of Fun" de Madness o "The Lovecats" de The Cure, muestran mucho criterio y aprovechamiento de los recursos por parte de los realizadores. Algunas citas cinéfilas como Blade Runner o Quisiera ser grande son las últimas pistas que avisan que estamos frente a un pequeño film que no defrauda y ofrece un espectáculo más que digno y efectivo.
Un gran film para toda la familia Además de la magia que el 3D provoca en los niños, ansiosos por descubrir eso que "sale de la pantalla", esta película tiene un muy buen guión y una hechura impecable. Todo esto la convierte en un gran obra. Ya en la primera película que vimos de estos productores belgas (Sammy, la tortuguita), habían demostrado que se podían hacer películas para niños, hablandoles con altura, con inteligencia. Pero sin perder toda la inocencia y la ingenuidad de las criaturas. Es la historia de Trueno, un gatito abandonado, que ingresa en la casa de un mago que quiere ser vendida por el sobrino del dueño. Aunque Trueno no es bien recibido, se unirá a ellos para salvar la casa del anciano ilusionista. La unión, el no juzgar por primera impresión o por prejuicios y el poder creer en lo se desea, son algunos de los valores que deja a los chicos y también a los grandes, “Trueno y la casa mágica” es un gran film para que disfrute en grande toda la familia.
Un cuento infantil sin urgencias Más allá de que la distribución internacional de cine animado -salvo excepciones- no puede salir de cierto esquema de producción, por el cual cuando acerca películas por fuera de Hollywood busca mantener de alguna forma el mismo discurso audiovisual, la figura del belga Ben Stassen (el de Las aventuras de Sammy) no deja de ser una buena noticia. Sus películas, que siguen al pie de la letra la narrativa tradicional a lo Disney (reconvertida a digital por Dreamworks o Pixar) tienen en primera instancia conciencia suficiente como para no querer ser “una de Disney” porque no le da el presupuesto, y luego mucha pertinencia para elaborar un registro que acierta con solidez en función del público al cual van dirigidas, que son los niños más chiquitos. Esa honestidad se suma a la falta de urgencia por ser muñequito articulado, lo cual repercute en una positiva construcción de mundos autónomos. Trueno y la casa mágica es un nuevo ejemplo de esto. Pero Trueno y la casa mágica, a diferencia de Las aventuras de Sammy, tiene a favor la ausencia de un discurso como el ecologista que en aquel caso lastraba la acción y la volvía en extremo discursiva. Es cierto que la historia del viejo mago que puede ser desposeído de su antigua casa y enviado a un geriátrico germina en su centro un discurso moralizante sobre el trato a la vejez y sobre lo ruin del mercado inmobiliario, pero en este caso lo que termina quedando en primer plano son una serie de personajes carismáticos y un tono caricaturesco que le quita solemnidad a la bajada de línea. El humor que campea en la historia del gatito que cae en la casa de aquel mago, es básicamente el slapstick. Y la película se parece un poco a otras, como Un ratoncito duro de cazar o Mi pobre angelito que tenían -más allá de sus logros y defectos- como principal objetivo homenajear el humor de golpes y porrazos, y recuperar la esencia del dibujo animado en el universo físico y humano. Trueno y la casa mágica funciona en ese sentido porque es imaginativa a la hora de elaborar el recurso y porque tiene personajes que, desde la antinomia que representan, referencian bien ese mundo donde los conflictos que resuelven con una violencia cómica. A veces, es cierto, los realizadores abusan de la subjetiva, principalmente para aprovechar el uso del 3D, y en esos momentos la narración se vuelve rutinaria y carente de sorpresa. Si bien la película busca ser un entretenimiento pequeño y amable, Ben Stassen y Jeremy Degruson demuestran conocimiento de la técnica e inteligencia para justificar el movimiento y la estética de sus criaturas: animales y artefactos que conviven con el viejo mago son instrumentos usados en los trucos que este monta ante los niños. Y ese micromundo que sobrevive dentro del relato superior (el del gato que encuentra hogar y el del sobrino que quiere quedarse con la casa del tío) es el más atractivo, porque es donde reluce la animación como deformación satírica del mundo real, especialmente en la sugerente primera media hora. Más allá de las citas y los conceptos inherentes a la producción animada industrial, esta película es una orgullosa segunda línea realizada con precisión y sensibilidad.
La cartelera de cine recibe el estreno infantil belga, Trueno y la casa mágica 3D; con una narrativa pobre; y que apenas funciona para los más chicos. Buscando refugio de una tormenta, Trueno, un gatito abandonado, se cuela en una misteriosa mansión propiedad de un viejo mago llamado Lawrence alias “El Ilustre Lorenzo”. Lawrence comparte su mundo de cuento de hadas con muchos animales y una deslumbrante variedad de autómatas y aparatos capaces de dar vuelta cualquier rutina con un espectacular despliegue de canto y baile. Tan pronto como Trueno comienza a sentirse bienvenido, Jack el conejo y Maggie el ratón inician una conspiración para conseguir que lo echen. Cuando Lawrence debe internarse en el hospital a causa de un accidente con su bicicleta, su sobrino intenta engañarlo para vender la casa. Pero sus andrajosos habitantes desarrollan una estrategia espeluznante para defender su hogar. Ellos convierten su casa en una mansión embrujada utilizando a Trueno como su arma secreta. Trueno y la casa mágica carece del presupuesto de las grandes producciones de Disney, Pixar o Dreamworks; pero ahi no reside el problema. Pequeños estudios han logrado grandes narrativas en animación, sin perder el encanto de sus personajes o los mundos que crean. En este caso, la historia se vuelve simple y sin sorpresas. Cada escena carece de correlación con la que sigue; marcado por una música encajonada a la fuerza en la post-producciòn. No hay empatía con el protagonista (falla primordial en un film de animación para chicos), sus travesuras divierten a chicos menores de siete años que ni le prestan atención a la pantalla; y los grandes pierden interés a los diez minutos de comenzada la película.
Creo que hay un creciente universo de desarrolladores que comienzan a sumarse a la animación que conocemos como "tradicional", en diversas partes del globo. De Sudáfrica a Europa (esta producción de la que hablamos en belga) ya tenemos un puñado de gente que, si bien está lejos de Dreamworks, Pixar y el resto de los grandes estudios que mueven el mercado, intenta hacer algo nuevo. Y a veces, funciona. Este es el caso de "The house of magic", obra de Ben Stassen y Jérémie Degruson, antes responsables de "Las aventuras de Sammy" que se estrenara hace un año por aquí. Qué figura puede ser más tierna que un gatito chiquito? Creo, que ninguna. No es que los perros y otros animales no puedan cautivar, pero tengo la impresión que los felinos corren con cierta ventaja. Aquí la historia es la de Trueno, quien escapandose de una cuantiosa tormenta, encuentra cobijo en una casa enorme, propedad de un viejo y talentoso mago llamado Lorenzo. Esta no es una mansión como todas las que conocés. Hay muchos animales, una atmósfera seductora (hay canto, baile, robots y siguen las firmas) y una vida soñada para Trueno. Sin embargo, lo bueno no siempre dura así es que Jack el conejo y Maggi el ratón se sienten molestos con el nuevo integrante de la casa y traman una intriga para enculparlo y que tenga que dejar el refugio. Claro, pero para complicar más las cosas, Lawrence terminará accidentalmente en el hospital y su nefasto sobrino intentará engañarlo para hacer dinero con la increíble mansión. Lo que el no sabe es que todo lo que hay en la casa, se organizará para hacer una defensa feroz de la propiedad, buscando impedir esa operación. Trueno jugará entonces un papel central en la defensa del terruño y conviene no anticipar cual será su estrategia. La animación es correcta, hay una iluminación destacada, buena dirección de arte y un ritmo acorde a los cánones del producto. Sí creo que el guión no desarrolla mucho a los personajes (aunque sea una peli infantil eso importa) ni tampoco posee la cuota de humor para el adulto a la que en otras propuestas estamos acostumbrados. Eso no desmerece que se trate de una película honesta, directa y sólida. Quizás no sea novedosa ni genere grandes pasiones, pero se deja ver y la familia sale satisfecha de la sala. El camino hacia la expansión del género se hace con este tipo de intentos, así que apoyarlos en el presente harán un futuro más rico para la animación.
Un adorable gatito une fuerzas con un conejo, un ratón y otras extrañas criaturas, para defender su nuevo hogar. En casa de mago, varita encantada Trueno es abandonado por su familia en plena mudanza. Luego de deambular por la calle durante horas, llega a un enorme caserón al que los animales de la zona temen. Dentro encontrará a un viejo mago dispuesto a darle un nuevo hogar; que nuestro querido felino deberá defender con uñas y pelos junto a sus nuevos amigos. Animación a lo belga Es extraño que en las salas argentinas nos lleguen esta clase de films animados, que no son de Pixar, Disney o Dreamworks. Más raro aún es cuando el país de origen es Bélgica, lugar desde donde en general ni su cine de ficción nos llega. Y por eso sorprende aún más que cuando se da, sea una animada. Si bien se nota que no tienen la tecnología de punta de las productoras ya citadas, tampoco tienen demasiado que envidiarle para el estilo de relato y tono que se decidió contar. Quizás si molesta demasiado el abuso de escenas forzadas para sacar cosas de la pantalla y justificar la plata de mas que sale verla en un 3D que no suma demasiado. La historia es ultra conocida y usada, donde un animalito X termina como el líder de la resistencia de su nueva familia/hogar contra un malo genérico que los quiere desterrar o matar. Esto por lo general molestaría a cualquier espectador, si no tenemos en cuenta el tono general de la película. Ya desde el primer minuto, donde Trueno habla (acá todos los animales hablan entre sí, pero no con los humanos), nos damos cuenta que es una película animada, pensada y realizada específicamente para los más chicos de la casa. Olvídense ver un film estilo Rango, donde los animales hablan, pero el espectador más adulto nota mil y un referencias a la cultura pop actual o diálogos y situaciones con doble sentido; acá los más grandes se van a aburrirse bastante, pero estoy seguro que a los más pequeños les va a gustar. Tampoco busquen gags muy elaborados, ya que todos se limita a humor físico de caídas, tropezones, sustos y mas caídas. Conclusión Poco se puede analizar Trueno y la Casa Mágica, ya que es una película que apunta a chicos de cinco años, diez como máximo. Y eso es algo de lo bueno que tiene, que es honesta consigo misma y no quisieron hacerla para todo el público, sino para los nenes; y si uno la mira así, el film funciona. Si querías ir a ver Avengers: Era de Ultron, pero tus hijos son demasiado chicos para aguantarse casi tres horas en el cine, o para engancharse con esas películas, acá esta la opción perfecta para ir a distraerse por lo menos durante hora y media.
Gato con guantes Una colaboración entre animadores belgas y productores norteamericanos (además, una colaboración de bajo presupuesto) auspiciaba una tercera vía a los trabajos harto conocidos de Pixar y DreamWorks. Lamentablemente, Trueno y la casa mágica transita similares carriles, sin el alto voltaje que caracteriza a lo mejor de las grandes marcas. En una Boston demasiado de ensueño, un gato es abandonado y encuentra refugio en la casa de un veterano mago que, mientras ensaya trucos para entretener a chicos de escuela, adiestra un pequeño ejército de juguetes robotizados, un poco en clave Toy Story. Bautizado por su nuevo dueño como Trueno, el gato deberá soportar permanentes complots del conejo Jack y la rata Maggie, hasta enonces favoritos de los actos de magia. Pero cuando el mago tiene un accidente y su sobrino intenta vender la casa, Trueno se pone al hombro a la población liliputiense para aguar las visitas de potenciales compradores. Aunque los personajes están bien delineados (de manera clásica, extremadamente buenos o malos, al estilo Hanna-Barbera) y se saca provecho del 3D, hay una orfandad en los diálogos y una obviedad en el esquema “defendamos la casa” (la idea de Mi pobre angelito) que vuelve al film insalvable aun con la mejor voluntad.
Acabo de ver un lindo gatito! Para los más pequeños una buena opción en la cartelera. Tardó un poquito en llegar a las pantallas y es un producto bien realizado, con buenos valores en una época en donde todo lo que alcanza a los más pequeños está muy teñido por el consumo o la violencia. La historia nos cuenta sobre un gatito canela que es abandonado por una familia que se muda, seguramente a un departamento, y no podrá contar con un lugar para la mascota en cuestión. El hecho es que este lindo gatito, buscando no perder alguna de sus siete vidas, llega a una mansión, un tanto abandonada por fuera y que encierra misterio y da miedo a muchos de los que se acercan. El personaje central, caerá literalmente en su nuevo hogar adoptivo y el comité de bienvenida no será el mejor. Un conejo gruñón y una ratita blanca le dirán que tiene que irse cuanto antes que sino el dueño, por su carácter, se va a enojar mucho con el intruso. Lejos de esto, Mr. Lawrence, un viejito adorable, cuya ocupación es la magia, tiene bajo control de una manera "mágica" a los electrodomésticos de la casa y todos los días, sale con su bicicleta para brindar una función a los niños del hospital. trueno_4_ew Jack, el conejo y Maggie, la ratita, están algo celosos por el recibimiento al felino porque ellos eran los que siempre acompañaron al mago en sus trucos; sin embargo, tendrán que aguantar que Mr. Lawrence adopte al gatito abandonado y lo bautice como Trueno. Daniel, agente de bienes raíces, sobrino del mago, querrá vender la mansión y mandar a su tío a un geriátrico, presentado en un lujoso folleto como si fueran vacaciones permanentes. Esto se vuelve más plausible cuando Mr. Lawrence sufre un accidente y es enviado al hospital a merced de los engaños de su sobrino, que es alérgico a los gatos, de allí que Trueno se convierta en una carta de gracia. Se destaca el trabajo en equipo, aunque haya quienes quieran cortarse solos, el valor de nuestros mayores en una sociedad donde "el tiempo es dinero" y lo que no produce, se descarta. trueno_5_ew Daniel, en ningún momento se detiene a pensar en la tarea hermosa y productiva que realiza su tío, aunque no cobre un centavo. Los realizadores de este filme de animación son belgas, sus nombres: Jeremy Degruson, acompañado en la dirección por Ben Strassen que también se encargó del guión de la historia que él mismo ideó. Esta dupla, asimismo dirigió "Las Aventuras de Sammy", un cuento ecologista que tenía por protagonista a una tortuga y "Fly Me To The Moon" (Vamos a La Luna), que queda mejor en inglés por el juego de palabras con las moscas involucradas en el filme (en inglés "fly" además de volar es la traducción para "mosca"). Por lo visto, la naturaleza es parte importante en las creaciones de Degruson y Strassen. Tal cual cita IMdB, se encontraron dos lindos homenajes: uno es la máquina de Zoltar, el adivino de "Quisera Ser Grande" y otra, el acto de magia de "El Ilusionista" donde hacía crecer un naranjo que daba frutos. Temas ochentosos serán reconocidos por padres y/o tíos que lleven a sus pequeños al cine: "The Lovecats" por The Cure (que me quedé tarareando) y "House of Fun" de los Madness. Bienvenida esta propuesta animada que logra traspasar las fronteras y llegar a nuestras pantallas.