Lo primero que aparece en Atlántida son las abejas. El ruido del panal en el que la cámara se termina perdiendo. Luego una serie de planos bellísimos de una mujer preparada para saltar a una pileta. Mujer que resultará ser una adolescente de 17 años. Una ciudad del sur de la provincia de Córdoba en los tiempos de la sequía de 1987, cuya vida parece girar en torno a los jóvenes que recorren las calles vacías a la hora de la siesta. La pileta del club, la manguera del patio, algún que otro signo de aburrimiento. La historia tiene un nodo principal que es la de dos hermanas Lucia y Elena, la primera se prepara para ir a Buenos Aires a estudiar arquitectura, la segunda con una bota de yeso ejerce su tiranía de hermana menor: una mención a la culpa sobrevuela esa relación. Barrionuevo, joven directora cordobesa, que viene de mostrar su pelicula en Berlin y en Tolouse tiene un sentido del tiempo en el giro de sus historias de una sutileza realmente poco vistas. Inevitable la relación con el cine de Lucrecia Martel: por el ámbito provinciano y por la temática en la que los adolescentes suelen mover los hilos del mundo. En Atlantida, así como irrumpe el médico, se supone amigo de la familia, y aparece la idea de Elena del paseo hacia el campo tambien irrumpe la salida de Lucía en la camioneta, y el encuentro con la amiga de su hermana. Promedia el film y a modo de media res una historia de niños en el campo, una habitación con juguetes construida en medio del bosque y una relacion de poder entre hijo del patrón e hijo de empleado que nuevamente nos devuelve al cine de Martel ahora ya con la ausencia total de los mayores. Y cuando parece que se trata de otra parte nueva, la historia de Elena, la de Lucía vuelven a reaparecer con un nueva vuelta de tuerca, hacia una intensidad más erotica y tambien mas critica. Cierto tono monocorde en las voces no deja de acompañar este cine de climas velados y erotismo latente, en el que parece haber algo amenazante, a la vez que atrayente. Hay momentos casi mágicos: la luz del vestuario que rompe la primer conversación de Lucía y su amiga, el texto que se lee en la habitación: “estas a punto de entrar hacia un mundo deslumbrante y desconocido. ¿Estas preparado para partir?” son simbolos de pequeños estados de revelación por los que los personajes atraversarán esa isla mítica fascinante.
Si la ópera prima de Natalia Smirnoff, la notable Rompecabezas, exploraba el mundo de las sumisiones femeninas, “El Cerrajero” su segunda película toma los comprometidos lazos de lo masculino con la realidad. Sebastián tiene una cerrajería, y fabrica de manera amateur cajas de música con las partes de las cerraduras. De pronto un día, inexplicablemente se le presentan todos los secretos detrás de las puertas de la gente. Un marido que engaña a su mujer, un hombre que deja a su familia por su secretaria, el robo en la casa donde trabaja la novia del ladrón. Este curioso “don” que se asocia con el misterioso humo que envuelve a la ciudad durante varias semanas de abril de 2008. A la vez que Sebastián alberga a Daisy (verdadero hallazgo esta joven peruana Yosiria Huaripata) insiste con el fin del embarazo de su novia. Con Daisy aprenderá cierta cotidianidad pero no es lo real lo que llama la atencion en esta exquisita obra de Smirnoff sino aquello que tiene de fantástico y que sobrevuela como una amenaza extraña que parte de algo real: un acontecimiento que ocurrió en Buenos Aires cuando los incendios del Delta, a unos pocos kilómetros de la ciudad, provocaron una invasion incesante de humo que enrareció el aire durante varios días. Un cartel al comienzo se ocupa de informar sobre ese olor fuerte, casi repulsivo. Algo del aburrimiento se sacude con ese humo omnipresente y la vida de Sebastián se altera con la sola idea de la llegada de un hijo. En ese sentido, también habrá un reencuentro con un padre y algo de introspección en la idea de esa probable paternidad. El cerrajero es una película simple pero exquisita que bien vale la pena ver.
Secondary Navigation HomeNosotrosContacto Leedor.com Primary Navigation Inicio Artes Visuales Cine Literatura Teatro Concursos Heterodoxia Especiales malka Malka, una chica de la Zwi Migdal Alejandra Portela on 15 septiembre, 2014 at 17:43 Una de las redes de prostitución más grandes que actuaron en la Argentina en la época de la inmigración de principios de siglo XX fue la Zwi Migdal, manejada por judíos que atraían mujeres amenazadas por los pogroms en Europa. La particularidad de esta red ademas de que era muy poderosa es que fue combatida por la propia comunidad. La historia que explora este documental de Walter Tejblum es la de Malka Abraham , una mujer victima de la trata de blancas que termina escapando de la red y que instala un burdel en Tucumán. Una historia que tiene muchas aristas interesantes porque, rechazada por la comunidad judía de aquella provincia, Malka termina siendo asesinada en un crimen nunca esclarecido y sepultada en el cementerio judío en Tucuman, con el detalle que dona antes de morir (en octubre de 1957) todos su bienes a la comunidad judia. En el medio, su figura se va cargando de un significado de santidad a la vez que se discrimina su recuerdo por ser prostituta, pero con debates internos en los que prevalecía por ejemplo que “todo miembro del pueblo judio por mas que sea transgresor nunca dejará de serlo”. La donación de 4 millones de pesos, “muy tergiversada”, no registrada y finalmente olvidada como algo que pudo no haber existido en realidad termina siendo el tema central de una red de complicidades y silencios que cruzan varios temas la violencia de género, la discriminación social y el funcionamiento de una comunidad en el interior de la Argentina atravesada por poderes e intereses no menos oscuros. Tejblum escribe y dirige este documental pero tambien se pone en el papel del investigador periodístico de la vida de Malka, de quien queda apenas una foto desdibujada sacada de la noticia de su asesinato, en el escenario de Tucumán. En una de las paredes de la ciudad, la pintada del siguiente texto”Este cuerpo es mío, no se toca, no se viola, no se mata” firmado por un grupo Rebeladas, Casa de las mujeres, son los restos seguramente de la marcha de mujeres, no pasa desapercibido por la cámara dándole de algún modo el tono general a la pelicula. La visita a los archivos del diario La Gaceta, al Archivo de Escribanos de la ciudad, las entrevistas a descendientes de antiguos miembros de la Kehila con algunos contrapuntos interesantes como el de la nieta y un sobrino del albacea de la fortuna de Malka , una mujer catalogada como innombrable, van armando de modo sobrio y ajustado el modo interactivo de este documental que se propone desenredar los matices de una historia cargada de pactos ocultos, circunscribiéndose a los vericuetos del olvido y el paso del tiempo. Walter Tejblum comenzó en cine como asistente en el corto Niños Envueltos de Daniel Burman en Historias Breves I en 1995. Desde entonces, se ha desempeñado en diversas áreas de la industria de la televisión, publicidad y cine. A través de su productora WAP, ha producido y co-producido entre otras, las películas: Lesbianas de Buenos Aires, de Santiago García (2003); Un Año Sin Amor, de Anahí Berneri (2005); El Cine de Maite, de Federico Palazzo (2008); Otro Entre Otros, de Maximiliano Pelosi (2010); Una Familia Gay, de Maximiliano Pelosi (2012). Las Chicas del Tercero (2014).
Las productoras CINE INSURGENTE y MASCARÓ CINE AMERICANO forman parte indiscutible de la historia del documental en Argentina. Ambas recuperan despues del 2001-2002 las experiencias cinematográficas colectivas de los años 60 y 70, con las contradicciones de la postmodernidad. Desde su aparición, los nuevos documentalistas del siglo XXI revisaron historias hasta ese momento ocultas del pasado revolucionario en Argentina, las luchas sindicales en Argentina, la Historias del PRT-ERP, la historia de la revolucion cubana. De una de esas producciones, Gaviotas blindadas, de Cine insurgente, sale la historia de Seré Millones, dirigida por Fernando Krichmar, Omar Neri y Mónica Simonicini que se estrena el próximo 4 de setiembre: del robo de 10 millones de dólares que seis militantes del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) del banco BANADE planean en 1972 bajo el gobierno de Lanuse. El camino de Santiago última produccion de Federico Krichmar, codirector de Seré millones ya había sido coherente con el principio de documental colectivo procesual, donde la factura es importante en el proceso de producción. Es decir, los modos en los que se hace una pelicula desde la elección conceptual hasta la produccion concreta. Ahora bien, si El camino de Santiago privilegiaba el tema del surgimiento del ICAIC por encima de la preproducción misma del film, Seré millones se presenta desde un primer momento como un film del hacer de un documental que a su vez se propone como un artificio. El juego es interesante y, aunque quizas la hora y cuarenta que dura el film se hace un poco excesiva por el uso de recursos repetidos innecesariamente, la película termina postulando la tesis que al fin y al cabo la Historia también es ficción. Incluso la elección de la dinámica teatral por sobre la cinematográfica: la estética del ensayo, fondo negro e iluminación focal, sin escenografía específicas (salvo filmar en los lugares del hecho algunas situaciones como el comienzo del atraco), el casting de actores, la interacción con los protagonistas reales del robo dos empleados del banco, apoyan toda esa idea ficcional reinventada por la propia mirada de los jóvenes que insisten “no vivieron esa época” “El mismo Perón fundó este banco para ayudar a la industria y los turros se la están llevando toda”. Es el banco el que le está robando a los trabajadores, muchachos”. Oscar Serrano y Ángel Abus son dos hombres ya grandes, puestos en el centro tanto del relato como de la narración que dan testimonio de una época y un episodio de la historia argentina que la pelicula deja todavía sin explicar algunos puntos como por ejemplo qué pasó con ese dinero, si es verdad que fueluego utilizado para financiar la fuga del penal de Rawson que terminó en la Masacre de Trelew. Seré millones De O. Neri, F. Krichmar y M. Simoncini Sábados a las 18:00 en el MALBA
El jueves 28 de agosto se estrena en el Arte Multiplex Belgrano y en el Gaumont de Buenos Aires una pelicula-homenaje a Julio Cortázar, excusa en todo caso para aproximarse al fascinante universo del escritor que en este 2014 cumple su centésimo aniversario. El punto de partida es ciertamente novedoso: es la primera vez que se realiza un largo animado con su literatura. Con el plus de que la ilustración la llevan a cabo 10 artistas ampliamente instalados en la plástica argentina entre los que Seguí, Santoro, Carlos Alonso y Yuyo Noé son los de mayor renombre. Nunca había sido versionado algún texto de Cortázar con la técnica animada. Historias de Cronopios y de famas, se presentó en el Festival de Mar del Plata el año pasado y recibió a fines del 2013 el 2do Premio Coral de Animación Festival Internacional de La Habana. Julio Ludueña había dirigido en 1971 una pelicula extraña y oportuna que de vez en cuando puede verse por TV Alianza para el progreso, en referencia a la operación de “ayuda económica” para América Latina que había sido ideada por el gobierno norteamericano par neutralizar así la amenaza de la Revolución cubana. En ocasión de la proyección de Alianza… en la Quincena de los Realizadores del Festival de Cannes, Ludueña conoce personalmente a Cortázar. Ahi dice, nació esta película: “Elegí filmar Historias de cronopios y de famas porque sus personajes y relatos exploran lo cotidiano con la magia del surrealismo, combinando al mismo tiempo emociones e ideologías.” Durante 6 años un equipo de animación liderado por Juan Pablo Bouza trabajó para efectivizar una sincronía estimulante que seguramente invitará al espectador, ojalá que así sea, a abrir algunas de las ediciones del libro original para confrontar con estas historias animadas los dibujos realizados por Luis Felipe Noé, Carlos Alonso, Daniel Santoro, Antonio Seguí, Patricio Bonta, Crist, Ricardo Espósito, Magdalena Pagano, Luciana Sáez y Ana Tarsia, a los que se agrega conriqueza inusitada y respetuosa la música de Ezequiel Ludueña, (un hallazgo los Cronofamas de Ezequiel Ludueña) aportando en cada capitulo una particularidad y un ritmo que son de lo mejor de esta película. 10 relatos que confrontan los dos tipos de seres ideados por estas historias: los cronopios seres libres, marginales, poetas, rebeldes y creativos, y las famas aquellos que conservan el orden, establecen la justicia, mantienen las instituciones. En el medio, y sólo en algunos capítulos mencionados los esperanza personajes intermedios. En cada historia aparecerán con más fuerza unos u otros, o ambos a la vez, pero nunca perdiendo el espíritu central del libro cortazariano. Entre losseleccionados hay algunos que al leerlos (anexamos a este comentario todos los textos literarios en orden de aparición en la pelicula) parecerían poco atractivos para una adaptación al cine, quizás el caso del primero, Fama y eucalipto, que usa imágenes de Seguí, rápidamente reconocibles e insertas en clave operística presenta de manera despiadada a los Famas, seres utilitarios, pragmáticos, paródicos de sí mismos. También parece improbable una versión visual de Pequeña historia tendiente a ilustrar…. con su despliegue de juegos de palabras en torno a un nombre propio. Justamente la pintura de Noé se explaya en formas más abstractas cosa que hace interesante esa adaptación mutua. Asi, lo que resulta, es que no hay entre los 10 textos uno que sobresalga sobre los otros y ese mérito se lo lleva la producción general del film de Ludueña. Algunos de ellos ponen el énfasis en la dimensión sonora (voces, música, ruidos) otros en la visual, otros en lo literario, otros se ajustan mas al texto original, otros le otorgan una mirada nueva a textos que son más bien escuetos (el ilustrado por Magdalena Pagano se abre a un riquisimo juego de colores que lo hace uno de los más atractivos). Alternancia de dramatismos, de tonos más felices, más poéticos o más políticos, más épicos, más románticos, más exactos o menos exactos, cada uno representa un desafío para descubrir los estilos de los artistas a los que pertenecen (están los hombrecitos de Seguí, los niñitos peronistas de Santoro, los seres atroces de las manos anonimas de Carlos Alonso o los personajes abocetados de Crist) y de cotejar con el texto original que lo inspira. Dicen los responsables que fue determinante el uso de programas multiplataforma de uso libre, cosa que le da un agregado más que interesante y muy actual en la discusión de la propiedad intelecutal. Historias de Cronopios y de Famas de Julio Ludueña esa la más cronopia de todas las versiones realizadas de la literatura del siempre eterno Julio Cortázar.
El ex-presidio Ushuaia (o Cárcel de Reincidentes de Tierra del Fuego) hoy es un Museo ganado a la comunidad. Guarda la historia de la ciudad más austral del mundo y de buena parte de la Armada Argentina: la Fragata Sarmiento y Fragata Libertad, la Goleta Espora de Luis Piedra Buena y al Naufragio del Monte Cervantes. El espacio más atractivo de este espacio museístico, claro, es el que pone en escena cuidadosas reconstrucciones de algunos de los presos ilustres que estuvieron alojados allí entre 1904 y 1947 momento en que la cárcel funcionó: el anarquista Simón Radowitzky, Santos Godino, (el petiso orejudo), Mateo Bank, el poeta Ricardo Rojas y más La cárcel de Ushuaia es tal vez una de esas visitas que todos los argentinos deberíamos hacer en algún momento: un penal que por lo inhóspito de su ubicación y las durisimas condiciones del clima fue durante 43 años el lugar de cautiverio más terrible de la Argentina. Para Lucía Vassallo, graduada del ENERC directora del documental La cárcel del fin del mundo “recorrer sus muros y escuchar al apasionado guía con su historia da frío y miedo, sensaciones viscerales e incontrolables.” Producida por Habitación 1520,con Benjamín Avila y Lorena Muñoz, la ópera prima de Vassallo se ajusta al conjunto de testimonios de los presos, mediante cartas, fotografías, poemas, algunos de nombres conocidos, otros anónimos. Voces que tienen en común ese espacio de convivencia terrible donde era común la tortura, el suicidio y la mala vidda: “había que tener cuidado con los filos del hielo que hacen cortaduras profundas y dolorosas“, “para lavarnos había que romper la capa de escarcha que cubría los depósitos” El acierto del documental, además de la fotografía límpida y precisa de Guido de Paula o la bella canción especialmente realizada por Axel Krigyer para la voz de Paula Maffia, es que se adueña de esas voces invisibles a través de la narración potente de Javier Valentín Diment que alterna con situaciones más anecdóticas como la conformación del equipo de rugby “Los presos” ,la cena de las mujeres de la armada o el desfile militar por las calles de la ciudad. El film tambien va a buscar las miradas actuales, algunas de jóvenes aficionados a la Historia, otras de ancianas descendientes de trabajadores del presidio, o reconstrucciones a través de expedientes judiciales o listados de guardiacárceles. Esas historias le otorgan al pasado una nueva dimensión en el presente que no es totalizadora, que parece errática, que no tiene todas las historias y todos los testimonios pero que es suficientemente justa en sus precisiones y en sus climas, mentales y sociales. Desde las sensaciones personales a las descripciones del trabajo en los bosques, el miedo o los planes de escapar, cosa prácticamente imposible. Buen debut en el documental de Lucía Vassallo y buena manera de re-conocer uno de los lugares históricos más terribles de la Argentina.
A Paulo Pécora lo conocemos mucho por su trabajo experimental. Prolífico cortometrajista, usualmente en formatos no convencionales (como el super 8) su obra se caracteriza por una elección por la anti narración, por su sustancia visual y material, repleta de planos de aproximación, reflejos a contraluz, búsquedas compositivas rigurosas. En Marea baja, Pécora se juega por una pelicula de personajes, personajes que expresan, enuncian a través de sus acciones: miedo, soledad, traición, celos, sensualidad. Sentimientos que se someten a gestos, en general medidos a las posibilidades de sus criaturas. En ese sentido Germán de Silva, un enorme actor que viene creciendo muy fuertemente desde Las acacias pasando por la extraordinaria La laguna) y Susana Varela, en su primer protagónico, una cara sugestivamente potente a la que habrá que prestar atención. No hacen falta grandes explicaciones para las situaciones en que estos seres se embarcan, verdadero poder de síntesis y de elipsis que terminan siendo el gran valor de la película. Con el esquema propio del héroe que llega a un lugar desconocido y termina transformándolo, el guión de Pécora trabaja de modo de no perder nunca el equilibrio entre la tensa espera y la paranoia onírica, en medio de un entorno opresivo por momentos liberador del Delta del Paraná, escenario que aporta además toda una batería de sonidos naturales. Sin pretensión mayor que apoyar esa historia simple en una comunión solvente de imágenes y sonidos, Marea baja construye un digno largometraje sin manierismos ni regodeos que hablan de un director que está madurando un cine de mayor duración siempre dentro de un estilo propio y personal.
Hay que advertir al lector de esta nota que la pelicula Lore, de la directora australiana Cate Shortland que pasó su estreno en Buenos Aires para el 10 de julio tiene una dureza dolorosa. El tema de los niños afectados por las guerras nunca es un tema sencillo o liviano. Algunos directores lo han llevado al cine de manera magistral, sino véase la húngara En algún lugar de Europa (1948) de Geza Radvany o la rusa La infancia de Ivan de Tarkovsky por dar dos ejemplos que no provienen del corazón del sistema (El niño de pijama a rayas o o La vida es bella) y vale la pena volver a revisar, siempre. En particular, los niños que vagan abandonados a su suerte por los territorios en guerra es un subtema que la poco vista pelicula de Radvany, con guión de Bela Balaz trata con imágenes potentes y ausentes de ternura, resaltando las leyes propias a las que tienen que someterse en un mundo sin ley. En el caso de esta coproducción entre Alemania, Australia y Gran Bretaña, Lore es una niña alemana de 14 años con una familia nazi. Las primeras escenas se ocupan de desplegar los preparativos de una huída, en un planteo socavado y discreto, nombres propios en lugar de mamá y papá, con datos mínimos que indican un tiempo que está transcurriendo en el declive de la Alemania de Hitler. Ella debe hacerse cargo de sus 4 hermanos cuando sus padres se ven obligados a entregarse o a escapar, cosas que también quedan poco claras, Lore tiene un objetivo: llegar a la casa de la abuela en Hamburgo y allá habrá que ir cargando ademas de los niños, incluido un bebé, una educación basada en odios raciales, relaciones de poder, y revelaciones que el film siempre trabajará en el subtexto. Muchos primeros planos, planos detalles y una cámara movediza y ajustada al punto de vista de Lore, niña mujer que irá tambien descubriendo su sexualidad con un refugiado misterioso que la pondrá también enfrente de los judíos que tanto odia. De la actuación de su joven actriz Saskia Rosendahl y la riqueza en los juegos de contraste infancia-juego-inocencia vrs adultez-guerra-erotismo saca Lore su potencia narrativa. La película ganó el premio del Publico en Locarno y el premio al mejor Nuevo Director en la Semana de Valladolid.
A vuelo de pajarito que se estrena en MALBA este viernes empieza exactamente con eso: con un vuelo: el del dirigible Graf Zeppelin pasando por el cielo de Buenos Aires en 1934. La primera noticia periodística de la que tuvo noticia en su vida Rogelio García Lupo, apenas con 3 años. El acierto de ese comienzo, literal a la vez que metafórico, tiene que ver con dos cosas: el literal con la noticia como género a la que la vida de Garcia Lupo va a estar abocada; el otro, menos evidente tendrá que ver con el vuelo del pájaro. “Pajarito” es el apodo con el que es conocido este periodista, testigo de buena parte del siglo XX en Argentina, apodo que sirve como base para armar una estructura documental sagaz a la vez que tierna. Al fin y al cabo es una pelicula que hace un hijo de su propio padre. Sin embargo, el vínculo nunca deja dudas sobre la información objetiva que se verá ni muestra signos de voluntad panegírica. En ese caso, Santiago García Isler acierta en una segunda oportunidad al poner acento en un aspecto de la vida crepuscular de García Lupo: decidir sobre el futuro de su archivo: cajas de recortes, cartas, apuntes, que buscan nuevo destino, para nuevos investigadores. Las dos voces en primer persona: la del hijo y la del padre, que no son otras que el realizador y el protagonista. Llamado a todo lo largo del film, Rogelio, a secas, he aquí el cofundador de la agencia cubana Prensa Latina, del semanario de la CGT de los Argentinos, director durante el gobierno de Cámpora de la Editorial EUDEBA que aparece como el periodista de investigación, el historiador, el intelectual, el editor, el publicista, manifiesto anti google y anti tecnología. Dimensión personal (el del miedo al ridículo y a las enfermedades, el que no usa cajero automático y el que desconfía de la información que cirucla por internet) acompañada tambien por la histórica: y que describe las primeras ideas políticas, hasta la caída de Perón, la participación desde la investigación del caso Satanowsky junto con Rodolfo Walsh, y la Revolución Cubana y más, todo estructurado con separadores con animaciones muy divertidas o planos de pequeños pájaros junto con frases que sintetizan el capitulo que se verá a continuación la descripción del asesinato de Satanowsky, nada más ni nada menos, por ejemplo También es un documental metodológico, estimulante, humorístico y creativo que sienta sus lineas principales en las bases de una investigación, como aquella que intenta reconstruir de manera juguetona el azaroso encuentro de una mafia china traficante de pasaportes chinos en Argentina.
Se estrena el jueves 17 de julio en Buenos Aires, pero antes tiene una proyección gratuita en el ciclo PREESTRENOS 2014 que se desarrolla en la sede del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal (Av. Corrientes 1441), el viernes 11 a las 20hs con entrada libre y gratuita. Egresados de la Universidad Catolica de Asuncion en Paraguay, realizadores de cortos y series de Tv, Juan Carlos Maneglia y Tana Schembori habían presentado en el Festival de Mar del Plata 2012 su ópera prima, lavertiginosa 7 cajas, de excelente taquilla en su país. Ganadora de la sección “Cine en construcción” en San Sebastian 2011, 7 cajas, película paraguaya que compitió en la sección Latinoamericana en Mar del Plata y que se estrena en Buenos Aires el proximo 17 de julio es un imparable thriller que tiene una precisión inusual, el guion apela a los tips de lo latinoamericano urbano: el espacio del relato es un mercado de productos ilegales, y sus calles intrincadas, el corazón de Mercado 4. La motivación que mueve al personaje central es el dinero, el que le permita comprar tecnología un celular con cámara de video, el resto de los personajes tendrán algunos la misma idea, otros en cambio, los más “malvados” tendrán necesidades más angustiantes: comprar un medicamento para un chiquito enfermo, por ejemplo. La ausencia de Estado también forma parte de esos tópicos que se espera de toda película latinoamericana: la policía es parodiada, un agente demasiado gordo, otro distraído con comprar un teléfono los casos se resuelven accidentalmente, por obra del destino. Un secuestro express, ladrones que roban a ladrones, los medios de comunicación atrayendo como sirenas sueños imposibles finalmente cumplidos pero en la seccion policial. El deseo irrefrenable de un adolescente lo lleva a intentar conseguir dinero. Es contratado en una carnicería para llevar unas cajas de contenido misterioso. Desde ese momento no podrá desprenderse de ellas. Persecuciones en medio de la feria, travestis, coreanos, árabes,y un ritmo que no para en los 100 minutos de su duración, con giros sorpresivos y nada puesto al azar. Grata sorpresa la de esta película que seguramente abrirá nuevas oportunidades para una de las cinematografías con menos historia del continente americano.