La casa Gucci es una de las películas más esperadas del año. Basada en hechos reales, reúne un elenco soberbio, dirigido por el inoxidable Ridley Scott. Con todos los condimentos para tentar al espectador… ¿cumple las expectativas? De qué trata La casa Gucci Maurizio Gucci (Adam Driver), miembro de la familia italiana productora de artículos de lujo, conoce a Patrizia (Lady Gaga), una ambiciosa mujer de origen humilde. Los juegos de relaciones y codicia ponen en jaque a la firma de moda, allanando el camino para un desenlace fatal. Con qué te vas a encontrar En primer lugar, te recomiendo no googlear la historia real antes de ver la película, así el desenlace tendrá más impacto. Yo fui a ver la película con una vaga idea de lo que iba a pasar y aun así no dejó de resultarme atrapante. A veces, la gracia no es saber cómo termina sino cómo se gesta ese final que ya conocés. Ahora, más allá de lo asombroso de la historia, el punto fuerte de la película es el sólido elenco protagonista. Jeremy Irons y Al Pacino interpretan a los patriarcas de la familia Gucci, mientras que Adam Driver y Jared Leto son los herederos. Entre ellos –los Gucci y los actores experimentados- aparece Lady Gaga / Patrizia en un papel mucho más desafiante que “Nace una estrella”. En su primer gran protagónico en la película que dirigió Bradley Cooper no había nada que cuestionar, pero también es cierto que, al fin y al cabo, interpretaba a una cantante, como en la vida misma. Ahora es cuando realmente tenemos la oportunidad de apreciar su potencial, al dar vida a una mujer que no se le parece ni en el acento. Una transformación total en la que se luce. Otra de las interpretaciones que no deja indiferente es la de Jared Leto. Su Paolo Gucci es el personaje más cómico –el único- de La casa Gucci. Un rol genial que coquetea con lo caricaturesco y en el que, lo admito, no me lo imaginaba. Y no quiero olvidarme de Salma Hayek, quien cumple muy bien en un rol secundario pero clave para la historia, como una vidente que se vuelve confidente y amiga de Patrizia Gucci. Aun con las 2 horas y media de metraje, la película fluye y entretiene. La historia amerita su duración y no se dispersa en detalles. Además de la impecable dirección de arte, vale destacar la poderosa banda sonora, por momentos pop, por momentos tan italiana. Finalmente, un comentario sobre lo único que me hizo ruido apenas comenzó la película: los actores hablando inglés con un fuerte acento italiano. ¿Debieran haber hablado con su inglés real o está bien que finjan un inglés con un acento exagerado? ¿Será que no terminó de sentirse del todo natural? Esto no opaca la película, pero es como un zumbido que no molesta, pero está. En resumen Mezcla de glamour, ambición y una tragedia cocinada a fuego lento, Ridley Scott logra una película sólida que, aunque sin ser extraordinaria, cumple con lo que promete: un elenco estelar contando una buena historia que entretiene de principio a fin. La casa Gucci (House of Gucci) Puntaje: 7.5 / 10 Duración: 158 minutos País: Estados Unidos / Canadá Año: 2021
El terror y el glamour se mezclan en El misterio de Soho, la nueva película de Edgar Wright, protagonizada por Thomasin McKenzie, Anya Taylor-Joy, Matt Smith y Diana Rigg. ¿De qué se trata El misterio de Soho? Eloise (Thomasin McKenzie) viaja a Londres para estudiar Diseño de Moda, pero adaptarse a la gran ciudad y su gente no será fácil. Tras dejar la residencia estudiantil y mudarse sola a una habitación, tendrá vívidas visiones de los años ’60, adentrándose en ese pasado junto a Sandy (Anya Taylor-Joy), una glamorosa aspirante a cantante. Con qué te vas a encontrar El misterio de Soho llega a los cines dos años después de su rodaje, en 2019, y también luego del furor mundial de “Gambito de dama”, dato no menor para quienes quedamos encantados con –nuestra- Anya Taylor-Joy y cuya aparición en la película es uno de los puntos atractivos. Pero dejando por un momento de lado a la reina de los churros y el dulce de leche, hablemos de El misterio de Soho, una película distinta, con una identidad muy particular y que difícilmente te deje indiferente: tres características que de por sí le suman puntos. Con el suspenso que la película propone desde su título en español, Wright comienza su relato adentrándonos en un Londres de sueños, música y glamour. Un Londres tan seductor e irresistible como peligrosos son los secretos que esconde. El misterio de Soho es también una historia de sueños rotos, los de Eloise y los de Sandy, que mutan en pesadillas, en historias paralelas del triste camino de la decepción. Es el retrato de dos mujeres que buscan triunfar en una ciudad idealizada, que no tarda en hacerlas chocar de frente con sus puras aspiraciones. Y cuando ni la música consuela, ni la ropa deslumbra lo suficiente, llega el terror, ese que estaba latente desde el comienzo. Un terror psicológico al que Edgar Wright homenajea tanto como a los años ’60, con referencias a películas como “Vértigo” de Alfred Hitchcock, por nombrar una. Los aciertos de El misterio de Soho Junto con presentar una historia original de terror psicológico, género que no se ve tan seguido en la cartelera, uno de los mayores aciertos de El misterio de Soho es su clara identidad. Desde una cuidada selección de vestuario con promesa de hacerse icónico hasta la magnífica banda sonora de una época de ebullición musical. La fotografía también se encarga de mostrar un Londres que fascina y encandila, con sus encantadoras noches, sus luces de neón, sus colores saturados. Un pasado y una cuidad idealizados que no podrían verse de otra forma más que así, tan deslumbrantes como abrumadores. Thomasin McKenzie hace un gran trabajo acompañando la transformación interna del personaje, al igual que Anya Taylor-Joy, fiel a ese halo de misterio que quién sabe cómo hace para aportarle a todas sus interpretaciones. Matt Smith, por su parte, está cómodo como ese seductor en el que quizás no habría que confiar. Mención aparte para Diana Rigg, en un papel que fue su último trabajo en cine. Tanto ella como Margaret Nolan (recordada por su papel en “Goldfinger” con Sean Connery como James Bond), íconos de los ’60, fallecieron en 2020, antes de que la película llegara a estrenarse. En resumen Con una premisa interesante, una impronta visual impactante y un talentoso elenco, El misterio de Soho es una película distinta que te hará salir de la sala cantando Petula Clark, mientras disimulas el temor a mirar un espejo. Sin mayores sobresaltos hasta bastante avanzado el metraje, logra entretener y mantener en vilo. Si unas dosis de terror y sangre no te espantan… ¡súper recomendada! El misterio de Soho (Last Night in Soho) Puntaje: 7.5 / 10 Duración: 116 minutos País: Reino Unido Año: 2021
CODA: Señales del corazón bien podría ser otra película más sobre una adolescente haciéndose adulta, pero es mucho más. Es un lúcido retrato de una familia marcada por la sordera y el desafío -para todos los involucrados- de integrarse a un mundo diferente y enfrentar los cambios. Si todavía no volviste al cine, esta es una buena excusa. ¿De qué se trata CODA: Señales del corazón? Ruby (Emilia Jones) es la única de su familia que no es sorda. Mientras ayuda a su padre (Troy Kotsur), su madre (Marlee Matlin) y su hermano mayor (Daniel Durant) en el negocio de la pesca, descubre su vocación por cantar. Al sumarse al coro escolar se debate entre seguir su sueño o ayudar a su familia. Los aciertos de la película: el triunfo del humor Basada en la película francesa La Famille Bélier (2014), muchas veces estas adaptaciones quedan a mitad de camino, pero el trabajo de la directora Sian Heder es impecable. Aunque no vi la original, esta nueva versión triunfó en Sundance, lo que ya era una buena señal. CODA (Child of Deaf Adults) toma un tema como la sordera y lejos de entregar una película de golpe bajo, solemnidad y bajada de línea, apuesta todo al humor y gana. ¿Te vas a emocionar? Sí, a veces. Pero el mayor logro del film es quitarle dramatismo al tema sin perder veracidad. El elenco hace un trabajo impresionante, están todos para ganarse premios. La protagonista aprendió lenguaje de señas para el film, pero los otros tres actores realmente son sordos en la vida real (y se nota porque lo que hacen desborda realismo). Entre ellos, uno mejor que el otro, está Marlee Matlin, la madre de la familia, quien ganó un Oscar en 1986 como Mejor Actriz. Del resto del elenco, está estupendo Eugenio Derbéz, a quien se lo suele ver en roles algo ligeros y acá de verdad se luce. En resumen CODA: Señales del corazón es de esas películas que se disfrutan o se disfrutan. ¡Mega recomendada! CODA: Señales del corazón (CODA) Puntaje: 8 / 10 Duración: 111 minutos País: Estados Unidos / Francia / Canadá Año: 2021
Más que justificados son los miedos y prejuicios ante el estreno de secuelas que surgen, más que por necesidad narrativa, porque la original funcionó. Doble es el mérito entonces de aquellas películas que logran estar a la altura. Este es el feliz caso de Un lugar en silencio 2. ¿De qué se trata? La familia protagonista de la primera entrega sigue intentando sobrevivir en un mundo donde si hablás o hacés ruido, un monstruo te caza. Mientras que en la película de 2018, ella (Emily Blunt) está embarazada (andá a dar a luz sin gritar), en la segunda siguen su camino con el bebé (que como todo bebé llora a grito pelado). Un lugar en silencio 2: ¿terror o suspenso? Suelo decir que no me gusta el cine de terror, pero en realidad creo que no me agradan las películas de zombies, posesiones, casas embrujadas y todo eso. Un lugar en silencio, tanto la 1 como la 2, es terror de monstruos, pero tiene mucho de suspenso. La mayor parte del tiempo no hay monstruos, solo temor a que alguien haga ruido. Segundas partes que sí son buenas Si bien esta segunda película no agrega ni amplía mucho, tampoco parece forzada. La historia sigue y se siente natural. John Krasinski (director de ambas y esposo de Emily Blunt en la historia y en la vida) consigue incluir el personaje de Cillian Murphy perfectamente, pero a la vez apoya buena parte de la historia en los hijos de la familia. Me gustó mucho la relevancia que tienen, sobre todo hacia el final. Fanáticos de la primera no saldrán decepcionados. Un lugar en silencio 2 es una secuela digna, que sigue poniendo el foco justo en cada personaje al tiempo que maneja el sonido con astucia. El fuera de campo le gana al morbo del monstruo, entregando una película de gran nivel en todo sentido. ¡Súper recomendada! Un lugar en silencio 2 (A Quiet Place 2) Puntaje: 8 / 10 Duración: 97 minutos País: Estados Unidos Año: 2021
Nominada a seis premios Óscar, Nomadland es la road movie de los olvidados, retrato del otro Estados Unidos. Frances McDormand se carga al hombro una película íntima y devastadora, pero que logra mantener el tono justo para evitar el golpe bajo. ¿De qué se trata Nomadland? Fern (McDormand) es una mujer viuda de Nevada que lo perdió todo cuando la compañía para la que trabajaba cerró. Con el pueblo donde vivía convertido en una ciudad fantasma, decide llevar una vida nómade, recorriendo el oeste de Estados Unidos en su casa rodante y trabajando en puestos temporales. El desencanto americano Lejos de la road movie de la rebeldía o la aventura, Nomadland es la road movie de la supervivencia. Aun cuando lo que muestra nos pueda resultar devastador, la directora Chloé Zhao esquiva el golpe bajo y no pretende hacer de su película una denuncia. El drama está ahí, delante de nuestros ojos, pero casi no se siente así. El acercamiento a la historia a través de los ojos de Fern nos permite sentirlo como ella. Desde la comodidad de un sofá o una butaca de cine, su cama se nos hace pequeña; y su casa rodante, incómoda. El frío parece calar más hondo y hasta un plato de porcelana se nos hace un tesoro. Pero, dadas las circunstancias, no es Fern, al final, la que parece estar pasándola tan mal. Lo que (nos) interpela es el choque. Nomadland es una oda al minimalismo, un canto a la vida despojada en el país del consumismo. ¿Vale la pena? Me pareció una maravilla de película. Es una historia pequeña, llena de realismo, paisajes tan imponentes como desolados y personajes memorables. Es también un interesante retrato del lado B de Estados Unidos (uno de tantos), el de gente que busca ganarse la vida en la ruta, sobre todo por necesidad pero a veces también por decisión propia. Puede parecer una de esas películas donde no pasa demasiado, pero sí que pasa. Cada personaje tiene su pequeña historia y el desafío de sobrevivir es suficiente para preocuparse, para estar en vilo. Francés McDormand está excelente, como nacida para el papel. La acompañan su camioneta y un reparto de actores no profesionales (a excepción de David Strathairn) que aportan pura veracidad. La decisión de Zhao de trabajar con personas “reales” haciendo de sí mismas, construye un universo que no podría ser más realista. Nomadland no es de esas películas que ves y al otro día te olvidás. Es una pequeña historia nacida para perdurar y cuestionar. Un retrato lúcido, inspirado y profundamente humano. Vale la pena. Nomadland Puntaje: 9 / 10 Duración: 108 minutos País: Estados Unidos Año: 2020
Promising Young Woman o Hermosa Venganza es una de las películas favoritas de esta temporada de premios. Las expectativas altas suelen jugar en contra, pero el debut en la dirección de Emerald Fennell no solo cumple: arriesga y gana. De qué se trata Hermosa Venganza Durante el día, Cassey (Carey Mulligan) es una joven tranquila que vive con sus padres y trabaja en una cafetería tras abandonar la facultad de medicina. De noche se transforma para concretar un plan que consiste en acudir a bares simulando estar borracha para vengarse de los hombres que intentan aprovecharse de ella. ¿Vale la pena ver la película? Al principio de la película temí que el relato se quedara en lo que dice el argumento y pensé que efectivamente las expectativas me la estaban arruinando. ¡Pero no! La historia va tomando rumbos inesperados hasta llegar a un climax que es, para mí, lo mejor de la película. La audacia de darle el final que le da es de un mérito enorme. No solo es inesperado sino que es arriesgado. También es interesante como la directora Emerald Fennell (conocida por su papel de Camila Parker Bowles en The Crown) nos hace creer una cosa sobre la aparente impiadosa venganza de Cassey para luego… ir dando vuelta las cosas. Un hermoso ‘emosigo engañado’, por así decirlo. Y después está la atractiva e irresistible estética. Todo es deliciosamente pop en este universo siniestro. Mientras escuchaba las canciones que sonaban, pensaba que la directora tenía que ser de mi generación. Confirmado: nacimos con días de diferencia. De otra forma las Spice Girls no hubieran sido parte de la banda sonora. «Toxic» de Britney Spears es otra de las acertadas elecciones musicales en una cinta donde la atmósfera pop se respira en los colores, las melodías, la ropa, los encuadres. Último pero no menos importante: la maravillosa Carey Mulligan. Cuando hablé de La excavación lo puse y lo reafirmo, tiene ese algo especial. Esa suerte de falsa calma, de sentimientos contenidos… no podría estar mejor en un papel así. ¿Vale la pena Hermosa venganza? Si, si y si. ¡No dejes de verla! Hermosa venganza Puntaje: 8 / 10 Duración: 113 minutos País: Estados Unidos / Reino Unido Año: 2020
La noche mágica es el primer gran estreno del cine argentino de 2021, tras casi un año con las salas cerradas. Natalia Oreiro y Diego Peretti protagonizan esta película en la que no hay que dejarse engañar por el afiche: nada es lo que parece. ¿De qué se trata? Nicola (Diego Peretti) es un ladrón que en la víspera de Navidad decide dar un golpe en la lujosa casa de un matrimonio de artistas. Allí se encontrará con Kira (Natalia Oreiro), quien engaña a su esposo Juan (Esteban Bigliardi) con “Cachete” (Pablo Rago). Pero el robo no solo estará marcado por la infidelidad, sino también por la aparición de Alicia (Isabela Palópoli), la pequeña hija del matrimonio. La noche mágica: no es lo que parece Dispuesta a ver lo que creía que sería una comedia ligera, “La noche mágica” resultó una película con muchas más capas, que mezcla géneros y va ganando en complejidad a medida que avanza. Los primeros minutos no parecen muy prometedores: algunos gags de variada efectividad en lo que promete ser una comedia de robos y no mucho más. Pero la película da su primer giro cuando aparece Alicia, esta niña que se convertirá en el centro de la historia. La pequeña Isabela Palópoli está estupenda en el papel, desplegando carisma y ternura frente a este ladrón que ella cree que es Papá Noel. Pronto, la comedia de robos que creíamos estar viendo empieza a recorrer, de a poco, otro camino. Uno mucho más interesante. Así como «La noche mágica» arranca casi con cierta torpeza (tal vez deliberada), con cierta liviandad, culmina en el extremo opuesto, con un final sorpresivo, profundo y muy bien ejecutado. Hay delicadeza en la resolución, la necesaria para que, aun transitando varios géneros, el cambio de tono no sea brusco. Natalia Oreiro y Diego Peretti, asociados más a la comedia pero con amplia experiencia en otros registros, tal como lo demostraron juntos en Wakolda, usan eso a su favor. No sabemos qué esperar de ellos y eso contribuye al relato. Por su parte, Pablo Rago y Esteban Bigliardi funcionan como contrapunto uno del otro, el primero desde el humor y el otro, desde la rigurosa frialdad. Con extensa trayectoria televisiva, Gastón Portal debuta en la dirección de cine aportando algunos elementos que escasean en la cinematografía argentina: historias navideñas y mezcla de géneros. No va por lo seguro y eso es un gran mérito. La noche mágica: conclusión ¿Vale la pena? Sí, pero no vayas a verla esperando ver una comedia que te haga salir del cine a pura carcajada. Hay comedia, sí. Hay suspenso, un poco. Pero también hay drama, de ese que se va cocinando a fuego lento. En esa complejidad inesperada radica la mayor fortaleza de “La noche mágica”, una película que arriesga y gana. Puntaje: 7 / 10 Duración: 93 minutos País: Argentina / Uruguay Año: 2021
El cine bélico tiene muchas aristas, pero es gracias a la simpleza argumental unida al indudable mérito técnico que San Mendes consigue hacer de «1917» una obra hipnótica, delicada y potente. ¿De qué se trata «1917»? En abril de 1917, durante la Primera Guerra Mundial, dos jóvenes soldados británicos, Schofield (George MacKay) y Blake (Dean-Charles Chapman), deben atravesar el campo enemigo para entregar un mensaje. Su misión es alcanzar al 2° batallón de Devonshire para cancelar un ataque a las tropas alemanas, quienes han fingido retirarse para armar una emboscada. La épica de la simpleza «1917» comienza siguiendo a estos dos soldados británicos decididos a cumplir con su deber. La cámara los sigue en plano secuencia y ahí vamos, detrás de ellos, a su lado, infatigables, omnipresentes. La cámara no los abandona nunca y poco a poco vamos siendo hipnotizados. No se los puede dejar de mirar. Avanzando, en la carrera de obstáculos más peligrosa y atroz, estos dos jóvenes, niños, son guiados por un férreo sentido del deber. En trincheras interminables, regados los cadáveres y las trampas, no se puede bajar la guardia. Infinitos son los méritos de Sam Mendes. El primero es la capacidad de hipnotizar y falsear estos planos secuencia que tanta sensación de cercanía y realidad generan. Es difícil ver «1917» y no preguntarse cómo logró filmar algo así. El segundo gran acierto es la falta de morbo. La sangre, esa que nunca abunda tanto fuera de su sitio como en guerra, apenas si aparece. No se trata de la acción, en tanto estallidos, bombadeos y disparos, sino de la inquebrantable voluntad de avanzar. Una de las escenas finales lo deja más que claro. En tercer lugar, el tono. Mendes evita el golpe bajo y se guarda la música incidental para las secuencias finales. Claro que hay muerte y claro que hay drama, pero el director prefiere la sorpresa, reforzando la potencia dramática y el realismo, una y otra vez. En resumen «1917» es una película que no falla en nada. Sostenida en la estupenda actuación de sus protagonistas y en una dirección sublime que sabe dar los pasos correctos, «1917» se pone al frente de las mejores películas bélicas de las últimas décadas. Puntaje: 10 / 10 Duración: 119 minutos País: Reino Unido / Estados Unidos Año: 2019
Tras varios años abriéndose camino en la escena mundial , llegó «Parasite» y el cine coreano finalmente captó la merecida atención internacional. ¿Qué es esta película coreana de la que todos hablan? ¿Cómo obtuvo 6 nominaciones al Oscar y le arrebató el Premio del Sindicato de Actores a la creme de la creme de Hollywood? Hace unos 15 años, un profesor de la facultad nos dijo que viéramos «Oldboy«. Aquel film de 2003 fue el primer gran paso para que hoy el cine coreano reciba graduación con honores. ¿De qué se trata «Parasite»? Una familia pobre se va metiendo en el seno de una familia rica. ¿Quién es bueno y quién es malo? ¿Quién víctima y victimario? La definición de la RAE da cuenta de lo acertado del título: Que se alimenta de las sustancias que elabora un ser vivo de distinta especie, viviendo en su interior o sobre su superficie, con lo que suele causarle algún daño o enfermedad. Bong Joon-ho y el cine coreano Bong Joon-ho ya filmó películas con actores de Hollywood («Snowpiecer», «Okja», que está en Netflix) y, bastante antes, la genial «Memorias de un asesino». Con la experiencia de haber transitado relatos de lo más diversos y considerado hace tiempo uno de los máximos exponentes del cine coreano, Bong presenta «Parasite», una historia de apariencia sencilla pero profunda y, sobre todo, universal. La lucha de clases en clave de comedia, drama y suspenso, porque si algo sabe hacer el cine coreano es mezclar géneros. La historia desborda ingenio. Te reís, sentís vergüenza, satisfacción, bronca, miedo. Todo junto, mientras ves a unos y otros luchando por el espacio con el mismo ímpetu con el que luchan por el wi-fi. Ahí están, estos y aquellos, devorándose con sutileza. Podríamos hablar del excelente reparto encabezado por el experimentado Song Kang‑ho, del fabuloso manejo de los espacios, del guion de telaraña y de cómo la película te mantiene atrapado en cada minuto. Pero en casos como estos, no queda más que recomendar y buscar los adjetivos pertinentes: original, inesperada, incorrecta, lúcida, molesta, astuta, sorprendente, ingeniosa. Así es «Parasite». No te la pierdas. Puntaje: 10 / 10 Duración: 132 minutos País: Corea del Sur Año: 2019
«El Robo del siglo» es la nueva película de Ariel Winograd («Mi primera boda», «Mamá se fue de viaje»), protagonizada por Guillermo Francella y Diego Peretti. El film está basado en el caso real del robo al Banco Río de Acassuso. El primer gran estreno del cine argentino en 2020 viene con todos los condimentos para ser un éxito. Argentina tiene casos de sobra para generar ficción basada en hechos reales, aunque no se da con tanta frecuencia. Aquí, Winograd encuentra una historia que parece nacida para ser película. En clave de comedia y con un ritmo impecable, «El Robo del siglo» muestra el proceso de planificación y robo de la sucursal Acassuso del Banco Río. Un relato siempre bienvenido, pero más que nunca en la era post «La casa de papel». Guillermo Francella y Diego Peretti se unen por primera vez para garantizar el éxito. Pero no solo eso: la química entre los dos actores entrega los mejores momentos y saca carcajadas. El contrapunto entre sus personalidades hace que sea más que una simple película de robo. Completan con eficacia el elenco Rafael Ferro, Pablo Rago, Mariano Argento y Luis Luque, a quien tan bien se le da siempre interpretar a la autoridad. Vale destacar, por último, el gran nivel de producción, que no escatima en nada. Además, gran dirección de fotografía, algo a lo que el cine argentino no siempre acostumbra. En resumen Con casi dos horas de duración, Winograd consigue entregar una película absolutamente entretenida, que no decae en ningún momento. Un guión lleno de humor (que no por eso pierde seriedad), un montaje ágil que no se dispersa en nimiedades y un elenco con supremo sentido del timing hacen de «El robo del siglo» una película sin fallas. Imperdible. Puntaje: 9 / 10 Duración: 114 minutos País: Argentina Año: 2020