FALLIDA BIOGRAFIA Es un retrato muy liviano, superficial, condescendiente, sin garra. Claro, esta Meryl Streep que, con o sin maquillaje, le da atractivo a su personaje. Todo suena poco creíble: los debates en el Parlamento, las rencillas internas, su ascenso personal, sus alucinaciones de vieja, cuando se topa a cada rato con sus recuerdos y con el fantasma de su esposo. El libro es muy flojo y la dirección muy endeble. La directora es Phyllida Lloyd, que antes había hecho "Mamma mia!". Y eso explica todo. La película de cualquier manera concita el interés. Tiene dos anzuelos: Meryl Streep y Las Malvinas. La triunfalista evocación de esa Guerra es la más extensa. La imagen del General Belgrano en el Atlántico y el grito de la Thatcher "¡húndanlo!", sigue doliendo. (** 1/2)
Una familia en crisis Es una tragicomedia muy forzada que retrata, como lo hace el cine de Payne ("Entre copas"), la crisis de un hombre maduro. Matt es un agente inmobiliario de éxito en Hawai. Pero de golpe, todo se le viene abajo: su mujer se accidentó y está en estado vegetativo; los médicos le aconsejan desenchufarla; se tiene que hacer cargo de sus hijas (que lo ignoran) y encima se entera que su mujer lo engañaba. Así empieza. Como telón de fondo, están Hawai, sus costumbres y sus diferencias de clases (el pedido de perdón de la hija a otra nena). En lugar del melodrama, la idea de Payne es demostrar que, en ese escenario tan crítico, nadie es culpable ni inocente. Sus criaturas, con sus caídas y sus noblezas, son humanas y próximas. Pero la película derrapa. No acierta ni en la tragedia ni en la comedia. Los personajes se transforman de un día para otro (las nenas), Matt hace tonterías (pide consejos al amigovio de su hija sobre la infidelidad hogareña; sale con las nenas a buscar al amante) y son indefendibles las discusiones y ataques al borde de la cama donde agoniza la mujer. Es una pena, porque el director Payne es un artesano que sabe humanizar sus personajes y la historia daba para algo menos burdo. El filme, más allá de estos gruesos pincelazos, es también una historia sobre el perdón: todos terminan aceptando y perdonando. Para algo sirvió la crisis, piensa Matt al final.
EN OTRO FORMATO Capusotto no preparó su llegada al cine. Llevó sus estampas cómicas en viaje directo a la pantalla grande. El cambio dejó al desnudo sus muchos aciertos y algunos baches. Y confirma que su mejor formato es la TV. Son estampas, apenas situaciones, ocurrencias sueltas que rondan el hallazgo o la vulgar exageración. En cine, algunos de sus personajes han resistido gallardamente al cambio de registro, pero también se ve que sus libros no logran ir más allá de la secuencia fácil y el remate. Hay una idea central: una suerte de manifiesto contra la dictadura del entretenimiento. Alrededor de ese disparador, gira casi todo. Su humor se permite todo: la TV, la actualidad, incluso meterse con la llegada de Perón y el enfrentamiento de Ezeiza. Un cómico singular. (*** BUENA).
No sólo los votos se pueden comprar La política, sus mañas y sus agachadas, su hipocresía y sus traiciones, sus exigencias y sus mentiras. De todo eso habla este filme polémico y severo que lleva la firma de George Clooney, un actor de éxito que, a la hora de ponerse detrás de las cámaras, elige historias que dejan ver el otro lado de la realidad, su cara más oculta y más temible, sus personajes más siniestros y poderosos, el mundo de la manipulación, de los abusos y de los arreglos. Estamos en medio de las elecciones primarias de los demócratas. La carta decisiva se jugará en Ohio. Y uno de los aspirantes con más chance es Mike Morris, gobernador de Pensylvania. Su equipo de campaña se esfuerza para tener aceitadas todas las piezas: el discurso, las entrevistas, las encuestas, los acuerdos. El staff de asistentes tiene como jefe a Paul (otro estupendo trabajo de Philip Seymour Hoffman) y como primer ayudante a Stephen (buena labor del ascendente Ryan Gosling). Son las dos caras de una moneda que primero chocan y que la política los terminará igualando: Paul es un profesional, práctico, implacable, quiere ganar como sea y con quien sea; Stephen es un joven que -como suele suceder- irá perdiendo su inocencia a medida que gane posiciones. Basada en una obra teatral, "Secretos de Estado" nos recuerda que los actos oficiales, los discursos y la declaraciones (es decir, lo que se ve) no importa demasiado, que lo que se decide y lo que define la suerte de cada uno, no sale nunca a la superficie. El filme juega en esos dos escenarios y le suma una historia que mezcla pasión, abuso, aborto y sobredosis y que es un eslabón más de esa cadena trueques, negociaciones, cálculos y entregas. Un filme bien contado, que atrapa, con buenos trabajos. Le falta rigor y se demora demasiado en la historia policial, pero nos muestra que todo es inestable, resbaladizo, y que la lealtad, como los votos, se negocia. Stephen no sólo abandonará sus ideales, también aprenderá y para siempre que en este mundo lo que vale es ganar, trepar y no mirar nunca lo que va quedando atrás. (**** MUY BUENA)
ELLAS TIENEN LA PALABRA Está ambientada en la década de los 60 en Jackson, una ciudad de Mississippi, uno de los estados más racistas. El filme habla de la segregación y la intolerancia. Un tema que siempre permite un nuevo enfoque. La que cuenta los hechos es Abileen (Viola Davis) un empleada a domestica negra que relata sus dolorosas jornadas de trabajo en esa época de marginación y desprecio. Su interlocutora es una periodista blanca que entrevista a varias mucamas negras. Son testimonios anónimos, porque temen las represalias. El material se publica en un diario local y después en un libro. Y eso es todo un triunfo. Más que un filme de protesta, es un melodrama que desecha las sutilezas y plantea las cosas de frente. Por más que desde la TV llegan imágenes de Kennedy y Luther King en esos años tan convulsionados, "Historias cruzadas" no es combativo. La novedad es que esta contado desde el mundo de esas empleadas tan maltratadas y eso seguramente le ha dado carta blanca al director para ensayar un desfile de excesos, subrayados y golpes de efecto. Cine básico, directo, con personajes de esquemáticos, matizado por media docena de escenas fuertes, con gente buena y gente mala, todo empaquetado en una película colorida, con algo de culebrón, pero que a veces divierte y a veces emociona y que deja ver el infierno de esas pobres mujeres, excluidas, desamparadas, llenas de tristeza y miedo. "Criamos esos niños con mucho amor, pero después, cuando se hacen grandes, ellos nos terminan maltratando", piensa una de ellas.