Un “Sex & The City” belga Digamos que “Locamente Enamoradas”, de la directora belga Hilde Van Mieghem, no es tan superficial como la serie protagonizada por Sarah Jessica Parker, pero presenta el amor desde el mundo femenino a través de una madre, su hermana y sus dos hijas que viven en la misma casa. Seguramente el objetivo de meter tantas mujeres bajo un mismo techo es tratar de mostrar los bretes por los que el género pasa a la hora del amor en distintas etapas de la vida, así nos encontramos a Judith (la madre) que es una actriz reconocida divorciada de un arquitecto ex -alcohólico por el cual tiene cierta empatía y lo utiliza para confesarse como si fuera una amiga. Por otro lado tenemos a la hermana de la protagonista, una profesora que tiene la pareja perfecta y está en tratamiento para quedar embarazada debido a algunas dificultades; sin embargo aparece un profesor de historia que le mueve el piso y comienza una aventura con él. Finalmente están las dos hijas de Judith que una es una arquitecta que busca despegarse profesionalmente de su padre y la otra que apenas comenzó la adolescencia y espera su primer beso. Película de Minitah El subtitulo que utilizo en esta parte no tiene ni la más mínima connotación sexista de mi parte, sino que es la película la que carga con esa mochila debido a que contiene clichés que producen en mí un rechazo absoluto. Las mujeres son monotemáticas, chatas, superficiales y viven en un platonismo absoluto (para no decir una nube de pedos), mientras que los hombres se encuentran cada uno encasillado en su rol y encima son unos derrotados emocionales. En cuanto a estética es irreprochable ya que cuenta con una buena fotografía, efectos bien realizados y un montaje americano que no varía en lo más mínimo. Además una banda sonora que se encuentra presente en prácticamente toda la película pero no respeta silencios que por ahí son necesarios en algunos personajes que escogen caminos decisivos o ocurren hechos trascendentales para la trama. Conclusión “Locamente Enamoradas” no termina de ser una comedia romántica –aunque lo pretenda-, así como tampoco es innovadora, está ahí en la balsa de Caronte. A la vista está bien aunque en la trama presenta algunos baches que hacen densa la película hacia el final, sumado a la explotación de estereotipos y la superficialidad de los personajes. En fin, el largometraje no deja absolutamente nada al final, transcurre con una levedad desfavorable para el cine belga después de ofrecer al mundo dos titanes como los hermanos Dardenne.
El Eterno Retorno de la crisis de edad Judd Apatow tuvo un debut digno en el cine con la comedia “Virgen a los 40”, protagonizada asombrosamente por Steve Carell como un hombre casto. Luego se superó a sí mismo y presento en el 2007 “Ligeramente Embarazada” que terminó siendo una comedia redonda y bien recibida por el público. Ahora este director trae “Bienvenido los 40” (“This is 40” en su idioma original) con la pareja de Pete y Debbie que apareció en “Ligeramente embarazada” (interpretada por Paul Rudd y Leslie Mann) que ahora son un matrimonio que se encuentra en las puertas de la crisis de los cuarenta. La pareja es la típica familia norteamericana, en este caso con dos hijas que son Charlotte de ocho años (Iris Apatow) y Sadie de trece (Maude Apatow). Además de su complicada familia, Pete intenta mantener su discográfica en pie pese a todos los contratiempos que lleva ese mercado hoy en día, y Debbie trata de manejar su local de ropa con dos empleadas conflictivas. La película trata de mostrar en forma de comedia los problemas cotidianos de una pareja de mediana edad con varios frentes en los que se deben manejar ya que los conflictos están tanto dentro como fuera de casa. Comedia Verité Apatow con sus dos anteriores comedias marcó un estilo realista que no se basa tanto en el gag y en los remates sorpresa, sino en situaciones cotidianas que se extienden en el tiempo y resultan sumamente graciosas, tal como ocurre en obras de otros directores como Greg Mottola en “Superbad” (2007). Sin embargo, “Bienvenido a los 40” no alcanza el nivel de las otras películas de Apatow porque si bien es un guión lineal, se presenta algo caótico y sumamente superficial ya que –esto es una especulación mía- la utilización de estereotipos no requiere una mayor profundización en el personaje. En cuanto a la crisis de la edad es sólo el puntapié inicial de la historia porque todos los problemas venideros no se encuentran bien enraizados a este eje central y se termina diluyendo en las subtramas de la película que avasallan y tapan lo que realmente intenta mostrar la película. Fuera de la cuestión narrativa, la película cuenta con grandes actuaciones y no sólo de los protagonistas ya que hay un gran reparto que va desde los padres de los protagonistas interpretados por Albert Brooks y John Litgow como el padre de él y ella respectivamente, hasta la hermosa Megan Fox que hace muy bien su papel, pasando por Jason Segel que viene trabajando con el clan Apatow hace tiempo. La estética es clásica y similar a la que viene utilizando en su filmografía, aunque a veces en esta película hubo algunos planos-contraplanos truncos como cuando la pareja protagonista va a descansar a un Hotel-Spa y tienen una conversación en la habitación. En el resto, tanto musicalización como arte y fotografía, es impecable como gran parte de las producciones hollywoodenses. Conclusión “Bienvenido los 40″ es una comedia llevadera que entretiene y hace reír de a momentos, pero su narración es un poco desordenada, que no confunde pero desvaría logrando perder el eje central de la película que es la crisis de la edad. De todas formas es recomendable para pasar un buen rato en el cine y reírse de situaciones cotidianas como en todas las comedias de Apatow, por más que ésta sea la más floja.
Mingo y Aníbal contra los fantasmas Bueno, la trama es similar a “Actividad Paranormal”: Malcolm (Marlon Wayans) y Kisha (Essence Atkins) se casan y deciden mudarse a la casa con la que siempre soñaron, pero descubren que no están solos. Con ellos habita una presencia energética que los acecha todo el tiempo y durante el desarrollo descubrimos que no es la casa en sí la que está embrujada sino Kisha que está poseída por espíritus. Por este motivo, Malcolm, decide llamar a todo aquel que pueda exorcizar ese ente de su lado (desde un sacerdote hasta un cazafantasmas), decidido a no dejar que el espíritu arruine la forma de vida que lleva junto a su mujer. La senda del mal Hay determinado momento de nuestras vidas en que optamos por sacarnos esa careta de cinéfilo experto. No perdemos más tiempo buscando la ópera prima de Wong Kar-Wai en algún videoclub under, dejamos de descargar películas difíciles de conseguir y empezamos a ver lo que realmente nos conmueve, nos divierte o entretiene. Bergman y Tarkovski son un dolor de cabeza y las películas en blanco y negro son inaguantables. Lo único que queremos es ver películas pésimas que no exijan de un espectador sesudo y así comenzamos esta senda del mal que nos lleva a films absolutamente vacíos e insostenibles en sí mismos. En este camino oscuro para el arte cinematográfico encontramos películas como la saga de “Scary Movie”, las películas de Olmedo y Porcel o incluso las de Extermineitors, pero la última presentada de este tipo es “¿Y dónde está el fantasma?”. Sinceramente fui sin ninguna pretensión al cine a ver “¿Y dónde está el Fantasma?” pero por algún extraño fenómeno, la película logró defraudarme igual. Juro que intento rescatarla desde alguno de sus aspectos pero no puedo, la película tropieza en todos y termina siendo peor que el film que intenta satirizar, que en este caso es “Actividad Paranormal”. No es que deteste este tipo de cine porque cuando vi “Scary Movie” allá por el 2000 me reí mucho, quizás porque era muy joven o porque no había visto tantas películas, lo cierto es que la disfruté y eso es lo que cuenta. Sin embargo en “¿Y dónde está el fantasma?” el humor mutó y ahora es tan vulgar y obvio que sentia una vergüenza ajena infinita por quien la realizó. Conclusión “¿Y dónde está el Fantasma?” es una película que desagrada y aburre en su esfuerzo por hacer reír, aunque si siguen sacando films de este tipo es porque debe tener su público fiel y quien las disfruta, por ende si tienen ganas vayan al cine sino aguarden a que salga en dvd y se ahorran unos pesos.
Robin Hood 3.0 Taylor Hackford es un director particular debido a que no sigue una línea en su filmografía, o sí y es la heterogeneidad. En su haber tiene desde un documental sobre el escritor Charles Bukowski, titulado “Bukowski”, hasta “Ray” que le valió un Oscar a Jamie Foxx, pasando por “El Abogado del Diablo” con Al Pacino. En esta oportunidad Hackford nos trae “Parker”, una película de acción protagonizada por Jason Statham donde interpreta a un ladrón con un código singular: sólo le roba a personas que no las afecta económicamente y sin lastimar a nadie, a menos que Parker crea que se lo merecen. Pero la película pega un volantazo cuando durante un raid delictivo, Parker, es traicionado por sus propios compañeros y dado por muerto. A raíz de esto decide tomar una nueva identidad y se alía con Leslie (Jennifer Lopez), una agente inmobiliaria que sueña con la gran vida en Florida y juntos harán un último trabajo que les permita pararse de por vida y que los que lo traicionaron a Parker paguen por lo que hicieron. Otra de venganza “Parker” es una película más del género sustentada por la venganza y por Statham, como la única estrella de acción que prosperó en la última década, que junto a la participación de Jennifer López que carece de toda gracia actoral perjudica aún más a este mediocre film con un guión poco sólido y repleto de obviedades. Si bien en lo que refiere a cámara y fotografía la película no muestra ningún desatino, hay un uso excesivo de recursos que interrumpen la linealidad de la trama para explicar cosas que ya el espectador dilucida después de ver tantas obras del género, o incluso son pormenores innecesarios como qué sucedió con Statham cuando lo creyeron muerto. Esta película es un trabajo sin ningún vuelo, incluso hasta las habilidades de Statham para interpretar a tipos duros y parcos se ven desperdiciadas ya que las escenas de acción no abundan. Es decir que la historia no sólo es básica sino que la esencia del género, que es la violencia, no está explotada como debiera y más contando con un actor como Jason. Conclusión Hackford nos presenta dentro de la película un popurrí de violencia, humor, suspenso, sexo y alguna que otra cosa más propia del género de acción, sin embargo no logra su cometido y “Parker” es un desperdicio de talentos y dólares, pero que le proporcionará un entretenimiento efímero a quien le guste la acción, Statham o simplemente quiere pasar un rato mirando una película de cable en la pantalla grande.
La Arena Una joven llega a una feria y comienza a recorrerla errante, perdiendo su mirada entre los freaks y las personas que trabajan en los últimos preparativos del inminente show circense que se dará allí. En el paseo por ese mundo tan extraño y mágico (similar al circo de Burton en “El Gran Pez”) cruza miradas con un muchacho y ambos quedan flechados por el otro pese a lo poco demostrativo de sus rostros. El espectáculo comienza y el muchacho abre con su número de trapecio tan promocionado. En medio del acto, el cirquero se distrae nuevamente ante la mirada atenta de la joven y por un error cae desde lo alto. La chica al ver lo que sucede corre a socorrerlo y ambos se hunden en la arena que es una suerte de portal a un mundo mágico -como la madriguera de “Alicia en el País de las Maravillas”-. Durante el descenso a este submundo se separan y para volver a reencontrarse tendrán que viajar a través de los mundos fantásticos del Cirque du Soleil. ¿qué e´eso? “Cirque du Soleil: Mundos Lejanos 3D” no es un espectáculo de circo, así como tampoco es una película. Tiene herramientas de ambas, más de circo que de cine, pero escapa a cualquier clasificación y no porque sea innovadora sino porque es un híbrido sustentado únicamente por la espectacularidad de imagen y condimentado con el 3D excepcional de James Cameron. Sin embargo lo voy a analizar como lo que se presenta: una película. Visualmente es impactante ya que la tecnología puesta en cada número, junto con la estética singular del Cirque du Soleil y un 3D que te involucra como si estuvieras viéndolo en vivo, hace un combo que gratifica el sentido de la visión. No así los acróbatas-actores protagonistas, que entiendo debe ser complejo combinar ambas artes dentro de un individuo, pero los dos tienen menos gracia que una milanesa de soja. El espectador que asista debe saber que la película no tiene prácticamente diálogos -como los números de circo- y está acompañado por temas clásicos de artistas como The Beatles y Elvis. Conclusión Esta película está dirigida a gente del ambiente del circo o aquellos que disfruten de este tipo de espectáculos. Ahora bien, si nunca tuviste la oportunidad de asistir a un espectáculo del Cirque du Soleil, es una buena y barata oportunidad de estar próximo a ese increíble show del arte circense ya que como circo filmado funciona bien, pero como película no se sustenta. Sin embargo, el impacto visual de los números sumados al 3D logran impresionar y hacen pasar el rato.
Atardecer de un ocaso crepuscular “Amour” es la decimotercera película dirigida por Michael Haneke (“La Profesora de Piano”, “Funny Games”, “Caché – Escondido” y “La Cinta Blanca”, entre otras) en la que se desarrolla la historia de una pareja de viejos octogenarios, ambos profesores de música retirados, que se encuentran parados ante la enfermedad, el deterioro y la muerte. Anne (Emmanuelle Riva) y George (Jean-Louis Trintignant) es un matrimonio que lleva décadas y una vida tranquila en París donde la actividad cultural y la narración de anécdotas de George ocupan la mayor parte del tiempo de la pareja. Sin embargo esta vida de sosiego se ve interrumpida cuando Anne sufre un accidente vascular que la va desmejorando progresivamente y afecta la vida de ambos. La hija que tienen, también abocada a la música, va de vez en cuando a visitarla pero el único que la acompaña en este duro proceso a la vieja es George. Para leer en forma interrogativa (Perdón Cortázar) Haneke habla del amor con el paso del tiempo, sobre un matrimonio con conceptos distintos a los que se manejan en el presente ubicándolo ante la difícil prueba de la enfermedad. Todo es un camino irrefrenable hacia la muerte, donde también se plantea la ortotanasia (o muerte digna) de una persona que no es autosuficiente y el abandono por parte de su familia y seres cercanos ante tal situación. Un departamento parisino Hay una cuestión espacial fundamental en la película y es lo que le provee el marco intimista a esta historia: todo transcurre en interiores. Si bien en su mayoría es en el departamento parisino de la pareja, la única vez que “salen” y van al teatro a escuchar a Alexander Tharaud (reconocido compositor que en la ficción es un exalumno de Anne) también se desarrolla dentro de la sala. A medida que progresa la película y con la irrupción de la enfermedad se adentran cada vez más en su hogar y la única conexión con el exterior proviene a través de su hija –que vive en Londres-, una visita efímera de Tharaud, las enfermeras y una paloma. Es tal el hermetismo que incluso el único plano en el que se muestra el panorama desde la ventana del departamento está filtrado por la cortina interrumpiendo la vista de una avenida de París. Las actuaciones de Emmanuelle Riva y Jean-Louis Trintignant son excepcionales, sobre todo la de ella (quien fue la protagonista de “Hiroshima Mon Amour” allá por 1959) donde el progreso de la enfermedad es de un trabajo pocas veces visto en la pantalla grande por una actriz tan mayor -86 años cumplirá la noche del Oscar- con un realismo conmovedor y sin caer en sentimentalismos. Conclusión “Amour” es una película para ser vista por un espectador activo –como todas las de Haneke- que quiera reflexionar sobre todo lo que está casi ausente, un cine que a través de las imágenes y planos secuencia busca tocar temas no explicitados en el argumento pero que están ahí. Cada uno que vea el film reflexionará distintos puntos sobre el mismo y quizas hasta se elabore en forma interrogativa los temas que trata. Pese a esto, no considero “Amour” como uno de los mejores trabajos del director austríaco aunque sí sigue su línea autoral.
La fábula La nueva película de Disney presenta un matrimonio formado por Cindy (Jennifer Garner) y Jim Green (Joel Edgerton) que buscan tener un hijo desde hace tiempo, pero como la situación es compleja, deciden recurrir a la ciencia para que les dé una mano. Pese a los esfuerzos, fracasan y les comunican que ya se hizo todo lo que se podía para tener un hijo propio. El golpe es duro, sus deseos por completar la familia eran infinitos y ahora se encuentran sumergidos en un estado pleno de resignación. Ante tal situación, Jim encuentran un breve escape y comienza a escribir en un pequeño anotador cómo desea a su hijo y Cindy se suma al “juego” que encubre la angustia. Luego toman las anotaciones, las guardan en una pequeña caja de madera que posteriormente entierran en el jardín. En la madrugada, luego de una fuerte tormenta, aparece un intruso en la casa llamado Timothy (CJ Adams) y la pareja pasa a ejercer la paternidad de un momento para otro, con este chico que les trae esperanzas y sabiduría. Un hijo Ent “La extraña vida de Timothy Green” no es una película para los más chicos, quizás a partir de una preadolescencia naif en adelante. Esto lo menciono porque si bien la historia parece bastante infantil, se tocan temas que no lo son tanto como la esterilidad en una pareja, la adopción, los problemas económicos, la competencia familiar, etc. En sí, la película, tiene un guión consistente con algunos baches que se profundizan luego del primer plot point, con un desfile de estereotipos burgueses norteamericanos tales como el padre distante, la hermana competidora, un entrenador tosco, un empleador oportunista, los bullies del colegio, una vieja amargada que maneja un museo y muchos más. Sin embargo no deja de ser efectista gracias a la fórmula Disney compuesta por un buen arte, planos prolijos y una banda sonora impecable, como siempre. Conclusión “La extraña vida de Timothy Green” es una concatenación de arquetipos, fábulas y mensajes moralistas que da como resultado un sentimentalismo absurdo (por ejemplo las escenas en que el niño-planta hace una suerte de “fotosíntesis” me producían una sensación muy similar a la vergüenza). Lo que no se puede negar es que la estructuración técnica y estética de la película logra hacer llevaderos los 105 minutos. Para ser más concreto: es una película para ver por Telefé un domingo a la tarde.
Para llegar a Abe A principios de los ´50, un niño de unos cuatro o cinco años viajó con su familia a Washington DC y decidieron recorrer los lugares más significativos de aquella ciudad. Al llegar al National Mall ingresan al “Lincoln Memorial” sin dudarlo. Suben las escalinatas, atraviesan la hilera de columnas dóricas y al quedar frente a la efigie que homenajeaba al decimosexto presidente de Estados Unidos, el pequeño se frena asustado por tamaño monumento. Poco a poco, con lentitud y prudencia comenzó a acercarse con la cabeza en alto e hipnotizado por el rostro de piedra. El pequeño Spieberg no podía dejar de mirar la figura de Abraham Lincoln. Esta anécdota, contada por el propio director, ha quedado grabada a fuego en su memoria y no es de extrañar que la primera vez que aparece Daniel Day-Lewis interpretando a Abraham Lincoln en la película, esté sentado en un sillón por sobre el resto, de una forma muy similar al monumento erigido en Washington. “Lincoln” se centra en los últimos cuatro meses de vida y obra del líder norteamericano, mostrando los dos frentes más importantes de los que se debía ocupar: la guerra civil y la aprobación de la 13º Enmienda (que abolía la esclavitud). Ambos objetivos, complementarios entre sí, darían la paz a una nación dividida y joven pese a las continuas y tristes noticias provenientes del frente y la presión pública y política que acarreaba implementar dicha enmienda. Asimismo, los problemas no sólo giraban en torno a sus labores como presidente sino también como padre y esposo, con temas como las disputas sobre el alistamiento de un hijo al ejército, los dolores de cabeza de su esposa Mary Todd, el recuerdo de un hijo fallecido y la crianza de otro pequeño hijo inquieto. Pero, si bien Lincoln ya es un mito de la historia norteamericana, en esta película se lo humaniza a través de ciertos aspectos: alegre, melancólico, un gran narrador de anécdotas, un hombre con principios y una gran mediador. Esta película es una adaptación parcial del libro “Team of Rivals: The Political Genius of Lincoln” de Doris Kearns Goodwin, y estuvo a cargo del guión Tony Kushner (el mismo de “Munich”) y la actuación de Daniel Day-Lewis, quien encabeza un gran reparto junto a Sally Field, Joseph Gordon-Levitt, Tomy Lee Jones y David Strathairn, entre otros. Pero no sólo el guion y los actores definen esta película, ya que la fotografía de Janusz Kaminski (el mismo que viene acompañando a Steven desde “La Lista de Schindler”) es asombrosa, al igual que el excelente montaje de Michael Kahn (también hombre de confianza del director desde “Encuentros cercanos del tercer tipo”) y la banda sonora original del reconocido compositor John Williams. Todos los Lincoln el Lincoln De por sí no es fácil interpretar a una personalidad histórica de tal magnitud ya que el polifacetismo brindado por las distintas versiones de la época y por las investigaciones históricas complejiza la estructuración en la ficción. Daniel Day-Lewis lo logra de una manera soberbia, su interpretación de Lincoln en todas sus caras se encuentra plasmado en la película a la perfección. En ningún momento vemos un actor, haya sido así o no el presidente, el trabajo es tan sólido que vemos a un Lincoln humano con un gran sentido del humor, con contradicciones, aciertos y errores. La dupla Spielberg y Day-Lewis funcionó tan bien desde su inicio, que incluso acordaron que en el set sólo debía subsistir el mundo de 1865, excepto las cámaras, los monitores y las luces, correspondía ser todo de aquella época para poder así representar el estado anímico de la nación en aquel entonces. Pero, claro está, Daniel Day-Lewis no actúa solo y quienes lo acompañan realizan un gran trabajo. Comenzando por Sally Field que interpreta a Mary Todd Lincoln –su mujer- con un gran carácter y tan consistente como el propio Abraham, siguiendo por Tommy Lee Jones que realiza el mismo personaje parco de siempre y Joseph Gordon Levitt como uno de los hijos de Lincoln que siente el peso de las decisiones de su padre. No es una biopic “Lincoln” no es una biopic ya que, pese a contarse la historia de una personalidad como Lincoln, sólo se retrata un período de sus últimos cuatro meses en la vida de Abe que fue la etapa donde alcanzó los objetivos más trascendentales para el curso de su país. Lo destacable es que no se necesita conocer absolutamente nada de la historia de aquellos días para comprender el film, incluso se disfrutaría aún más ya que el suspense sería mayor y se explica todo claramente. Además, la película es un todo uniforme y orgánico que retrata el último período de vida del presidente sin fisuras en su narración. La estructuración es tan precisa que incluso para los que ya conocíamos el desenlace de los acontecimientos, te mantiene atento a lo que sucede de una forma excepcional y lo sentís como si no tuvieras la más mínima idea de la historia. Conclusión Es verdad es que “Lincoln” no trae nada nuevo consigo, sin embargo no es fácil encontrar una película que cierre en todo su espectro. La historia está contada de una forma lineal, los planos, los movimientos de cámara (sobre todo un travelling por el campo de batalla) y la fotografía son de una estética impecable, el montaje fluye y la banda sonora acompaña perfectamente; todo esto termina dando como resultado un film en el que habría que comenzar a replantearse a Spielberg como autor y rever toda su filmografía como tal.
Cine trasrioplatense Reconozco que vi poco cine uruguayo, pero siempre me he sentido a gusto con la escueta producción de ese país que me llegó. Quizás, si tuviera que elegir una charrúa, “Whisky” (de Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll – 2004) sería la mejor película oriental por lejos, aunque no quiero subestimar muy buenas producciones como “Gigante”, “El Baño del Papa”, “La Casa Muda” y un par más que no vienen a mi mente. “La Culpa del Cordero”, película que sumo a mi lista y por la cual vengo a escribir, trata sobre una familia de clase media que tiene una chacra cerca de la costa atlántica. Un matrimonio sexagenario compuesto por Jorge (Ricardo Couto) y Elena (Susan Groisman) recibe a sus cuatro hijos, su yerno, su nieta y la niñera con el fin de pasar una jornada en familia y comunicar que el patriarca se jubiló y transitará su vejez allí en la tranquilidad de ese lugar. Pero lo que parecería un ameno día familiar y con cordero asado, se convierte en un desfile de personajes con un devaluadísimo nivel moral. La culpa es tuya, bo´ “La Culpa del Cordero” es una película sustentada por la actuación, su columna vertebral depende del desempeño de cada uno de los actores que interpreta a cada integrante de esta conflictuada familia. Lamentablemente, en este punto tan esencial, se queda porque los actores -tanto por error en la dirección como en el trabajo actoral de cada uno- no terminan de ser creíbles ni conmueven a aquel que está en la butaca. En lo respecta a la narración, al principio de la película todo funciona por inercia -Como los autos de juguete mal llamados “a fricción”-. Hay un moldeo del tiempo irregular en que por momentos todo se suspende en el tiempo, sucede algo y avanza normalmente hasta que se va quedando de a poco sin fuerza y vuelta a lo mismo. A pesar de esto hay un buen manejo de cámara, con algunos planos poco estéticos (entre estos incluyo planos detalle carentes de sutileza en todo su espectro y con un significado chato, como uno de la caja de viagra). Conclusión La película presenta varías inexactitudes que dudo que satisfagan a aquel espectador que vaya al cine y, sinceramente, no sé si su director -Gabriel Drak- busca la transgresión tocando ciertos temas, pero los escasos recursos discursivos y muchas obviedades hacen perder fuerza a cualquier intento de barrenar.
Obertura Empecé a escribir este post unas dos o tres veces. Primero creí que debía limitarme a analizar “Nestor Kirchner, la película” como un documental y nada más, sin profundizar demasiado en la temática, evadiendo así la politización del artículo. Pero este es un caso complejo, donde separar la obra del tópico sobre el que trata es una tarea difícil porque es un todo indivisible. La Construcción del Relato En el 2003, con el porcentaje de votos más bajo de la historia (22,24%), asumió la presidencia Nestor Carlos Kirchner, un apenas conocido santacruceño con estrabismo, una particular silibancia y enemigo del protocolo, que tras años de observar cómo la política se tocaba de manera superficial, necesitaba edificar desde cero un discurso que no poseía o se desconocía, para así formar un relato que legitime el poder obtenido. Poco a poco, el kirchnerismo se fue construyendo en base a varios actos donde se concretaba una moral próxima a la izquierda; se inició una revisión sobre los ´70, una revalorización de los organismos de Derechos Humanos, un análisis de los medios de comunicación, el pago de la deuda externa, la unión regional, etc. Si estos debates fueron la fuente para buscar la aceptación popular o un sincero acto que quería repensar el país, lo dejo a criterio de cada lector. Lo cierto es que logró una mutación cultural donde la política, y sobre todo el gobierno, pasaron a primer plano. Es una obviedad mencionar qué parte de este cambio cultural se dio a través de los medios de comunicación, en especial el cine: hubo oleadas de documentales y ficciones sobre la dictadura, películas que hablaban del peronismo, hasta hemos llegado a ver un film animado sobre Eva Perón. En todo este contexto discursivo creado por el oficialismo, pensé que “Nestor Kirchner, la película” sería un eslabón esencial, pero me voy a tallar en la frente un “FAIL” con un cuchillo, como en “Bastardos sin Gloria”. La inaccesibilidad a Él La película sobre Nestor está escrita y dirigida por Paula de Luque (“Juan y Eva”). En un principio el alma pater era el oriental Adrian Israel Caetano, pero por diferencias en el corte final con la producción, decidió renunciar al proyecto. Sinceramente no sé cuánto de Caetano tenga la película, pero la credibilidad y el sentido común que nos demostró a lo largo de los años, quiero suponer que su impronta es prácticamente nula. Hay un requisito para ver este film, si uno no está al tanto de los aconteceres nacionales de los últimos 40 años, no podrá comprender en su totalidad la película, ya que no se profundiza argumentativamente en los temas que se tratan, ni siquiera se especifica quiénes son los que aparecen delante de cámara. “Nestor Kirchner, la película” es un acercamiento a la figura del ex presidente fallecido en 2010, con una narración proto-poética que se desenvuelve entre testimonios de los familiares, material de archivo y separadores de imágenes patagónicas y/o contenido social, que da como resultado un film fallido. Estructuralmente el documental avanza en bloques, torpemente, como un auto con ruedas cuadradas, cada parte toca un tema, y entre uno y otro hay un separador de paisajes patagónicos o marginales; todo esto acompañado por la reconocida banda sonora de Santaolalla. Conclusión “Nestor Kirchner, la película” es una confusa aproximación a la figura política nacional más importante del último decenio, que no alcanza una narrativa poética, así como tampoco termina de ser un documental clásico, se queda ahí. Los únicos aciertos son las imágenes del sur y el material de archivo –tanto el conocido a nivel público, como el privado y familiar filmado en Super 8-, pero enseguida queda anulado por desaciertos, como la incoherente inclusión del caso Mariano Ferreyra, donde no se especifica qué pasó y se da justo antes de hablar sobre el fallecimiento de Kirchner. Si la lógica para este fragmento fue parte del repaso cronológico, se debería haber hecho también a lo largo de la película o unirlo con declaraciones oficiales sobre el caso, porque nada tiene nada que ver con Él y queda realmente inconexo.