Martin Scorsese elige a Leonardo Di Caprio para protagonizar la biografía de Jordan Belfort, un corredor de bolsa sumamente codicioso con aires de rockstar que llega a ser millonario con sólo veintiséis años. La plata no se cuenta, se pesa Jordan Belfort (Leo Di Caprio) con 24 años llega a Wall Street a fines de los ´80, una época con altibajos que se preparaba para la abundancia y derroche de los ´90. El joven hace carrera y va aprendiendo las artimañas de una profesión cuasi ficticia, especulativa y legal, pero su codicia lo lleva rápidamente al lanzamiento indiscriminado de pequeñas empresas en Bolsa que no poseen prácticamente inversión y un entramado corrupto dentro del marco de su propia firma de inversiones: Stratton Oakmonts. Prontamente la empresa se convirtió en uno de los nombres más reconocidos de las finanzas y eso trajo una investigación minuciosa del FBI sobre Belfort que se comporta como si fuera el rey de Sodoma. El Autor Neoyorquinor “El Lobo de Wall Street” no escapa de los tips autorales de Scorsese que siguen preservando su comicidad y aguda crítica tras casi cinco décadas. Al igual que en casi toda su filmografía, Scorsese nos presenta un sujeto central a partir del cual se despliega un abanico de coloridos personajes simpáticos que conforman el entorno y núcleo del protagonista. Dicho medio siempre trata de gente turbia, que en este caso podríamos clasificar como proto-mafiosos para diferenciarlos de verdaderos profesionales como los de “Casino” o “Buenos Muchachos”, aunque acá no se pierde el toque italoamericano tipo clan hay algo más suave, de ladrones de guante blanco que justifica el por qué pasamos de Robert De Niro a Leo Di Caprio y de Joe Pesci a Jonah Hill. Los personajes se conducen instintivamente y con esa picardía que los argentinos entendemos bien hasta que comienzan a aparecer atisbos morales que interrumpen, frenan y luchan, siempre representado por alguna mujer (en este caso la primera mujer de Jordan Belfort) y el FBI. Este relato se construye con una voz en off casi documental, momentos manieristas en los que Di Caprio habla a cámara, además de excepcionales diálogos de un humor impecable y, no podía faltar, el montaje de la leal y talentosa Thelma Schoonmaker. Conclusión Si bien no hablé al respecto en mi breve reseña, no hay que olvidar que el cine de Scorsese habla generalmente de Nueva York y esta película no es la excepción. Jordan Belfort es un espejo de esa ciudad en los `90, llevando una vida agitada y acelerada que cuestiona e interroga de forma divertida los límites personales. Sin lugar a dudas la van a pasar bien en la sala y no sólo por el aire acondicionado sino porque ésta es una obra más que se suma a la soberbia filmografia de Martin. - See more at: http://altapeli.com/review-el-lobo-de-wall-street/#sthash.53YLXu6j.dpuf
Los guionistas de “Super Cool” (“Superbad”, 2007), Evan Goldberg y Seth Rogen, se ponen al frente de la dirección de esta comedia protagonizada por el mismo Seth junto a James Franco, Jonah Hill, Jay Baruchel, Danny Mc Bride y Craig Robinson. Apología a la Comedia “Este es el Fin” está basada en un cortometraje del realizador sudafricano Jason Stone titulado “Jay and Seth versus The Apocalypse” (2007) protagonizado por Seth Rogen y Jay Baruchel donde hacían de ellos mismos al igual que en este largometraje. Si quieren verlo se los dejo a continuación como dato de color: Retomando, la película comienza con una fiesta que se organiza en la mansión de James Franco, ubicada en una colina de Los Ángeles, a la que concurren varias estrellas del cine y la música por lo que, el alcohol y las drogas circulan como si estuvieran en aguas internacionales. Apenas comenzada la juerga todo se ve interrumpido por el mismísimo Apocalipsis que comienza a ocurrir tal como está descripto en la Biblia y Seth Rogen, James Franco, Jonah Hill, Jay Baruchel, Danny Mc Bride y Craig Robinson deben organizarse y refugiarse en la mansión de Franco que parece ser el único lugar a cubierto de lo inevitable. Comedia de las buenas Seth Rogen y Evan Goldberg son hijos crudos de las comedias de fines de los `80 y los `90 donde el cine y, sobre todo, la televisión han mutado notablemente el género con genialidades como “Seinfeld”, “Los Simpsons”, “Padre de Familia”, “El Gran Lebowski”, “Loco por Mary”, “Zoolander”, etcétera. Rogen-Goldberg son una dupla enriquecedora para el género donde el caos, el delirio y el grotesco llevan como único objetivo hacer reír al espectador dejando de lado todo sesgo sentimental que pueda interrumpir la risa. En “Este es el Fin” ni siquiera importa que sea el apocalipsis y sé esté dando de la misma forma en que se advierte en el libro sagrado, todo se presenta con escepticismo parodiando cualquier estereotipo que se nos presenta a diario de aquel zoológico farandulero del Imperio, combinado con escenas lisérgicas, diálogos y secuencias surrealistas como Emma Watson robándoles las pocas provisiones que contenían (cuento esto porque está incluido en el tráiler). La película se presenta con una mirada inmoral y en contra de toda ética burlándose de la idiotez de la fauna hollywoodense pero no sólo se ríen de ellos mismos sino que también tiran palos a todas las llamadas minorías. Es decir que se ríen de los demás también así como lo hacían y hacen las series y películas antes mencionadas, y ahí creo que está el secreto de este tipo de películas en las cuales se han roto los límites morales y se atrevieron a “jugar” con los tabúes más complejos de estos lados. Conclusión Para aquellos espectadores fascinados con “Superbad” quizás se encuentren con algo distinto pero que seguramente terminaran disfrutando. Al fin y a cabo, creo que cualquier espectador que conozca medianamente el ambiente y las películas de los protagonistas de “Este es el Fin” comprenderán las humoradas, lo pasarán bien y se reirán mucho que es el noble fin de la dupla Rogen-Goldberg. - See more at: http://altapeli.com/review-este-es-el-fin/#sthash.XHSNn9p3.dpuf
La ópera prima de Marcelo Paez Cubells es un thriller donde un psiquiatra (Carlos Belloso) decide asesinar a aquellos que él cree que deben morir y se lo confiesa a un sacerdote (Gonzalo Heredia) que no sabe cómo manejar tal revelación. Una de suspenso Si hay algo de lo que carecemos en nuestro país -por suerte- es de asesinos seriales, quizás por eso este género no está tan explotado en el cine nacional y “Omisión” viene a tratar de reivindicarlo. Por un lado está Santiago Murray (Gonzalo Heredia) que regresa a Buenos Aires tras exiliarse en España por motivos desconocidos durante diez años. Allá en Europa se convirtió en sacerdote pero ahora regresó al pago para ayudar a la gente necesitada de su barrio. Por otro lado tenemos a Patricio Branca (Carlos Belloso) un psiquiatra piantado que decide emprender una cruzada para dejar de pecar de omisión y asesinar a las personas que él considere nefastas. Esta empresa es algo pesado para él y decide confesárselo a Santiago poniéndolo en una encrucijada entre el sigilo sacramental y los crímenes que continúa cometiendo. Y por último entra Clara Aguirre (Eleonora Wexler), la exnovia de Santiago, una abogada que trabaja como fiscal y le toca investigar los asesinatos que está cometiendo Patricio. Sobre el guión Si bien la idea es sumamente rica y explotable a nivel guión, Paez Cubells no logra un relato fluido con relieves que nos permita tener altibajos en la trama, es lineal y diría que hasta por momentos sumamente previsible. Incluso, pese a que se maneja dentro del género, no despliega la herramienta del suspenso dentro de la película. Asimismo el director-guionista no deja absolutamente nada al libre albedrío, se explica absolutamente todo a niveles que han quedado obsoletos en el cine ya que el espectador de hoy en día está más que entrenado para comprender y pensar por sí mismo. Oda al fundido La estética de “Omisión” es sumamente clásica, con una buena fotografía, buen sonido, planos sin demasiado movimiento y prolijos y un correcto montaje, es decir que la película está bien realizada, lo cual hay que reconocer ya que generalmente cuando se usan fórmulas hollywoodenses en nuestro país suelen fracasar. Sin embargo hay algo sumamente tedioso que mientras veía me daban ganas de sacarme los ojos con un tenedor cual Marilyn Manson: el fundido a negro. ¿Por qué?¿Qué te lleva en el 2013 a utilizar este recurso que quedó tan arcaico como el guión? Conclusión “Omisión” es una película con una idea original para el género en el que se maneja aunque no logra su cometido por varias falencias, sobre todo en el guión, sin embargo tiene otros recursos que la revalidan como las actuaciones donde vemos un Gonzalo Heredia más maduro y que se luce al lado de buenos actores como Carlos Belloso y Eleonora Wexler. - See more at: http://altapeli.com/review-omision/#sthash.copD0buN.dpuf
Este va a ser el copete más largo de la historia pero no me importa. Hace algunos años estaba aburrido un sábado a la noche y encontré sobre la mesa una película que había comprado mi hermano titulada “1408”, con John Cusack y basada en un cuento de Stephen King. Pese a que mis expectativas eran sumamente bajas debido a las últimas adaptaciones sobre libros el maestro del terror que había visto como “El Cazador de Sueños” y “La Ventana Secreta”, me encontré con una película oscura y bien guionada. Mikael Hafstrom fue el responsable de “1408”, que luego realizaría “El Rito” con Antony Hopkins –una mediocre película sobre exorcismo-, y ahora nos presenta “Escape Imposible”, con dos de los actores más destacados del cine de acción de los ´80: Sylvester Stallone y Arnold Schwarzenegger. Stallonator La historia no es nada nueva, pero qué importa si venimos a ver a Sylvester Stallone y Arnold Schwarzenegger, -al fin y a cabo el Star System sigue tan vigente como el primer día-. La cosa es así, Ray Breslin (Stallone) es un experto en lo que respecta a la seguridad en prisión. Su trabajo es ingresar a las cárceles de máxima seguridad de Estados Unidos, pasar un tiempo ahí y escapar con el fin de demostrar la vulnerabilidad del sistema de seguridad. Esta experiencia la imparte e incluso escribe un libro donde boceta una prisión a prueba de fugas. Tras ocho años de éxitos, Breslin, acepta un último trabajo en una cárcel secreta privada que aloja a los hombres más peligrosos y buscados del mundo que, una vez prisioneros allí, pasan a ser “desaparecidos” (curiosa palabra que se utiliza a lo largo de la película). Ray toma la identidad de un terrorista e ingresa, pero una vez prisionero no es reconocido como el profesional que es y está encarcelado realmente por primera vez. Para salir de esa trampa, Ray, buscará ayuda en otro preso llamado Emil Rottmayer (el mismísimo Arnold Schwarzenegger). Dúo Dinámico Si bien ver a Stallone y Schwarzenegger juntos ya no es una novedad, en “Escape Imposible” están en pantalla bastante más tiempo que en las dos películas de “Los Indestructibles” juntas. Pero repetir parte del reparto no es el único punto en común ya que tanto “Los Indestructibles” como “Escape Imposible” llevan a cabo una desviación del género de acción pasando del plagio a un gag estilizado, donde se repiten y reciclan los códigos del género, homenajeando y parodiándolos a la vez. Esta fórmula nostálgica y empática está muy bien tratada en la película de Hafstrom porque no abusa del “chiste” como sus antecesoras, aunque para mi gusto le faltó un poco más de acción. “Escape Imposible” tiene un guión bien construido que se desarrolla a su tiempo, pero se desenlaza de una forma caótica y hasta diría torpe. Los personajes son sólidos aunque hay puntos que se presentan con cierta seriedad y terminan resultando inverosímiles como el personaje de Stallone que interpreta una persona inteligente, táctica y hábil -que además escribió un libro-. Creo que hubiera sido más efectista que lo condenen injustamente y sea un Houdini de las prisiones de máxima seguridad. Conclusión Los apasionados del género y sobre todo de estas dos estrellas sexagenarias lo van a disfrutar mucho, los que no lo son se van a entretener igual porque en ese aspecto la película cumple con su objetivo primordial. Mikael Hafstron es un director tenaz que sabe llevar bien sus películas pero con ciertas limitaciones, y “Escape Imposible” no es la excepción. - See more at: http://altapeli.com/review-escape-imposible/#sthash.AuEQ5Tdo.dpuf
El rapero y productor de hip-hop , RZA, no sólo se lanza a dirigir una película con el sello de Quentin Tarantino como productor, sino que además la protagoniza ante un reparto con figuras de la talla de Russell Crowe y Lucy Liu. Kung Fu del Bronx La historia transcurre en Pueblo Selva, un lugar de paso situado al costado una ruta comercial elemental de la China feudal (realmente fue filmada en China) y todo acontece normalmente como en cualquier sitio de tránsito: hay un harén dirigido por Madame Blossom (Lucy Liu) repleto de meretrices, mercados por doquier, restaurantes y el único herrero del feudo que se dedica a fabricar armas sofisticadas, Blacksmith (RZA). Sin embargo todo cambia cuando un grupo de guerreros que juró lealtad al rey, complota y roba una cantidad importante de oro perteneciente al reino cuando estaba siendo transportado. Así la venganza, la codicia y el afán por recuperar aquel tesoro harán que el herrero deje de fabricar sus armas para comenzar a utilizarlas y elegir un bando para luchar. Un Tatantino novato Es curioso que uno de los mejores ladrones de la historia del cine como Tarantino sea robado. ¿Con qué fin alguien filma una película siguiendo la receta tarantinesca si Quentin aún está en actividad? Sinceramente sólo lo puedo pensar como un capricho de RZA. De todas formas, considerándola una ópera prima realizada por alguien que no viene del medio cinematográfico, “El Hombre de los Puños de Hierro” entretiene y se deja ver gracias a que está repleta de acción y sangre al mejor estilo “Django Unchained”. Quizás el guión requiera ajustes para ordenar un poco lo que se está contando y fluya mejor la trama, aunque cabe destacar que no hay nada que no se comprenda. Esto se debe en parte también a que las actuaciones de todo el reparto son notables y generan una empatia tal -sobre todo el personaje de Russell Crowe- que se hacen casi imperceptibles los errores. Conclusión “El Hombre de los Puños de Hierro” es una película que vagabundea por caminos tarantinescos, pero no encuentra ningún destino. Si bien entretiene y las actuaciones son lo mejor del film, los errores de guión generan cierta rareza evitando que el goce sea total. Es verdad, RZA presenta su ópera prima y no viene del cine, pero como se dice en el medio: “las excusas no se filman”.
El autor español vuelve a los orígenes de su cine con la comedia manteniendo vivo el pastiche, la parodia, las sexualidades, las drogas, el amor, la muerte y la crítica política en una alegoría más que clara. Vuelo gay friendly Así como hace 130 años Guy de Maupassant en su cuento “Bola de Cebo” subía a varias personas a una diligencia para reflejar la sociedad francesa de fines del siglo XIX, Pedro Almodóvar hace algo similar en “Los Amantes Pasajeros” embarcando varios personajes -propios de su cine- en un avión con destino a México DF. León (Antonio Banderas) y Jessica (Penélope Cruz) son una pareja que trabajan juntos en el aeropuerto. En medio de sus labores, él se entera que está esperando un hijo y en una entremezcla de alegría y desconcierto, abandona por un momento sus labores perjudicando al vuelo que estaba a punto de despegar. En este vuelo afectado y con un destino incierto encontramos a un trío de azafatos homosexuales de lo más divertido (Javier Cámara, Carlos Areces y Raúl Arévalo), a una psíquica virgen (Lola Dueñas), una madama vip (Cecilia Roth), un actor reconocido (Guillermo Toledo) y un agente de seguros mexicano (José María Yazpik) que deciden hacer catarsis dentro del avión al enterarse del peligro inminente. Vuelta a las bases Si hay algo que siempre le valoré a Pedro Almodóvar es su capacidad de adaptación. No sólo logra un pastiche en su cine fusionando elementos de lo más dispares, sino que además supo acomodarse luego de su boom con la movida madrileña allá por los ´80, haciendo dramas de un nivel increíble y sin perder su marca autoral. En “Los Amantes Pasajeros” vuelve a la parodia almodovariana presentando un colorido abanico de personajes verborrágicos con los componentes clásicos de su cine que van desde la telenovela hasta Hitchcock, pasando por una versión cumbiantera de “Para Elisa” y los colores pasteles que invaden la pantalla. Almodóvar utiliza la misma receta que hasta principios de los ´90 le habían funcionado perfectamente, pero las épocas cambiaron y la fórmula no es tan efectista como solía serlo. Asimismo, toda la película es una clara analogía que busca reflejar la actual crisis socio-económica de España y eso lo logra argumentar perfectamente ya que la incertidumbre es idéntica lo que genera inseguridades y estallidos emocionales ante la irresolución. Conclusión “Los Amantes Pasajeros” lo intenta pero no logra aproximarse a esas parodias que eran producto de una generación que acababa de liberarse de las cadenas del franquismo. Tiene todas las marcas de autor de Pedro Almodovar, pero en el medio de su filmografía hubieron más dramas que comedias y creo que ahora en ese pastiche que sólo él sabe armar aprendió a utilizar mejor los significantes hitchcockianos que los de John Waters. Por esto, si sos seguidor de la filmografía del director español date una vuelta por el cine, aunque realmente esta obra se encuentra un poco alejada de la calidad a la que nos tiene acostumbrados.
En épocas difíciles para el género, “El Conjuro” de James Wan (director de “El Juego del Miedo”) viene a renovar nuestras esperanzas en el terror cuando todo parecía perdido. Todo es creer o no creer Cuando vi los trailers de “El Conjuro” pensé que iba a ser una película similar a la mediocre “Terror en Amityville” (2005) que se basa en hechos reales y hay una casa embrujada donde la familia no comprende qué es lo que ocurre. Si bien no fue tan errado mi prejuicio, debo admitir que esta película logró sorprenderme no sólo por cómo está narrada, sino también porque salí un poco sobresaltado de la sala. La película comienza con el matrimonio Warren –Ed y Lorraine- que tienen un trabajo muy particular, investigar fenómenos paranormales. Ambos se complementan muy bien en esta labor ya que ella es una suerte de medium y él un ferviente cientificista que trata de explicar y racionalizar los acontecimientos anómalos con los que se cruza. Luego de un prólogo que nos pone en clima mediante el caso de la muñeca poseída Annabelle (algo así como Chucky), se nos presenta a la familia Perron que se muda a una casa alejada de todo, junto a un lago. Ahí comienzan a suceder cosas continuamente que van aterrando a esta familia y la madre, Carolyn, decide ir en busca de los Warren que casualmente daban una charla en una universidad cercana. Los Warren deciden corroborar el caso y visitan a la familia. “Algo terrible ha ocurrido aquí, Ed” le dice Lorraine a su marido y desde ese momento tratarán de ayudar a los Perron. Ejércitos de la Oscuridad ¿Qué le aporta “El Conjuro” al género? La respuesta es simple: nada. Lo maravilloso es que luego de ser tantas veces engañado con otros filmes de terror anunciados como “la película más aterradora de todos los tiempos” y demás eslóganes, mis expectativas eran prácticamente nulas. Sin embargo hay algo que aprendí a valorar y es cuando los directores conocen sus límites y se circunscriben sólo a hacer su trabajo apegándose al género y dando como resultado una película simple. Lo que vamos a ver ya lo vimos, y varias veces (por algo es de género), pero James Wan trabaja sobre un guión sólido con el tiempo necesario para narrar y una cadencia similar a la de “El Exorcista” (William Friedkin, 1973). Esto también se debe a un trabajo por parte de los hermanos guionistas, Chad y Carey Hayes. También, otro acierto que conserva “El Conjuro” es que los sobresaltos dados por medio de golpes de sonido raramente son engañosos ya que las alarmas funcionan correctamente y cuando el clima se tensa va en serio, demostrando que te pueden asustar hasta con un simple aplauso. Esta película lleva consigo elementos de varios de los mejores filmes de terror así como también referencias, tal es el caso de los títulos iniciales que corren hacia arriba como “El Resplandor” (Stanley Kubrick, 1980). Conclusión “El Conjuro” tiene un tempo particular en donde todo se concatena de una manera tan continua y natural que incluso se debilitan los plot points, incluso no afecta la trama notoriamente. Además, la película de James Wan logra entretener y asustar desde la simpleza, sin grandes efectos que busquen asquear al espectador.
Esta vez, Ariel Winograd (“Cara de Queso” y “Mi Primera Boda”) nos trae “Vino Para Robar”, que si bien se mantiene dentro de la comedia, se aproxima a otros géneros como el suspenso y el policial que en sus otros largometrajes no trató. Por la ruta del vino Sebastián (Daniel Hendler) es un ladrón profesional que busca robar una valiosa máscara azteca de un museo, pero en su camino se le interpone Natalia (Valeria Betuccelli) que se le anticipa y lo estafa dejándolo con una copia de yeso pintada en sus manos. Por la humillación sufrida, el protagonista decide ir a Mendoza en busca de Natalia a recuperar su motín, pero allá debido a una confusión se ve envuelto en un robo más complicado y terminaran trabajando juntos para lograrlo. Basile (Juan Leyrado) es un coleccionista reconocido que busca obtener un vino Malbec de 1845 que Napoleón III solía servir en su mesa y la única botella existente se encuentra en un banco de la provincia. Amenazados de muerte por Basile, Sebastián y Natalia deben trabajar en conjunto para conseguir aquel vino invaluable. De cómo entretener Quizás el abocamiento total al cine de autor nacional, ha alejado demasiado al espectador argentino de las salas donde se proyecta cine de nuestro país. Sin embargo hay que estar atento porque desde hace ya varios años se viene gestando un cine más comercial que no sólo es de calidad sino que además entretiene y uno de los directores que cumplen con este rol es sin duda Ariel Winograd. Favio decía que el cine es fundamentalmente un entretenimiento, y “Vino Para Robar” lo demuestra perfectamente. La película presenta una historia sin fisuras que reúne varios géneros, aunque el elemental es el tono descontracturado que le agrega la comedia. En el caso que se hubiese realizado un film “serio” que cuente solamente sobre la estrategia, la táctica y la logística de ladrones profesionales (al estilo de “La Emboscada”, 1999), la película no habría funcionado. Asimismo, la construcción de los personajes también está muy lograda, y si bien vemos que Hendler y Bertucelli hacen un poco más de lo mismo, no cansan y logran llevar perfectamente la película adelante. También se encuentra en el reparto Martin Piroyansky que interpreta al socio logístico y Geek de Sebastian y Juan Leyrado como un coleccionista codicioso; ambos logran brillar tanto –y a veces más- que los propios protagonistas. Quiero también destacar la fotografía de Ricardo de Angelis y la dirección de arte de Juan Cavia y Walter Cornás que terminan de complementar una película con una historia bien construida y buenas actuaciones, que no es costumbre en el cine nacional y sobre todo el que tiene aspiraciones comerciales. Conclusión “Vino Para Robar” es una película consistente que el espectador va a disfrutar en todo su espectro, tanto en las escenas de suspenso como en las cómicas, cn una duración de aproximadamente 100 minutos que se pasan volando. Lo cierto es que es una película que no tiene otra pretensión más que entretener al espectador, por ende una buena opción para disfrutar en los cines.
Una Comedia más sobre… Daniel Cohen presenta su tercera película titulada “El Chef”, en la cual Jean Reno interpreta a Alexandre Vauclair, un chef parisino reconocido que tiene su propio restaurante y un programa de televisión semanal que realiza por las calles de la capital francesa. Pese a esta enorme ventaja profesional, como todo muta y la cocina no es la excepción, la “gastronomía molecular” parece ser indispensable hoy en día a la hora de prosperar en el mercado y Alexandre es muy tradicionalista para adaptarse a estos cambios. Al mismo tiempo, el personaje está atravesando una crisis creativa y perderá calificación por parte de los críticos, por lo que necesita urgentemente a alguien que lo ayude a reinventarse y adaptarse al mundo gastronómico de hoy en día. Acá es donde aparece Jacky Bonnot, interpretado por el actor Michael Youn, que es un cocinero autodidacta con dotes y un sobrenatural sentido del gusto que no cuenta con el espacio para demostrar todo su talento. Un día Jacky conoce casualmente a Alexandre Vauclair, a quien admira y de quién aprendió gran parte de su saber, y se unen para llevar cada uno adelante sus objetivos. La misma Receta Al parecer, durante el último decenio para la industria es ley que si una película transcurre dentro de la Galia no existe otro actor más que Jean Reno. Asimismo si la película es sobre el mundo gastronómico no existe otra ciudad en el mundo que Paris. Es que de esto se trata “El Chef”, un rompecabezas de clichés y estereotipos de comedias que completan los 85 minutos que dura la película, yendo desde la clásica “pareja-despareja” hasta disfraces ridículos, pasando por todas las herramientas dignas de una comedia de Suar en Prime-Time. El único punto a favor es la actuación de Jean Reno que demostró hace rato ser un gran actor y tampoco quiero desmerecer a Michael Youn que lo sabe acompañar más que bien. Además, en un momento aparece el genio de Santiago Segura que se roba un par de sonrisas, pero es una participación muy escueta. Conclusión “El Chef” de Daniel Cohen es una película que no te va a sacar ni una sonrisa pero puede hacerse llevadera ya que utiliza recursos conocidos por todos generando así que se pasen rápido los ochenta y cinco minutos. Aunque las actuaciones son más que aceptables, sinceramente no creo que merezca la pena gastar dinero en ir al cine a ver esta comedia tan vacía habiendo tantas buenas películas en cartel.
Crónicas del otro lado del muro “Bárbara” del director Christian Petzold es una película sobre las vivencias de una aria protagonista perseguida en la República Democrática Alemana –la parte oriental- durante los ´80. Ella, Bárbara, es exiliada a una zona rural para trabajar en el hospital como médica, pero la persecución por parte del gobierno y la paranoia construyen un lugar asfixiante que perjudica no sólo a la protagonista sino a todos los habitantes de ese proto-ghetto. Con el correr de la película se nos irán develando las incógnitas sobre Bárbara, su exilio y sus propósitos. Realismo Germánico Los genios del realismo, junto a los italianos, son los alemanes. Desde los comienzos del cine las escuelas teutonas han provisto al séptimo arte de obras inabarcables que generan seguidores en todo el mundo y se convierten en culto funcionando incluso como uno de los tractores de Hollywood a la hora de modernizar el lenguaje cinematográfico de la industria. Luego de más de una década fructífera con “El Nuevo Cine Alemán” –desde fines de los ´60 hasta principios de los `80- en que nos encontramos con autores como Fassbinder, Wenders y Herzog, hubo un silencio en el cine de ese país hasta mediados de la década pasada cuando surgió la “Escuela de Berlín”, que es donde se encuentra el director de “Barbara”, Christian Petzold. Esta nueva corriente se define por ser estéticamente heterogénea aunque los une que los temas tocados en las películas son contemporáneos, acordes a una Alemania recientemente reunificada (veinte años no es nada, diría Carlitos) que se convirtió una vez más en una de las mayores potencias de Europa. Sin embargo, no todo es tan simple. El que se toquen temáticas actuales no implica que se busca mostrar el medio en el que se mueven los personajes de una forma objetiva sino al contrario, es sumamente subjetiva. En “Bárbara” la protagonista se torna el medio mismo, la Alemania Oriental que vemos es Bárbara porque las exigencias del ambiente la obligaron a ser así. Ella no siente paranoia porque sí, realmente la persiguen. Como dije antes, para hablar de la estética tenemos que corrernos de lo que es esta corriente ya que cada director está en la suya. En el caso de Petzold se busca la simpleza para hacer el relato lo más fluido posible, con una fotografía y un sonido impecable que no necesita estar acompañada de música más que por algunas piezas que toca la protagonista en su piano. Conclusión “Barbara” demuestra como a pesar de tocarse un tema complejo que aún está latente en la Alemania de hoy en día, se puede narrar de una forma simple y llevadera sin perder la profundidad. Contando sobre todo con buenas actuaciones -impecable Nina Hoss como Bárbara- y una prolijidad técnica admirable . Una película que si bien no aporta nada nuevo y utiliza fórmulas ya vistas, está todo tan bien construido que es consistente en todo su relato.