Después de haber alcanzado el récord de taquilla para una película de terror con una recaudación mundial de más de 700 millones de dólares, el director Andy Muschietti contó con un presupuesto mayor a aquellos 35 millones que costó la primera parte. Las sumas se fueron en los espectaculares efectos visuales, en el rejuvenecimiento de todo el cast adolescente para que no se noten los dos años de diferencia entre ambos rodajes y en los sueldos de las tres estrellas que encabezan el reparto adulto de esta secuela: Jessica Chastain, James McAvoy y Bill Hader. El resultado son casi tres horas de puro sobresalto, pánico psicológico y de Bill Skarsgård metiéndose en nuestro inconsciente para futuras pesadillas.
En la Isla de Wight, Reino Unido, una adolescente de origen polaco canta en bares de mala muerte sólo para salir de su aburrida cotidianeidad. Escondiendo su pasión, Violet no quiere resignarse a la vida monótona y estricta que le impone su madre. Una noche conoce a Vlad, un ex cantante de ópera croata quien la acompañará al casting de “Teen Spirit”, el concurso de talentos que por primera vez llega a la isla. De allí, el camino a la fama de Violet será meteórico pero cargado de golpes y aprendizajes a la fuerza.
Con Nickelodeon detrás de esta producción que retoma los personajes de la serie creada en el año 2000, este clásico infantil hace aquí su salto a la pantalla grande y a su versión adolescente. Dora debe dejar la selva para vivir durante unos meses en Estados Unidos junto a sus tíos, su primo Diego y su abuela. En medio de un paseo escolar, y sin noticias de sus padres desde hace algunas semanas, ella y tres compañeros son secuestrados y llevados hasta la selva de Perú en donde un grupo de mercenarios y caza fortunas está en búsqueda de la ciudad perdida de Parapata. Los padres de Dora desaparecieron en esa misma selva y ella deberá encontrarlos antes de que lo hagan los malvados exploradores.
Tomar canciones de un artista reconocido y aunarlas en un relato no siempre tiene resultados memorables. Eso sucede con “La música de mi vida”, inspirada en la discografía de Bruce Springsteen. La película de la directora Gurinder Chadha (la misma de “Bend it like Beckham”) nos cuenta la historia de Javed, un joven pakistaní viviendo en una pequeña ciudad inglesa a fines de la década del 80. Enfrentando la xenofobia de algunos vecinos y las imposiciones culturales y religiosas de su padre, este chico de 17 años siente que nadie lo entiende. Hasta que otro outsider como él le presta dos cassettes de El Jefe. Es instantáneo, Javed descubre que el músico lo comprende y que su música habla de las dificultades por las que él mismo atraviesa. A partir de allí, de apoderarse de esas letras, Javed va ganando confianza en sí mismo para proponerse metas que hasta ahora le parecían inalcanzables como, por ejemplo, convertirse en escritor.
En 1969 Ted Bundy conoce en Seattle a quien sería durante varios años su novia, Liz. Para 1974 una serie de asesinatos de mujeres empiezan a tener un factor en común y se difunde una ilustración del supuesto homicida. La imagen guarda un increíble parecido con Ted, pero nadie de su entorno parece reparar en ello. Bundy es detenido en Utah al año siguiente por no respetar las velocidades máximas con el auto y cuando la policía realiza la pesquisa del mismo encuentran ciertos elementos que lo transforman en el principal sospechoso de los crímenes. Comenzado el juicio, en 1976 se vinculan los crímenes de Seattle con los de Utah y a partir de allí la coartada de Ted es cada vez más endeble. Él afirma que es inocente y que las pruebas fueron plantadas en su contra. ¿Podrá Liz creer lo que le plantea su novio o será ella un elemento fundamental para poner fin a esta matanza de mujeres inocentes?
La tan esperada novena película de Quentin Tarantino es una proyecto tan personal que se vislumbra que el principal satisfecho con poder concretarla fue el propio realizador. Homenaje al spaghetti western, a las figuras de acción de fines de los sesenta, al cine que lo formó como realizador. De todo ese se trata “Había una vez… en Hollywood”, además de permitirse reinterpretar uno de los mayores hechos policiales de la factoría de los sueños. No vamos a ahondar en esto último para evitar spoilers, sin embargo, a Tarantino se lo nota conteniendo la violencia típica de propuestas anteriores hasta que decide darle a sus fanáticos una probadita de aquello que estaban esperando. El resultado son casi tres horas de pura celebración al celuloide.
Los habitantes de Isla Pájaro e Isla Cerdito mantienen una inocente disputa tras los eventos de la primera película. Cada uno está en paz en su territorio, las “peleas” y bromas entre ambos bandos parecen ser solo una manera de pasar el rato. Hasta que inmensas bolas de hielo llegan a ambos pueblos con el claro fin de destruirlos. Si la amenaza no viene de ningún lugar conocido sólo puede haber una explicación: existe una tercera isla que nadie conocía. Así es que los anteriormente enemigos deben unir fuerzas para conformar un equipo que descubra y detenga al nuevo villano que quiere congelarlos.
En el año 1985, nueve agentes de la CIA son asesinados en Moscú tras caer su fachada y ser reveladas sus verdaderas identidades. Cinco años después, y sin conexión aparente con esos sucesos, Anna es reclutada para trabajar en una exclusiva agencia de modelos parisina. Pasar de vender matrioshkas a ser una de las figuras más cotizadas de la pasarela representa un cambio asombroso en su vida. Lo mismo ocurre cuando en realidad sabemos que está trabajando encubierta para la KGB.
Una reivindicación de los losers a los que les quitaron absolutamente todo. Ese el eje de esta nueva película de Sebastián Borensztein, quien junto a Eduardo Sacheri adaptaron la novela de este último, ‘La noche de la usina’. “Se metieron con los perdedores equivocados”, dice el afiche de esta propuesta que cuenta con un elenco de lujo para un relato algo esquemático pero 100% efectivo. Retratar la crisis argentina de 2001/2002 en clave tragicómica es un gran acierto, al igual que el cast de figuras (Ricardo Darín, Luis Brandoni, Verónica Llinás, Chino Darín, Carlos Belloso, Rita Cortese, Daniel Aráoz, Marco Antonio Caponi) que conforman esta improbable banda de vecinos en busca de justicia. A ellos se le suma Andrés Parra, irreconocible sin las señas típicas de su rol consagratorio: Pablo Escobar en la serie ‘El Patrón del Mal’.
Crítica emitida al aire en Zensitive Radio