La extensa duración no se justifica para nada y el personaje es tan infantil que bordea la ridiculez. Patty Jenkins quiere defender la narrativa apoyándose en el cine pasatista de los ochenta pero fracasa en todo intento. Un bodrio a lo grande.
Disney en piloto automático. El desarrollo es sumamente predecible, pero el apartado animado es el verdadero atractivo. Se nota el intento de querer reforzar los valores femeninos en la compañía, aunque nada de eso le quita mérito.
Paul W. S. Anderson insiste en querer satisfacer al público videojueguil con otro blockbuster vacío y chato. Algunas escenas entretienen pero tampoco lo salvan. Se nota que Milla Jovovich y Ron Perlman la pasan bien en este tipo de roles.
Otro rompecabezas grandilocuente de Christopher Nolan. Plantea un entramado de diálogos tramposos que solamente alimentan su artilugio. La administración de los tiempos y la saturación de explicaciones siguen siendo su punto débil.
Una versión despojada de toda la oscuridad y comicidad que le había impregnado Nicolas Roeg. Muy sobrecargada de efectos digitales y con un Stanley Tucci desaprovechado. La carrera de Robert Zemeckis viene de mal en peor.
Otro reboot que se somete al tratamiento progresista de Jason Blum. Se esfuerza tanto en remarcar la figura del patriarcado y la diversidad de géneros que se vuelve irrisoria. La original supo ser más honesta en su cometido.
La franquicia más exitosa de William Hanna y Joseph Barbera traducida al lenguaje de los centennials. Reformula la estructura del dibujo original con una animación bastante irregular. Hay referencias a otros clásicos para los más veteranos.
Todd Haynes trabaja por encargo este thriller de abogados donde termina escarbando con bastante eficiencia los engranajes de un sistema macabro. Maneja una tonalidad tan opaca que por momentos parece una de terror.
Al principio tiene algunos momentos de lucidez pero todo el acto final está muy tirado de los pelos. Matthew Vaughn metió algo de mano pero no se nota. Tampoco podemos exigirle demasiado a una película producida por Vin Diesel.
Guy Ritchie y su fórmula de gángsters cancheros se siente bastante devaluada para los tiempos que corren, pero para sus adeptos es una oferta irresistible. Quizás si le agregaban más escenas con Colin Farrell la cosa funcionaba mejor.