Guy Ritchie está de vuelta en su salsa, es todo lo que la gente pedía y lo que la gente va a tener en The Gentleman – título original -. Protagonizada por Matthew McConaughey, Hugh Grant, Charlie Hunnam, Colin Farrell, Michelle Dockery y Henry Golding, esta película de mafia muestra los peligros de salir del negocio de cannabis cuando uno tiene demasiado poder en juego. Ritchie presenta su película con clase sin ningún apuro demostrando que lo que el espectador va a ver es un homenaje al cine dentro del cine (eso sí, al estilo Ritchie). Desde el comienzo Hugh Grant se apodera de la pantalla grande – y también se apodera de toda la película – explicando y extorsionando al personaje de Charlie Hunnam como por su conocimiento y claro, por dinero, está dispuesto a destruir el imperio de cannabis de Mickey Pearson (un expatriado interpretado majestuosamente por Matthew McConaughey); cuando el nombre de Pearson aparece una fuente de violencia – muy sutil – comienza a salpicar la pantalla internándose más en lo implícito que lo explicito. Ritchie en toda su carrera demostró que no tiene frenos a la hora de hacer lo que haga falta cuando hay que arremangarse, insertar el cuchillo y esperar a que la sangre fluya, no obstante en su habilidad como director se divierte más ocultando hechos y divirtiéndose con ello exhibiendo lo que se puede llamar «violencia cerebral» . Los Caballeros contiene a ese Ritchie sabio y cómodo con la violencia en las calles de Londres… y hay que celebrarlo por que se extrañaba. Al mismo tiempo la película presenta numerosos personajes pintorescos que ayudan a que la película se desenvuelva de forma correcta. Todo esto es por el gran trabajo del elenco en demostrar que son más que nombres sino talentos; Charlie Hunnam pone la acción, Colin Farrell el humor, Michelle Dockery la sensualidad y talla el plan maestro, Matthew McConaughey intimida en cada circunstancia para demostrar que el es el rey de la cinta pero tras bambalinas y con una entrada triunfal Hugh Grant se roba absolutamente todo interpretando a un detective privado despreciable que se alimenta de las sobras que le caen. Si McConaughey es el autoproclamado león de Los Caballeros, Grant es una astuta hiena. Hay que tener paciencia con Los Caballeros pero esa misma va a dar frutos a medida que la historia se desenvuelve y las sorpresas se van dando una tras otra, de plus: trata sobre el cariño hacia la pantalla grande y tiene un fuerte mensaje en contra de la sobreexposición de lo que llamamos influencers . Es un muy buen regreso al género de gangsters para Ritchie, no es necesario que haga una entrega anual pero cada tanto tiene que volver a sus origines que tan bien le sientan; ahora lo más importante… es que haga una segunda de RocknRolla. Valoración: 80/100.
En un mundo fantástico, en el cual la magia ha quedado olvidada por los avances tecnológicos, dos hermanos elfos (en voz de Tom Holland y Chris Pratt) emprenden un viaje para conseguir la resurrección de su difunto padre. Dirigida por Dan Scanlon (Monster University, Cars). Unidos es otra nueva apuesta original de Pixar que mezcla un concepto básico de aventuras con una vuelta de tuerca en su ambientación. Con un guion simple a cargo de Scanlon, Jason Headley y Keith Bunin Unidos exhibe sus fortalezas en mostrar un mundo complejo habitado por diferentes criaturas y, en su aspecto más importante, vivo. Además esa falta de magia perdida en los tiempos se divisa con cambios radicales de acciones hilarantes sin esfuerzo. Un claro ejemplo es cómo la luz se introduce como un elemento mágico y en cuanto llega la electricidad… la simpleza absurda se apodera de este mundo. De igual forma las bases de juegos de rol son un factor crítico para la historia ya que gracias a ellos, Unidos encuentra su inicio y arma su camino para llegar al final. También es interesante como Pixar, poco a poco prefiere que los antagonistas de sus últimas películas sean personificaciones del mundo en sí y no personajes individuales con una motivación clara; una movida audaz pero efectiva que hace que la perspectiva de Pixar se renueve positivamente en cada nuevo proyecto. La química entre Pratt y Holland es excelente, la película refleja con exactitud la relación de compañerismo entre vergüenza ajena pero por sobre todo: amor fraternal. Estos dos hermanos son para destacar en este nuevo mundo de animaciones ya que ofrecen mucho más la típica frase «vamos a buscar una aventura». Ian y Bradley comparten penas pero entre ellas se brindan un apoyo incondicional inquebrantable; en Unidos no se encuentra el cliché del hermano mayor abusivo sino una relación entre hermanos que apoya mutuamente en las buenas y en las malas. 102 minutos de duración que pasan volando y enseñan que tal vez las cosas que nos faltan son las que ya tenemos y no valoramos. Unidos trata sobre la familia, la familia por lo que es actualmente y no por lo que alguna vez fue; consigue agradar a pesar de la simpleza reiterada que se encuentra en su argumento no obstante introduce un nuevo mundo en el cual Pixar puede aprovechar a futuro. Valoración: 75/100.
Crítica emitida por radio.
Crítica emitida por radio.
Aves de Presa aprovecha la presencia de Harley Quinn (Margot Robbie), uno de los pocos personajes que aprobó en ese intento mal ejecutado que fue Suicide Squad (David Ayer, 2016), para brindar una historia en base de su pasado y la frágil unión que mantiene con numerosos personajes femeninos relevantes en el universo de DC. Dirigida por Cathy Yan (Down River, Last Night) Birds of Prey – título original – es un interesante punto de vista a los días de Harley. Sin embargo, a pesar de ser interesante la película sufre por un penoso guión a cargo de Christina Hodson (Bumblebee) que daña la integridad del proyecto. Las escenas relleno rodean a Birds of Prey como cuervos, las anécdotas de Harley – en voz en off de Robbie – inhabilitan que la historia principal se disfrute de principio a fin por el mero hecho de llenar espacios con acciones sin importancia. Además, los constantes juegos con flashbacks y flashfowards sirven para explayar una historia con sub-plots que no entretienen ni logran interesar. Pero el show de Harley se siente más presente que nunca… Margot Robbie demuestra nuevamente que nació para interpretar a Harley, la actriz australiana se da una panzada de casi 110 minutos aullando, gruñendo, riendo y sufriendo por su personaje; Robbie se come la cámara con cada acción a pesar de la mala ejecución del guión de Hodson. Lo lamentable con Birds of Prey es que el trato de su personaje es la excepción en un conjunto de desafortunados personajes pintados. El grupo «Aves de Presa» no importa en lo absoluto. Cada actriz falla por – nuevamente – la ineptitud de Hodson como guionista y cada actriz tiene – un supuesto – turno de brillar, pero Birds of Prey mantiene tanto la mirada en Harley que el resto del grupo (Rosie Perez, Mary Elizabeth Winstead, Jurnee Smollett-Bell y Ella Jay Basco) queda como guirnaldas panfletadas al fondo a la derecha. Mary Elizabeth Winstead es el único personaje secundario que muestra un arco prometedor, no obstante termina siendo una mera anécdota para llenar un abundante pastel de individuos sin importancia en la ciudad de Gotham. Lo peor de todo se lo lleva – lamentablemente – Ewan McGregor interpretando a Roman Sionis/Black Mask, el villano de turno. El personaje de Sionis – uno de los grandes villanos de DC – se desperdicia por ser un «fulano rico standard» en vez de una seria amenaza. Cada acción de McGregor es hilarante por el trato básico que recibe; lo único que sobresale de Sionis son los insultos constantes que exclama McGregor cuando un plan suyo falla – hasta los villanos de Batman 66′ presentaban objetivos más realistas que Sionis en Birds of Prey-. Insulto tras insulto McGregor se hunde con un personaje insufrible e inmemorable, directo a lo peor en interpretaciones del año. Para fans del personaje de Harley Quinn Birds of Prey ofrece más de lo que se busca y Cathy Yan, su directora, realiza un buen trabajo trasladando destacables escenas de acción a la pantalla grande. Pero es evidente que todo esto no termina de ser apreciado por el lamentable trabajo que Christina Hodson realiza con los personajes secundarios y en una historia tumultosa e indirecta que llega a donde quiere llegar sin sorpresas ni encanto, para resolver todo de la manera más vaga y menos sorprendente posible. Valoración: Regular.
Sam Mendes (Jar Head, American Beauty) regresa al conflicto bélico recreando la misión suicida de dos soldados (George MacKay y Dean-Charles Chapman) en el trasfondo de la Primera Guerra Mundial. Un recorrido emocionante, sin pausas, brutal y definitivamente honesto en sus intensiones 1917 es un retrato audiovisual sobre el honor y el espíritu del deber. Roger Deakins ofrece una nueva masterclass en dirección de fotografía y con este nuevo proyecto – literalmente cada suspiro se siente en pantalla-. Mendes, Deakins y el resto del equipo se encargan de imponer un realismo sorprendente en una película que se expone como si fuera solamente un plano secuencia (y no lo es, hay cortes, no obstante la proeza es monumental); Así mismo cuando la pantalla se enciende y las cosas se ponen en marcha ya no hay vuelta atrás… comienza el viaje. 1917 es una aventura desenfrenada entre el perfeccionismo técnico sobre una simple historia de una gran hazaña. Hay un constante juego de luces y sombras que agarran al espectador por sorpresa. La pantalla habla por medio de los diferentes exteriores y explora el pasado con monumentos erguidos y edificios dañados. Mendes no necesita un relato constante, más bien expone visualmente la historia en sí por parte de gigantes de roca dañados pero sobrevivientes, al fin y al cabo. 1917 es anónima y no necesita explicar el trasfondo, simplemente lo muestra. El ritmo de todo es marcado por la banda sonora ejecutada por Thomas Newman. George MacKay (Peter Pan, Captain Fantasic) muestra un rol que necesita un equilibro justo entre el esfuerzo físico y el acting dramático mezclando vulnerabilidad y fuerza en cada una de las escenas; MacKay, por su actuación en esta película, se instala otra vez en el podio de la nueva generación de actores. En 1917 acompañan muy bien Dean-Charles Chapman y los cameos (necesarios para la trama) de Colin Firth, Mark Strong, Andrew Scott, Richard Madden y Benedict Cumberbatch. ¿Proeza técnica? Eso desde ya, además 1917 es una gran película que merece el reconocimiento de estar entre lo más destacado del cine bélico en torno al fantasma de lo que fue la WWI. Distante de Lawrence of Arabia o Path of Glory, 1917 tiene la capacidad de distinguirse por si sola, ser relevante en el futuro y sin ninguna duda: tener mucha presencia el 9 de febrero en la próxima entrega de los premios de la academia. Valoración: Muy Buena.
Robert Downey Jr. se apodera nuevamente de la pantalla grande con un nuevo rol – algo clásico – en su haber. Actor versátil y dispuesto a tomar riesgos Downey Jr. siempre sorprende… pero claro, con los riesgos llegan los triunfos y también los fracasos y he aquí: Dolittle. Lejos de coincidir con Eddie Murphy y su Dolittle del año 1998, esta nueva mirada del veterinario de animales no genera interés alguno desde la primer escena (sin contar la introducción). Aquí se nos presenta un Dolittle payaso que lucha con sus demonios internos tras la muerte de su esposa 7 años antes de los hechos de esta película. ¿Cómo es posible generar simpatía por un personaje desde un principio si se lo presenta de modo ridículo y esperan que se lo tome en serio? Downey Jr. por más entrega con acento Galés que le ponga al proyecto termina siendo una caricatura protagónica irritante y sí, el prestigioso actor es lo peor de la película. Hay que agregar que el resto de sus colegas de carne y hueso pasan sin pena ni gloria. Un compendio de actores prestan sus voces para interpretar a los compañeros de viaje de Dolittle, no obstante muy pocos de ellos sobresale positivamente. Emma Thompson, John Cena y Craig Robinson son los encargados de elevar situaciones (Ralph Finnes cae directo en lo ridículo); pero de todos ellos es particularmente Robinson quien administra la dosis de humor necesario para que esta aventura no se caiga a pedazos. De remate: su personaje se siente totalmente desconectado de la aventura. Stephen Gaghan dirige de forma absurda y su película se siente incompleta y sosa con sus 100 minutos de duración. Además Dolittle es lenta en todo su desarrollo y cambia frenéticamente su tono (no sabe lo que realmente quiere ser); Gaghan y compañia no consiguen centrar la trama y tampoco el interés del espectador al resumir los conflictos con un mero: todos felices!. No hay nada de interesante en esta película y las oportunidades se desperdician una tras otra. El clavo final: Hay un análisis rectal a cierta criatura mitológica. Lamentablemente Dolittle solamente presenta un nuevo golpe bajo para Robert Downey Jr; la idea esperanzadora de una nueva saga sobre el doctor de animales queda resumida en un fallido intento con mucho potencial. Después de presenciar Dolittle queda una sola cosa en la cabeza: Aquel rol salvador heroico ¿terminó siendo la perdición del actor? ¿Se lo comió su interpretación? el tiempo nos lo dirá. Valoración: Mala.
«En barrio de ricachones, sin armas ni rencores, es sólo plata y no amores» palabras que resuenan ahora, 14 años después, en una película que Ariel Winograd dirige como un gran puntapié inicial del cine nacional. Protagonizada por Diego Peretti y Guillermo Francella El Robo del Siglo pone en relevancia el triunfo del chanta ingenioso y carismático… y es un muy buen triunfo. En esta película el chanta es importante, ya que ese gran robo fue realizado por grandes chantas de lujo. Winograd se encarga que las personalidades de cada personaje agraden al público de la forma más natural posible. ¿Pero cómo puede agradar un chanta? eso es fácil porque todos lo sabemos… el argentino es un GRAN chanta. Francella y Peretti funcionan de maravilla como un dúo imperfecto con un plan perfecto. Francella da lo mejor de sí en una actuación que no pide lujos de grandeza, sin embargo, el actor nacido en Buenos Aires hace un gran papel como «el hombre de traje gris», el uruguayo Luis Mario Vitette Sellanes y su carisma hace que su actuación sea la mejor en años. Peretti, en protagónico, logra destapar simpatía como el porrero zen, cerebro de la operación, Fernando Araujo. Pablo Rago, Mariano Argento, Rafael Ferro, Joahanna Francella (cumpliendo el rol de hija de Vittete, junto a su verdadero padre Guillermo, Luis Luque y Juan Alari complementan un elenco de ladrones, familia y policías. El Robo del Siglo es un gran trabajo en conjunto, los nombres y talentos encajan con sus papeles, en especial Luis Luque como Miguel Ángel Sileo, el verdadero bueno de la película. Winograd y el propio Araujo se encargan de un guión que mantiene los modismos argentos de forma precisa y al mismo tiempo es dinámico y entretenido. Es inevitable reír al escuchar a Francella decir la palabra «Jamón» para hacerle entender a su hija que él se encuentra bien (la verdad es que todo no está Jamón realmente) o ver a Peretti informar al resto de la banda sobre «un orden natural» mientras fuma. Toda linea, todo intercambio de palabras, en El Robo del Siglo lleva a una sensación gratificante de entretenimiento. Dato interesante: El personaje de Peretti el 90% de la película se encuentra fumando. Hay que destacar también que el diseño de producción en El Robo del Siglo no es poca cosa. Vemos una cloaca y vemos un túnel, no obstante Winograd y su talentoso equipo trabajaron en un estudio; las cosas se ven reales pero son de utilería y sí, el director triunfa siendo un gran ilusionista al demostrar realismo en un espacio artificial. El Robo del Siglo tiene una gran producción y distingue, en cada segundo, esa «mentira verdadera». Se encuentra un vinculo muy importante entre la acción y reacción, y ese vinculo se da con el soundtrack que posee esta película. No hay treinta temas pegajosos que acompañan en todo el trayecto o una oleada de grandes clásicos internacionales, simplemente son contadas secuencias (incluido los créditos) que mantienen el ritmo justo acompañando la acción y reacción con grandes temas musicales. Simpática de principio a fin, con un gran elenco que se luce en cada escena (además de una gran química entre sus dos protagonistas) y un enorme y satisfactorio trabajo de equipo detrás de cámara hacen que El Robo del Siglo sea una de las películas nacionales a destacar del año (y este año recién comienza). Para ver en cines, reír y pedir más de buen cine argentino. Valoración: Muy Buena.
Tom Hooper (The King’s Speech, Les Miserables) no da tregua ni piedad al presentar 110 minutos continuos en una sola presentación de personajes. Insufrible, confusa, carente de razón e ineficiente en su existencia Cats es el primer paso de introducción a la lista de lo peor del año. Grotesca por donde se la mire la nueva película de Tom Hooper fracasa en casi todo lo que se propone iniciando un recorrido de dolor a lo largo de una noche interminable hosteada por grandes talentos desperdiciados. Cats es una mala película, pero a diferencia de otros ejemplos también resulta aburrida y la capacidad de su director para lograr un proyecto contundente de aspectos positivos se perdió hace años. El galardón personal de Hooper en el año 2010 a Mejor Director – para muchos un desmerecido premio – tendría que ser un constante recordatorio que la extrema suerte le sonrió y que no va a pasar de nuevo. Cats es un efecto de karma pasado para Tom Hooper. La palabra Jelico – clásico de la obra – pone a prueba la paciencia del espectador a segundos de comenzar la película con un confuso número lleno de preguntas y ninguna respuesta ¿Qué es Jelico? ¿Un tipo de gato?, ¿Un tipo de grupo?… para muchos esa pregunta queda en suspenso indefinidamente ya que la película no da respuesta alguna sobre ese tema en ningún momento. Todo… es… Jelico. No es sólo Jelico sino un compendio innecesario de palabras extrañas sin propósito ni explicación dominante, un lenguaje soso que no funciona para la pantalla grande; el teatro tiene la espectacularidad de la puesta en escena en vivo, algo mágico e indispensable para la obra de Cats que no necesita explicación, no obstante en el mundo del cine la falta de datos sumado a la carencia de pausas para situar situaciones en este mundo gatuno no funciona para nada; la confusión va ganando entidad hasta que el proyecto es el equivalente del Titanic a punto de chocar con un iceberg y Cats choca una y otra vez con ese gigante destructor y parece disfrutar de ello. El bochorno máximo: un número de cucarachas clonadas al ritmo de la voz de Rebel Wilson. El film cuenta con una gran cantidad de errores visuales que no hacen justicia para la enorme suma de dinero que costó su producción – 100 millones de dólares -. Hay problemas técnicos de todo tipo: caras que se descolocan fuera de su zona natural por movimientos, manos humanas en cuerpos de gatos, vestimenta innecesaria… y esto es sólo una introducción del desastre. Si Cats es un festín, es un festín de errores. Las sorpresas no terminan ahí, si se tiene un dominio de inglés aceptable van a poder identificar como los subtítulos no coinciden con el audio en casi la totalidad de duración del film. Esto es una cosa asombrosa que despierta interés por que lo que oímos no coincide con lo que vemos y además las líneas no tienen sentido alguno; ¿cómo es posible pasar por alto este tipo de cosas? la magnitud de esta encrucijada es tan grande que necesita ser señalada para que no suceda nuevamente. Si al finalizar este año que recién comienza observamos la olla del rejunte de lo peor del año en la superficie vamos a encontrar a Cats, y si revolvemos con ganas y bien profundo no sólo vamos a encontrar de vuelta ese título sino también el nombre gigante de Tom Hopper apadrinando el proyecto. Cats es una experiencia inolvidable, inolvidable para su equipo de producción, actores, guionistas y director… también y lamentablemente es inolvidable para el espectador por todo lo malo que ofrece y el sabor amargo y dolor de cabeza que deja tras finalizar. Valoración: Mala.
Jake Kasdan nuevamente dirige otra secuela de Jumanji (1995) aprovechando el éxito de su antecesora Jumanji: Welcome To The Jungle (2017), además del regreso – con excelente química en pantalla – de su elenco y el factor de entretenimiento intacto. Jumanji: The Next Level hace su entrada en la temporada de verano. Dejando a un lado la selva, esta nueva entrega es una expansión de diferentes ambientes naturales y una posibilidad de biodiversidad; Jumanji ya no es más un juego en la jungla, ahora ocupa desiertos y montañas en un modo de expansión de jugabilidad. Las escenas traen la presencia lúdica y lo hacen de una manera excelente para mantener al espectador encantado por 123 minutos. La película pasa volando. Dwayne Johnson, Jack Black, Karen Gillian y Kevin Hart regresan y demuestran que funcionan excelente como equipo en pantalla. En la anterior entrega Johnson se apoderó de la pantalla y los demás complementaban el asunto, no obstante en Jumanji: El Siguiente Nivel Jack Black y Kevin Hart se roban el show; Danny Devito, Danny Glover y Awkwafina se suman a la saga y para ellos Jumanji les ofrece una muy buena, pero breve, bienvenida. Además, Rory McCann cumple correctamente como el villano de turno. Con un guión algo flojo el cual no impide el entretenimiento Jumanji: El Siguiente Nivel permite experimentar además de expandir este peligroso pero sorprendente mundo, todo esto lo hace de gran forma pero cuidando las bases pactadas desde 1995. Claro, las sorpresas y novedades están a la orden del día, de todas formas esta es una versión actualizada del juego Jumanji y se agradece el nuevo aire sumado al testeo de los límites. En Jumanji las cosas funcionan bien cuando la película aprovecha el implemento de nuevos elementos. ¿Es el final o simplemente un segundo nivel? una temprana pregunta que se puede responder fácilmente si disfrutan esta opción en el cine, y sí, para estas vacaciones Jumanji: El Siguiente Nivel es una «buena selección de personaje» . Valoración: Buena.