En un remoto café en el medio de la nada, se decidirá el destino de la humanidad. Una legión de ángeles enviada por el mismísimo Dios, intentará matar a un no nato, para así dar comienzo al Apocalipsis. La única esperanza que le queda a la humanidad es un ángel rebelde que decide actuar contrario a las órdenes que le fueron impuestas. ¿Se ha vuelto Dennis Quaid sinónimo de mal cine? La película que me tocó ver esta semana, no es otra que Legión de Ángeles. Similar en estructura a películas como Feast o Festín Diabólico, Del Crepúsculo Al Amanecer y por último me gustaría también mencionar un film menor, tal vez, mucho menos ambicioso que éste que me toco analizar esta semana pero que a mi entender lo supera con creces y es ni más ni menos que Tales From The Crypt : Demon Knight o algo así como Cuentos De La Cripta presenta a : El Caballero Del Demonio. Tras ya más de 24 horas de haber visto la película sigo preguntándome qué fue lo que más me indignó de su trama. Siendo una persona sin credo creo que la pseudo blasfemia de cafetín que se nos presenta pondría furioso hasta al más ateo. Pero no, en realidad no es esto lo que creo que me hace pensar que estamos frente a una película débil en más de un sentido, molesta su falta de desarrollo sintiendo que en su premisa era la de ver una buena película de acción con toques de terror. Las actuaciones son pésimas, los personajes son estereotipos gastados y los diálogos somnolientos. Tenemos al padre que vive en el medio de la nada y es dueño de una cafetería, el hijo de éste que arregla autos mientras intenta ayudar a la chica embarazada que trabaja con él en el bar y no es correspondido en su amor. A partir de éstos sucesos un día Dios pierde su fé en la humanidad y envía a su ejército de ángeles a poseer a diestra y siniestra a todos los mortales para matar al no nato que lleva la chica para así dar comienzo al Apocalipsis o fin de la humanidad. El general a cargo de ésta tarea decide revelarse porque no comparte el desamor de Dios por nosotros y decide convertirse en mortal para defender al niño y así salvarnos. La falta de un desarrollo en la trama es evidente a medida que la película se sucede. ¿Pero cual es su mayor falla? La película no genera suspenso, siquiera tampoco asusta. Sus escenas de acción son escasas y ya vistas hasta el hartazgo, salvo una del principio donde una ancianita es poseída. Hay una clara decisión de estilo en recrear en ángel misericordioso, muy similar al soldado que es enviado en Terminator para salvar a Sarah Connor de las garras del T-800, que sigue alimentado mi teoría que poco en esta película es original y fresco, e inclusive aún peor, como producto no logra entretener.
Una película francesa dirigida por el director Francois Ozon inspirada en una novela de la novelista inglesa llamada Rose Tremain titulada “Moth” en la que nos narra la historia de una familia en los suburbios. La película que comienza como un drama en los suburbios lentamente nos lleva al mundo de lo onírico y el realismo mágico. Tiene sus momentos de comedía y porque no, de lo grotesco. Pero creo que no desarrolla bien ninguno de sus conceptos y a veces este cocoliche de géneros se torna inverosímil, poco creíble y un tanto ambicioso. Una madre joven que reside en los suburbios debe afrontar la crianza de su pequeña y melancólica hija. Ella trabaja en una fábrica e intenta atender a las necesidades básicas de su hija. Al entrar un día a la fábrica conoce a un inmigrante español del cual se enamora y decide comenzar una convivencia. En principio pareciera que la estabilidad había llegado a ese hogar pero con la llegada de Ricky un bebé único veremos como una anomalía física puede causar estragos en la relacione de pareja. A partir de aquí comienza la onírica historia de un bebé que nació con alas y lo que esto significa. Una madre que lucha por proteger a su hijo y evitar el conocimiento publico de dicha condición. Por momentos la adaptación a cine parece satisfactoria, pero por otros y esto es en su mayoría; aburre con dilatadas situaciones esperables o poco desarrolladas. Una escena que me pareció espectacular y que me gustaría destacar es cuando la madre suelta al bebé y lo deja escapar. Así como esta hay otras escenas cargadas de una pseudo metáfora o moraleja que quieren darle un significado por fuera de lo que estamos viendo que a veces no esta bien logrado. Las actuaciones son creíbles por momentos, dispares en otros, pero creo que esto se debe en mayor medida al guión y no a un problema de los actores. Una mención aparte se lleva la actriz de la hija que caracteriza su rol de manera convincente y pareja a lo largo de todo el metraje. Me hubiera encantado disfrutar más de esta idea, pero siento que a veces apela a la ternura del espectador en forma desmedida para matizar otras falencias.
¿Qué pasa cuando una comedía romántica, no es cómica? Tras la exitosa Marley Y Yo veremos nuevamente a Jennifer Aniston encarar un rol protagónico junto a Gerard Butler que cobró fama como Espartano en la recordada 300 y a partir de ahí no logro encontrar un rumbo definido. Aquí nuevamente los protagonistas no solo carecen de la capacidad de causar gracia sino que tampoco se nota mucha complicidad entre ellos. Butler es osco y arisco y aunque Jennifer saca a relucir todo su encanto, nunca terminan de convencer como pareja. Si le sumamos pequeños toques, de acción podríamos creer que el paquete se vuelve más completo pero en realidad estas no son suficientes para cubrir lo largo del metraje que se vuelve tedioso a partir de los 40 minutos. Los chistes recaen en el resto del reparto pero no son suficientes para evitar que este Titanic se hunda rápidamente. Una película olvidable para ver en el cable una tarde de domingo lluvioso. Creo que confiaron en demasía en satisfacer las fantasías de la platea masculina y femenina en la selección de cast olvidando el género al que iba pertenecer la película. Mi conclusión es que a veces más allá del encanto personal que tenga un actor o una actriz el genero de comedía es bastante bastardeado pero si es ejecutado sin gracia el resultado es un producto vacío y carente de sentido alguno. Una vez más y por mas triste que suene me veo obligado a plantear que tal vez sea un producto destinado a recaudar dinero por la convocatoria de los protagonistas y no por su contenido.
Basada en una “historia real”, se nos traslada a Nome un poblado de Alaska donde sucesos inexplicables directamente relacionados con habitantes de otro Planeta acosan a la población. ¿Existe la vida en otro planeta? Si existieran… ¿Por qué poseerían tecnología mas avanzada que la nuestra y lo que es más por qué vendrían a buscarnos? Es interesante plantearse estas interrogantes que creo que resumen lo que nosotros haríamos de encontrar un marciano o un plutoniano. Probablemente lo capturaríamos y lo utilizaríamos como conejillo de indias. De este razonamiento se desprende que llegado el caso de que aparezca vida en otro planeta y de ser más avanzada psíquica y tecnológicamente harían lo mismo con nosotros. Lo que estoy intentando plantear es que no soy un escéptico sino que me cuesta creer en las teorías convencionales sobre avistamientos y encuentros cercanos. Aclarado esto, no por ello dejo de disfrutar una historia bien contada y así doy comienzo a mi crítica. Plagada de lo que serían “imágenes reales de lo sucedido” se nos cuenta la historia de una psicóloga llamada Abigail Tyler (Milla Jovovich), quien recientemente perdió a su marido de forma trágica y ésta decide continuar con la investigación de su difunto. El ignoto director sigue la formula exitosa de las películas de terror contemporáneas y busca mostrarnos lo que serían imágenes reales de los sucesos para darle veracidad a su historia. La presencia de la que sería la verdadera Dr. Abigail Tyler es imponente y genera desesperación y desolación y se nos presenta como un paciente absolutamente inestable. Es difícil comprender que el personaje que interpreta Milla Jovovich es esa demencial doctora Abigail Tyler que podemos ver a lo largo del metraje en escenas de archivo. Las actuaciones son más que acertadas y sus contra partes del mundo real pueden causar más de un shock en el espectador. Los seguidores del género van a encontrar uno que otro susto escondido detrás de la cinta. La introducción me hizo recordar (antes de recibir críticas por siquiera mencionarlo) a Black Sabbath con Boris Karloff donde el se presentaba antes de dar comienzo a los cortos de horror. Habiendo planteado los desaciertos debo decir que la película tiene una historia sólida y creo que es un detalle no menor para el género. La idea de bombardearnos con evidencia fáctica de un suceso no es nueva y creo que dentro de este género se inicio con la famoso pseudo autopsia a un alienígena en Roswell, EE. UU. El miedo que nos plantea la película es a lo desconocido; que tuvo su momento de apogeo con la serie X-Files en los 90s. Esta película aspira al público que disfruto de películas como El exorcismo de Emily Rose y si disfrutaron de ella, estoy seguro que no la van a pasar mal viendo esta.
Doris Dörrie nos trae esta comedía ligera sobre los vaivenes en la relación amorosa entre un veterinario despreocupado que disfruta del aquí y ahora y una diseñadora de moda que se encuentra en una constate búsqueda de éxito y reconocimiento. El cine Alemán es mundialmente conocido y podríamos decir temido por su profunda reflexividad y los que esperen encontrar algo de eso en esta cinta de comedía se defraudaran. La historia del cine alemán contemporáneo hace recordar un poco al cuento de hadas del pescador y su mujer. Casi veinte años de desorientación han pasado y un centenar de proyectos; como la realización en fílmico de los cómics Nick Knatterton que aun no vió la luz, o la película Lavar, cortar y poner (Waschen, schneiden legen, aún inédita en Argentina) que contaba con un presupuesto de 2.3 millones de euros y que tuvo nada más que 18000 espectadores. No se habla demasiado de esta época de despilfarro pero en la cual también podemos rescatar películas en las cuales el valor artístico estuvo por encima del presupuesto tales como País de Nieve (Schneeland) de Hans W. Geissendörfer o Acerca de buscar y hallar el amor de Helmut Dietls. Dories Dorríe ha tomado este deseo cuasi codicioso a tener más y lo trasformo en una película, en la cual encontró un paralelismo con el viejo cuento de hadas del pescador y su mujer. El papel protagónico esta caracterizado por la estrella en ascenso Alexandra Maria Lara. De vuelta el cine alemán idealiza el tipo de mujer “normal”. Henny Porten, Kristina Söderbaum, Ruth Leuwerik, Katja Riemann y la protagonista de este film comparten las mismas características: No son bombas sexuales al extremo de despertar pasiones, capturan más a la platea femenina que a la masculina, pero por sobre todas las cosas todas ellas captaron el espíritu de su época. Sus personajes no van en contra de la sociedad, sino que buscan en su interior lo que las hace infelices y se encuentran en una constante búsqueda de la felicidad plena. Ida una aspirante a diseñadora de moda que se encuentra de mochilera en Japón se encuentra con dos compatriotas que se dedican a la venta de peces. Vale aclarar que se dedican a la venta de peces Koi de competición por los cuales coleccionistas de todo el mundo pagan mucho dinero. Uno de los vendedores llamado Leo es un yuppie inteligente, el otro es un especialista en parásitos llamado Otto. Rápidamente la ambiciosa Ida deberá hacer una elección preliminar de con cual de los dos emprendedores quedarse y ya con esta premisa tenemos una película de Doris Dörre. Otro componente importante en el film de Dörre son las opiniones sobre la decadencia moral del matrimonio que hacen los peces (que tienen la lengua bastante filosa) en el estanque. A lo largo del metraje veremos como las aspiraciones materiales de Ida no son acompañadas por el conformista Otto que no aspira a más de lo que tiene y estos genera problemas en la parejanlleva debo confesar que algunas situaciones por lo extravagantes lograron hacerme reír. La película me resultó reiterativa porque el concepto queda claro desde el principio y es repetido a lo largo del metraje, pero la recomiendo al publico consumidor de comedias románticas de Hollywood porque considero se llevaran una sorpresa.