Poder hacer un film de terror en nuestro país, es tener que someterse a una comparación con un enorme material circulante en el tema de origen extranjero, para de alguna forma salir airoso en el intento. Y esta película lo logra. Claro que para ello también toca dentro del relato el tema de la trata, y es por ahí donde avanzados los conflictos planteados se pierde un poco el relato que se maneja con bastante habilidad. Hipersomnia es la historia de una joven actriz, Milena, que intenta conseguir el gran papel en una obra de teatro, interpretado por Yamila Saud, y asiste a una prueba para ver si es elegida por un particular y misterioso director, interpretado por Gerardo Romano. A partir de los ensayos se entrecruza un relato de realidad y realidad paralela en la que se encuentra también Milena. Al mismo tiempo que se encuentra ensayando, aparece formando parte de un grupo de chicas encerradas para la trata y le es difícil entender que le está sucediendo. En el lugar de encierro conviven un grupo bastante heterogéneo de chicas jovencitas que se encuentran allí contra su propia voluntad viviendo momentos escalofriantes y muy bien recreados para el género. En este lugar encontramos destacadas actuaciones de Peter Lanzani, Jimena Baron, Florencia Torrente, Candela Vetrano, entre otras. En una de las líneas del relato Gustavo Garzón y Nazareno Casero tienen muy buenas actuaciones. Con una iluminación muy buena, a cargo de Rodrigo Pulpeiro, generando climas y sensaciones escalofriantes y un montaje alterno elogiable. Gabriel Grieco escribe en colaboración con Sebastian Rotstein, una interesante historia para recrear. Un director para tener en cuenta en el género de Terror de factura nacional.
Al igual que su trabajo anterior, Días de Vinilo ( 2012 ), Gabriel Nesci, director y guionista de esta obra, centra su historia en el universo musical. Relata la historia de tres amigos que otrora supieron coquetear con el intento de obtener un éxito con su banda Auto Reverse, un grupo pop de los años noventa. Veinticinco años después un concurso radiofónico de una emisora porteña vuelve a juntarlos. Diego Peretti ( Javier ) , Santiago Segura ( Axel ) y Diego Torres ( Lucas ), con excelentes actuaciones, componen a los integrantes de esta banda, cada uno con características personales muy definidas. Javier es un profesor de Biología, que aún no puede superar la muerte de su esposa y con serios problemas de comunicación y contención para con su hijo adolescente. Axel es un técnico en computación, extraño, querible, introvertido y sin filtro a la hora hablar. Regresa de España con el objetivo de reunir a sus dos compañeros para participar del concurso radial. Lucas es un abogado exitoso y un poco chanta, al que descubren involucrado en malversaciones de fondos y se queda sin trabajo. Igualmente son muy buenas las composiciones de Florencia Bertotti y Claudia Fontán como ex fanáticas de la banda. Se lucen también la niña Uma Salduende con un personaje sin desperdicios, la única adulta en un mundo donde los grandes no se asumen como tales y Fernán Mirás en un rol muy divertido como abogado con pocos escrúpulos. La anécdota de la película permite que se reflexione sobre la amistad, las relaciones humanas, y la necesidad de sentirse acompañados y huirle a esa soledad, que por un motivo u otro va acechando a los personajes como un fantasma. Asimismo nos mete en ese universo de las bandas de rock, con su singular mundo y circunstancias. En el film el director se da el gusto de trabajar en un tema que le apasiona, y, además, de componer las canciones musicalmente pegadizas que se escuchan e interpreta la banda. No se puede dejar de destacar la excelente fotografía de Sol Lopatin que logra muy buenos climas. En suma, es una comedia simpática e hilarante, con diálogos muy buenos y un humor fuera de lo común. Por lo tanto podemos decir que es una interesante propuesta para pasar un momento agradable y divertido.
Tetsuo Lumiere y Ezio Massa son co-guionistas de esta historia. Mercedes está obsesionada con el altillo de su casa en La Plata , lo sube y sus sobrinas se inquietan. Cuatro amigos son convocados por Adrián a jugar al juego de la copa en un departamento en la ciudad de Bs As. Por medio de este juego se conectaran con el mas allá, afectará y relacionara estas dos historias, entrecruzándolas, por momentos confundiéndonos, pero revelará elementos de manera sorpresiva. La tía en el altillo está muy consciente que algo está por suceder y llega a la casa un representante de la iglesia para aclarar algunos conceptos y creencias que la perturban. Mercedes (Cristina Alberó) la tía obsesionada, por recuerdos de ese altillo , pero muy consiente que algo está por suceder, cumple con su interpretación . Adrián (Adrian Spinelli) el amigo que invita, desempeña su rol correctamente. El sacerdote (Rodrigo Guirao Diaz) bien en su papel. Historia de género de terror, con climas bien logrados, gracias al montaje y los efectos sonoros, pero lenta en el desarrollo de la historia. Con una fotografía que no acompaña el tono del film y por momentos no cumple con lo básico del relato. Casi íntegramente filmada en primeros planos, lo que sirve al relato opresivo y de espanto.
El joven Santiago regresa a su hogar y se reencuentra con su padre, Ernesto , que lo recibe distante y su madre , Carmen , no lo reconoce. Ese retorno al hogar traerá muchas implicancias , en un paraje aislado del interior de país y con una sequía muy fuerte. Además está Aron, el perro familiar, alterado por el clima, que se torna muy agresivo con los animales y lo sacrifican. Pero vuelve, y es ese segundo retorno el que comienza a complicar las cosas. Santiago (Pablo Rios) cumple un rol correcto, por momentos confuso sobre todo en el vestuario, pero se sostiene a lo largo del film. Ernesto (Osmar Nuñez) desarrolla un muy buen personaje, hostil, agreste, como es su vida en ese lugar. Carmen (Mirella Pascual) tiene a su cargo un papel muy tortuoso, que linda con la locura en varios momentos. La fotografía a cargo de Matthias Fleischer es muy buena, con momentos muy logrados retratando el lugar sombrío y seco. La música juega un papel muy importante remarcando el clima opresivo imperante ritmo. El sonido es muy bueno, recreando el ambiente de campo con mucha naturalidad. La dirección no llega a la altura de los rubros técnicos tan bien desarrollados.
Al comienzo del film un cartel aclara: lo que verán a continuación es una de las tantas leyendas que hay sobre la muralla China. Una justificación de lo que íbamos a ver, una historia sin rigor histórico, ni crítico, simplemente una aventura. Y vaya si lo es, una enorme aventura visual y tecnológica, cargada de fantasía, con monstruos verdes, miles de ellos, con un uso exagerado del CGI, también sobre la muralla, sin importar si esto tiene algún sentido o lógica. Es destacable la cantidad de colores y de soldados, muy bien coreografiados que se despliegan en un juego grandilocuente de defensa de la muralla. La gran muralla es el primer film de Zhang Yimou en ingles y es la primera película de Matt Damon en China. Se nota en este desembarcar en Hollywood del director chino la imposición de que todo tiene que ser un gran espectáculo, en desmedro de la historia. Una historia que cuenta la llegada de cuatro mercenarios europeos, dos mueren en el camino, pero dos de ellos , Williams (Matt Damon) y Tovar (Pedro Pascal, que también trabajó en Juego de Tronos y Narcos ), como el inglés y el español que se enfrentaron a algo desconocido y lo pueden contar. Son capturados por la orden que custodia la muralla, y allí se desarrolla la película, como una gran defensa que cada 60 años sucede contra unos monstruos verdes malísimos. Las actuaciones son mediocres, las imágenes espectaculares. Quiero recordar que el director antes de comenzar a dirigir en el año 1987, era Director de Fotografía, y se nota en las exquisitas imágenes que nos brindó en dos de sus muchas películas, Heroe (2002) y la casa de las dagas voladoras (2004). Casi toda su filmografía tiene un impecable sello de calidad, y gran cantidad de premios internacionales. Este film no será recordado como otras de sus películas y es probable que ni figure en su curriculum a futuro. Tampoco en el de Matt Damon, ya que su actuación, y la de todos, son super acartonadas. Para los amantes de la aventura, es una película de acción, de mucha acción, hasta por momentos agobiante. Pero la historia -el cine se vale de ellas- es muy pobre.
Cuando veo un film en el que la primera toma es muy buena, elaborada, con una descripción perfecta de lo que me quieren contar, pienso, ¡qué buena película que voy a ver!. Y así fue. El director David Mackenzie y el escritor Taylor Sheridan, nos sumergen en la historia de dos hermanos, Toby y Tanner Howard, que asaltan bancos, llevándose solamente el efectivo de las cajas , con un propósito concreto Y claro que atrás de ellos hay dos policías, Marcus Hamilton y Alberto Parker, muy experimentados, que van atando de a poco cabos para tratar de resolver esos asaltos en los pueblos. Pero esta película va más allá que la mera anécdota de asaltos y persecuciones. Es un relato muy íntimo entre dos hermanos, uno granjero, el otro que recién acaba de salir de la cárcel cumpliendo una condena y además una crítica al estado que se genera a partir de la posibilidad de poder tener un arma cada habitante. El relato se situa en Texas, EEU, lugar donde está permitido el uso particular de armas y en el desarrollo de la película vemos cuan peligroso es esta normativa. Excelentes actuaciones de Chris Pane ( Toby Howard ) y Ben Foster ( Tanner Howard ) como los hermanos , y de Jeff Bridges ( Marcus Hamilton ) un jefe de policía que está a días de poder jubilarse con una caracterización muy elogiable de este personaje que es digno de destacar , y su ayudante latino Gil Birmingham (Alberto Parker ) amigo inseparable de su jefe. Excelente película, altamente recomendable, con un ritmo que no decae en ningún momento, con una fotografía a cargo de Giles Nuttges que es fantástica ,capturando maravillosas imágenes del Oeste de Texas, sobre todo en los momentos íntimos del relato.
Pablo Benavidez , hijo de un reconocido artista plástico, en un momento crucial de su vida decide irse de su casa y refugiarse en la de su psiquiatra. A partir de allí se encontrará envuelto en sucesos que lo perturbarán, y trataran de cambiarlo. Esta película, basada en un cuento de Samantha Schweblin, tiene como objetivo hacernos reflexionar sobre el arte, el artista y la construcción de un público. Elije para ello narrarnos en un tono paródico y con personajes que están siempre al borde del desborde. Guillermo Pfening , como Pablo Benavidez, con mucha eficacia nos presenta un conflictuado y contradictorio artista. Asimismo, Jorge Marrale se destaca como el demiurgo psiquiatra y Norma Aleandro se luce en su rol de excéntrica marchand. La dirección de Laura Casabé, co-guionista del film junto a Lisandro Bera, es correcta, pretendiendo realizar un recorrido con ribetes de pesadilla y anclándose en las nuevas tecnologías. El trabajo de la dirección de arte y el vestuario es interesante , con una fotografía opresiva que colabora perfectamente con la propuesta del relato. La valija de Benavidez es una pretenciosa historia que cuenta con un buen elenco y correctos rubros técnicos, pero no logra la eficacia del relato que propone.