Una trama que une dos países "El amigo alemán" tiene presencias actorales remarcables, como la de la excelente Celeste Cid (Sulamit) y Max Riemelt (Friedrich), un buen desempeño también muestra la pareja integrada por Carlos Kaspar y Katja Alemann y Noemí Frenkel, como la madre de la protagonista. Coproducida entre la Argentina y Alemania, "El amigo alemán", presenta una historia de amor a lo largo de un extenso período de más de cincuenta años. Sulamit Lowenstein (Celeste Cid) es hija de inmigrantes judíos y Max Riemelt (Friedrich), pertenece a una familia, que luego se sabrá, simpatizaron con el régimen hitlerista. De niños, en los años "50, se crían juntos en un barrio del norte de Buenos Aires y ya adolescentes, parten hacia Alemania para estudiar. Uno en busca de su identidad, la otra con una beca ofrecida por una entidad alemana instalada en la Argentina. La pareja interviene, a veces como testigo, otras como protagonista, de sucesos significativos, como momentos del primer gobierno peronista, la guerrilla latinoamericana, las barricadas del "68, el Proceso militar, las redadas políticas, con alusiones a la desaparición de personas, la actividad de las Madres de Plaza de Mayo, finalizando con acciones del protagonista masculino, involucrado con los pueblos originarios. LA INMIGRACION "Amigomío", "La amiga", son títulos de anteriores filmes de la directora Jeanine Meerapfel, la misma de esta obra, que también incluye la palabra "amigo" en su título. Radicada en Alemania, pero íntimamente ligada a su país de origen, la Argentina, Jeanine Meerapfel, establece puentes entre ambas naciones en sus producciones. Los temas de "El amigo alemán" son vertientes habituales en la filmografía de esta directora: las raíces, la inmigración, la libertad, el régimen militar. Esta vez la realizadora, a pesar de fijar una historia amorosa como núcleo central, con el afán de abarcar todos los temas que la preocupan, se abre de tal manera, que sólo puede tocarlos tangencialmente y no logra profundizar en ninguno. El guión toma la historia de amor como eje y considera incidentalmente temas y subtemas que rodean el núcleo argumental, descuidando ciertos aspectos cronológicos de los acontecimientos y no yendo en profundidad hacia la esencia de su espíritu. Dentro de una puesta tradicional, correcta técnicamente, con un mejor desarrollo en el período de la infancia de los protagonistas (creíbles diálogos de los niños, verosímil tratamiento de los respectivos contextos familiares). "El amigo alemán" tiene presencias actorales remarcables, como la de la excelente Celeste Cid (Sulamit) y Max Riemelt (Friedrich), un buen desempeño también muestra la pareja integrada por Carlos Kaspar y Katja Alemann y Noemí Frenkel, como la madre de la protagonista. En cálidos momentos especiales, aparecen figuras como Daniel Fanego, Jean Pierre Noher y Adriana Aizemberg.
Drácula como un anfitrión familiar El filme tiene momentos ingeniosos, pero fugaces, buenos efectos especiales y secuencias destacables como la fiesta de cumpleaños de Mavis y la secuencia de los zombies disfrazados de humanos. Los tiempos cambian. En una época, el horror pasaba por "El hombre de la bolsa", que convivía con Lobos, Caperucitas y brujas varias. Más tarde llegaron nuevos monstruos al cine y la televisión, así aparecieron vampiros, fantasmas y momias. Aunque con tantos peligros reales que se experimentan diariamente, parece que nada nos asusta y así nos acostumbramos a convivir, a través de la ficción, con vampiros, gremlins y otros extraños, o divertidos bicharracos. Con este nuevo filme que se estrena hoy, la pantalla se inunda de simpáticos monstruos, en tren de convivir todos en un mismo lugar. Es el caso de este "Hotel Transylvania", que a pesar de que la idea del dueño era reunir a sus pares, todos monstruos, para que estén más cómodos y lejos de los "temibles humanos", lo diferente se cuela y da un toque distinto a la realidad. PADRE EXTRAÑO En "Hotel Transylvania", Drácula es el padre de una chica en tren de cumplir años. Frankenstein tiene novia, el Hombre Lobo exhibe familia y todos conviven en paz y con alegría en este nuevo "resort" atendido por mucamas que son brujas. Todo parece estar en paz, hasta que un adolescente humano, un mochilero llamado Jonathan, llega al hotel y se enamora nada menos que de Mavis, la hija de Drácula, que también es humana como el chico, aunque está a punto de cumplir ciento dieciocho años, edad en la que los vampiros pasan a cumplir la mayoría de edad. Con la llegada del travieso muchacho todo se complica y Drácula, el padre de la chica, se pone inquieto. GRAN CUMPLEAÑOS "Hotel Transylvania" es muy similar a "Monster.Inc", pero sin la creatividad de aquella. Aunque cabe aclarar que esta vez la propuesta está dirigida a los más pequeños y la originalidad inicial, de las primeras escenas, con la creación de un hotel, con sus clásicos y divertidos contratiempos de cualquier lugar de hospedaje para mucha gente, no logra mantenerse hasta el final de la película. Los diálogos, luego de la media hora inicial, parecen apagarse, las situaciones se repiten y pierden el sabor de la sorpresa. Sí, es cierto que "Hotel Transylvania" tiene momentos ingeniosos, pero fugaces, buenos efectos especiales y secuencias destacables como la fiesta de cumpleaños de Mavis y la secuencia de los zombies disfrazados de humanos.
Unidos al ritmo de la música Es una encantadora comedia, fresca, espontánea, con buen ritmo, excelentes actores y una atractiva música. Hay que darle la bienvenida como a sus cálidos personajes, fácilmente reconocibles, muy nuestros. Los protagonistas de "Días de vinilo" son del mismo barrio y tienen la misma edad: son muy jóvenes. En un momento de su vida, la música los bautizó de la manera más inesperada, con su inesperada caída. Y no es una metáfora. Reunidos en la esquina reciben, sobre sus cabezas, una colección de discos de vinilo, patrimonio de una ruptura sentimental que terminó con el novio tirando todos los discos por un balcón, que cayeron como catarata sobre la barrita del barrio. Sí, efectivamente, los 78 y los 45 marcaron sus vidas. En ese momento los 70 parecían comenzar. El caso es que esos chicos ahora son adultos, parecen no haber crecido demasiado y siguen profesando amor por la música. "Los locos por la viola" se convirtieron en locutor uno, siempre enamorado; guionista el otro, en busca de su verdad; el loco por Los Beatles es Marcelo, capaz combinar su marketing funerario con la composición romántica, como el personaje de Spregelburd. Todos tratan de buscar lo mejor con sus aciertos y sus desastres personales, intentando convencer al actor admirado (la misión de Damián con Sbaraglia en un divertido papel), adormecer la muerte con una canción (Spregelburd) o estar una y otra vez detrás de mujeres soñada e irremediablemente imposibles (Luciano). CON FRESCURA El filme de Nesci es una encantadora comedia, fresca, espontánea, con buen ritmo, excelentes actores y una atractiva música. Los diálogos son fluidos, las situaciones se dan sin esfuerzo y hay una simbiosis interesante en el cuarteto. Que algunas secuencias no son suficientemente sólidas, que la marca televisión sobrevuela toda la comedia, sí. Es verdad pero esta comedia sin vueltas con un poco de nostalgia y mucho humor es una ráfaga de aire fresco en la cartelera cinematográfica porteña. Y hay que darle la bienvenida como a sus cálidos personajes, fácilmente reconocibles, muy nuestros.
Rutina con efectos especiales Mila Jovovich protagonista del filme en el que manda el despliegue técnico. La quinta versión de la franquicia aporta más de lo mismo: poca vida, todo ruido y fuerte impacto visual. El filme forma parte de la franquicia de videojuegos de origen japonés que abarca películas, novelas y comic. Cuarenta y cinco millones de productos vendidos, hablan del éxito alcanzado por un tema que parecería estar en el subconciente de muchos integrantes de la sociedad global: el miedo a que un virus se propague por error o ¿por qué no? intencionalmente. Pero este virus es particularmente desagradable, porque te hace zombie, con todos los trastornos derivados de su condición. La corporación Umbrella, como sabemos es la que experimenta con estos virus T que, en algún momento se disparó. Ahí está la inmortal Alice, condenada a la guerra en todo momento, que destinada a seguir a los responsables del desastre, tiene que visitar Tokio, Nueva York, Moscú. CIENCIA FICCION Pero más que Tokio, Nueva York o Moscú, las réplicas de las ciudades, porque estamos en el terreno de la ciencia ficción. Nuevamente deberá enfrentarse con sus enemigos tradicionales con armas super poderosas y encontrar los objetivos letales que le asignaron en su eterna misión. Por ahí apareceré su pequeña hija, en algunas de las diferentes dimensiones en que se desarrolla la película, también tendrá su momento un monstruo bastante feo que se traga a la pequeña casi en el final de la película y obliga a la pobre Alice a hacer cirugía y rescatarla de su espantosa panza. "Resident Evil 5: La venganza" es un filme con puro despliegue técnico. Multitud de hologramas, secuencias de fantasías poco novedosas, efectos especiales nada originales, abundante exhibición de artes marciales, pero todo en una tediosa sucesión sin trama. La parte del guión prácticamente no existe y el adicto al género, lo único que puede hacer es mirar peleas, observar unos zombies cuya única particularidad es que tienen como tentáculos cuando abren la boca. En cuanto al monstruo, ya lo vimos en otra película. Todos andan detrás al Virus T y la pobre Alice (Mila Jovovich), cada vez que termina la película deberá descansar bastante por todos las cosas por las que tiene que pasar buscándolo. Muy rutinaria, sin vida, todo ruido y despliegue visual. Salvo la Jovovich a la que estamos acostumbrados y su pequeña hija, el resto del grupo actoral deja mucho que desear.
Los nórdicos vienen al ataque Un atrapante relato policial nacida de la inspiración de escritores nórdicos que le dan calor a sus relatos. Apariencias y realidades envuelven una historia que se desarrrolla en interiores lujosos, en los que la sonrisa y el horror se dan la mano y la lucha del gato y el ratón reaparece entre exteriores de pino y nieve. Si de escritores nórdicos se trata, parece que la fama y talento del desaparecido Stieg Larsson ("Los hombres que no amaban a sus mujeres"), escondía una corte de escritores policiales a los que ni el frío ni la presencia de fiordos como obstáculos, impiden que recreen atrapantes relatos de crímenes. Arnaldur Indridason ("La mujer de verde"), Johan Theorin, Henning Mankell, papá del inspector Wallander son sólo algunos de este círculo aúlico del crimen literario, al que se incorpora uno que desconocíamos, Jo Nesbo, El bueno de Jo Nesbo, escritor y músico noruego, parece que hace tan buen rock como narración de policiales y es el autor de la novela "HeadHunters", best seller en ciento cuarenta países y en que el director Morten Tyldum, basó su filme. EL CAZATALENTOS Acá hay un yuppie que trabaja de Cazatalentos empresarial y gana suculentos dineros por eso, pero ama el lujo, las cosas de última moda y las valquirias que lo exceden en varios centímetros en altura, pero son capaces de casarse con él, no se sabe si por su inteligencia, su generosidad o simplemente su excéntrica presencia. Como Roger necesita plata extra, encontró en el robo de cuadros una veta interesante, más manejando Diana, su esposa valquiria, una galería de arte. Hasta ahora parece que robar buenos cuadros con información de la misma galería le sirvieron. Pero llega un nuevo talento empresarial que se ofrece para ser ubicado con el contacto de Roger y Roger luego se entera que el nanólogo tiene un Rubens al que los nazis capturaron y duerme un sueño de millones en su casa. Por supuesto que con su "socio" se dispone a saquear la casa con cuadro incluído, lo que no sabe es que el empresario que busca nuevo empleo, es un mercenario experto en rastreos imposibles y que guarda un secreto que lo lastimará más que cualquiera de sus trucos de captura. Filme policial con toques de humor, momentos francamente sangrientos, un asesino mercenario de traje y corbata y un ladrón y empresario que no hace asco a sumergirse en metros de excrementos al darse cuenta que quien él considera su presa de caza lo ha convertido a él en un cazado en potencia. Apariencias y realidades envuelven una historia que se desarrrolla en interiores lujosos, en los que la sonrisa y el horror se dan la mano y la lucha del gato y el ratón reaparece entre exteriores de pino y nieve. Hábil desarrollo, final no tan bueno como el principio, correctos actores, bastante sangre y alguna vuelta de tuerca sorpresiva, caracterizan un relato que más parece yanqui que nórdico .
Antes de que todo se termine La directora elabora una comedia de ruta en la que los seres que se encuentran, acompañados de un perro, buscan un tiempo con sentido, aspiran a terminar con algo valioso a su lado, con algo querido. Tan simple como eso, acortar el tiempo compartiendo con alguien. En un mes, el asteroide Matilda se estrellará contra la Tierra. Sólo queda un mes para el gran final. Usted oye esto por la radio. ¿Qué hará? La directora Lorene Scafaria lo expresa a través de las actitudes de sus personajes. María, la mucama del señor Dodge va a seguir viniendo a limpiar. Algunos de sus amigos y amigas, como lo comprueba en una fiesta bastante cercana a una orgía, se olvidarán de lo que les espera, mientras cambian de pareja, invitan a beber a sus chicos pequeños o terminan con sus vidas. Pero Dodge, que se ocupa de asegurar a la gente, está en problemas. Hombre pacífico y metódico, siempre organizó su vida, trató de no herir a nadie y se ocupó de vender seguros para que nadie estuviera desamparado. FUTURO INCIERTO Ahora, con la noticia del fin del mundo, su encantadora señora se fue. Y el pobre Dodge quedó solo. Con su meticulosidad. Con su tiempo perfectamente organizado. Pero hay una vecina que le causa curiosidad, ésa que llora frente a su ventana, porque aunque es muy joven, se da cuenta que se viene la nada y su corta vida no contuvo algo importante, ni vivió amores notables. Ella lo único que quiere es pasarlo con su familia que vive un poco lejos. Como Dodge está paralizado por lo ocurrido con su mujer, su vecina trata de animarlo dándole las cartas que terminaron en su buzón desde hace tres años y que un poco por haraganería, no repartió. Una de esas cartas le da a Dodge la misión que necesitaba. En una de las cartas se confiesa el amor de una vieja compañera de colegio por él. Se llamaba Olivia. En ese momento, los dos solitarios vecinos comprenden que tienen una misión, ver a la familia una y encontrar a Olivia el otro. "Buscando un amigo para el Fin del Mundo" es la "opera prima"de Lorene Scafaria. Con un argumento que a pesar de pertenecer de alguna manera al clásico tema del Fin del Mundo, se centra en las reacciones ante el final; la directora elabora una comedia de ruta en la que los seres que se encuentran, acompañados de un perro, buscan un tiempo con sentido, aspiran a terminar con algo valioso a su lado, con algo querido. Tan simple como eso, acortar el tiempo compartiendo con alguien. Una búsqueda con buena música, humor, esperanzas, decepciones, pero búsquedas que pueden incluir la sorpresa del nacimiento del amor es la elegida por Steve Carell y Keira Knightley, sus figuras principales, que con estilos de actuación igualmente valiosos, pero diferentes, muestran que con amor, a pesar de las diferencias, hay posibilidad de unión hasta en el final.
Un escritor en dificultades Filme correcto formalmente, con algunos minutos de más, dotado de cierto encanto y frescura sólo aportado por sus Dano y Kazan y que permite el reencuentro con Elliot Gould ("Bob and Carol", "Ted and Alice") como el psicoanalista. Sus directores son los mismos de "Buscando a Miss Sunshine". Calvin Weird Fields, el protagonista masculino de esta historia, escribió a los diecinueve años, una novela que lo convirtió en algo así como la gran promesa americana de las letras, pero parece que nunca más hizo algo que valiera la pena y ahora a los veintisiete, su editor está preocupado y Calvin, con algunos problemas de comunicación, sigue los consejos de su psicoanalista y se compra un perro para que de alguna manera se acerquen a él, a través de su mascota. Mientras tanto intenta escribir, y preocupado por esa necesidad de afecto, crea un personaje para su posible novela. El asunto es que Ruby, su creación literaria se materializa, y una simpática y movediza pelirroja comienza a formar parte de su historia. Pero Calvin, que con su carita de "yo no fui" se revela como un inocente, pero firme manipulador, no puede permitir que la que se convierte en su amor imposible, tome independencia y sea un misterio para él. FRESCURA ACTORAL "Ruby, la chica de mis sueños" es una parienta lejana de "Más extraño que la ficción", película en la que Emma Thompson creaba al auditor fiscal Crick, el personaje que saltaba a la realidad para asombro de la escritora. El caso es que "Ruby" no tiene su densidad dramática, la variedad de subtemas y anécdotas y sólo puede apoyarse en el recordado actor de "Petróleo sangriento" y "Buscando a Miss Sunshine", Paul Dano y la más que talentosa, Zoe Kazan, nieta de un maestro del cine, Elia Kazan, ("Al este del paraíso", "Nido de ratas"), desestimado por la gente del espectáculo por sus delaciones durante el maccarthiysmo. Filme correcto formalmente, con algunos minutos de más, dotado de cierto encanto y frescura sólo aportado por sus Dano y Kazan y que permite el reencuentro con Elliot Gould ("Bob and Carol", "Ted and Alice") como el psicoanalista. Sus directores son los mismos de "Buscando a Miss Sunshine".
Una "remake" con poco horror Filme "de miedo", con tanto movimiento, idas y venidas, que terminan por marear, entretiene hasta la primera mitad, para luego hacerse reiterativo, moroso, a pesar de tanta cámara en mano. Remake de la película uruguaya "La casa muda", el filme de Kentis y Lau, cuenta la historia de Sarah, una jovencita que acompañada por su padre y su tío se reúnen para arreglar una casa de veraneo, ya ocupada por ellos otros años y que ha sido deteriorada por inquilinos recientes. La casa no ofrece ninguna confianza, es poco atractiva, exagerada en la cantidad de cuartos que la componen y bastante retirada, salvo una casa más o menos cercana de la que proviene una misteriosa chica, que dice ser amiga de la infancia de Sarah y que ésta no recuerda. Si a esto se suman una serie de ruidos que comienzan a producirse en el piso superior y otros extraños sucesos que no son precisamente tranquilizadores, la casa se convierte en un lugar ideal para tomar impulso y desaparecer. Los sucesos posteriores serán testigos de que la idea hubiera sido ideal, aunque el máximo secreto, fundamental para el futuro de Sarah, no podría haberse develado. LARGO SUFRIR Filme "de miedo", con tanto movimiento, idas y venidas, que terminan por marear, entretiene hasta la primera mitad, para luego hacerse reiterativo, moroso, a pesar de tanta cámara en mano. No hay hechos ni subtramas que ayuden para tanta enloquecedora huída de la pobre Sarah que se la pasa sufriendo y abriendo y cerrando una serie de puertas interminables. Con alardes formales de plano secuencia (larga toma sin cortes), la película tiene un final convencional, muy explicado y sólo se mantiene por la buena interpretación de la chica Elizabeth Olsen.
El chico se llamaba Ernesto Filme auténtico, con diálogos y sentimientos verosímiles, "Infancia clandestina" exhibe puntos de contacto con la recordada "Kamchatka" de Piñeyro, donde primaba, también, la mirada del niño en un contexto de clandestinidad. Juan es hijo de una pareja montonera que decide retornar al país en 1979. Epoca dura en la Argentina cuando el ministro del Interior informaba sobre mil setecientos detenidos a disposición del Poder Ejecutivo y más de mil en libertad vigilada, mientras se producía la sublevación del general Menéndez, contra el comandante en jefe del Ejército, el general Viola. Traído por sus padres desde el exilio en Cuba, recibido por su tío para integrar nuevamente la familia que también incluye una nueva hermanita, Juan se entera que ahora su nombre va a ser Ernesto y que si hay algún problema en la casa, él tiene un escondite asignado y una disciplina que cumplir. Su casa es centro y depósito político; una distribución de alfajores, el mejor camuflaje por el momento. El chico está finalizando la niñez y quién sabe cómo toma este "juego de adultos" que disfraza situaciones y personas. Juan, ahora Ernesto, vivirá nuevas experiencias como la del primer amor y ninguna disciplina se acepta pacíficamente ante tamaño sentimiento. HECHOS REALES El filme del director Benjamín Avila ("Nietos") está basado, en algunos aspectos, en hechos reales. Su madre, compañera de un jefe montonero, muerto posteriormente, fue secuestrada con su hijo, recuperado por Abuelas de Plaza de Mayo, y permanece desaparecida. Avila, en su filme, pone el acento en el plano familiar, emocional, antes que en el político, del que, sin embargo, es imposible apartarse. Es muy difícil seguir sin sobresaltos, una historia donde la cotidianeidad, la ida a la escuela, el nacimiento del amor de un chico, permanece en la cuerda floja, como bien lo muestra la abuela de Juan, que llega al lugar clandestino, muerta de amor y miedo. Filme auténtico, con diálogos y sentimientos verosímiles, "Infancia clandestina" exhibe puntos de contacto con la recordada "Kamchatka" de Piñeyro, donde primaba, también, la mirada del niño en un contexto de clandestinidad. Excelentes actuaciones de Natalia Oreiro, el uruguayo César Troncoso y en una breve e intensa aparición, Cristina Banegas. Ernesto Alterio, como el tío bohemio, se gana el papel con idealismo y simpatía, mientras es correcta la actuación de los niños. Impecable el plano formal, con el recurso de la animación en determinados momentos, como creativos recursos que enriquecen la narración y atemperan el clima dramático, controlando la tensión.
La felicidad de ser el otro El joven director Martín Serra con importante material de investigación, archivos particulares, de museos, de canales de televisión locales, del Archivo General de la Nación de la colonia, dibuja los rostros de un hombre que pudiendo aprovechar beneficios, eligió la pobreza y la voluntad de paliarla en una pequeña localidad del interior profundo de la Argentina. on esas personas que tienen su lugar ganado en la historia de un país. De los que por su austeridad y modestia nada hicieron para ser recordados. Sin embargo, Esteban Maradona, recibido de médico con esfuerzos en la década del 30 y luego de pasar por el Hospital de Expósitos y el Muñiz, conviviendo con los leprosos, combatió en la guerra del Chaco en uno y otro bando, porque todos los hombres sufren igual. Y terminada la contienda, decidió ir a Buenos Aires para instalar su consultorio. Pero la asistencia al nacimiento dificultoso de una lugareña, hizo que perdiera el tren y se quedara medio siglo en Estanislao del Campo (Formosa). El crearía una cooperativa, una colonia para los indígenas, ésos que lo eligieron como su "curandero" y que aun lo recuerdan, por su amor, por la voluntad de que hubiera una educación para tobas y pilagás, y que fuera mal visto por los que se resistían a la devolución de tierras a sus dueños aborígenes, como los que lo obligaron a irse del Chaco cuando hablaba de la ley de accidentes laborales en charlas comunales. LA LABOR SOCIAL De su increíble labor social por el prójimo, del vocabulario pilagá que transcribió, de los estudios de plantas medicinales y dibujos de la flora y fauna de la región que fue capaz de acercar a todos, habla este filme. El joven director Martín Serra con importante material de investigación, archivos particulares, de museos, de canales de televisión locales, del Archivo General de la Nación de la colonia, dibuja los rostros de un hombre que pudiendo aprovechar beneficios, eligió la pobreza y la voluntad de paliarla en una pequeña localidad del interior profundo de la Argentina. Esteban Maradona fue distinguido como candidato al Premio Nobel en 1992, mientras continuaba con sus estudios y sus caminatas hacia la comunidad indígena en soledad y alegría. Todo eso muestra Serra con su filme emocionante, austero, con la voz y la presencia física del médico de la selva. Un pequeño gran filme que muestra esos seres irrepetibles que irradian luz a través del tiempo.