Las intimidades de una pareja Como es clásico en Frankel, su visión es clásica, pero no por ello cristalizada. Un guión ágil de Vanessa Taylor, conocida escritora televisiva lo ayuda en un argumento condenado en cierto modo a los interiores. Tienen sesenta. Llegaron a los treinta años de casados con dos hijos y buena situación económica. Mientras Kay (Meryl Streep) continúa atendiendo la casa, Arnold (Tommy Lee Jones) mantiene su responsabilidad en una oficina que comparte hace años. Parece no faltarles nada. Pero Kay añora tiempos mejores. Y por eso en la primera escena se pone el mejor camisón, se arregla el pelo y abre la puerta de la habitación en que Arnold parece haberse atrincherado desde hace un tiempo. El resultado es como que hubiera asomado el gato de la casa, dos palabras de Arnold y un correcto "buenas noches". LA FIDELIDAD Kay se estremece un poco, pero como es un ama de casa fiel a los valores tradicionales, púdica, pero no insensible, comprende que algo tiene que cambiar. No puede ser que cuando le pregunten qué le regaló Arnold para el aniversario, ella tenga que contestar que una nueva suscripción al canal de cable, con más de cien posibilidades. Así la vemos diligente en la librería buscando un libro que la oriente. Ella no va a internet a consultar: fiel a sus sesenta bien cumplidos, debe pensar que la solución está en un libro confiable, que con "moderadas" palabras satisfaga sus dudas que no se atreve a llamar "sexuales". Así conoce el libro del doctor Feld, de Maine. Luego de consultarlo por la web, decide intentar la "salvación" yendo a su consultorio. Arnold se resiste, pero no es insensible y con el necesario empuje que todo hombre requiere, el atinado consejo de un amigo hombre, acepta el desafío. EL TEMA TABU Comedia elegante con tres actores ideales, "¿Qué voy a hacer con mi marido?" es una nueva realización de David Frankel ("El diablo se viste a la moda"). Se atreve con un tema casi tabú, al menos en los medios masivos norteamericanos y que es uno de los más consultados en asesorías sentimentales. Como es clásico en Frankel, su visión es clásica, pero no por ello cristalizada. Un guión ágil de Vanessa Taylor, conocida escritora televisiva lo ayuda en un argumento condenado en cierto modo a los interiores. A pesar que se desinfle un poco al final, el filme merece verse. Tiene estupendas actuaciones con un Steve Carrell (el doctor Feld) casi desconocido por lo ascético en la expresión, en impecables duelos silenciosos, especialmente con Tommy Lee Jones (Arnold). La Streep (Kay), estupenda como siempre y en un breve, pero significativo papel, la presencia de Mimi Rogers, en el papel de Carol, la vecina.
Unas fantasías de raíz urbana No podemos considerar a "Topos" una película lograda, pero sí con inquietudes y algunos aciertos como la atmósfera y la marcación actoral. Leonor Manso hace una creación personal en su papel de la señora Resnicof, la profesora de danza. La película habla de un mundo bajo tierra, primitivo, elemental, donde los instintos afloran y un mundo superior de características grotescas se contrapone a la pobreza del anterior. Una profesora, un director y un preceptor de un Instituto de danza, con varios alumnos son los personajes del universo superior. En el mundo subterráneo hay un tal Kongo (Mauricio Dayub), algo así como un disidente, su hijo, su hija, una obsesa sexual y muchos seres que no pueden elevarse por los túneles que los presionan, o las fuerzas que les impiden ponerse en pie. El hijo del rebelde es sustituído por un aspirante al ingreso del Instituto de danza y mientras Topo (Lautaro Delgado), hijo del rebelde, queda en la academia, el aspirante Amadeo (Ludovico Di Santo) desciende a los subsuelos, donde la hija (María Figueras) de Kongo, lo elige como juguete sexual. La vida transcurre y una rebelión se avecina. LOS OPRIMIDOS "Topos" es un filme fantástico, en la línea de "La sonámbula" de Fernando Spiner y "Moebius" de Gustavo Mosquera, pero su mundo subterráneo remite a "Delicatessen", la película francesa de Jean-Pierre Jeunet y Carot. La narración no es clara, especialmente en el comienzo y se supone que es una suerte de metáfora que separa poderosos y oprimidos, con toques que aluden a la doble moral y una constante de sexo y travestidos. No podemos considerar a "Topos" una película lograda, pero sí con inquietudes y algunos aciertos como la atmósfera y la marcación actoral. Leonor Manso hace una creación personal en su papel de la señora Resnicof, la profesora de danza. Correctas son las actuaciones de Gabriel Goity (el director del instituto), Mauricio Dayub (Kongo) como el rebelde mayor y especialmente Lautaro Delgado (Topo), al que se vio previamente en el filme "Caño dorado".
Los juegos más sanguinarios Es una película "clase B", con el formal estilo de Oliver Stone. Para entretenerse con sangre, sol y violencia, lindos paisajes, la idea de que la droga será un peligro mientras sea ilegal y mucho sonido tropical y desiertos de ocasión. El director Oliver Stone supo dirigir inolvidables filmes como "Pelotón", o "Wall Street". Pasó el tiempo y el cineasta incorpora otras inquietudes estéticas y su golosina preferida: la violencia. Las primeras escenas acercan al espectador a Laguna Beach, en California, un paraíso de olas impresionantes, sol que quema chicas bellas y surfers musculosos. Súbitamente aparece el horror de los "críticos virtuosos", el relato en off, Ofelia (Blake Lively) narra sus aventuras amorosas que terminaron por juntar dos países a través de la violencia y la droga. Ofelia comparte amigos y amantes: Chon (Taylor Kitsch), ex Afganistan y Ben (Aaron Taylor-Johnson), un universitario budista. Ellos comercian droga de la buena, algo así como marihuana "en colores", angelicalmente pura. Chon sabe en qué está metido y puede llegar a la muerte por defender su mansión, su chica, sus deseos. Ben cree que la droga de alta pureza atempera enfermedades y hace la vida mejor. Súbitamente la soleada Laguna beach ensombrece, aparece gente de un cartel mexicano. Los muchachotes de Elena (Salma Hayek), una suerte de Madrecita de los carteles, tan sangrienta como el peor de sus sicarios. Y les exige parte del negocio a los muchachos de California. CABEZAS FLOTANDO Lo que sigue, una pileta de natación con señores despanzurrados y cabezas flotando. "Salvajes" es salvaje de verdad, brutal, bella estéticamente por la fuerza de las imágenes de Oliver Stone, que puede estereotipar personajes, pero exprime la imagen hasta sacar lo mejor de ellas. Hay muertes, violencia, sadismo, algunos momentos de diálogos audaces, secuestros, los traficantes mexicanos "sucios, feos y malos", los "dealers del Norte", ingenuos unos, violentos otros, pero muy bellos. Casi un melodrama mexicano pero en colores, con una de las mejores bandas de sonido de los últimos tiempos, galancitos, heroína sexy, dos personajes que se roban la película, la Hayek y el brutal Lado (Benicio del Toro) y Demián Bichir, una revelación en el papel de Alex, ayudante de Elena. "Salvajes" es una película "clase B", con el formal estilo de Oliver Stone. Para entretenerse con sangre, sol y violencia, lindos paisajes, la idea de que la droga será un peligro mientras sea ilegal y mucho sonido tropical y desiertos de ocasión. A los mencionados hay que sumar a John Travolta (Dennis), como un corrupto agente de la DEA.
Extraños movimientos en la casa Hay algunos efectos especiales aceptables, mucho corrimiento de muebles, hongos que se extienden en superficie. Puertas que se abren y cierran, movimientos extraños en los placares, algunas imágenes más o menos feas. La película cuenta que habría habido un experimento parapsicológico de nombre Charles, que involucró a seis personas para convocar al señor Charles Reaner. No se dan datos, pero este señor habría fallecido hace tiempo. Con una tecnología superior, en nuestros días, unos estudiantes deciden hacer el mismo experimento y parecen pasar cosas impresionantes. Digo parecen, porque no se ve demasiado. Ben (Sebastian Stan), uno de los adolescentes que participaron en el experimento moderno, sin contar nada a su novia Kelly (Ashley Greene), se aloja por unos días en un moderno condominio, no totalmente habitado, propiedad de los padres de su chica que permanece aislado en medio de un desierto. La extraña muerte de un perro del vecino en esa casa, será uno de los primeros sucesos que comienzan a inquietar a la pareja. PUERTAS Y VENTANAS Primero son extraños movimientos que abren y cierran puertas y ventanas, después aparecerán hongos gigantescos en la casa nueva y posteriormente, al ventilar Kelly ciertos espacios verá más hongos y multitud de esporas. La situación irá en crescendo y llegará un momento en que Ben debe contar acerca del misterioso experimento que terminó mal. El no sabe que la próxima experiencia en el mismo condominio, pondrá en jaque la racionalidad y los enfrentará a la muerte. La película está bien hecha. Carece de elementos originales. Sus protagonistas son muy jóvenes, Kelly es Ashley Greene, la chica de "La saga Crepúsculo: Amanecer-Parte 2". Hay algunos efectos especiales aceptables, mucho corrimiento de muebles, hongos que se extienden en superficie. Puertas que se abren y cierran, movimientos extraños en los placares, algunas imágenes más o menos feas. Una leve dosis de suspenso, porque todo se ve venir, no obstante sus escenas resultan creíbles. En síntesis es una película ideal para amantes del género de terror, que no sean demasiado exigentes.
Un niño con más de un padre El filme no aporta novedades, se mueve dentro de los clásicos parámetros del género y tiene buen ritmo. Todo transcurre como era previsible y los admiradores de los juveniles intérpretes no aspiran a nada mejor. Junto con ellos, están veteranos como Emilio Disi y Mauricio Dayub, el exitoso "fóbico" de la obra de teatro "Toc toc". Precisamente porque el boxeo le dio mucho, aquella derrota en el cuadrilátero aceleró el exilio de Alejandro Ferraro (Mariano Martínez). Lo que no pudo imaginar es que Belén (Lali Espósito), la mujer que dejó iba a tener un hijo suyo, que él no conocería hasta este momento, cuando vuelve con todas las ganas de ser lo que no fue. Juani (Alejandro Porro) todavía no se enteró que tiene dos papás y los dos boxeadores; uno, el que recién conoce; otro, su padrastro, Bruno Molina (Federico Amador), campeón mundial en la categoría medianos. Los ocho años de Juani, aunque es muy despierto a pesar de su edad, ignoran muchas cosas. Sin embargo, la intuición le va a decir algo que no sabe. El desafío final será entre los dos hombres, sobre un cuadrilátero y con guantes de box. Alguien tendrá que ganar. FIGURAS POPULARES "La pelea de mi vida" es la clásica comedia romántica interpretada por figuras populares. Jorge Nisco, el director de "High School Musical: El desafío" y "Comodines", dirige con mano segura a figuras conocidas de la televisión como Mariano Martínez, que ya tuvo su debut en la película "El faro" de Eduardo Mignona, pero viene de poderosos éxitos televisivos como "Valientes", o "Son amores", desde sus inicios hace más de diecisiete años. En cuanto a Federico Amador, también es muy seguido por el público de televisión ("El elegido"). En cuanto a la joven Lali Espósito, interpreta a Belén, quien cuida al pequeño Juani, mientras su multimillonario padre entrena. El filme no aporta novedades, se mueve dentro de los clásicos parámetros del género y tiene buen ritmo. Todo transcurre como era previsible y los admiradores de los juveniles intérpretes no aspiran a nada mejor. Junto con ellos, están veteranos como Emilio Disi y Mauricio Dayub, el exitoso "fóbico" de la obra de teatro "Toc toc".
Un malhablado oso de peluche Muy bien Mark Wahlberg (John Bennett), encantadora Mila Kunis (Lori Collins) y refrescante la presencia del peluche mal hablado, capaz de insultar al jefe de turno y seducir a una chica que le gusta. Hay una excelente banda sonora con temas de Rita Coolidge, Queen y Walter Murphy. El director Seth MacFarlane, es un exitoso guionista, animador, dibujante y actor. Creador de exitosas comedias televisivas como "Padre de familia", en este caso, creó un personaje original que se come el filme con su intervención y trasmuta lo tradicional en diferente. John (Mark Wahlberg) es un niño que recibe un osito de peluche de cierto tamaño en Navidad. Desea que esté vivo para que sea su compañero y el deseo se le cumple. Lo disparatado se transforma en cotidianidad cuando el oso alcanza fama, se convierte en una especie de actor de moda, firma autógrafos y cumple su misión de ser el mejor amigo de John. Pero el problema llega cuando el dueño se convierte en adulto y decide no crecer, o no asumir la responsabilidad de ser adulto. INSEPARABLES Ted (al que le presta su voz el mismo director Seth MacFarlane), el oso, en cambio, creció, perdió un poco su gracia infantil y se convirtió en un espécimen medio grosero, amante de la marihuana, las fiestas vulgares y por supuesto compañero inseparable de John. Un John al que se le complica la vida cuando se pone de novio con Lori Collins (Mila Kunis), que quiere lo mejor para él. Fundamentalmente la madurez y el compromiso. Y Ted es un ejemplo negativo para su compañero. Comedia lunática, abundante en equívocos y disparates, alusiones al cine y la televisión de los "80, con personajes de esa época, "Ted" se convierte en una parodia a ciertos hechos y actitudes de la sociedad americana media y baja, dispara algunas transgresiones y se ríe de convenciones convirtiendo al joven Ted en un ser delicioso e insoportable. En síntesis, es una extraña mezcla de película de "nerds" con reflexiones a lo Woody Allen. Muy bien Mark Wahlberg (John Bennett), encantadora Mila Kunis (Lori Collins) y refrescante la presencia del peluche mal hablado, capaz de insultar al jefe de turno y seducir a una chica que le gusta. Una curiosidad es que aparece Norah Jones y se presenta como una ex relación del simpático Ted. Hay una excelente banda sonora con temas de Rita Coolidge, Queen y Walter Murphy.
La revisión de una pieza célebre Esta es una película muy posmoderna, apurada, quizás por eso de Fernando Meirelles, preferimos "Ciudad de Dios", su filme anterior, y no dejamos de recordar otras versiones de "La ronda". Suerte de película en episodios, como buena representante de la época, sin límites precisos y un tanto fragmentaria, "360" es, como su nombre lo indica, un filme circular, donde las historias cierran y todo está vinculado con todo. Recuerda un poco a esas producciones tan de moda de Alejandro González Iñarritu ("Babel"), o la atrayente "Magnolia" de Paul Thomas Anderson, donde la coincidencia, el destino o el "porque sí" son remate de cualquier suceso. El asunto es así. Michael Daly (Jude Law), un yuppie va a tener una aventura con Mirka (Lucia Siposová) una prostituta eslovena, mientras la esposa de él, Rose (Raquel Weisz) rompe su relación con un fótografo brasileño (Giorgio Spiegelfeld). Laura (Maria Flor), la chica del fotógrafo a su vez descubre que la engaña y parte en avión compungida hacia su país, mientras en el vuelo conoce a John (Anthony Hopkins), un anciano inglés, del que se hace amiga y a Tyler (Ben Foster) un violador en recuperación, del que se hace más que amiga. Mientras tanto, habrá un encuentro sexual de Valentina (Dinara Drukarova), una mujer de los países del Este, con un dentista argelino (Jamel Debbouze). "TOCO Y ME VOY" Esto puede servir de guía para el que la quiera ver y le ahorre tiempo para rearmarla más fácil. La película tiene origen literario, pero no se nota, porque todo es superficial, breve, como un "toco y me voy". Eso sí, muy bien fotografiada, con correctas actuaciones, algunos historias más interesantes que otras, especialmente la inicial de Michael Daly (Jude Law), el yuppie, junto a su mujer Rose (Raquel Weisz). Anthony Hopkins logra buenos momentos en las mínimas escenas que tiene a su cargo. Las historias no alcanzan a sensibilizar, porque son fugaces. El guión es tan poco profundo, que sus tramas y subtramas, quedan suspendidas en el aire, sin que se aclaren una serie de datos de cada personaje. El filme está ambientado en Viena, París, Londres, Bratislava, Río de Janeiro, Denver y Phoenix, pero de esos lugares no se ve nada, sólo aeropuertos o cuartos de hotel. Esta es una película muy posmoderna, apurada, quizás por eso de Fernando Meirelles, preferimos "Ciudad de Dios", su filme anterior, y no dejamos de recordar otras versiones de "La ronda".
Una niña con memoria prodigiosa Mucha violencia, sangre a borbotones en situaciones sorpresa y ciertos elementos que recuerdan la estupenda "El perfecto asesino", la de Luc Besson que con Jean Reno, lanzara a la fama internacional a Natalie Portman ("El cisne negro"). Mei (Catherine Chan) es una niña realmente asombrosa, un portento para las matemáticas: su facilidad para el cálculo la hace destacarse en la escuela. Lástima que viva en una alejada aldea china y sus condiciones de niña prodigio no le brinden mayores beneficios. Ni para ella ni para su familia. No parece haber novedades en su vida rutinaria pero, algo malo está por pasar. La mafia siempre alerta también se entera de sus condiciones y luego de probarla es raptada y pasada a Estados Unidos, donde las tríadas tienen sus negocios importantes. La memoria prodigiosa de la chica hace que se transforme en una computadora ambulante que sirve para la vida sucia de sus nuevos patrones. Han Jiao (James Hong) piensa exprimir sus capacidades hasta el final. Pero un nuevo obstáculo, la mafia rusa aparece en escena. Y un desclasado, Luke Wright (Jason Statham), luchador de artes marciales, echado al abandono luego del asesinato de su mujer por la mafia rusa, será el ángel custodio que la pequeña Mei conseguirá por tener ambos un enemigo común. EXTRAÑA PAREJA Esta es una típica película de acción de la que no es necesaria la causa y consecuencia de los sucesos, sino el movimiento que realicen para terminar con los obstáculos. Filme con personajes atractivos, la niña china y el hombre con cara de bueno. Hay de todo, peleas, persecusiones, abundantes tiroteos y exhibiciones de artes marciales en peleas multiétnicas, donde se confunden los fortachones rusos y los ágiles orientales en una vorágine que se mantiene a lo largo de toda la película con excelente ritmo, buen montaje y humor. Mucha violencia, sangre a borbotones en situaciones sorpresa y ciertos elementos que recuerdan la estupenda "El perfecto asesino", la de Luc Besson que con Jean Reno, lanzara a la fama internacional a Natalie Portman ("El cisne negro").
El Delta del extraño secreto Con un buen diseño de arte e impecable fotografía "Todos tenemos un plan" intenta algo inquietante, que en algunos momentos inspirados logra. Agustín (Viggo Mortensen) no está contento con la vida que eligió. Parece que la responsabilidad, la profesión, lo previsible de todos los días terminó por hastiarlo. Y ahora, precisamente, su mujer Claudia (Soledad Villamil) quiere adoptar un chico. Quizás sea el momento de decir "hasta aquí". Entonces Claudia, su esposa le dice que se tiene que ir. Y quién sabe él piense que a la vuelta dará el corte final, o imagine que alguien va a aparecer. Y sí aparecerá y le dará vuelta la vida. Será Pedro (Viggo Mortensen), su hermano gemelo, su opuesto. Desprolijo, marginal, jugado, como expulsado de las islas en que vivió, llegó para pedirle algo que Agustín nunca imaginó. Algo que le hará tomar su identidad y viajar a esas islas del Tigre, donde debe suponer que está la aventura. LOS DESTERRADOS Cuando uno ve que el libro que trae Pedro es "Los desterrados" de Horacio Quiroga, imagina que el buen comienzo del filme, conducirá a un mundo y personajes apasionantes. Sin embargo, todo queda a medio camino. Y eso que hay sugestión en el rostro de Mortensen, fuerza en la Villamil, frescura en Sofía Gala -en el papel de Rosa- y todo el peligro de un viaje arriesgado en el rostro cortado a cuchillo de Daniel Fanego, como Adrián. Los personajes no crecen, hay cabos que permanecen sueltos y la velada naturaleza del paisaje permanece sola, inmutable. El personaje de Agustín (Viggo Mortensen) queda a la deriva en la búsqueda de sí mismo y el sonido ambiental bien aprovechado en los viajes por el agua es reemplazado por una imperiosa banda sonora. Con un buen diseño de arte e impecable fotografía "Todos tenemos un plan" intenta algo inquietante, que en algunos momentos inspirados logra.
Atreverse a un tema muy duro El filme plantea un tema que suele ser encuesta en los diarios y replantea el debilitamiento de la ética y los valores tradicionales de una sociedad. El título de la película parafrasea el nombre de la revista "Elle", para la que escribe la protagonista, Anne (Juliette Binoche), una mujer de mediana edad, que por determinadas actitudes, revela ciertos prejuicios que lo vivirá irán derribando. Su nota sobre la prostitución juvenil, con ciertas particularidades como la de utilizar el oficio para pagar los estudios universitarios, la lleva a conocer a dos jóvenes que la ingresan, al menos imaginariamente, a un universo prohibido pero real. La exhibición de cómo se desarrolla el inicio de las actividades eróticas de las chicas, la importancia del caudal de dinero que va tirando abajo cualquier valoración ética y las vejaciones que especialmente una de ellas sufre, transparentan una interesante visión documental sobre lo que ocurre en la vida real. Y decimos la vida real porque muchas exhibiciones de casos ya sea en televisión, o cine implican preconceptos como "lo hago porque no encuentro trabajo", "es un trabajo como cualquier otro", o "nunca lo haría si tuviera un trabajo digno". LOS HOMBRES Pocas veces se presenta la total degradación que sufre Charlotte (Anais Demoustier) por parte de hombres de clase media, casados y profesionales. En contraposición, la inmigrante polaca muestra mayor suerte en sus elecciones y un especial gozo de su "profesión". Película que revela una tendencia feminista, pero desnuda impiedades del "oficio más viejo del mundo". "Elles" tiene cortes abruptos, ciertas evanescencias de aspiraciones estéticas, algunos diálogos filosos, escenas de sexo explícito encuadran una película al borde del "cine verdad", con mucho de documental y actrices interesantes. A la notable Juliette Binoche, como Anne, la periodista, que llega a cuestionar su vida tradicional de esposa y madre con un trabajo regular en una revista de modas, se suma Joana Kulig, como Alicja, la chica polaca, línea Lolita, que concentra a la cámara con su sola presencia. En síntesis "Elles" plantea un tema que suele ser encuesta en los diarios y replantea el debilitamiento de la ética y los valores tradicionales de una sociedad.