A mi juego me llamaron Esta vez le toca a Los juegos del hambre (The Hunger Games) terminar con su último libro dividido en dos películas. La primera parte, Sinsajo Parte 1 (Mockingjay Part 1), fue considerada como aburrida y con poca acción para aquellos que no lo leyeron mientras que aquellos que sí lo hicieron adujeron que era necesaria para llegar a contar lo que pasa en esta. Katniss Everdeen (Jennifer Lawrence) descubrió lo que el Capitolio le hizo a Peeta Mellark (Josh Hutcherson) antes de ser rescatado por la brigada del Distrito 13. Eso la deja confundida y sin fuerzas para ser la cara de la rebelión a pesar de tener el apoyo de su madre, su hermana y Gale (Liam Hemsworth). En Sinsajo: El final (Mockingjay Part 2) hay mucha más acción que la primera por una cuestión lógica de la hora del tan esperado enfrentamiento final, además retoma las tramas que ya había abierto y se mete con los vericuetos políticos que si bien ya estaban ahora están más fuertes ya que emerge la manera de actuar de dos figuras políticas como el presidente Snow (Donald Sutherland) y la líder del Distrito 13 Alma Coin (Julianne Moore) quienes parecen no ser tan diferentes el uno del otro. Jennifer Lawrence puede desplegar sus aptitudes dramáticas que en las otras películas de la saga estaban poco desarrolladas ya que el camino de ser la chica quien reemplazó a su hermana al símbolo de una revolución fue bastante rápido. Las interpretaciones más destacadas son las de Donald Sutherland quien por fin puede demostrar todas las facetas de Snow siendo una de las partes fundamentales de este tramo final, además Julianne Moore compone a su presidenta Coin con una profundidad mucho mayor que en el libro dotándola de gran protagonismo en cada una de sus escenas. La muerte de Phillip Seymour Hoffman no dejó una situación tan grave en la producción ya que había terminado de filmar la mayoría de sus escenas, el resto fueron agregadas digitalmente, sus diálogos fueron reescritos y dados a otros personajes. Sinsajo: El final tiene una duración de 137 minutos que se hacen demasiados largos y se nota que ciertas escenas de relleno no pudieron ser sacadas ya que no hubo manera de construir otro nexo con la trama. Es una buena película y cierra la historia correctamente, demostrando que luego de Harry Potter (obviamente sin gozar de la tremenda popularidad ni hacerle tanta sombra) es una de las sagas más atractivas que dio la literatura en los últimos años y sacándose el mote de “película para adolescentes”.
Secreto en la granja M. Night Shyamalan es uno de esos cineastas que parecen malditos, luego de que sus primeras dos películas pasen sin demasiado éxito fue con la tercera donde todas la miradas de Hollywood se posaron en él. Sexto sentido (The Sixth Sense, 199) tal vez contenga el final más spoileado de la historia del cine, y el film lo catapultó a la fama y le dio dos nominaciones al Oscar como Mejor guion original y Mejor director. Ya en la cima realizó otra gran película como El Protegido (Unbreakable, 2000), un ensayo filosófico sobre los héroes con unos Bruce Willis y Samuel L. Jackson enormes, pero a partir de ahí su carrera se fue desplomando y de películas mediocres pasó directamente a desastres que repercutieron negativamente en la taquilla y vapulearon su carrera. Sus dos películas anteriores se ubican en los rankings de peores films de la historia del cine. Ahora vuelve con Los huéspedes (The Visit), una historia de terror donde Becca (Olivia DeJonge) y Tyler (Ed Oxenbould), su hermano unos años menor, van a pasar una semana a lo de sus abuelos (Deanna Dunagan, Peter McRobbie) quienes no los conocen ya que hace unos años están distanciados de su madre (Kathryn Hahn). La película se vale del método “cámara en mano” ya que los jóvenes deciden hacer un documental del primer encuentro con sus abuelos, recurso que en los últimos años se repitió hasta el hartazgo dentro del género y ya no tiene efectividad alguna. El guion es un clásico libreto de Shyamalan, quienes hayan visto algunas de las películas del director ya saben que se puede esperar. Una de las fallas es que cuando intenta crear climas inmediatamente agrega un chiste o algún hecho que podría ser cómico y nunca logra mantener por más de unos segundos esa tensión, esto por lo general viene de la mano del personaje de Tyler, quien a la media hora de película ya comienza a irritar, el uso de la ironía está bien pero los chistes bobos hacen quedar mal parado al humor que tiene. A pesar de todo la película cuenta con una escena que es la que más inquieta al espectador, aunque aparece en el trailer es mejor no comentarla. El pueblo es ideal para que la fotografía pueda destacar, pero Maryse Alberti no llega a aprovecharla del todo, tal vez sea por el método de narración de la película ya que desde el punto de vista de las cámaras de los protagonistas no hay lugar para la construcción de grandes fotografías. Los huéspedes tiene fallas pero es menos mala que otras películas del director, y los puntos le alcanzan para convertirla en un película entretenida en la que hay cierto espíritu clase B que de haber ido por ese camino sumaría algún punto más.
Retrato de un cadáver Eva Duarte de Perón fue una de las figuras emblemáticas de la política argentina del siglo XX, consideradas por algunos “La abanderada de los humildes” y por otros como “La esposa del tirano”. Sin dudas no pasó desapercibida, con su muerte en 1952 y con tan solo 33 años alcanzó el status de mito dentro de los sectores partidarios afines al peronismo. Eva no duerme es un largometraje de Pablo Agüero formado por historias cronológicamente ordenadas sobre el destino que sufrió el cadáver de Evita durante más de veinte años. Los relatos cuentan cómo el cuerpo pasó por las manos de “El Embalsamador” (Imanol Arias), “El Transportador” (Dennis Lavant) y “El Dictador” (Daniel Fanego), además de una parte que no es conveniente develar pero el encargado de interpretarla es Gael García Bernal. La parte peronista de cada historia la componen la empleada de limpieza de la CGT (Ailín Salas), El Cabo Robles (Nicolás Goldschmidt) y la militante comunista (Sofia Brito) que es parte del operativo que secuestra a Aramburu. La película tiene una atmósfera oscura, la fotografía a cargo de Iván Gierasinchuk es poco colorida y le da un aire esotérico. La estética plantea que cayó una maldición sobre aquellos que no dejaron descansar en paz a Eva, el material de archivo pocas veces se ha visto en películas y documentales y eso lo convierte en uno de los mayores atractivos de la película. Las actuaciones son todo lo que se puede esperar del buen elenco que la compone, el punto más flojo son los secundarios en el capítulo “El Dictador” quienes no destacan y quedan demasiado opacados por Daniel Fanego y Sofia Brito. Otro de los problemas es que cuesta un rato superar el acento exagerado de Dennis Lavant (un desacierto en el capítulo más entretenido de la película). Un error en la banda sonora es que para reflejar una época se usa London Calling de The Clash, canción lanzada en 1979, no queda mal pero siembra la duda si hubo un error al elegir el tema. El guion de Agüero tiene un punto importante que hay que mencionar, no existe bajada de línea alguna, no hay dosis de política, sólo se encarga de narrar los hechos y de cómo algunos odiaban y otros amaban a la difunta, eso es el gran acierto de la película y que a pesar de los errores mencionados se puede ver una película digna y que encuentra otra manera de describir hechos históricos en el cine argentino.
Lo pasado ¿pisado? Alfred Hitchcock dijo: “Para hacer una buena película solo necesitas tres cosas: el guion, el guion y el guion”. Y esta consigna parece estar clara en The Gift. Joel Edgerton escribe y debuta en la dirección de este thriller psicológico que plantea algo simple como ¿qué pasaría si alguien de nuestro pasado aparece otra vez? Simon (Jason Bateman) se muda con su bella esposa Robyn (Rebecca Hall) a California. Una tarde mientras compran artículos para el hogar aparece un hombre (Joel Edgerton) que resulta ser Gordon, un ex compañero de la secundaria de Simon. Luego de los saludos de rigor quedan en comunicarse pero una mañana aparece en la puerta de su casa una botella de vino enviada por Gordon, quien les dará cada vez más regalos, lo que pondrá a Simon en un aprieto ya que oculta un hecho del pasado que involucra a Gordon. La premisa del “secreto oscuro oculto” ya ha sido vista muchas veces pero pocas de manera tan tangente. Es tan verosímil que podría llegar a pasar. La intensidad de la película crece hasta puntos que realmente hacen poner incómodo a quien está mirando y espera que, pese a todo, las cosas salgan bien al protagonista; los últimos minutos generan un tensión que pocos films han logrado en los últimos años. Jason Bateman se despega y da un personaje totalmente diferente a los anteriores de su carrera en comedias ligeras como Horrible Bosses (Quiero matar a mi jefe, 2011). Por su parte Rebecca Hall crea una ingenua Robyn que conforma el nexo entre el misterio y el espectador, es desde su punto de vista que se intenta descubrir que hay detrás de la relación entre los ex compañeros. Joel Edgerton completa su tríada encarnando al misterioso Gordon el cual genera desconfianza desde sus acciones y sus dichos. No es adecuado decir mucho para tener una sorpresa genuina en la pantalla, no sería extraño que alguno de los tres reciba una nominación a los premios de la industria. El Regalo se consolida como un buen thriller psicológico que aunque va de menor a mayor no puede evitar desinflarse en algunos pasajes pero nada que la perjudique, aunque tiene un cierre perfecto hubiese estado acorde una escena más donde muestre el destino de dos de los protagonistas, sobre todo del personaje de Rebecca Hall. La conclusión que se saca viéndola es que aunque crea que todo va bien, la vida puede dar un vuelco y de repente el pasado no está tan enterrado como se creía.