Fragmentado: El baile de la bestia. M. Night Shyamalan vuelve a la carga con un thriller que, gracias a soberbias actuaciones de sus personajes principales y una gran ejecución por parte del director, parece ser el regreso esperado por sus fanáticos desde hace 15 años. Casey (Anya Taylor-Joy) es una adolescente retraída que, junto con dos compañeras de la escuela con las cuales volvía de una fiesta de cumpleaños, son abducidas por Dennis, una de las veintitrés personalidades que habitan dentro de Kevin (James McAvoy), un hombre que padece de trastorno de identidad disociada luego de haber sufrido abusos de niño. A partir de esto las jóvenes conocerán otras de las identidades de Kevin, e intentaran engañarlas para poder escapar de su encierro, y del atroz destino que les espera con la llegada de “La Bestia”, la temida vigesimocuarta identidad por lo destructiva que podría ser para Kevin, sus identidades no dañinas y las niñas. La premisa de por sí parece interesante y atractiva, en gran parte por la estupenda posibilidad que le da a McAvoy de explotar todo su potencial actoral personificando desde un pervertido adicto a la limpieza, un extrovertido diseñador de moda, una perversa mujer con actitudes maternales y hasta un niño de 9 años fanático de Kanye West. Todas estas personalidades (junto con la fantástica actuación de McAvoy) hacen de Kevin un antagonista impredecible y magnético para el espectador que observara pacientemente como la talentosa Anya Taylor-Joy sabe más de lo que deja ver sobre estas situaciones delicadas. Shyamalan vuelve a sus raíces, un thriller de cocción lenta con giros por doquier en la última media hora del film, sin embargo, en su mayoría son satisfactorios y sirven para llegar a destino en las subtramas que va alimentando a cuentagotas a lo largo del film, la desesperación es real y se va acrecentando, pero ciertos momentos de humor destacan sin quitarnos del ambiente general del film. Si bien a veces el ritmo se estanca, en especial cuando McAvoy no está en escena, pero al menos cuando toma fuerza sobre el final del segundo acto se mantiene cautivante hasta el final. Los giros finales entran en terreno un poco controversial, ya que en una escena particular relacionada con el personaje de McAvoy el tono realista y perturbador se torna un tanto risible hasta prácticamente el final del film, donde otro giro nos termina de quitar varias dudas de forma eficaz (especialmente para los admiradores de los primeros films del cineasta) pero el efecto confuso de esta escena puede dejarnos rascando la cabeza durante el climax del film si veníamos acostumbrados al estilo de los primeros actos. La historia revisita temas de previos films de Shyamalan relacionados al poderío y la evolución humana, especialmente en las escenas en las que participa la Dra. Karen Fletcher (Betty Buckley), psicóloga de Kevin, quien cree que el trauma sufrido por sus pacientes desbloquea una nueva etapa en la evolución humana, pero al sospechar que las identidades malignas de Kevin han tomado el control en su mente tendrá que enfrentar la posibilidad de que sus hipótesis sean probadas de una manera negativa. La relación mas directa es con “El Protegido” (2000) uno de los mayores éxitos del director. El elenco no es muy extenso, y sus personajes secundarios, la ya mencionada Betty Buckley y Haley Lu Richardson (Edge of Seventeen) y Jessica Sula (Skins) quienes son las compañeras de Casey secuestradas, cumplen sin destacarse demasiado. El plato fuerte definitivamente son Anya Taylor-Joy (The Witch) y James McAvoy (X-Men: First Class) quienes comparten una gran dinámica, que mediante los intentos de convencer a su captor en vez de confrontarlo deja constantemente abierta la posibilidad de Casey como sobreviviente, pero tampoco le quita lo amenazante a las personalidades de Kevin. La música está a cargo de West Dylan Thordson (Joy, Foxcatcher) y la fotografía es de Mike Gioulakis (It Follows) ambos participes vitales en la creación de una atmósfera constantemente oscura e inquietante. En conclusión, Fragmentado vuelve a poner en la mira a un director que estaba cerca de convertirse en un meme pocos años atrás, nos da una de las mejores actuaciones en la carrera de uno de esos actores que pueden hacer de todo con McAvoy, cementa el crecimiento de una futura estrella en Taylor-Joy y es una gran opción para ir a ver un poco de suspenso del bueno.
La Gran Muralla: Jason Bourne salva China. Matt Damon protagoniza esta nueva aventura en la que reina el espectáculo visual y el carisma de sus protagonistas logra vencer las múltiples fallas del guion. William Garin (Matt Damon) es un soldado devenido en mercenario quien, junto con su compañero Pero Tovar (Pedro Pascal; Narcos) recorre el norte de China en busca de pólvora, mercancía muy valiosa cuya existencia aún es un mito en occidente. En pleno escape de un grupo de bandidos y tras haber matado a una criatura desconocida, William y Tovar se topan con una imponente muralla en el medio del desierto, repleta de soldados con estrafalarios uniformes de colores que llenarían de envidia a cada uno de los Power Rangers. Mientras los mercenarios están siendo aprehendidos, la muralla es atacada por un ejército de reptiles cuadrúpedos llamados Taoties, quienes según los nativos atacan cada 60 años el imperio como castigo de los dioses por el abuso de poder del emperador (cosa que la película no explica en ningún momento). Luego de ayudarlos a defenderse y formar una relación de confianza con la comandante del ejército Lin (Jing Tian) William tendrá que decidir si su destino es quedarse y luchar codo a codo con sus nuevos aliados o hacerse con su pólvora y huir con Tovar en búsqueda de riquezas. El film es una superproducción casi tan grande como la misma muralla, una colaboración entre Estados Unidos y China, es la película más costosa rodada completamente en China con un presupuesto de 135 millones de dólares y para el prolífico director Zhang Yimou(Esposas y concubinas; Héroe), su primer film en habla inglesa. Tal vez la épica del proyecto puso la vara demasiado alta y creó un hype imposible de igualar, aun así, la película se mantiene entretenida prácticamente de principio a fin. El elenco internacional está compuesto en su mayoría por actores chinos, pero excepto cuando algún comandante esta por decirle algo que le va a ser traducido a Matt Damon, los actores predominantes son Jing Tian, quien encarna a la audaz comandante Lin, una joven que definitivamente es uno de los puntos altos del film gracias a la química que logra con Matt Damon para reflejar el choque de culturas en la historia. Pedro Pascal hace un estupendo trabajo dándole el toque de humor (del cual hay más de lo que esperaba) especialmente en sus interacciones con Damon y con el olvidable William Dafoe, cuyo sir Ballard tiene suerte si llega a los 5 minutos en pantalla. Matt Damon también hace un buen trabajo como de costumbre, aunque por momentos al principio del film parece soltar su tonada de Boston que, acompañada con la barba que porta al momento, nos hace pensar que tal vez nos hayamos confundido de sala y estemos viendo a Mark Watney en The Martian (2015). La fotografía a cargo de Stuart Dryburgh (The Secret Life of Walter Mitty) y Zhao Xiaoding (House of Flying Daggers) probablemente sea la mejor parte del film junto con el trabajo de vestuario y los efectos especiales que se lucen en las escenas de combate, exceptuando el diseño de los Taoties, quienes sufren de un diseño genérico para un antagonista bastante ordinario en este tipo de films. La película pareciera tener un sentido de urgencia que no es necesario en este tipo de historias épicas, las acciones heroicas de William por momentos parecieran no tener explicación ya que no son ocasionadas por una relación amorosa con la general (en parte porque también por falta de desarrollo la relación nunca llega a ese punto) ni tampoco se condicen con sus intenciones anteriores, simplemente decide volverse un héroe. Tampoco tenemos demasiadas explicaciones sobre los Taoties, su inteligencia, ni su origen. La muralla, a pesar de estar en el título del film y tener una escala monumental durante los primeros actos de la historia, no es mencionada por los personajes prácticamente nunca y prácticamente todo el tercer acto transcurre fuera de ella. Por último, la historia casi no recae en subtramas innecesarias que le dan algo que hacer a los personajes secundarios, característica común en las películas catastróficas, pero cuando lo hace durante el escape de Tovar y Sir Ballard logra darnos el par de escenas más innecesarias de la película, que le quitan tensión al climax del film para mostrarnos como del otro lado del muro no pasa nada relevante para la historia. En conclusión, La Gran Muralla sufre la falta de un antagonista interesante y el desarrollo de ciertos personajes, pero el entretenimiento de las escenas de combate, una gran fotografía, y un par de actores principales que destacan le dan un atractivo que por lo menos resulta novedoso.
50 Sombras más Oscuras: Cada vez nos falta menos, para no volverlos a ver. El film cuya única trama es la relación mas aburrida de la historia del cine nos trae su casi igual de horripilante secuela, a continuación les voy a enumerar las multiples razones por las cuales no deberían verla. Las secuelas generalmente no superan a sus predecesoras, por cada The Dark Knight, Mad Max: Road Warrior o Terminator: Judgament Day hay cientos de ejemplos que no cumplen la tarea. 50 Sombras más Oscuras apenas supera a 50 Sombras de Grey, sin embargo el film de James Foley también tiene todos los números para entrar en otra lista, la de peor película del año. En esta entrega Anastasia Steele (Dakota Johnson) comienza trabajando en una editorial, su trabajo soñado, alejada por decisión propia de la relación sadomasoquista en la cual se veía envuelta con el multimillonario Christian Grey (Jamie Dornan). La película se toma unos buenos 10 minutos hasta volver a establecer a estos dos como una pareja, mediante los siempre seductores esfuerzos de Grey de llevar el acoso sexual a su máximo limite, cuando compra todos los retratos de Anastasia en una muestra de arte “porque no quiere que nadie más la vea así”, estrategias de levante naturales a los que nos tienen acostumbrados estos films. A partir de una cena en la que Grey muestra ciertos signos de arrepentimiento por sus acciones en la historia previa, mágicamente tenemos a nuestra pareja preferida de vuelta en un viaje de 2 horas que más que una película, parece el zapping de una octogenaria que no sabe usar bien el control remoto y va de una serie de videoclips subidos de tono (no tanto como esperaríamos) con el 90% de la banda sonora de fondo a una novela con pésima edición, chistes que solo surten efecto cuando se están burlando de la misma trama de la película y destellos de drama que no van a tener sentido hasta que veamos las 20 continuaciones que nos depara el estudio. Comencemos enumerando los (pocos) aspectos positivos, arrancando por el más importante: la película no se toma muy seriamente a sí misma, lo cual da lugar al humor, inexistente en la primera entrega, a partir de la absurda situación en la que se encuentran los personajes. En segundo lugar y complementándose con el primero, Christian Grey muestra que no es un robot brindando cierta profundidad a la historia de su personaje y hasta tira uno o dos chistes en el transcurso del film. La adición de Kim Bassinger como Elena, la dominatrix que inicio a Christian en el sadomasoquismo, es lo más cercano que vamos a tener a un buen antagonista y por ultimo Dakota Johnson, quien vuelve a destacarse dentro de lo posible dándole peso a los momentos dramáticos del film y vendiendo casi exitosamente la idea de que Ana puede cambiar a este ser humano que todavía tiene una habitación del tamaño de un mono ambiente lleno de artefactos para practicar BDSM. Por el lado negativo, la película vuelve a cometer muchos de los errores de su antecesora: llegando a unas eternas dos horas muchas de sus escenas parecen cortadas o mal editadas, dejando a casi todos los personajes secundarios sin ningún tipo de desarrollo. La relación entre los personajes principales sigue sin tener química, especialmente para una dupla que lleva dos películas en su haber, y que es el foco primario de ambas. La historia que rodea la película no tiene ningún tipo de objetivo ni búsqueda de los personajes, simplemente se van sucediendo una escena en la cual conocemos a un personaje al que vamos a ver solo 2 veces en toda la película tras otra escena de sexo en la cual tenemos un tutorial de cómo usar alguno de los juguetes del señor grey, seguida por algún tipo de accidente que amenaza la vida de nuestros personajes principales, y si no lo estoy señalando como algo positivo es porque probablemente no tenga ningún tipo de desencadenante previo o todos los involucrados se hayan olvidado de lo ocurrido para la siguiente escena. El guion sigue siendo atroz y repleto de frases torpes que hacen temblar de incomodidad, aunque al no haber leído ninguna de las novelas temo que este sea el mejor esfuerzo posible de adaptar el material de origen. El uso de la música hace que el remix de presentación de los personajes en Escuadron Suicida parezca una obra de arte, ya que hay que soportar un nuevo tema de fondo cuya unica función es distraer cada vez que Ana y Christian tienen sexo o este ultimo esta ejercitando, por alguna extraña razón que desconozco. Por último, y tal vez una de las razones más importantes por la cual la película falla, la relación entre los protagonistas sigue sin tener justificación alguna, no hay razón por la cual Anastasia decide volver con el acosador serial luego de lo que paso al final del primer film, no hay razón por la cual Christian corrija sus hábitos de años por una mujer a la que conoce hace pocos meses y si la razón que tenemos que comprar es que “en el fondo se aman y quieren estar juntos” tampoco hay razón para que nadie vaya a ver esta película. Este fin de semana estrena Lego Batman, mejor vayan a ver eso.
Un Monstruo Viene a Verme: Muy viejo para ser un niño, muy joven para ser un hombre. El director de "Lo Imposible" y "El Orfanato" vuelve a la carga con otro film cargado de emoción, actuaciones estelares de todo el elenco y un nuevo árbol parlante que se roba la película. Connor O’Malley (Lewis MacDougall) es un chico inglés de 12 años con muy mala fortuna, no tiene amigos en la escuela, su padre(Toby Kebbell) vive en otro país con su nueva familia, tiene a la peor abuela del mundo, su cuarto da a un cementerio y para ponerle la frutilla al postre de desdicha que es su vida, su madre está gravemente enferma de cáncer. El momento más feliz de un dia en la vida de Connor es llegar a casa con su madre, ver películas con ella y cuando esta no se siente bien garabatear notables dibujos en su cuaderno. Una noche sin embargo, entre dibujos, Connor se queda observando como el tejo que se erige imponente en el medio del jardín del cementerio que se ve por la ventana de su cuarto se levanta de la tierra como una especie de árbol antropomorfo que se acerca lentamente a la ventana del niño. El monstruo anuncia que visitara al niño durante tres noches diferentes en las que le contara tres historias y que en su cuarta visita Connor tendrá que contarle la suya. De aquí en adelante comienza el viaje emocional del film, a partir del deterioro de la salud de su madre, Lizzie (Felicity Jones), Connor deberá quedarse con su abuela(Sigourney Weaver), quien pareciera verlo como una carga para su cada vez más endeble hija, a causa de esto ambos tendrán varios desagradables intercambios que no generan más que dejar exhaustas y agobiadas a dos personas que lentamente están perdiendo a la persona que mas aman. En medio de esto el padre de Connor viaja desde Estados Unidos para visitarlo debido a la situación de su madre. A pesar de la felicidad inicial de Connor, este pronto descubrirá que a pesar de sus buenas intenciones, su padre está demasiado preocupado con su nueva familia como para poder ayudarlo realmente. Esta película definitivamente entra dentro de la categoría coming-of-age, solo que el niño que tiene que lograr madurez en este caso es mas joven que de costumbre, por lo que su crecimiento y comprensión de la situación es repentino y confuso para él, y entre la falta de contención adulta, el abuso que recibe de sus compañeros en la escuela y la pura soledad que experimenta nuestro protagonista, la mayoría de su trayecto implica explosiones de rabia cada vez peores que lo acercan a un desenlace en el cual deberá aceptar una dolorosa perdida o evitarla exponiéndose a una vida de arrepentimiento. Estos conflictos por momentos hacen que las rabietas de Connor contra alguien o algo se vuelvan repetitivas, pero la calidad de sus actores (en especial MacDougall) logran mantener el impacto en los momentos clave. La adición del monstruo (al cual le presta su voz Liam Neeson) como una figura que nunca sabemos si es real o solo una manifestación de la mente de Connor para lidiar con el sufrimiento le da un elemento único y refrescante en las fabulas que le cuenta, las cuales hacen recordar las historias de “El Gran Pez” de Tim Burton, pero con una particular animación a base de dibujos en acuarela similares a los de Connor, y generalmente dan un respiro al espectador. Ademas es interesante saber que el director J.A. Bayona puede hacer monstruos con gran magnetismo dentro de un elenco de actores live action ya que su próximo proyecto es la secuela de Jurassic World. La revelación del elenco Lewis MacDougall es también la mejor parte, no solo por ser tan joven, sino por su capacidad de ir frente a frente con prolíficos actores con una gran madurez y dejando en claro que él es quien lleva en hombros la película. Sin embargo hay varias grandes actuaciones, desde un Toby Kebbell al cual por fin vemos acoplándose a grandes actuaciones en una buena película, en vez de ser la única parte rescatable de ella, hasta el siempre destacable aporte de Liam Neeson, especialmente cuando presta su voz hecha a medida de estos imponentes personajes animados. Felicity Jones consigue tener una gran química madre-hijo con MacDougall, la cual siempre es una relación retratada de manera interesante en los films de J.A. Bayona, tanto en El Orfanato(2007) como en Lo Imposible(2012). El film ademas goza de un gran guion ya que es adaptado por el mismo autor de la novela de 2011 A Monster Calls, Patrick Ness, quien ademas es creador y escritor en Class, el proximo spin-off de Doctor Who. Un Monstruo Viene a Verme consigue un balance interesante entre la pura angustia por la pérdida tan sufrida de una madre y la aceptación y maduración de sentimientos que esta conlleva, y por momentos esto se hace sentir como un baldazo de agua fría, sin explicación ni justicia alguna, pero esa es la razón por la cual uno puede perderse dentro la historia, sentirse identificado con un aspecto u otro, olvidarse de que esta es una película con sus fallas y pensarla como una de las partes mas difíciles de la vida, y por último, vaciar la caja de pañuelos cuya compra es obligatoria antes de entrar en la sala.
"Pasajeros" es una historia con gran potencial que no fue aprovechado en los momentos justos.
El director de Platoon y Natural Born Killers vuelve con un thriller que te hará tapar las cámaras de todos los celulares en tu casa.
El director Dan Gueller, quien además está a cargo del guión, entrega una historia que constantemente sorprende y mantiene al espectador comprometido con la trama.